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Unións Agrarias solicita la implicación de la Xunta de Galicia para que el nuevo contrato tipo de homologación de compraventa de uva entre bodegas y viticultores, que impulsó a nivel estatal la Interprofesional del Vino de España, se convierta en el método habitual de relación entre productores y bodegas. La organización valora positivamente la nueva herramienta; e insta al gobierno gallego «a mover ficha para conseguir que su uso aporte las garantías que los pequeños y medianos viticultores precisan».
UUAA entiende que la puesta en marcha de un nuevo contrato plurianual «permitirá dotar de mayor estabilidad al conjunto del sector vitivinícola». La organización considera que la aplicación de una relación contractual a tres años «supondrá un importante espaldarazo para los productores de uva y permitirá avanzar hacia una relación más igualitaria entre estos y las bodegas; evitando sorpresas así como la posible aplicación de cláusulas abusivas».
Así las cosas, Unións Agrarias insta a la Xunta de Galicia a vincular el uso de este nuevo contrato tipo a líneas de ayudas públicas a las bodegas como las recogidas en la nueva «Estrategia del Vino», así como al despósito de los contratos firmados en un registro público antes del inicio de la vendimia.
UUAA entiende que «este es momento perfecto para activar el registro público de contratos» que la organización lleva tiempo reclamando. «Una herramienta indispensable para dotar de garantías a los productores y evitar la firma de contratos en blanco; así como la posibilidad de que las bodegas realicen modificaciones en el precio pactado o lo adapten a sus necesidades una vez recogida la uva», advierten.
