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Los viticultores acogidos a una Denominación de Origen ya pueden solicitar hasta el día 23 de de este mes las ayudas del Ministerio de Agricultura para realizar la vendimia en verde.
El Gobierno repartirá en total 10 millones de euros de unas ayudas que se pueden solicitar por parcela -debe tener un mínimo de 3.000 metros cuadrados- y que están pensadas para hacer frente a la crisis causada en el sector por la pandemia del coronavirus COVID-19: las ventas de vino se desplomaron por el cierre de la hostelería y de las exportaciones y hay temor de que para esta vendimia las bodegas no recojan toda la uva a los viticultores o lo hagan a un precio mucho menor. De ahí esta medida para retirar uva del mercado con antelación mediante la poda en verde de los racimos.
En el caso de las Denominaciones de Origen gallegas las estimaciones del importe de las ayudas que realiza el Sindicato Labrego Galego son los siguientes:
Y adicionalmente:
-Vendimia en verde manual (aplicado el 60%) en € / ha: 1.140
– Vendimia en verde manual con contribución en especie (aplicado el 60%) en € / ha: 840
-Vendimia en verde mecánica (aplicado el 60%) en € / ha: 950
-Vendimia en verde química (aplicado el 60%) en €/hectárea: 400
-Vendimia en verde química con contribución en especie (aplicado el 60%) en € / ha: 230
Más información sobre cómo solicitarlas en este enlace
“Unas ayudas que no se adaptan a la realidad gallega”
Para el Sindicato Labrego estas ayudas del Ministerio de Agricultura “excluyen buena parte del sector vitícola gallego” y echa en falta por parte de la Xunta “ayudas directas adaptadas a la realidad gallega y destinadas a garantizar unas rentas dignas a viticultores y viticultoras”.
En primer lugar, el SLG critica que ponen un plazo de tan sólo cinco días, hasta el 23 de junio, “por lo que muy posiblemente buena parte de los viticultores y viticultoras no sepan a tiempo de esta posibilidad”. “Pero, además, imponer el deber de realizar las gestiones sólo por vía telemática tampoco ayudará en un rural en el que la calidad de las telecomunicaciones es bastante deficiente”, advierten.
Por lo demás, la organización agraria denuncia que “no se adaptan para nada a la realidad gallega, pues sólo amparan viñedos con una superficie superior a los 3.000 m², con lo cual excluye mucha viña que no alcanza ese tamaño, toda vez que en Galicia la superficie media de los viñedos es de 1.400 m²”. .
Por último, el Sindicato Labrego considera que “la cuantía es muy baja si pensamos en variedades autóctonas de vid y uva de calidad, por las que se ha apostado fuertemente nos últimos años en la Galicia”. “Si tenemos en cuenta los precios habituales de la uva en nuestras denominaciones de origen, las ayudas de poda en verde no cubrirían ni la mitad del valor”, critican.
Necesidad de ayudas directas adaptadas a la realidad de la viticultura gallega
Bernardo Estévez, responsable del Sector del Vino del SLG, explica que estas ayudas salen de un decreto “hecho para favorecer las zonas productoras de grandes graneles, como Castilla La Mancha o Extremadura”.
Yendo más allá de las ayudas, Bernardo Estévez subraya la necesidad de que se implique la Consellaría de Medio Rural creando ayudas propias para Galicia adaptadas a la realidad de nuestro sector vitivinícola y, además, como mediadora para garantizar unos precios dignos. “Lo que tienen que garantizar las diferentes administraciones es que los viticultores y viticultoras profesionales tengan garantizados unos ingresos mínimos para poder pasar esta campaña y tener la capacidad de seguir con la actividad en los próximos años. De la misma manera que se está ayudando al sector del turismo o del automóvil, hace falta ayudar al sector vitícola en su conjunto, y ahí entramos los viticultores y las viticultoras como base de la cadena. En ese sentido, la Consellaría de Medio Rural tiene mucho que decir y aportar pero, a día de hoy, aun no tenemos ninguna medida de calado para apoyarnos”, afirma.
Por su parte, Xosé Manuel Parente, coordinador del SLG en las comarcas del Ribeiro y Valdeorras, concreta que “precisamos un plan propio gallego con medidas que realmente sean efectivas y garanticen la supervivencia de nuestra viticultura”. En este sentido, defiende que “hay que habilitar una ayuda directa a las explotaciones, teniendo en cuenta el precio medio de la uva de las últimas tres campañas, para garantizar la renta de los viticultores y viticultoras”.
“Además, la Consellaría de Medio Rural tiene que implicarse para que en esta campaña no quede uva sin recoger, con ayudas también a las bodegas que recojan la uva y cumplan con los precios”, concluye.
