Acacias, la ‘plaga’ que mata ‘plagas’

Una investigación de la Universidad de Vigo y de la Universidad de Coímbra propone aprovechar la toxicidad de las acacias para ayudar a controlar las malas hierbas en el cultivo del maíz. La propuesta consiste en la incorporación al campo de restos de hojas y ramas de esta especie, tras comprobar que puede funcionar como herbicida natural

Acacias, la ‘plaga’ que mata ‘plagas’

Las características flores amarillas de la 'Acacia dealbata', conocida popularmente como mimosa.

¿Puede extraerse valor de las acacias y contribuir de este modo a frenar su propia expansión en Galicia? Esta es una de las cuestiones que surgen en una investigación sobre control de la especie invasora en la que participaron la Universidad de Vigo y el Centro para la Ecología Funcional de la Universidad de Coímbra (Portugal).

Los trabajos desarrollados hasta el momento abren la puerta a que las propiedades toxicológicas de las acacias permitan que se empleen como potenciales herbicidas naturales en el maíz y en otros cultivos. Esto contribuiría a que los costos que supone el control de estos árboles exóticos no impidan atajar su proliferación. Especies como la Acacia dealbata, conocida popularmente como mimosa, están afectando tanto a la diversidad de flora como de microorganismos del suelo en aquellos territorios en los que brotan.

Esta investigación procura una aplicación práctica para los residuos procedentes de controlar la expansión de las acacias

«El objetivo del estudio se centró en encontrar una potencial utilidad para los residuos de las acacias que procedían de las acciones de control de las poblaciones invasoras», explica la investigadora Paula Lorenzo, de la Universidad de Coímbra. «De este modo, podríamos controlar las poblaciones de acacias y usar sus residuos como materia prima para nuevos usos. Así, reduciríamos los costos asociados al control de las acacias y favoreceríamos la economía circular», concreta Lorenzo, que participó de manera activa tanto en este trabajo como en otros estudios en esta línea.

Emplearlo como herbicida en suelos agrícolas

Una de las utilidades estudiadas se centra en aprovechar el efecto alelopático y fitotóxico que tienen algunas de las especies de acacia invasoras en Galicia. «Propusimos el uso de material vegetal fitotóxico de estas acacias como herbicidas naturales para reducir el uso de herbicidas sintéticos, normalmente asociados a problemas de contaminación y toxicidad para humanos y animales», detalla la investigadora.

Se centraron en dos especies: la Acacia dealbata y la Acacia longifolia. En ambos casos emplearon las hojas y pequeñas ramas de las dos especies que enterraron en suelos agrícolas. En concreto, en el caso de la A. longifolia las pruebas las realizaron en tiestos en invernadero, mientras que los estudios con A. Dealbata los hicieron directamente en el campo, en condiciones reales.

El uso de los residuos de acacias podría contribuir al control de hierbas en tierras de cultivo, aunque sin sustituir a los herbicidas sintéticos

En estos estudios probaron el potencial de las acacias para atajar hierbas en competencia con el cultivo del maíz. Los resultados mostraron como la dosis usada de los residuos de mimosa contribuye al control de las malas hierbas, aunque está lejos del nivel que consiguen las soluciones artificiales. Habría que estudiar el efecto con distintas dosis de residuos de mimosa.

Con todo, el equipo de investigadores se muestra satisfecho con estos resultados, ya que permiten aumentar el abanico de alternativas naturales en el control de la maleza en el cultivo sin tener que optar sólo por productos industriales. «Estas acacias podrían ser usadas como medidas complementarias en el control de las malas hierbas. No eliminaría el uso de herbicidas sintéticos pero, eso sí, ayudaría a reducir el uso de estos herbicidas», concreta Lorenzo.

Al mismo tiempo, el estudio también mostró que el uso de los restos de biomasa de Acacia longifolia tampoco afectó al desarrollo del maíz, pese a tener efectos fitotóxicos para algunas de la hierbas que crecen y compiten directamente con este cereal. Por el momento se probó con el maíz, pero contemplan evaluar también cómo funcionan con otros cultivos. «Para poder decir para que otros cultivos podría ser usada, se deben hacer estudios en los que se produzca el cultivo de interés en suelos con o sin los residuos de acacias y ver los resultados», apunta.

Está por concretar la dosificación adecuada que es preciso emplear para obtener resultados seguros. También contemplan estudiar su eficacia en otros cultivos

El empleo de los restos de biomasa de las acacias en el campo aún está sujeto a un proceso más detallado de investigación en el que se concreten también aspectos como la dosificación precisa. «Tendríamos que evaluar la concentración o cantidad a la que podría ser empleada para que no tuviera efectos indeseados. Sin embargo, toda solución natural que reduzca el uso de herbicidas sintéticos, a priori, es una solución ambientalmente sostenible porque en teoría no va a ser tan tóxica y contaminante», detalla la investigadora.

Atajar la proliferación de las acacias

Uno de los inventarios recientes realizados en el noroeste de España sobre la propagación de las mimosas concreta que entre 1998 y el 2008, el área ocupado por estas especies se incrementó un 0,8%, hasta 25.400 hectáreas. Las previsiones sobre el control de esta especie invasora también apuntan a que continuará expandiéndose.

«La erradicación de las acacias en Galicia tiene muy mal pronóstico porque rebrotan después de cortarlas y producen cantidades ingentes de semillas» (Paula Lorenzo, investigadora especializada)

Con estos datos, conseguir nuevos usos para la biomasa de las acacias puede ser una herramienta más para atajar la proliferación de esta especie exótica e invasora en Galicia. Sin embargo, la propia idiosincrasia de estos árboles hace que su control sea un reto. «La erradicación de las acacias en Galicia tiene muy mal pronóstico porque rebrotan después de cortarlas, producen cantidades ingentes de semillas y el rural está a cada paso más abandonado», reconoce la investigadora, a la par que incide en la importancia que tiene encontrar usos potenciales para las acacias de modo que se pueda controlar, por lo menos, la expansión de las poblaciones invasoras y evitar que se sigan expandiendo.

En países como Portugal, dada la expansión y alta productividad de algunas especies de acacias, como la mimosa, están considerando su aprovechamiento como biomasa. Una opción que otros investigadores también verían posible en España, dada la cantidad de biomasa de acacia disponible.

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