Amigos da Terra aboga por reducir la carne y consumirla de ganadería extensiva

La organización ecologista lanza un informe en el que se evidencia que desde el punto de vista climático es más eficiente una dieta que contemple la reducción del consumo de carne, combinada con la sustitución de la producción de carne industrial por otra de ganadería extensiva

Amigos da Terra aboga por reducir la carne y consumirla de ganadería extensiva

Reivindican el papel que las ganaderías extensivas pueden jugar en la reducción de emisiones.

La asociación ecologista Amigos da Terra hace público el Informe «La producción y consumo de carne a debate» en el que visibiliza los principales impactos climáticos, medioambientales, sociales y de salud del modelo intensivo de producción y consumo de carne en España. El colectivo destaca la necesidad de promover una dieta climática que tenga en cuenta estos impactos y los minimice, para alcanzar un modelo alimentario más justo, saludable y sostenible.

Amigos da Terra aboga por una dieta climática para 2030, basada también en recomendaciones nutricionales, que implique la reducción del consumo de carne en un 60% respeto al consumo actual. También incide en que esta carne debe proceder de ganaderías extensivas, ecológicas y ligadas al territorio. «Es prioritario aumentar el consumo de legumbres y cereales, fuentes de proteína vegetal, que junto con las verduras, hortalizas y frutas locales y de temporada deben ser la base de la dieta habitual para cumplir con criterios de respeto al medio ambiente y a la salud de las personas», apuntan.

En la publicación señala que la producción y consumo de productos de origen animal suponen el 45% de la huella climática del sistema agroalimentario en España. En concreto, 1,57 toneladas de CO2 equivalente por persona al año. «Es especialmente significativa la producción industrial de carne, principalmente de aves y cerdo, por su importante huella de carbono asociada al consumo de piensos, al tiempo que por ser un importante vector en la degradación del medio ambiente en España», mantienen.

También conviene recordar que, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica, la ganadería causa sólo el 7,8% de los gases de efecto invernadero de España, siendo la industria, el transporte y la energía los principales emisores de gases causantes del cambio climático, pues acumulan el 72% de las emisiones totales.

En el campo alimentario, el estudio de Amigos da Terra defiende que es más eficiente una estrategia de reducción del consumo de carne, combinada con la sustitución de la producción de carne industrial por otra de ganadería extensiva. En el caso concreto del cerdo, se observa que esta estrategia combinada supondría hasta un 60% menos de emisiones netas generadas por persona al año en comparación con la única reducción de consumo.

«Reivindicamos una reducción del consumo de carne y un cambio del modelo industrial de producción de carne por uno de ganadería extensiva, ecológica y ligada al territorio. Las políticas públicas deben ir encaminadas a posibilitar esta transición agroecológica, por el clima, por el medio ambiente y por la salud de las personas», sostiene Andrés Muñoz, responsable de Soberanía Alimentaria de la asociación.

Consumo de carne

En su análisis, Amigos da Terra expone que el consumo de carne actual en España, 52,3 kilos por habitante al año, es insostenible para el medio ambiente y la salud, así como para alimentar a la población mundial. Así, y siempre teniendo en cuenta las recomendaciones nutricionales internacionales, aboga porque se consuman 21 kilos de carne al año. Y apunta que el consumo de carne roja no debe superar los 10 kilos por persona al año, frente a los 20,78 kilos actuales.

Otro de los puntos a destacar del informe es el consumo de carne procesada, lo cual -dicen- puede ser una grave amenaza para la salud y el clima. «La carne procesada es un vector de deforestación y aumento del cambio climático. En concreto, la carne procesada de vacuno está bajo sospecha en España por ser potencialmente causante de la deforestación en la Amazonia. Y es que debido a las laxas normas de control y al riesgo de tratados comerciales como el de la Unión Europea y Mercosur, se pierde fácilmente la pista a las importaciones brasileñas en la cadena alimentaria», sostienen.

Por su parte, la carne procesada de cerdo y aves también está bajo la lupa como causante de deforestación, según Amigos da Terra: el 95% de su producción en España proviene de explotaciones industriales, enormemente dependientes de soja y maíz transgénicos, cuya producción supone la perdida de millones de hectáreas de bosques, sabanas y pastizales en Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.

El estudio recuerda que, según Naciones Unidas, los costes sanitarios relacionados con la dieta en 2030 tendrán un impacto económico de 1,3 billones de dólares al año a nivel mundial, asociados a los costos de atención sanitaria, bajas por enfermedad y costos de ‘cuidados’. El cambio de patrones nutricionales hacia dietas flexivegetarianas y con una mayor presencia de proteína vegetal puede suponer una reducción de la mortalidad mundial en más de 12 millones al año.

Más información
«Dejar de consumir carne no reducirá ningún problema ambiental».

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