“Apoyamos de forma prioritaria los proyectos agrarios, pues fijan población en el rural y evitan el abandono de las tierras»

La gerente del Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Limia-Arnoia, Eva González, explica las líneas de trabajo de la entidad, que gestiona los proyectos y ayudas del Plan Leader en su ámbito territorial. Eva aboga por consolidar los GDRs como herramienta útil para su entorno

“Apoyamos de forma prioritaria los proyectos agrarios, pues fijan población en el rural y evitan el abandono de las tierras»

La gerente del GDR Limia-Arnoia, Eva González / Fuente: GDR Limia-Arnoia

El Grupo de Desarrollo Rural (GDR) Limia Arnoia actúa sobre 25 concellos de 4 comarcas de la provincia de Ourense. En su ámbito territorial, gestiona los fondos Leader, que incluyen apoyo a iniciativas productivas, así como a proyectos no productivos de Concellos y de asociaciones sin ánimo de lucro.

Hablamos con Eva González, coordinadora del GDR Limia Arnoia desde su creación en el 2017, cuando se juntaron tres grupos de desarrollo rural previos, el de Avinza, que abarcaba 10 ayuntamientos y que ya coordinaba Eva desde 2009, con los de A Limia y Vieiro Leboreiro. La unión permitió llegar a un total de 25 ayuntamientos de la zona sudoeste y centro de la provincia de Ourense.

¿Cómo presentarías este Grupo de Desarrollo Rural?
Estamos situados en la provincia de Ourense, donde gestionamos 25 ayuntamientos de 4 comarcas -A Limia, Baixa Limia, Terras de Celanova y Allariz-Maceda-. Se trata de un territorio bastante amplio y bastante complejo, donde se encuentra una potente actividad agrícola, una parte del Macizo Central, un parque natural transfronterizo (Xurés – Gerês), 2 reservas de la biosfera (Allariz y Gerês-Xurés) -de las 7 que tiene Galicia- y zonas turísticas como Allariz o Celanova. Esto todo converge y hace que el territorio Limia Arnoia sea una zona interesante para trabajar.

Sois gestores de la medida Leader en vuestro territorio. ¿En qué consiste vuestro papel?
El eje principal de funcionamiento de estos grupos es la gestión de fondos europeos de la medida Leader. La Política Agraria Común tiene dos patas, la de las ayudas directas al campo y la del Desarrollo Rural, donde se encuadra la medida Leader. Son fondos europeos para el apoyo a la diversificación y a la dinamización de los territorios rurales de Europa.

Una cuestión que caracteriza estas ayudas es que se gestionan desde la base, a través del principio de participación social. Por eso, en vez de ser fondos que se distribuyen desde la Xunta de Galicia, o desde cualquier otra administración pública, se gestionan mediante un grupo de desarrollo rural, es decir, asociaciones sin ánimo de lucro asentadas en los territorios, y de las que forman parte tanto Concellos como otros colectivos -asociaciones de mujeres, comunidades de montes, colectivos empresariales, etc.-.

Estos organismos son los encargados de decir en que se invierten los fondos Leader y cuáles son las prioridades a la hora de llevar a cabo los proyectos que se desarrollan.

¿Qué orientación le dio el GDR Limia-Arnoia a las ayudas de los últimos años?
En nuestra estrategia de desarrollo rural participativa, que se elabora cuando comienza el período de programación, esto es, cuando comienza a funcionar el GDR, hay que elaborar un documento en base a la participación pública donde se definen cuáles son las prioridades de los fondos para el territorio. Nosotros, por ejemplo, una de las cosas que teníamos claras era que los proyectos de producción y transformación que habían tenido que ver con el sector agrario iban a ser priorizados con respecto a otras actividades, porque entendemos que un medio rural como el nuestro, estando en la provincia de Ourense, tiene que tener un sector agrario fuerte para que, después, los otros sectores funcionen.

Llegamos a la conclusión de que cuando el campo se debilita mucho, la población marcha, el territorio se abandona y es muy difícil que haya unos buenos servicios. En el caso de los proyectos no productivos, estaba la parte de patrimonio como una de las líneas prioritarias, con la idea de conservar parte de nuestra cultura a través de los bienes patrimoniales. Los resultados fueron buenos porque subvencionamos 25 proyectos relacionados con esta puesta en valor.

La convocatoria para proyectos de este año finaliza estos días, a finales de enero. ¿Qué perspectivas tenéis al respecto?
Ya aprobamos el reparto de fondos entre las tres tipologías de proyectos existentes; nosotros podemos subvencionar productivos, no productivos, y dentro de estos últimos, hay una parte pública y otra privada, esto es, podemos apoyar a Concellos u otras entidades como asociaciones sin ánimo de lucro. Hasta el momento, el reparto va a estar en la misma línea que estos últimos años, y asimismo, pretendemos continuar con un nivel de ejecución alto.

Igualmente, tengo que destacar que estamos muy ilusionados porque por primera vez en 30 años los GDR tienen continuidad, lo que significa que podemos seguir trabajando sin un parón. Antes había una parada entre períodos, lo que frenaba el impulso que el grupo iba cogiendo en determinados sectores. Por este motivo, conseguimos que nos aprobasen recientemente un proyecto europeo para el estudio de las diferencias salariales y de las condiciones de trabajo de la mujer en el sector agrario, además de un proyecto del Ministerio de Turismo sobre el Camino de Santiago.

Además de estos, ¿tenéis algún proyecto más aprobado o en vías de desarrollo?
Nosotros como GDR también gestionamos el Geodestino de Allariz-Maceda, que está arrancando; y tenemos un convenio de colaboración del GDR con la reserva de la biosfera Áreas de Allariz para hacer el plan de acción de los próximos años, por lo que estamos trabajando mano a mano con los Concellos en la elaboración de informes y otros documentos, como los planes de acción para el clima.

Pensamos que el Grupo de Desarrollo tiene que mostrarse como una herramienta fuerte para los Concellos, de cara a gestionar dos temas fundamentales hoy en día en los territorios agrícolas y rurales : el agua y la energía. En la comarca de la Limia tenemos un problema con el agua debido a la contaminación, pero está viniendo uno a mayores, que es la sequía. Entonces estamos trabajando en esa línea, y en como el GDR puede ser una herramienta de trabajo con los Concellos para avanzar en estas dos cuestiones.

El Grupo de Desarrollo Rural puede ser una buena herramienta para ayudar en la gestión de dos temas fundamentales hoy en día: el agua y la energía

¿Y cómo podéis ayudar a afrontar estos problemas ambientales?
Podemos ser un instrumento de apoyo a los ayuntamientos en programas de sensibilización, Por ejemplo para fomentar el uso racional de agua y cambiar algunas dinámicas de consumo. Estamos en medio de 25 ayuntamientos pequeños, con una capacidad de gestión y financiación limitada, así que les preguntamos: ¿queréis que el GDR ayude a diseñar una campaña conjunta para lanzar un mensaje que trate de concienciar sobre la necesidad de un uso responsable del agua?.

Igualmente, lo mismo pasa con la energía, ya que ahora tenemos una amenaza -o una oportunidad- sobre los eólicos, entonces comprendemos que nuestro grupo puede ser una herramienta para las diferentes entidades y Concellos de cara a fomentar la participación social en este nuevo período.

¿Cómo valoráis los primeros años de trabajo conjunto del GDR Limia Arnoia?
En los cinco años que llevamos con este período de programación, al respecto de nuestro trabajo estamos muy satisfechos, pero no sólo por el trabajo de los técnicos, sino porque teníamos como meta conseguir consolidar el grupo como entidad de referencia para esos 25 ayuntamientos, es decir, que los Concellos entendiesen que el GDR continuaba siendo una herramienta útil en el territorio, a pesar de ser más grande.

En este sentido, los resultados son buenos, incluso porque tenemos proyectos interesantes y galardonados, como un taller de tejido del lino que recibió premios a nivel nacional y autonómico.

Es también importante mencionsar que una de las decisiones positivas que tomamos es la reducción de las cantidades que se destinan a cada proyecto: acortamos a un máximo de 100.000 euros de ayuda para los productivos y a 30.000 € para los no productivos. Esto nos permitió llevar a cabo más iniciativas y así dinamizar en mayor medida el territorio.

Hace un mes aproximadamente sacasteis el proyecto Aterra, con el que buscáis poner a disposición de las explotaciones agrarias tierras que estaban abandonadas. ¿Qué acogida está teniendo?
En el mes de vida que tiene, nos centramos en dar a conocer el proyecto a través de los diferentes medios de comunicación. Ahora, abrimos un proceso selectivo para la contratación de un técnico para Aterra, que es lo que nos va a permitir que arranque “de verdad”, por así decirlo. Aun así, ya tenemos parcelas metidas en la plataforma y poco a poco vamos desarrollando la iniciativa con la pretensión de estar funcionando al 100% en un año.

A partir del primer año, podemos esperar decir que ya hay cierto número de parcelas disponibles o de contratos firmados. En definitiva, esta iniciativa va a ser uno de los grandes ejes de trabajo para este período.

Presentación del proyecto Aterra. Fuente: GDR Limia-Arnoia

Presentación del proyecto Aterra. Fuente: GDR Limia-Arnoia

También tenéis un apartado de cursos. A quién van dirigidos y qué tipos de formación incluyen?
Exactamente, dentro de nuestra actividad se reserva todos los años un 2,5% del presupuesto para formación. Siguiendo en la misma línea que comentamos, es formación dirigida al sector agrario. Hasta ahora hicimos muchos cursos de industrias cárnicas, de incorporación a la actividad agraria, e incluso de apicultura y ganadería en extensivo. Intentamos abordar cuestiones novedosas, como cuando llevamos a cabo una actividad de tracción animal en la huerta y en el sector forestal.

También intentamos cubrir el tema del turismo, ya que tanto Allariz como Celanova son zonas muy turísticas. Un cambio que vamos a hacer este año tiene que ver con los cursos de incorporación a la actividad agraria: hasta hace unos meses solo estaban disponibles en Monforte, pero ahora que son accesibles online estamos dándole una vuelta para sustituirlos. En marzo o abril los sacaremos junto a la estrategia que estamos abordando.

¿Cómo valoráis el nivel de conocimiento que tiene la población en vuestras comarcas sobre el GDR y las posibilidades de las ayudas Leader?
Es curioso cómo 30 años después de que naciese el Leader, los Grupos de Desarrollo Rural siguen siendo los grandes desconocidos. Entiendo que en parte fue por la falta de continuidad y consolidación entre los diferentes períodos. Por eso, tenemos una falta importante de darnos a conocer como entidad, de las funciones que desempeñamos -no solo de gestión de los fondos Leader-. Además, es preciso que tengamos cada vez más funciones que nos permitan mostrarnos como una herramienta útil.

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