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Iván Río Lorenzo con las vacas de la explotación familiar en A Portela, Narla (Friol)
«Empezó mi abuelo con 5 vacas rubias y cuando la cogió mi padre, en el año 1988, apostó por las vacas de leche. En el 2006, cuando acabé la Eso, empecé yo a trabajar en la granja y oficialmente me incorporé hace 3 años». Es la historia resumida de la ganadería Casa Gabino SC, situada en el ayuntamiento lucense de Friol.
Quien la cuenta es Iván Río, que junto a sus padres, José Higinio y María José, atienden esta explotación familiar que está invirtiendo en la mejora genética de su cabaña y que encuentra en la venta de machos para sementales una fuente de ingresos complementaria.
Tratamos de diversificar los ingresos de la granja con la venta de animales para vida, porque el precio de leche está como está y no lo pones tú
«La genética la empezamos a trabajar en el año 2011, cuando compramos 4 animales en la subasta de BOS. Con esos animales se hizo trasplante de embriones y se trabajó con dos familias que teníamos nosotros en casa. Y desde entonces se han seguido comprando animales de alto valor genético», explica Iván. Como por ejemplo dos novillas adquiridas en la III Subasta de Élite de Ganado Frisón celebrada en Curtis en el 2019, en la que se hicieron con el animal con los índices más altos de la subasta, Campa Imax 0338 Red, con 4.233 puntos Gico y comprada por 4.600 euros.
Con una cabaña de 150 cabezas, de las que 68 son vacas en producción, Casa Gabino complementa la producción de leche de la granja con la venta de animales, que les suponen una fuente más de ingresos y contribuyen a la mejora genética de otras explotaciones. «Tratamos de diversificar los ingresos de la granja con la venta de animales para vida, porque el precio de la leche está como está y no lo pones tú. Este otro lo pones tú entre comillas, porque si no hay buen precio de leche la gente tampoco te compra animales», evidencia Iván.
«Busco animales equilibrados»
«Nosotros no vamos a aumentar en cabezas y vamos vendiendo lo que nos va sobrando. Hasta ahora vendimos sobre todo machos, pero la idea es empezar a vender también hembras porque queremos tener oferta de todo un poco, como una fuente más de ingresos de la ganadería, y el mercado de los machos es más limitado que el de las hembras, porque solo a las explotaciones que tienen semental les interesan los machos», razona.
Lo que no vale para mí no se lo vendo a nadie
«Me sobra recría porque el número de hembras que tenemos excede también nuestras necesidades y estamos empezando a vender. Pero la idea es vender terneras que merezcan la pena, lo que no vale para mí no se lo viendo a nadie», asegura.
Su constancia en el cuidado de la genética hace que algunas de sus terneras se encuentren entre las mejores del ránking estatal. De hecho, el año pasado esta ganadería logró colocar a seis de sus hembras de recría entre las 50 mejores terneras de España por Gico, con puntuaciones ubicadas entre los 4.447 y los 4.668 puntos, logrados por Casagabino Clun Ainara, que le valieron para alzarse al puesto número 12 de la clasificación estatal.
«Trabajo más índices que familias o tipos. Prefiero algo equilibrado y correcto pero tiro más por la línea de índices. Yo pienso que puede hacerse algo equilibrado, porque una cosa sin la otra aporta menos», argumenta. Las novillas genéticamente altas de la ganadería van inseminadas con semen sexado y en el resto implanta embriones.
Más de 40 embriones cada año
Casa Gabino es una de esas explotaciones en las que hay toro, porque a pesar de inseminar y trabajar con embriones, Iván considera que es una inversión rentable en todas las ganaderías. «El semental lo tengo para las repetidoras. Yo pienso que compensa, porque aunque te salve solo 7 ó 8 vacas en el año ya vale la pena. Y después lo vendes y siempre tiene un valor comercial también. Yo llevo ya 4 ó 5 de los criados por mí. Los dejo hasta los tres años y después los cambio», explica.
Casa Gabino pone también embriones en otra ganadería
«Si una vaca es genéticamente interesante siempre le das alguna oportunidad más, sino lo que hago cuando una vaca da la lata es ponerle un embrión y luego echarle el toro, pero siempre le doy antes una oportunidad con el embrión porque necesito tener donde ponerlos», explica.
Yo pienso que en una ganadería compensa tener un semental, porque aunque te salve solo 7 ó 8 vacas en el año ya vale la pena
Aunque por ahora lo que más vende Iván son machos y alguna que otra hembra que le sobra por no disponer de espacio suficiente en el establo, su intención es también vender embriones. «Estoy abierto a eso y estoy poniendo también en otra ganadería de Ordes, SAT Regueiro Blanco, porque no consigo poner en mis vacas todos los embriones que hago», cuenta. «Llevo dos años poniendo más de 40 embriones, son todos sacados a vacas de mi explotación», explica.
Terneros genotipados por Fontao
Casa Gabino lleva vendidos más de 30 machos en los últimos 5 años para distintas ganaderías de Galicia y Asturias. Son explotaciones que tienen toro y que persiguen un doble objetivo: salvar las vacas que no empreñan y que las terneras que salgan sean aprovechables.
Vendo machos desde que tienen dos meses porque los genotipo antes de venderlos
«Todos los machos que comercializo están genotipados por Fontao, por eso los vendo desde que tienen dos meses, porque los genotipo antes de venderlos», explica Iván. Xenética Fontao le ha comprado también varios de sus animales en estos años para utilizarlos como sementales para producción de dosis de inseminación. Uno de ellos, Casagabino Doorman Portelo, con 3.697 puntos Gico, fue calificado como el número 11 de Xenética Fontao y el número 22 del TOP 100 ICO Nacional de toros probados.
Utilización de las nuevas tecnologías
Iván enseña por las redes sociales imágenes de sus animales y datos de su historial genético
A través de la página web y también del facebook y del instagram de la explotación, Iván va anunciando el nacimiento de los animales y ofertando aquellos que ponen en el mercado. Incluso emplea las nuevas tecnologías para hacer ofertas puntuales, como la que lanzó en noviembre del año pasado con motivo del Black Friday, cuando comercializó 5 machos con descuentos de entre el 15 y el 25%. El precio original de los terneros, que oscilaba entre los 415 y los 700 euros, quedaba de este modo entre los 315 y los 560.
En las redes sociales de Casa Gabino la recría es la protagonista y la que acapara más focos. Hay imágenes del proceso de crecimiento de los animales y, como si de un álbum familiar se tratara, fotos de los terneros y terneras con sus progenitoras, muchas veces desde el momento mismo del parto en la paridera de la granja.
Maman leche de vaca
Tanto los machos como las hembras maman leche de vaca e Iván lleva un control estricto de su crecimiento. «Las peso con una cinta y la desteto a los dos meses y medio pero si hay alguna pequeña le alargo hasta casi los tres meses. En el último año adelanté bastante la edad de inseminación. Me fijo en el peso y en la estatura. Antes inseminaba a los 15 meses y ahora ya tengo bastantes terneras inseminadas a los 12 meses. Ya han parido media docena de estas novillas y no les he visto diferencia, parieron igual que las otras, tuvieron el mismo desarrollo corporal y produjeron la misma leche», afirma.
Los terneros y terneras están en boxes individuales hasta el destete y después en grupo. Emplean cama de paja hasta los 8 meses y luego por falta de sitio pasan a emparrillado. «Las parrillas no me gustan. Están en ellas porque no tengo otro sitio, pero queremos doblar las camas donde están las secas y las novillas preñadas para poder sacarlas de las parrillas», explica Iván. Una vez inseminadas, las terneras van para el establo viejo, donde hay camas de goma.
Solo con paja y pienso considero que no es suficiente para las novillas, pero si la ración cubre las necesidades de la vaca seca también cubre la de las novillas preñadas
Desde el destete (a los dos meses y medio) hasta los 5 meses están a pienso, agua y hierba seca. «Les echo algo de la ración de las secas para que se vayan habituando al forraje», explica Iván. «Después, desde los 5 hasta los 11 meses, están con la ración de vacas en producción y vuelvo luego a la ración de las secas para que no engorden tanto para inseminar. Yo lo que quiero es que tengan un buen desarrollo corporal y crezcan cuando tienen que crecer y desde que empreñan no necesitan tanta energía, solo que mantengan el crecimiento y considero que si la ración cubre las necesidades de la vaca seca también cubre las de la novilla preñada», argumenta.
«La arena no va a dar hierba ni va a dar maíz»
Hacen todos los trabajos agrícolas excepto el ensilado de hierba y maíz
Casa Gabino cuenta en la actualidad con 150 cabezas, de las que 68 son vacas dando leche. Producen un promedio de 34 litros con el 4% de grasa y el 3,40% de proteína, que entregan a la cooperativa Aira. «Estamos tratando de mejorar en el promedio de producción por vaca», explica Iván, que considera que genética y producción son dos conceptos que no están reñidos. Es el caso de Outeiro Goldwyn Chiara, considerada Vaca medalla de oro 3 Estrellas en el año 2018 según los datos del Libro Genealógico en la evaluación genética de Conafe.
Ordeñan dos veces al día (a las ocho y cuarto por la mañana y a las siete de la tarde) en una sala 2×5, por lo que les lleva casi dos horas ordeñair. Iván seca a sus vacas en producción a los 7 meses y medio. «De los 225 días no dejo que se pase ninguna. Mínimo un mes y medio pienso que les hace falta para descansar y recuperar un poco», indica.
Antes usábamos viruta, pero teníamos problemas de mamitis por gérmenes que venían en la viruta. El 80% de las mamitis que teníamos procedían de la cama
La explotación dispone de 40 hectáreas de superficie y en la mitad siembran maíz. En una parte de ellas hacen rotación con raigrás como cultivo de invierno y, en función de las necesidades de forraje que tengan ese año, queda vacía alguna de las fincas. Las parcelas más alejadas se encuentran a 5 kilómetros de la granja. «Hacemos nosotros los trabajos agrícolas, excepto la recogida del maíz y de la hierba, que hasta el año pasado también la metíamos nosotros. Pero la siembra tanto del maíz como de la hierba, por ejemplo, sí que la hacemos nosotros», explican.
Las camas son de una mezcla de carbonato y serrín al 70-30%. «Llevamos un año y medio así. Antes estuvimos un año con arena, pero cambiamos porque reposa en la fosa del purín, tienes que sacarla y no es un material aprovechable y en las fincas puedes echarla un año, pero no siempre, porque la arena pienso que no va a dar hierba ni va a dar maíz. Por eso cambiamos al carbonato. Aquí ya hubo un poco de todo, porque antes de la arena estuvimos con paja. Echamos bastantes años. Y antes de la paja teníamos viruta, pero teníamos problemas de mamitis por gérmenes que venían en la viruta. El 80% de las mamitis que teníamos eran de eso», asegura Iván.
