¿Cuándo comenzó a hacerse vino en Valdeorras?

El descubrimiento de dos antiguos lagares, que podrían datar de la época romana, evidencia el pasado viticultor de estas tierras ourensanas. El hallazgo del viticultor Mario Yáñez, mientras realizaba trabajos para plantar nuevos viñedos, se encuentra en fase de estudio y catalogación

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¿Cuándo comenzó a hacerse vino en Valdeorras?

Uno de los lagares descubiertos en el municipio de Lauroco, en la comarca de Valdeorras. // Foto Mario Yáñez.

El pasado vitivinícola de las tierras de Valdeorras nadie lo ponen en entredicho, sin embargo hasta el momento resultaba difícil concretar cuanto se remonta en el tiempo la tradición de hacer vino en esta comarca ourensana. “Los restos que teníamos catalogados daban cuenta de que se elaboraba vino desde la Edad Media, pero ahora podríamos tener pruebas que confirmen que ya los romanos hacían vino en los propios viñedos que cultivaban en Valdeorras”, declara el experto en arqueología y geología José Fernández, quien ratificó el descubrimiento de restos de dos antiguos lagares en el ayuntamiento de Larouco (Ourense).

“Podríamos tener pruebas que confirmen que ya los romanos hacían vino en los propios viñedos que cultivaban en Valdeorras”: José Fernández, experto en arqueología

Aunque por el momento sólo se ha llevado a cabo una primera evaluación por parte de técnicos de Patrimonio en días pasados, las características arcaicas de estos antiguos lagares hacen pensar al experto que puedan datar de los primeros siglos de nuestra era. Sin embargo, hasta que no se realice un estudio en detalle, Fernández, que ha participado en numerosas excavaciones arqueológicas, se mantiene cauto.

La retirada de la capa superficial de tierra que lo cubría permite ver ya la forma del lagar. // Foto José Fernández.

La retirada de la capa superficial de tierra que lo cubría permite ver ya la forma del lagar. // Foto José Fernández.

Construcciones arcaicas y singulares

Se trata de dos lagares rupestres rectangulares realizados en la propia roca, lo que evidencia que se trata de una construcción arcaica. “En ellos pisaban la uva con los pies, no hay duda porque no hay marcas de postes para colocar cualquier otro aparejo, lo que nos asegura que se trata de piezas muy antiguas”, explica Fernández, que es además el presidente de la Sección de Arqueología del Instituto de Estudios Valdeorrenses. Las características de los lagares hacen pensar al experto que puedan ser anteriores a los encontrados en el municipio de Oímbra, considerados los más antiguos de la provincia.

La cerámica encontrada en los lagares y en las proximidades puede ser determinante para concretar la fecha del yacemiento

Además, en el depósito donde se decantaba el mosto, han aparecido restos de cerámica que podrían ser claves para datar el yacimiento y confirmar, que cómo se sospecha, sean anteriores a la Edad Media. En las cercanías de los lagares también han localizado restos de tégulas, antiguas tejas romanas, lo que podría vincularlos a la civilización romana. Incluso la ubicación de los lagares parece reforzar la teoría de que se trate de restos romanos, puesto que por la zona transcurre una antigua vía romana. La excavación de los restos en detalle sería determinante para poder concretar una fecha más aproximada de la construcción de los lagares.

En los lagares y en las proximidades se han encontrado restos de cerámica y tégulas romanas. // Foto Mario Yáñez.

En los lagares y en las proximidades se han encontrado restos de cerámica y tégulas romanas. // Foto Mario Yáñez.

El experto también destaca que los lagares están realizados en roca Gneis, una de las piedras más antiguas, lo que hace que sean aún más especiales. Así, aparte del interés que pueda suscitar el hallazgo en el mundo vitivinícola también podría ser apreciado en el campo de la geología.

Pasado y futuro vinculado al vino

Los restos de los lagares rupestres fueron encontrados por el viticultor Mario Yáñez cuando trabaja la parcela para disponer de nuevos viñedos. “Estábamos preparando la finca para disponer de bancales en los que plantar nuevas cepas de viña, cuando vi el reborde de una roca que me llamó la atención y ya paramos los trabajos con la pala”, explica el viticultor.

“¡No podía creerme que acabásemos de encontrar en la parcela dos lagares rupestres!”: Mario Yáñez, el viticultor que descubrió los restos

Expectante, Mario retiró manualmente la capa de tierra que cubría el primero de los lagares detectado. El hallazgo lo hizo revisar la zona, lo que le permitió detectar un segundo lagar a unos 30 metros de distancia. ¡No podía creerme que acabásemos de encontrar en la parcela dos lagares rupestres!”, detalla.

El viticultor Mario Yáñez adquirió hace años la parcela y se disponía a hacer bancales para el viñedo cuando encontró los lagares.

El viticultor Mario Yáñez adquirió hace años la parcela y se disponía a hacer bancales para el viñedo cuando encontró los lagares.

Descubrirlos resultó toda una buena nueva para el viticultor, puesto que lleva años interesado en estos restos del pasado vitivinícola. “Siempre me sorprendió que en la zona de Valdeorras no se hubieran localizado antiguos lagares como los que hay en ayuntamientos próximos como Monterrei u Oímbra”, valora. De hecho, el viticultor ya había localizado en la zona de Portomourisco una construcción que podría ser un antiguo lagar para la elaboración de vino y que durante mucho tiempo en la tradición popular se vinculaba a la extracción del aceite, pese a carecer de estructuras para el aprovechamiento de las olivas, tal y como explica el productor.

“Para mí, contar con un lagar rupestre en el viñedo, como hay en otras zonas de España y del mundo, me parecía una gran suerte”: Mario Yáñez

Por otra parte, para Mario el descubrimiento de los antiguos lagares supone una confirmación a sus sospechas sobre el potencial de la parcela. “Si ya en la antigüedad hacían vino aquí quiere decir que es buena tierra para el viñedo”, apunta. Además, el productor tenía claro desde un principio la importancia del hallazgo. “Muchos me decían que los rompiese o los tapase, que sólo me iban a suponer problemas para poder plantar, pero para mí, contar con un lagar rupestre en el viñedo, como hay en otras zonas de España y del mundo, me parecía una gran suerte”, apunta. Así fue que ya en un primer momento avisó directamente a Fernández, que además es oriundo de Larouco, para que hiciera una primera evaluación de los restos y puso a disposición del Ayuntamiento el yacimiento para intentar llevar a cabo su puesta en valor.

Técnicos de Patrimonio y diferentes expertos han hecho ya las primeras evaluaciones de los lagares. // Foto de José Fernández.

Técnicos de Patrimonio y diferentes expertos han hecho ya las primeras evaluaciones de los lagares. // Foto de José Fernández.

Desde Patrimonio le confirmaron ya que, mientras no se dañen los restos, podrá continuar con la plantación de las cepas. Los trabajos se retrasaron este año a causa de la crisis del coronavirus y espera poder plantarlas de cara el otoño. “Hasta el momento todo el viñedo que teníamos era de Godello, pero estamos mirando de incorporar variedades autóctonas como el Brancellao por la calidad de los vinos que producen y para diversificar”, concreta el viticultor.

lagares-rupestres-Larouco-Valdeorras-enoturismo

Desde el lugar donde se descubrieron los lagares puede contemplarse una panorámica del valle de Larouco, con una importante producción de vino. // Foto Mario Yáñez.

Nuevo atractivo para lo enoturismo

El descubrimiento de estos lagares puede suponer un impulso para el enoturismo en la comarca, como indican desde el Consejo Regulador de Denominación de Origen Valdeorras, órgano que colaboró desde el principio en la gestión del hallazgo. “En el momento en que nos avisaron de que habían aparecido estos restos empezamos a movilizarnos para que administraciones como el Ayuntamiento o la Xunta, que cuenta con capacidad presupuestaria, puedan afrontar su excavación, estudio y puesta en valor”, detalla José Luis García Pando, presidente del Consejo Regulador.

“Los lagares son un nexo visible del patrimonio vitivinícola de la comarca de Valdeorras”: José Luis García, presidente del Consejo Regulador de la DO Valdeorras

Esperan que los lagares rupestres supongan un nuevo atractivo. “Son un nexo visible del patrimonio vitivinícola de la comarca de Valdeorras”, reivindica García Pando, quien valora también la destreza del viticultor para pensar ya en un primer momento que podía tratarse de restos arqueológicos. “Puede que tengamos más restos de lagares en la comarca, pero es necesario tener ciertas nociones sobre estas construcciones para poder identificarlos sin dañarlos, como ha sido el caso de los de Larouco”, apunta. Por su parte, el experto en arqueología, José Fernández, también valora que “los lagares son un descubrimiento importantísimo para la comarca y que puede servir para poner en valor el pueblo”.

La situación de los lagares facilitaría que se conviertan en un punto de interés enoturístico puesto que, además de contar con buenos encendido, permite contemplar una panorámica de Larouco, que cuenta con una destacada producción vitícola.

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