El jabalí intensifica los daños en las semanas previas al ensilado del maíz

Ganaderos, cooperativas y organizaciones agrarias advierten de una multiplicación de daños del jabalí en fincas de toda Galicia. A las pérdidas por la falta de lluvias se suman los destrozos de la fauna salvaje. Los ganaderos demandan soluciones y compensaciones justas, mientras comienzan las primeras capturas de ejemplares con el inicio de la temporada de caza

El jabalí intensifica los daños en las semanas previas al ensilado del maíz

Daños del jabalí en una finca de Lalín (Pontevedra).

Con la cosecha del maíz próxima, van apareciendo por toda Galicia fincas arrasadas por el jabalí. Surgen parcelas donde las manadas causan estragos, a pesar de que muchas veces se empleen métodos para intentar evitarlos como cercas eléctricas o sistemas disuasorios.

Ganaderos y organizaciones agrarias reclaman medidas para atajar las incursiones en las semanas previas a la recogida, que se suman a las que ya detectaron en la siembra, cuando algunos productores tuvieron que sembrar varias veces. Los daños de la fauna están incluso reduciendo la superficie cultivada de maíz en comarcas como Deza o Chantada.

“Seguimos en la misma dinámica de todos los años: cada vez hay más jabalí, menos cazadores y menos maíz” (Jacobo Feijoo, Unións Agrarias)

“Seguimos en la misma dinámica de todos los años: cada vez hay más jabalí, menos cazadores y menos maíz”, explica Jacobo Feijoo, secretario de Desarrollo Rural de Unións Agrarias. La organización ya propuso el año pasado cambiar el marco legal actual a través de una Iniciativa Legislativa Popular, de manera que la Xunta asumiera la gestión del jabalí y se responsabilizara de los daños ocasionados, propuesta que fue rechazada. “Necesitamos que se centralice la gestión de los daños para que se coordinen las acciones de una manera resolutiva y eficaz, ya que el sistema actual no está dando resultados”, puntualiza.

Las pérdidas causadas por el jabalí se añaden a la reducción de la cosecha que se prevé para este año tanto en cantidad como en calidad, tras la sequía de los meses centrales del verano. Las primeras estimaciones realizadas por Unións Agrarias, apuntan a que la cosecha se reducirá en un 30% a causa de la falta de humedad. “Las lluvias llegaron muy tarde para mucho maíz”, detallan desde Unións.

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Destrozos causados por el jabalí en una parcela de Catasós (Lalín).

Encontrar el maíz arrasado

Ganaderos y agricultores temen en estos días acercarse a las fincas del maíz y descubrir una incursión de la fauna. Tanto grandes extensiones de cultivo como fincas próximas a núcleos urbanos o cerradas con cercas eléctricas acaban siendo objetivo de las manadas. “Cuando llegué a la finca ya ví que poco me había dejado de pie. Debió entrar una cerda con cría y arrasó con casi todo”, explica José Faílde, un ganadero de la parroquia de Catasós, en Lalín (Pontevedra), que en días pasados descubría el destrozo que le causaron los jabalís en una parcela de una hectárea.

“Cuando llegué a la finca ya ví que poco me había dejado de pie. Debió entrar una cerda con cría y arrasó con casi todo”, José Faílde, ganadero

En el Deza y en la vecina Tabeirós, en zonas como Vea, las incursiones están siendo frecuentes en estos días y son muchas las fincas, de pequeñas y grandes dimensiones, que acaban afectadas. La semana pasada, varios ganaderos decidían incluso ensilar el maíz, sin que acabara de criar y casi con un mes de adelanto, dadas las pérdidas que estaban teniendo.

Daños en San Andrés de Vea, en A Estrada.

Daños en San Andrés de Vea, en A Estrada.

Las compensaciones que se contemplan por parte de la Administración por los daños en el maíz quedan muy lejos del valor real del cereal. “La estimación que hizo el agente que evaluó los daños fue que me darían unos 300 euros, mientras que el año pasado saqué de esta finca 4 remolques, con lo que serían unos 4.500 euros”, explica José Failde. “El maíz nos da mucho trabajo como para que termine echándose a perder de este modo”, sentencia el productor afectado.

Los daños en el maíz y los forrajes a causa del jabalí suponen de promedio entre un 5 y un 7% de sobrecosto para los ganaderos en Galicia, según las estimaciones realizadas por Unións Agrarias. Calculan que supone cerca de unos 12 millones de euros para los productores gallegos, que en el sector lácteo es un costo adicional de unos 0,4 céntimos de euro por litro de leche en pérdida de competitividad.

Ataques desde muy temprano este año

Los ataques del jabalí son un problema generalizado por toda Galicia, se encuentre donde se encuentre la finca, algo que está desincentivando el cultivo de maíz en los últimos años y condicionando su ciclo natural. En la zona de Portomarín (Lugo), por ejemplo, también hubo ganaderías que comenzaron ya estos días a ensilar, a pesar de que la planta no se encontraba aún en su momento óptimo de maduración, para tratar de este modo de salvar la cosecha y minimizar los daños.

En A Mariña, uno de los lugares de Galicia donde tanto a siembra como la recogida comienza más temprano, los daños son cuantiosos este año. Fue una de las comarcas que se salvó de la sequía, pero no del jabalí, que ha hecho estragos en la cosecha. «La afectación es generalizada por todos los sitios, tanto de A Mariña como del occidente de Asturias, con la particularidad de que este año el jabalí ya comenzó bastante temprano a atacar. Está habiendo bastante problemática en esta campaña, más que otros años, pienso que se está notando más presencia y desde más temprano, porque a principios de agosto el jabalí ya estaba andando por las fincas», relata José Portela, de Comercial Agropres.

Está habiendo bastante problemática en esta campaña, más que otros años, y comenzó a atacar más temprano porque a principios de agosto el jabalí ya estaba andando por las fincas (José Portela, Agropres)

A pesar de todo, esta empresa, que sirve mezcla húmeda a 60 ganaderías de la zona, descarta adelantar el comienzo de la campaña de recogida, que según sus previsiones arrancará en la semana de 14 de septiembre , ya que «si el maíz no va en su momento óptimo pierdes en materia seca y almidón, las calidades se resienten si adelantas».

Con la decisión de esperar son conscientes también de que los daños aumentarán. «La caza empezó hace 15 días pero los daños ya están hechos y seguirán porque nuestras previsiones son empezar a picar en dos semanas y en este tiempo aun habrá más ataques, realmente hasta empezar a andar las fincas no sabes hasta donde llegan los daños porque no lo ves todo», teme José.

Más al sur de la provincia de Lugo, en la zona de Chantada, Jorge Meiriño, de la cooperativa Aira, relata también importantes daños. «En una finca de 8 hectáreas lindando con Carballedo en una semana acabaron con ella, hay hectárea y media o dos hectáreas totalmente aplastadas por camas. Tuvieron que ser dos o tres grupos grandes para poder hacer ese destrozo en pocos días», describe.

En las zonas a las que viene el jabalí no se aprovecha nada y da más trabajo, porque hay que triturar el maíz y envolverlo, que no es fácil (Jorge Meiriño, Aira)

El problema no son ya solo las pérdidas económicas y de la cosecha de forraje para el invierno, sino que el hecho de que el maíz esté tirado complica las propias labores de recogida. «En zonas a las que viene el jabalí no se le aprovecha nada y hay que triturarlo o sino pasarle unos ganchos para arrimarlo para las orillas, porque el problema ahora aún es envolver ese maíz, que no es fácil», asegura.

Las primeras cacerías

El tiempo fresco de estos últimos días fue un aliado importante en las primeras cacerías de jabalí, después de que se iniciara la temporada el pasado día 22. “Las lluvias y la bajada de temperaturas hizo que tanto el número de cazadores que fue al monte en estas primeras jornadas como el de animales capturados fuese mayor que otros años”, apunta Antonio Mota, secretario de la Unión de Tecores de Galicia (Unitega).

“Las lluvias y la bajada de temperaturas hizo que el número de cazadores que fue al monte en estas primeras jornadas fuera mayor y también el de animales abatidos” Antonio Mota, Unitega

La Sociedad de Caza de Lalín lo corrobora con los 15 ejemplares capturados el pasado sábado por 5 de las 6 cuadrillas que conforman la entidad. “Fue una jornada con muy buenos resultados para lo que suele ser esta época del año, donde las altas temperaturas dificultan mucho la caza”, explica Julio Mariño, presidente del colectivo.

Reconoce que en estos días previos a la cosecha del maíz están recibiendo numerosas solicitudes por parte de productores afectados para hacer batidas. “No damos atendido a todos los puntos ni es sencillo anticiparse a los daños, ya que el jabalí, excepto cuando está con cría, es un animal muy itinerante”, detalla Mariño.

En la entidad constatan, además, un incremento de las capturas en los últimos años. En un repaso por las cifras manejadas en los 4 años de la actual directiva, las capturas pasaron de 160 en la temporada de 2015 a 322 el pasado año. “Todo apunta a que este año también se incrementará el número de ejemplares que cacemos”, indica Mariño. Además, a este número deben añadírsele los animales que mueren tras ser heridos en cacerías, pero sin llegar a ser capturados por los cazadores, así como las bajas derivadas de accidentes de tráfico o incluso de la caza furtiva, para aproximarse a la población actual en la zona.

En Lalín ya han hecho varias batidas por daños en la cosecha del maíz en el tiempo de la siembra. “Detectamos que eran cerdas con cría y en las cercanías a viviendas, por lo que fueron batidas de dispersión, sin armas; sólo con los perros y conseguimos sacar a los animales de las fincas”, apunta el presidente de la entidad.

Los últimos cambios

Este año, por primera vez también están autorizados los acechos para cazar jabalí en aquellas zonas que hayan sufrido daños, una modalidad que permite la caza de forma individual. “Los tecores debieran empezar a hacer acechos, ya que puede ser una medida eficaz para el control de daños frente a otras medidas como las batidas que nos meses de verano están muy limitadas por las altas temperaturas”, detalla Feijoo.

La autorización de acechos por daños del jabalí ha pasado desapercibida tanto en el sector agroganadero como entre los cazadores

Sin embargo, la medida parece haber pasado muy desapercibida en el sector agroganadero y mismo para los cazadores, que tampoco están teniendo, por el momento muy presente esta alternativa. Además, aquellas primeras experiencias tampoco resultan muy alentadoras. “Puedes estar haciendo acechos 3 noches sucesivas sin que venga el jabalí y la cuarta, que no pudiste ir, es cuando ellos vienen”, reconoce Mariño.

Este año también se eliminó la prohibición de caza en las zonas de entrenamiento de los tecores, que hasta el momento servían como refugio para la fauna en las cacerías, limitando así las capturas. Fue una de las peticiones realizadas desde diversos colectivos, como la Sociedad de Caza de Lalín con el apoyo de los tecores de la provincia, al detectar la necesidad de incorporar estos terrenos para conseguir resultados en las batidas.

Esta medida se suma a la eliminación de los vedados, aprobada la pasada temporada junto con la ampliación de la temporada de caza. “Ahora falta por ver lo efectivas que han resultado estas medidas. Nosotros creemos que se incrementaron las capturas en parte por estas medidas, pero la Administración debería evaluar si realmente están funcionando”, valoran desde Unitega.

El colectivo de tecores de Galicia incide además, en la importancia tener presente otras amenazas muy relacionadas con el jabalí y que pueden suponer un gran daño para el sector ganadero como es la peste porcina africana.

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