“El precio del pino lleva medio año amenazando con caer pero de momento no ha pasado nada”

Maderista Souto corta cada año unas 50.000 toneladas de madera de pino nos montes gallegos. Analizamos con la ayuda de Miguel Vázquez cuál es en este momento a situación en el sector y las perspectivas de futuro

Miguel Vázquez, coa cortadora de cizalla que ten Maderista Souto

Miguel Vázquez, con la cortadora de cizalla que Maderista Souto tiene para la tala de madera en los montes

Pese a su juventud, Miguel Vázquez, se ha hecho en los últimos 5 años un hueco en el sector de la madera en Galicia. Su empresa, Maderista Souto, está especializada en tala de pino, una especie a la que Miguel le ve un futuro complicado, pues está amenazada por la expansión de enfermedades fúngicas como la banda roja y la banda marrón.

La evolución de la plaga, sobre todo en la provincia de Lugo, está restando interés al pino insigne en las repoblaciones y compromete la competitividad futura de las empresas dedicadas a este sector. “Seguir plantando pino insigne en este momento es arruinar el futuro forestal de Galicia. Hay que plantar especies que tengan viabilidad a largo plazo”, sostiene Miguel.

“Sinceramente, yo al pino en este momento no le auguro un buen futuro como especie para las repoblaciones forestales, porque por un lado está la banda marrón y por el otro el nematodo. Al final el pino está condenado”, afirma.

Las empresas forestales que nos dedicamos al pino dentro de 20 años no tendremos que cortar

Con la vista puesta en lo sucedido en el País Vasco, que ha sido la primera zona en sufrir la plaga de las bandas y ha reducido drásticamente las plantaciones de pino radiata, la especie predominante históricamente nos montes vascos, Miguel considera un “error” la decisión de la Xunta de “obligar” a los propietarios forestales a repoblar con pino aquellas parcelas en las que se corta esta especie a consecuencia de la moratoria decretada a las plantaciones de eucalipto.

“Obviamente no se puede plantar todo con eucalipto nitens, pero habrá que buscar una especie que sea viable, porque plantar con insigne a día de hoy es condenar la plantación y perder la inversión, porque en 25 años que tarda en crecer el pino la banda marrón va a seguir avanzando y llegará a todos los montes. Habría que buscar otras opciones o plantar otras especies. El pino del país, por ejemplo, es bastante resistente a la banda marrón, aunque no al nematodo. De plantar pino, habría que plantar pinaster y no radiata”, considera.

En Galicia se están tomando decisiones equivocadas y dentro de 30 años pagaremos las consecuencias

Las decisiones de plantación no son una cuestión baladí, asegura, puesto que está en juego la supervivencia del sector. “Gracias a que los propietarios plantaron hace 30 años pino y eucalipto en Galicia hoy hay muchas empresas que podemos vivir de esto y muchas familias que tienen unos ahorros muy importantes en el monte”, asegura.

“Galicia es hoy una potencia forestal porque en aquel momento se tomó la decisión correcta, pero ahora se están tomando decisiones equivocadas y dentro de 30 años pagaremos las consecuencias de eso. Las empresas forestales nos adaptamos, pero lo importante es que haya madera que cortar en los montes”, dice.

Los precios se mantienen altos

MADERISTA SOUTO madeira piñeiro2

“El mercado del pino lleva seis meses tratando de bajar el precio y con reducción de la demanda, pero hasta el momento sigue teniendo salida, aunque es cierto que la demanda se ha frenado a consecuencia de la subida de los tipos de interés”, explica Miguel.

La cotización media sigue estando por encima de los 45 euros, “que es un buen precio”, dice. “En los 5 años que llevo yo en el sector se pasó de pagar las mejores rollas a 30 euros a pagarse ahora por encima de 50 y la media de todo el pino a 45 euros”, detalla.

La madera es una montaña rusa y nunca sabes lo que va a pasar

“Mi experiencia es que la madera es una montaña rusa y nunca sabes lo que va a pasar, y más en estos últimos tiempos, hay mucha inestabilidad desde la demanda al precio. El precio del pino lleva medio año amenazando con caer pero de momento no ha pasado nada. El precio del eucalipto bajó en los últimos días 4€ en tonelada, el pino sigue igual pero amenazante”, dice.

Subida de los costes

MADERISTA SOUTO carga camion1

La actividad de las empresas del sector forestal se está viendo condicionada de forma importante por la inflación y la subida de los costes de producción. “Ha subido todo muchísimo. La maquinaria, desde que yo la compré hace 3 o 4 años a hoy se ha encarecido por encima de un 30% y el coste del gasóleo ha duplicado el precio. El coste de las furgonetas y todoterrenos también subió muchísimo, los costes laborales igual y para acabar de redondear la situación, también los intereses. Los costes de hacer la madera se han encarecido en total unos 3 euros en tonelada”, calcula.

Los costes de hacer la madera se han encarecido unos 3 euros en tonelada

“Eso se le repercute, obviamente, al propietario, aunque se ve diluido por el incremento también en el precio de la madera, pero el problema está en que en el momento en que la madera baje esos costes se van a mantener, no van a disminuir”, indica.

Inestabilidad en el mercado

“Es todo una cadena y nosotros estamos en medio, entre el propietario y las empresas transformadoras y nos aprietan por los dos lados. Este negocio siempre fue así, solo que ahora es muy inestable”, dice.

“Yo sé al precio al que voy a vender la madera mañana, pero no dentro de 3 o 6 meses, nosotros no tenemos ningún tipo de seguridad, por lo que es necesario asumir el riesgo que eso supone”, indica. Esta situación de incertidumbre está llevando a las empresas del sector a reducir sus stocks de madera en el monte.

Las empresas forestales hemos reducido muchísimo nuestros stocks de madera en el monte, ahora compramos y cortamos para disminuir los riesgos

“Se ha parado de comprar a largo plazo, hoy compramos y cortamos en el momento para reducir dentro de lo posible los riesgos. Antes podías tener la madera comprada en el monte más de seis meses, hoy procuramos no tenerla más de dos semanas. En los casos en los que dependes de los permisos, esa madera o la pagamos menos o no la compramos directamente”, explica.

La situación actual de volatilidad del mercado obliga a negociar día a día. “Nosotros no tenemos contratos a largo plazo, es todo al día. Trabajamos con distintas empresas y distintas fábricas en función del tipo de madera que se trate y de su calidad. Vendemos tanto para Portugal como para varios lugares de España; el abanico de venta del pino es muy amplio, no así en el caso del eucalipto”, reconoce.

Diversificar la transformación

Miguel considera que “falta por desarrollar aun la industria de transformación forestal en Galicia”. “Va mucho pino y mucho eucalipto para fuera de Galicia y era bueno que se quedase y se transformase aquí”, defiende.

Pero para eso, dice, “hacen falta más fábricas de eucalipto que hagan otras cosas, y también de pino, aunque si el pino que hay enferma y lo hay que cortar esa madera no valdría para transformar, únicamente serviría para moler, y yo no sé a 10 años vista cuánto pino sano habrá”, insiste.

Plantas de biomasa como la de Teixeiro o la de Ponferrada están quemando puntal de pino

La escasez de madera de calidad es una de las debilidades existentes para desarrollar la industria de transformación en Galicia. “Para moler vale todo, para el resto no. Para biomasa también, y en este momento está yendo puntal de pino para quemar, aunque lo prohíbe la normativa Europea. En invierno no hay ramas y lo compensan con eso”, asegura.

Eso fue en parte lo que ha subido los precios, afirma, porque la madera “mala” tiene ahora más alternativa que la de la industria del tablero y “eso generó un aire nuevo y refrescante en el sector”, opina Miguel, junto con el incremento por arriba de la demanda de madera «buena» para usos como el estructural, lo que desencadenó una “inflación brutal” de los precios de la madera.

“Cortar frondosas es inviable”

MADERISTA SOUTO procesadora madeira

La mayoría de las empresas forestales presta poca atención a las frondosas. Miguel asegura que “resulta inviable”. “Hay poca salida y con la limitación de cortar únicamente el 30% de las frondosas existentes en la parcela no compensa, porque habría que hacerlo a mano y hoy los motosierristas no abundan”, explica.

“El propietario de frondosas está desamparado. Para poder cortarlas le ponen todo tipo de trabas. Que yo no digo que le haya que poner eucalipto a eso, pero habrá que permitir cortar y volver a poner frondosas”, defiende.

Las frondosas no sirven para péllets y para leña se pagan poco

“Lo que no puede ser es que esos montes queden totalmente abandonados, como sucede hoy”, considera. “Lo que provoca los incendios es que esté el monte descuidado. En Ourense arde todos los años y allí no hay eucalipto. En las zonas donde más producción de madera hay no es donde más arde, porque la gente cuida el monte”, argumenta.

Para poder conservar aquellas zonas forestales de valor ambiental o que formen parte de espacios de Red Natura, Miguel propone “compensar de alguna manera a esos propietarios”. “Lo que no se puede hacer es que la Administración embargue de facto esas fincas a sus dueños sin pagarles nada a cambio. Hay que dejarles hacer algo con ellas o compensarlos”, dice.

“Hoy la burocracia más grande que hay en la madera es la certificación forestal”

MADERISTA SOUTO Miguel

Miguel Vázquez tiene 32 años y montó la empresa hace 5. “Empecé de cero cuando tenía 27 años. No tenía nada que ver con el sector forestal ni había estudiado nada relacionado con eso, pero me gusta el monte y vi que era un negocio viable desde el punto de vista económico”, explica.

Reconoce que le costó hacerse un hueco en el sector, algo que logró a base de seriedad, uno de los aspectos que destaca Maderista Souto en su página web, donde detalla sus servicios. “Las empresas forestales tenemos fama de ganar mucho, pero en realidad trabajamos con márgenes muy pequeños y hay que hacer las cosas muy bien para abrirte camino”, reconoce.

“Al principio no tenía maquinaria propia y trabajaba con autónomos a los que contrataba los trabajos de tala y saca de la madera del monte pero ahora es toda maquinaria de la empresa y el personal también es de la casa, tanto los motosierristas como los que operan las procesadoras o los autocargadores. Entre los que miden, los que cortan, los motosierristas, los conductores y el personal de la oficina somos más de 20 personas”, cuenta.

Las empresas nos adaptamos, lo importante es que haya madera en los montes

Disponer de maquinaria y personal propios es también una garantía de suministro para sus clientes. “Sin maquinaria propia el problema que tienes es que ya no das cumplido en las fábricas con el compromiso de entrega de madera, porque dependes de otros”, explica.

Tres millones de euros en maquinaria

MADERISTA SOUTO cizalla3

Maderista Souto ha hecho en estos 5 años una importante inversión en adquisición de maquinaria propia, con un desenbolso económico de casi 3 millones de euros. Tienen una cortadora de cizalla, cuatro procesadoras de cadenas, tres de la marca Doosan y una Hitachi, y tres autocargadores John Deere modelo 15-10.

La máquina más vieja que tenemos tiene 4 años; hoy es imposible competir y ser eficiente en el monte sin tener maquinaria

Es toda maquinaria nueva y de última generación, lo que les permite rapidez y eficiencia en los trabajos de tala y saca de la madera de los montes. “Nosotros no compramos ninguna parcela donde no entre la maquinaria a trabajar. Hoy sale mucho más caro cortar a mano que con estas máquinas”, indica.

Por eso, dice, las fincas pequeñas y con malos accesos se están convirtiendo en “inviables” para la producción forestal. “Esas parcelas dependían de motosierristas a mano y cada vez hay menos. Si una finca normal de pino se paga de media a 45€ la tonelada, en esas parcelas se paga a 20€. Esos propietarios están condenados a malvender la madera a no ser que se pongan de acuerdo para cortar”, dice.

Estabilidad en los puestos de trabajo

Las dificultades para disponer de mano de obra es una de las dificultades con las que se encuentran las empresas del sector. Ofertar condiciones atractivas es la clave para poder conseguir y retener a los trabajadores, defiende Miguel, que busca estabilidad en los puestos de trabajo. “No tengo queja en eso, pero aun así es menos de la que me gustaría”, admite.

“Para motosierra prácticamente no hay otra cosa que no sea personal inmigrante, es un trabajo duro que nadie de aquí quiere hacer, pero los puestos de maquinistas forestales en nuestro caso están cubiertos por gente gallega, aunque hoy es difícil de encontrar para cualquier puesto”, explica.

Madera certificada

MADERISTA SOUTO madeira piñeiro

El personal de la oficina, además de las tareas administrativas, tramita todos los permisos de tala y la certificación de la madera. “Hoy la burocracia más grande que hay en la madera es la certificación forestal. Nosotros tenemos cadena de custodia y todo eso conlleva mucho papeleo, pero es algo que hay que tener. Hoy más del 90% de los montes que cortamos son certificados”, afirma Miguel. Maderista Souto trabaja con las dos principales certificaciones, tanto FSC como PEFC.

La empresa tala entre 60.000 y 70.000 toneladas de madera al año y está sobre todo enfocada al pino, aunque corta también otras especies, como eucalipto. “Compramos de todo, pero más del 70% de lo que cortamos es pino”, explica Miguel.

Para cubrir mejor el territorio gallego tienen una oficina en Mos y otra en Lugo. “Cortamos en todas las provincias de Galicia, pero sobre todo en la de Lugo, y también algo en León y en Asturias. Nos movemos bastante; el trabajo es muy variable”, dice.

  • Reportaje elaborada coa colaboración comercial de Madeirista Souto

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