El silbato del capador que sonaba en Ourense e inspiró a uno de los grandes del jazz

El alumnado de la escuela de Luíntra (Ourense) recupera y descubre nuevos datos sobre la historia de la melodía del silbato del ourensano José María Rodríguez, que inspiró a Miles Davis

La melodía de los afiladores y capadores resonaba hace décadas en villas y aldeas gallegas. Hoy el oficio tanto de capador como de afilador persiste de manera testimonial, pero es difícil escuchar aquellas melodías que lo identificaban. Por eso tiene especial significado el trabajo llevado a cabo por el alumnado de la escuela de Luíntra (Ourense) para recuperar la historia de la melodía de afilador y capador que interpretó el ourensano José María Rodríguez en el año 1952 para el estudioso musical Alan Lomax y Jeanette Bell, que acababan de llegar a Galicia en su recorrido para recopilar melodías populares y folclóricas. Esa melodía quedaría recogida en un disco que serviría de inspiración para uno de los grandes del jazz, Miles Davis, a la hora de componer su tema “The pan pipper”, editado en 1960 en el disco Sketches of Spain.

El chifro del capador José María Rodríguez. Foto de Víctor Barros.

El silvato del capador José María Rodríguez. Foto de Víctor Barros.

En un trabajo de recuperación de esta historia, el alumnado de este centro llevó a cabo una investigación sobre la misma en la que descubrió nuevos datos sobre aquella colaboración. Entre las novedades descubiertas se encuentra la localización exacta de las fotografías que se realizaron y se conservan de aquel encuentro o el recorrido que hicieron los estudiosos en Galicia, así como el pago que recibió años después José María Rodríguez por interpretar dicha melodía.

Los jóvenes alumnos también contactaron con la sobrina de José María, Celita, quien les dio cuenta de algunos detalles sobre la vida de su tío y les permitió ver el silbato con el que se había grabado la melodía.

O capador José María Rodríguez e o seu pai Eduardo.

El capador José María Rodríguez y su padre, Eduardo.

Esta semana el silbato volvía a resonar, en esta ocasión en la escuela y con los chiquillos, con motivo de la celebración de los 70 años de esta historia. Un mural en el centro y una jornada de celebración alrededor de esta historia sirvió para rememorar el silbar de los capadores y celebrar los descubrimientos de alumnado, familias y profesorado, al tiempo que permite mantener vivo el sonido del silbato de capadores y afiladores.

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