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El seminario de Santa Catalina, en Mondoñedo, acogió a lo largo de este sábado un intenso debate en el que un ciento de agricultoras y ganaderas dialogaron sobre cuestiones básicas para su vida profesional como las problemáticas a la hora de abordar las bajas e incapacidades laborales, la lucha de las trabajadoras que padecen enfermedades graves como el cáncer o el incierto futuro del sistema de pensiones.
Lo hicieron en el marco del XII Encontro Anual da Secretaría das Mulleres del Sindicato Labrego Galego, que se está celebrando durante todo este fin de semana en Mondoñedo y otras localidades de A Mariña bajo el lema “Campesinas por un trato digno en la enfermedad y en la vejez”.
En este contexto, la jornada de hoy contó con la participación de la abogada laboralista Teresa Burgo, de la activista por los derechos de las personas enfermas de cáncer, Beatriz Figueroa, y de la presidenta del Movimiento en Defensa de las Pensiones (Modepen), Victoria Portas.
La abogada Teresa Burgo hizo un análisis de las posibilidades de cobertura que pueden tener las agricultoras y ganaderas en caso de accidente o enfermedad laboral, poniendo de manifiesto numerosos defectos que “convierten cualquier reclamación en una auténtica odisea burocrática en la que es esencial reclamar por escrito y a tiempo”.
Por ejemplo, advirtió de que “es casi imposible que nos reconozcan como de origen laboral la mayor parte de las enfermedades óseas o musculares, y también el cáncer, a pesar de que la profesión de las labradoras -bien sea por la exigencia física o por las posturas forzadas, bien sea por el manejo de substancias cancerígenas como pesticidas y herbicidas- puede ser causa directa de este tipo de enfermedades”, señalan desde el Slg.
En los juzgados de Lugo sólo ganaron el 5% de las invalideces reclamadas por vía judicial
Desde la organización agraria denuncian que “todo esto se agravó con la crisis económica y los recortes que, entre otras consecuencias, derivó en una mayor presión de las inspecciones médicas y de las altas forzadas. Con frecuencia, el tratamiento que dan los médicos encargados de dictaminar e inspeccionar estos casos llega a ser vejatorio”.
Y es que según advierten “los médicos y médicas que dictaminan una invalidez o incapacidad no son especialistas en la enfermedad analizada y, además, son juez y parte, lo que hace que las reclamaciones por invalidez rara vez prosperen, ni siquiera por la vía judicial”. En los juzgados de Lugo, por ejemplo, sólo ganaron el 5% de las invalideces reclamadas por vía judicial.
El XII Encontro Anual da Secretaría das Mulleres del Sindicato Labrego Galego continuó por la tarde con un recital poético de María José Fernández Rodríguez en la playa de Arnao (Castropol); y una visita a la Fundación Edes, en Tapia de Casariego, que trabaja en el rural del noroccidente de Asturias y de A Mariña lucense desde 1999 ofreciendo servicios y apoyo a personas con discapacidad psíquica e intelectual.
