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Jornadas informativas sobre el futuro de la vitivinicultura gallega en el Museo do Viño de Galicia

El Museo do Viño de Galicia (Ribadavia) acoge dos jornadas informativas bajo el título 'Hablemos del Futuro de la Vitivinicultura'. La finalidad disteis encuentros es fomentar y potenciar la vitivinicultura, zonificar y clasificar el viñedo, y recuperar la historia y tradición de los grandes vinos gallegos. Los encuentros están organizados en colaboración con la Asociación de Colleiteiros do Ribeiro e de Vitivinicultura Artesanal de Galicia y tendrán lugar los sábados 20 y 27 de abril. En las jornadas se tratarán diferentes aspectos del mundo del vino, que afectan en la actualidad a los viticultores y bodegueros más pequeños. Se expondrá su situación en el mercado, se hablará de cómo serán los viñedos del futuro y también de la historia y la tradición como un valor añadido. Para eso, se cuentan con diversos expertos, como historiadores, distribuidores, importadores, enólogos, viticultores o sumilleres, que serán los encargados de impartir las charlas. Desde la Asociación de Colleitadores indican que su preocupación es que se recuperen los viñedos históricos, las zonas tradicionales y que se clasifique el viñedo por su calidad. También destacan la importancia de potenciar y recuperar aquellos viñedos cuya historia, arquitectura y vocación agronómica está contrastada a lo largo de los siglos, por eso se incide en la historia como base fundamentada y documentada donde se establecen los grandes viñedos y vinos en el mundo.
Desde la asociación piden apoyo de las administraciones para los pequeños proyectos con valor añadido
Así, indican que las jornadas buscan facilitar un espacio de debate y confrontación de ideas a todas las personas que forman parte del sector. Resaltan que el futuro del rural gallego pasa por desarrollar y potenciar a muchos pequeños productores y para eso, indican, "es necesario apoyo de las administraciones a los pequeños proyectos de valor añadido" y también hacer una vitivinicultura regenerativa y saludable para el consumidor y los habitantes del medio donde se desarrolla. Desde el colectivo buscan que los monovarietales "no sean un muñeco en manos de los grandes grupos y operadores obsesionados con una sola variedad, que sea pan para hoy y hambre para mañana cuando quede olvidada por otra novedad". En las jornadas mostrarán los grandes territorios del mundo y la evolución de las Denominaciones de Origen. Hablarán de vinos diferenciados, saludables, con proyección internacional, con alto valor añadido y que hablen del territorio.

Unións pide a los consejos reguladores celeridad en la validación de las cosechas

Unións Agrarias hace un llamamiento para que los Consejos Reguladores aceleren al máximo la validación de esta cosecha. La organización insta a los organismos rectores de las diferentes DO's a realizar lo antes posible un trámite tras el que las bodegas disponen de un máximo de 30 días para pagar a los viticultores la uva entregada. Luego de una campaña caracterizada por los altos costes de producción y por unas condiciones meteorológicas que marcaron el ritmo de la vendimia y obligaron a aplicar más tratamientos que de costumbre para sacar la cosecha adelante, Unións Agrarias insta a los Consejos Reguladores a acelerar los trámites precisos para que los viticultores puedan recibir lo antes posible los pagos por el fruto entregado. Si bien es cierto que buena parte de las bodegas suele abonar el precio de la uva recibida al margen de que los Consejos hayan validado o no la cosecha, el hecho de que este trámite no haya sido realizado puede servir de excusa para retrasar los pagos. Algo que la organización quiere evitar. Unións Agrarias apela al sentido de la responsabilidad de los Consejos Reguladores y les pide que pongan todo de su parte para blindar los derechos del sector productor. La organización recuerda que, si bien en su conjunto estamos ante una campaña excelente, con más de 75,4 millones de kilos de uva recogidos en las cinco denominaciones de origen gallegas, se trató de una campaña muy desigual en la que la climatología causó importantes pérdidas a una parte importante del sector productor.

Precios y demanda de la uva en esta campaña

En lo que respeta al precio de la uva destaca el alza en las cotizaciones del Godello, que supera los 2 €/kilo. El Albariño se sitúa en una media de 2,80 €, el Ribeiro se mantiene en el entorno del 1,80 para las variedades preferentes y el Mencía en el 1,20. Destaca, sin embargo, la bajada en la demanda de variedades tintas detectada tanto en Monterrei como en Valdeorras y en la Ribeira Sacra. Una situación especialmente problemática para esta última DO, centrada en esta producción. Si bien puede decirse que en general la vendimia se desarrolló con normalidad no fue así en la Ribeira Sacra, donde se vivió una campaña caracterizada por la incertidumbre provocada por la reducción de las cantidades de uva recogidas por las bodegas. Alertan además, que la reducción de la demanda de tinto es una tendencia detectada a nivel estatal que está llevando a una reducción de la producción y, por ende, a la acumulación de un importante excedente de uva. Un problema de mercado ante el que es preciso mantenerse alerta y comenzar a trabajar para buscar soluciones y posibles alternativas que, en próximas campañas, permitan dar salida a la totalidad de la uva producida en las denominaciones de origen gallegas.

Brotación forzada de las yemas para lograr dos cosechas en los viñedos

La brotación forzada de las yemas para obtener una cosecha es una técnica ya con cierta rodadura en los viñedos desde 2012, pero ahora el investigador de la Universidad de la Rioja, Fernando Martínez de Toda ha ido un paso más allá y ha apostado por la brotación forzada para lograr no una, sino dos cosechas al año. Es una técnica novedosa de la que se publicaron las primeras referencias en el año 2020. “Se me ocurrió combinar dos técnicas para estudiar esta posibilidad novedosa de tener dos brotaciones de yemas”, explica Martínez de Toda. La idea es combinar en el mismo viñedo y en el mismo momento el recorte drástico de la vegetación con el forzado tradicional de las viñas, para así lograr las dos cosechas al año.
“Se me ocurrió combinar dos técnicas para estudiar esta posibilidad novedosa de tener dos brotaciones de yemas”
La brotación forzada de yemas consiste en hacer que se desarrollen yemas latentes, que está previsto que permanezcan en el pámpano y que se prevé que broten el próximo año. Como bien indica el nombre, esta técnica busca forzar su desarrollo en esa misma campaña. “Es una brotación forzada, ya que estas yemas no suelen brotar el año de su formación en condiciones naturales”, aclara el investigador. Esta técnica permite retrasar la maduración de la uva, por lo que se presenta como una alternativa de manejo del viñedo que permite adaptarse a los efectos del cambio climático, siempre que la zona en la que se encuentra la viña lo permita.

¿Por qué optar por la brotación forzada?

Con algunos procedimientos en el manejo de la viña puede lograrse un retraso moderado de la maduración de entre 10 o 15 días. En los mejores casos, si se combinan entre ellos pueden alcanzar los 30 días. Pero, como apunta el investigador, en zonas con elevadas temperaturas, estos retrasos pueden no ser suficientes. Mientras, con la brotación forzada se logra retrasar hasta 2 meses la maduración de la uva. La principal limitación de la brotación forzada es que suele reducirse la producción de las viñas, aunque a veces puede interesar conseguir esta reducción. ¿Y qué beneficios proporciona retrasar la maduración de la uva? Martínez de Toda concreta que conseguir un retraso de la maduración permite que la uva se desarrolle en condiciones más frescas y de mejor calidad tanto para la uva como posteriormente para el vino. “La idea es utilizar esta técnica para mitigar los efectos de las altas temperaturas en el viñedo”, explica.
El retraso de la maduración influye en la calidad final del vino, ya que influye en la acidez, los aromas o la maduración fenólica
En zonas de producción vitícola sometidas a elevadas temperaturas este retraso influye directamente en parámetros como la acidez, los aromas y la maduración fenólica. Además, permite elaborar vinos con un menor contenido en alcohol. En un estudio sobre el terreno en base a los datos del Observatorio de Logroño en 2015, la temperatura media pasó de 21,7 grados en agosto a 16,8 grados en septiembre o 13,5 grados en octubre. “Si conseguimos retrasar la maduración con la brotación forzada, la maduración podría realizarse con 4 grados menos”, ejemplifica el investigador. Otra de las ventajas que proporciona es poder sincronizar o separar la maduración entre diferentes parcelas de viñedo.

Técnicas para la brotación forzada

Para llevar a cabo la brotación forzada de la viña, la técnica más clásica consiste en cortar los pámpanos alrededor del 5º o 6º nudo y eliminar la vegetación por completo. “Para conseguir una buena brotación de esas yemas latentes en el pámpano debe eliminarse todo lo que interfiera, tanto hojas, como nietos y como la uva de ese pámpano”, detalla el investigador. Al margen de este método más tradicional para lograr la brotación forzada, también han probado una técnica más agresiva que reduce los nudos. Así, en lugar de dejar entre 5 o 6, el pámpano se corta ya a la altura del segundo nudo inferior. “Este procedimiento tiene la ventaja que no es necesario eliminar la uva, ya que al estar en nudos superiores ya no brotará. Así se conseguiría la brotación de esos dos nudos”, concreta.

Brotación forzada para lograr dos cosechas

Detalle de pámpano con uva primaria de la variedad Garnacha en maduración (en la parte inferior) y uva forzada en estado herbáceo (parte superior). Frente a estos dos métodos de brotación forzada, Martínez de Toda ha dado un paso más y ha buscado una doble cosecha mediante brotación forzada, de manera que se obtengan dos cosechas al año, la segunda con un retraso de casi dos meses respecto de la primera. La clave, según indica el Catedrático, es realizar un forzado de yemas latentes pero sin eliminar la uva primaria del pámpano. Para ello, realizan un recorte de pámpanos, por encima del sexto nudo, en el inicio del cuajado, de manera que se busca que se desarrollen las yemas latentes de los nudos sexto y quinto. El calentamiento global permite la maduración de la segunda cosecha.
“Podemos conseguir una primera cosecha con una maduración retrasada de unos 10 o 15 días y una segunda procedente de las yemas forzadas cuya maduración tendrá un retraso de hasta 2 meses”
“Actuando de esta manera podemos conseguir una primera cosecha correspondiente a los racimos principales, con una maduración retrasada de unos 10 o 15 días y además podemos conseguir una segunda cosecha procedente de las yemas forzadas cuya maduración tendrá un retraso de hasta dos meses respecto del control”, concreta el investigador. La continuidad de los estudios durante la campaña de 2021 muestra que, para lograr una doble brotación con éxito se necesita un vigor mínimo del pámpano, para que así se garantice el desarrollo y la fertilidad suficientes de los brotes forzados. “En viñedos con longitudes de pámpano del orden de 2 metros se obtienen desarrollos suficientes, pero no en viñedos con longitudes de pámpano de 1,2 metros”, detalla el investigador. Los primeros resultados obtenidos en 2019-2020 en viñedos de variedades como Garnacha, Tempranillo y Maturana Tinta, la vendimia inicial se retrasa hasta mediados de octubre y la segunda maduración sería en noviembre, en zonas altas y frescas de La Rioja. Mientras, en zonas más cálidas se consigue un mismo retraso, pero la primera cosecha se produciría a mediados de septiembre y la segunda en octubre. De este modo, la cosecha primaria madura unos 13 días más tarde y la cosecha secundaria unos 40 días más tarde. Fenología de las cepas con dos cosechas tras la brotación forzada. Otro de los aspectos importantes a valorar en los resultados es la propia respuesta de la planta a estas prácticas. Tal y como detalla Martínez de Toda, las viñas presentan algo más de un brote por pámpano. Además, se logra una producción forzada, con racimos más pequeños, del orden de algo más de 1 kilo por cepa, frente a los 3 kilos habituales. Así, la segunda cosecha representa alrededor del 30% de la cosecha primaria. Resultados productivos de la obtención de dos cosechas. Número de racimos y peso en función de la maduración.

La doble brotación y la composición de la uva

La investigación también ha abordado los efectos de esta doble brotación en la composición de la uva. Uno de los valores que se ve afectado es el propio peso de la baya, que resulta más pequeño, pasando en uno de los casos analizados de 1,75 gramos en la primera fecha de vendimia a 1,01 en la segunda. En el caso de la cantidad de azúcares de la uva también se verá afectado. “La cantidad de azúcar varía en función de cuánto se retrase la maduración y la llegada del frío”, apunta el investigador. El retraso de la maduración también deja un pH más bajo, una mayor acidez y ácidos málico y tartárico más altos, así como una concentración de antocianos mucho más alta que la cosecha primaria. Resultados de la composición de la uva tras la brotación forzada para lograr dos cosechas. Otra de las conclusiones que destaca esta investigación, es que además de madurar la uva correctamente, se pueden acumular suficientes reservas para los próximos años.

Tecnología de bioestimulación, herramientas para un manejo integral de la viña sin residuos

En los viñedos, los bioestimulantes y la nutrición avanzada se presentan como herramientas que pueden ayudar a conseguir una viticultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, uno de los retos que se presentan a los viticultores y que Europa apremia a alcanzar con las exigencias interpuestas en sus políticas agrarias. Si bien, como apunta Joaquín Romero Rodríguez, ingeniero agrónomo e investigador de la Universidad de Córdoba especializado en la protección de los cultivos, el uso de estos productos debe encuadrarse dentro de una estrategia que procure una producción más sostenible ambientalmente y que sea también rentable económicamente para que la viticultura pueda ser una actividad de futuro en el campo.
“Hay muchas variables, como los métodos de aplicación y el conocimiento de la enfermedad que van a ser determinantes para lograr buenos resultados con los bioestimulantes”
“No hay productos milagro, sino que hay muchas variables que van a determinar el éxito y cuestiones como los métodos de aplicación o el conocimiento de la epidemiología de la enfermedad van a ser determinantes para lograr buenos resultados, sobre todo con los bioestimulantes”, valoraba Romero durante su participación en el primer Foro de la Uva y la Viña, celebrado en Cenlle (Ourense).

¿Cómo funcionan los bioestimulantes?

Tal y como reconoce Romero, con los bioestimulantes siempre han surgido dudas sobre su manera de actuación sobre la planta y es que se ha conocido poco sobre ellos. Por eso, ahora reivindica la importancia que tienen proyectos de investigación con años de trabajo a sus espaldas como los llevados a cabo con la Universidad de Sevilla que arrojan luz sobre esta cuestión. A la hora de hablar de los bioestimulantes, Romero apunta que son productos que basan su eficacia no en la fertilización, ni en una acción directa por su capacidad biocida frente a un patógeno, sino que promueven una reacción de la planta y la activación de su metabolismo frente a amenazas. Romero, que es también jefe de marketing agronómico en la empresa Econatur, presentó algunos de los productos desarrollados por esta firma, que acumula casi 25 años de trayectoria, en los que ha experimentado un crecimiento significativo, pero se ha mantenido fiel a sus principios fundacionales. “Los productos de Econatur siguen buscando emplear lo que la naturaleza pone a nuestro alcance al servicio del agricultor, para ofrecer insumos agrícolas sostenibles ambiental y económicamente”, indica el ingeniero agrónomo.
Los bioestimulantes inciden en los procesos fisiológicos de la planta, en algunos casos activando los mecanismos de defensa ante situaciones de estrés
La firma Econatur ha desarrollado además una tecnología propia, la tecnología EPT, de la que tiene la patente, y que es fundamental para el desarrollo de sus bioestimulantes. “Esta tecnología tiene incidencia en múltiples procesos fisiológicos del metabolismo de la planta, tanto primario como secundario”, detalla Romero. La tecnología EPT se basa en extractos botánicos a partir de mecanismos de extracción propios desarrollados por la empresa. En concreto, Romero se centró en bioestimulantes de tipo fitogénico se centran sobre todo en el metabolismo secundario de la planta, es decir que afectan a los mecanismos de defensa que activa ante determinadas situaciones de estrés biótico y abiótico.

Ventajas que proporcionan

Abordando más en detalle esta tecnología EPT, Romero apunta algunas de las principales ventajas que proporciona esta tecnología aplicada en los bioestimulantes, para comprender mejor sus efectos en la planta: -Induce el sistema de defensa antioxidante de la planta. Con la tecnología EPT aplicada a los bioestimulantes han conseguido fomentar la capacidad antioxidante de la planta y ofrecer una mayor protección contra la peroxidación. De esta manera consiguen que a través de la activación de determinadas encimas, la planta elimine especies reactivas de oxígeno, que se acumulan en los tejidos por situaciones de estrés, evitando los procesos de necrosis naturales o el agotamiento de la planta. - Precursores de fitohormonas. El conjunto de polifenoles extraídos con la tecnología EPT induce de forma natural la síntesis de fitohormonas esenciales para la productividad de la planta, por lo que impulsan el crecimiento de la planta de una forma equilibrada. De esta manera se permite un mejor equilibrio de la planta y la acumulación de hormonas como auxina, ácido abscísico y ácido salicílico, fundamentales para su desarrollo. Como detalla Romero, las auxinas permiten un correcto desarrollo tanto de la parte aérea de la planta como de las raíces y el ácido salicílico permite inducir las defensas de la planta ante cualquier ataque externo. “En el caso de la viticultura, las auxinas son fundamentales en el proceso de amarrado de las vayas”, detalla. -Mayor transporte nutricional. Los bioestimulantes desarrollados con esta tecnologia Ept también generan una diferencia de presión entre células de la planta que facilitan el transporte de los nutrientes y principios activos en el interior de la planta, sin generar mayor gasto energético.

Resultados

Algunos de los productos bioestimulantes que Econatur tiene en el mercado en la actualidad se centran en conseguir reducir el estrés productivo, mejorar el amarre e incrementar la producción y ofrecer una mayor resiliencia a temperaturas extremas. Con estos bioestimulantes se está logrando un incremento de la producción de entre un 20,5 y un 30% y conseguir adelantar la vendimia en 14 días, para evitar el estrés por calor de algunas zonas de producción vitícola amenazadas por las altas temperaturas, como Andalucía. Además, también han conseguido mejorar el estado fitosanitario de los viñedos entre un 12,5 y un 16,7%. Algunos de estos bioestimulantes de la gama de Econatur, han logrado reducciones significativas de oídio, con aplicaciones preventivas que han conseguido una reducción del 80% de la incidencia, con valores de eficacia superiores incluso a los fitosanitarios tradicionales. Productos bioestimulantes también han conseguido fortalecer la planta para minimizar la podredumbre.

Bioestimulantes frente a riesgos sanitarios

Los bioestimulantes se presentan como alternativas para conseguir una viticultura más sostenible y en ese sentido distintos trabajos de investigación están viendo las posibilidades que presentan, si no para sustituir de manera total por el momento las soluciones químicas tradicionales, al menos para complementarlas y conseguir reducir el impacto ambiental de la viticultura. En esta línea se presentan trabajos como los desarrollados en el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker) publicado en 2022 sobre el uso de bioestimulantes para hacer frente a patógenos como el mildiu y oídio. “Con un producto como Salix, a base de corteza de sauce, se consiguen reducciones del 97% frente a mildiu”, explica Romero. Además, adelanta que próximamente se publicará otro trabajo sobre las proteínas que fomentan estos mecanismos de defensa frente al patógeno.
El empleo de bioestimulantes ha conseguido lograr una reducción del 97% frente al mildio y del 80% contra el oídio
Debido a estos buenos resultados y el interés de bodegas de la Rioja y el País Vasco, investigadores del Neiker han continuado con esta línea de trabajo y han desarrollado estrategias para el control de enfermedades basadas en la utilización de bioestimulantes. Con este manejo han reducido en un 50% el uso de fitosanitarios convencionales, al realizar aplicaciones alternas de soluciones convencionales y la aplicación de bioestimulantes. Al igual que en los primeros estudios, han logrado resultados favorables incluso en variedades de uva como Hondarribi, muy susceptibles a los daños por mildiu y en zonas con alta incidencia de este patógeno. Aunque es verdad que consiguieron mantener la incidencia controlada, finalmente los ataques fueron muy fuertes. “Puede que en algunos casos tengamos que seguir apoyándonos, por el momento en la química de síntesis, pero hay que ir buscando alternativas”, valora Romero.

¿Cómo afecta la nueva Pac a la viticultura?

“Tendremos una PAC más verde y sostenible. Esta nueva Política Agraria Europea, asentada en el Pacto Verde y en la estrategia del Campo a la mesa ha venido para quedarse, a pesar de que afrontemos otras dificultades en el continente como ha sido la Guerra de Ucrania, que afecta de forma directa también a la agricultura y ganadería comunitaria”. Así de rotundo se muestra Alejandro García, experto en Política Agraria Europea, que es a la par también agricultor, y participó recientemente en el I Foro sobre Uva y Vino celebrado en Cenlle (Ourense). La última reforma de la PAC, que ha entrado en vigor este mismo año y que se mantendrá hasta 2027, ha introducido nuevos cambios en materia de sostenibilidad ambiental que afectarán también en la gestión de los viñedos. En el caso de las viñas afectarán a cuestiones como la limitación en el uso de productos fitosanitarios o el fomento de prácticas con las que procurar una producción más respetuosa contando con cubiertas vegetales o espacios que sirvan de refugio a la fauna y flora, entre otros aspectos. Alejandro García durante su participación en el Foro Uva y Vino, celebrado en Cenlle.

Hacia una producción más sostenible

La nueva PAC se ha marcado unos objetivos de sostenibilidad de cara a los próximos años que afectarán a la gestión que se realiza a diario de los viñedos, tal y como señala el experto. Uno de los objetivos es la reducción del 50% del uso de fitosanitarios. Entre ellos, y a pesar de tratarse de un producto incluido dentro de los autorizados en los viñedos en ecológico, se establece una nueva limitación al uso de cobre en las viñas. Existe un límite anual de 4 kilos por hectárea, de manera que no puedan sobrepasarse los 28 kilos por hectárea en 7 años. Con la vista puesta en reducir en un 20% el uso de fertilizantes de cara a 2030 también en los viñedos se deberá de controlar el aporte que se realiza de nitrógeno y fósforo, teniendo en cuenta la presencia de estos elementos ya en el agua que se emplea para regar, como señala el experto. La nueva PAC lleva también parejo la reducción del uso de antimicrobianos en un 50% y promover el uso de energías renovables. Las ayudas van a estar también orientadas a reducir la huella ambiental de la viticultura. Así, la agricultura e industria alimentaria (el viñedo y la bodega) van a ir unidos para lograr un menor impacto. Teniendo así los viñedos una nueva oportunidad para compensar las emisiones generadas en la bodega.
"Dentro de las posibilidades de cada tipo de cultivo y zona debería trabajarse con el objetivo de lograr una producción de residuo cero"
Además, en este contexto camino a una producción más sostenible, se pretende que el 25% de la superficie agrícola sea ecológica. García alerta sobre las dificultades que puede suponer este objetivo, pudiendo reducirse la demanda de los productos ecológicos al incrementarse demasiado la oferta, lo que podría producir una caída de los precios y que decaiga su rentabilidad. Así, el experto aboga más por una producción ‘residuo cero’. “Dentro de las posibilidades de cada tipo de cultivo y zona debería trabajarse con el objetivo de lograr una producción de ‘residuo cero’, pero hay que tener en cuenta, por ejemplo, que la necesidad de tratamientos fitosanitarios en viñedo varía mucho de las zonas de Galicia a las de otras regiones del centro de España. Aún así, haciendo bien las cosas se puede lograr una viticultura residuo cero”, valora. Otro de los retos que plantea la nueva PAC y que afectan directamente al sector del vino tiene que ver con los fondos europeos reservados a la promoción de los productos. “En estos momentos en Europa están teniendo dudas sobre promover una bebida alcohólica, ya que están viendo el vino simplemente como una bebida alcohólica más y no como un alimento o parte de la cultura”, apunta García. En este sentido, leyes como la aprobada en Irlanda sobre el nuevo etiquetado de las bebidas alcohólicas, con advertencias sobre su consumo, pueden tener un impacto directo también en el vino y en la postura de la Comisión Europea.

La estructura de la nueva PAC y el viñedo

La nueva PAC establece dos pilares de ayudas. Por una parte se establecen las ayudas directas, independientes del volumen de producción, llamadas ayudas básicas a la renta, con una condicionalidad reforzada, una ayuda redistributiva de las pequeñas explotaciones y ayudas a jóvenes, además los ecoesquemas. El segundo pilar se centra en medidas de desarrollo rural, para zonas con ciertas limitaciones y en el que se incluye el programa sectorial del vino.
“Es muy importante que no se deje de prestar atención a la oportunidad que ofrecen los ecoesquemas y no se menosprecien”
En este primer pilar, las ayudas básicas a la renta constituyen el 60% de las ayudas que recibe el viticultor. El viñedo se establece como superficie para recibir esta aportación. Mientras, los ecoesquemas suponen un 23% de la ayuda de la PAC. “Es muy importante que no se deje de prestar atención a la oportunidad que ofrecen los ecoesquemas y no se menosprecien”, recomienda.

Los ecoesquemas en el viñedo

En los cultivos leñosos se establecen varios tipos de ecoesquemas y para acceder al cobro de estos no es preciso tener derechos de ayuda básica a la renta. El propietario cobrará por toda la superficie de viñedo en la que establezca estas medidas. -Cubiertas vegetales. Se trata de establecer y mantener una cubierta vegetal, bien sea espontánea o sembrada, durante todo el año. Está prohibido aplicar ningún tipo de fitosanitario sobre la cubierta, a no ser que se declare un problema sanitario en el viñedo. A partir del 31 de marzo se puede desbrozar para establecer un mulching para proteger el suelo. En Galicia, las cubiertas vegetales en viñedos pueden llegar a suponer entre 113 o 165 euros por hectárea. “Si se presenta un número de elevado de solicitudes estas cuantías pueden situarse como mínimo entre los 69 y 113 euros y si no se tramitan muchas solicitudes esta cantidad puede incrementarse a 238 o 272 euros por hectárea”, explica García. -Cubierta inerte. A diferencia de las cubiertas vegetales, esta consiste en triturar los restos de poda. Se puede elegir un modelo u otro, no se puede contar con cubiertas vegetales e inertes en el mismo viñedo. A las cubiertas inertes les corresponde una aportación menor que las cubiertas vegetales, por lo que el experto, teniendo en cuanta también que en Galicia predominan ya estas cubiertas vegetales, recomienda que los viticultores gallegos opten por cubiertas vegetales, unha elección que debe marcarse ya en las solicitudes de la PAC. -Espacio de biodiversidad. Son espacios que sirvan de reserva y refugio para la fauna (aves e insectos) y flora, creando zonas de gran biodiversidad.

El cuaderno digital en el viñedo

Otra de las novedades que trae pareja la nueva PAC es el cuaderno de campo digital. En los cultivos leñosos, los propietarios con 10 hectáreas de viñedo o 5 hectáreas en regadío, estarán obligados a cubrir el cuaderno digital a partir del 1 de septiembre de este mismo año. Deberán incluir ya los datos referidos a cuestiones como las cubiertas vegetales o inertes. García recuerda que esta herramienta será fundamental para el control efectivo y la reducción del uso de fitosanitarios y fertilización, al quedar constancia del producto adquirido y el plan de abonado. “Tendrá que cuadrar la superficie que se maneja con la cantidad de producto que se compra y se aplica y con las necesidades del viñedo. Ya no se podrá tratar o abonar por intuición o porque el vecino lo está haciendo. Todo debe estar justificado”, concluye García.

Areeiro recomienda continuar con los tratamientos contra el vector de la flavescencia dorada

La Estación Fitopatolóxica de Areeiro, de la Diputación de Pontevedra, advierte en su último aviso fitosanitario de la necesidad de continuar aplicando tratamientos fitosanitarios contra el Scaphoideus titanus, el cicadelido vector de la flavescencia dorada. Inciden en la importancia de hacer estos tratamientos en los viñedos del sur de la provincia de Pontevedra, dado el número de adultos recogidos en las trampas. “Aplicar tratamientos es una medida imprescindible para intentar limitar el avance de la flavescencia, además de eliminar y destruir las plantas abandonadas y prestar atención cuando se compren plantas”, recoge el aviso fitosanitario. Además, ya tuvieron avisos de los síntomas de ataques de estos cicadelidos en los viñedos. Con todo, alertan que muchas veces, los síntomas se confunden con déficits hídricos, carencias nutricionales o acidez del suelo, por eso las trampas son un método fiable para conocer la incidencia del insecto y tratar solo en los casos necesarios.

Vigilancia frente al mildiu, oídio y botritis

También recomienda mantener la vigilancia de mildiu y renovar los tratamientos en caso de que proliferen síntomas o las precipitaciones sean abundantes en los próximos días. “La vigilancia debe ser elevada en las viñas con uva sana o pocos daños, pero también en aquellos predios donde ya se perdió toda la cosecha de cara a reducir los daños para la próxima campaña”, detallan. Aconsejan mantener la vigilancia y renovar las aplicaciones de tratamiento contra el oídio, cuyos síntomas aún pueden seguir apareciendo hasta el pintado. Aunque no detectaron nuevos daños por black rot, también aconsejan incluir materias activas contra este hongo si es preciso hacer tratamientos contra mildiu u oídio. Esta semana detectaron los primeros racimos afectados de botritis en una variedad temprana sensible, por lo que recomiendan prestar mucha atención a la aparición de este patógeno, sobre todo bajo condiciones de elevada humedad relativa o lluvias. Por su parte, las capturas de polillas de la uva siguen siendo bajas, pero Areeiro advierte que se ha observado ya la primera penetración de una oruga en las parcelas de seguimiento del centro. Al respeto, anima a mantener la vigilancia y hacer seguimiento a las trampas.

Innovación en el viñedo: herramientas para verificar variedades u optimizar el uso de fitosanitarios

Un robot con cierto aspecto humanoide se afana por recolectar un racimo de uvas. La imagen se incluye en la presentación del investigador y catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña Emilio Gil, en el I Foro Uva y Vino, celebrado recientemente en el Pazo de Toubes, en Cenlle (Ourense). El robot se ve aún como una herramienta muy lejana para utilizar en los viñedos gallegos de forma habitual, a tenor de los chascarrillos que suscita entre los asistentes, pero el investigador se afana en reivindicar que puede no estar tan lejos como se cree. “Mis colegas están trabajando ya para que este robot sea un aliado en la vendimia de la uva de mesa. Puede que lo que ahora se ve muy lejano en unos años sea una realidad”, apuntó en el Foro de Cenlle, organizado por Isagri. La innovación en los viñedos está muy ligada a la eficiencia y numerosos estudios se centran en aportar soluciones directas y prácticas a problemas con los que se encuentran los viticultores y bodegas en su día a día. “Los viticultores son receptivos a integrar nuevas tecnologías e innovaciones en sus viñedos una vez que se las muestras, pero es difícil que ellos la soliciten inicialmente, en parte por la elevada edad de la mayoría de nuestros viticultores socios”, explican desde la bodega Viña Costeira, que en colaboración con la Estación de Viticultura y Enoloxía de Galicia (Evega) ha llevado a cabo distintas investigaciones tanto en bodega como en sus viñedos.
“Investigación, formación y tecnología deben ir de la mano. Además, tenemos que conseguir que los avances tecnológicos lleguen a los viticultores”
Al margen de los avances que se van produciendo, expertos como el investigador Emilio Gil inciden en la importancia de que la investigación, formación y tecnología vayan de la mano para asegurar una transmisión del conocimiento y que los avances lleguen realmente al campo o la bodega. “Ojo con la tecnología, si no hay transmisión y formación. Tenemos que conseguir que los avances tecnológicos lleguen a los viticultores y al sector. Podemos echar mano de tecnologías desde los satélites, a los drones o los móviles que todos llevamos encima”, insiste.

Verificar las variedades

Uno de los trabajos de investigación en los que están inmersos en la Evega es la autentificación varietal, por los beneficios que puede significar para los viticultores, ya que a veces surgen dudas sobre las variedades que hay en la parcela, tanto en las nuevas plantaciones como en las antiguas. La Evega tienen una amplia experiencia en la identificación de variedades, de hecho fue pionera en la creación de un banco de germoplasma a finales de la década de los 80 para tener registrado el potencial genético de la Vitis vinífera, en el que se incluían 67 variedades, de las que se contaba con 15 variedades exclusivas de Galicia, tal y como informó la investigadora Emilia Díaz, una de las expertas destacadas de la Evega. En el marco de estas investigaciones sobre variedades han impulsado y colaborado en distintos proyectos para la recuperación de castas, algunos centrados en variedades gallegas. “Esta recuperación buscaba también introducir estas variedades dentro del canal de la comercialización, para eso debía estar registrada y deben realizarse una serie de estudios para incluirla en el potencial vitícola de la comunidad autónoma”, explica Díaz. En este sentido, se han incluido recientemente Albilla do Avia y Ratiño y están trabajando en incluir algunas más como Carabuñenta.
Han desarrollado una tecnología que les permite identificar las variedades ya en campo con un sistema sencillo de amplificación
En el marco de trabajo por identificar variedades y atendiendo a la demanda de los viticultores, en la Evega buscan autentificar las variedades ya en campo, de una forma rápida. “Uno de nuestros retos era desarrollar una tecnología sencilla, de manera que no fuese necesario para su identificación ni el instrumental ni personal tan cualificado como requieren los análisis de ADN tradicionales”, explica Díaz. Así, están trabajando en un sistema que recuerda a los test empleados para el diagnóstico de Covid-19. “Es una tecnología que nos permitirá autentificar nuestras variedades en cualquier sitio, en campo, en vivero…” detalla la investigadora. Solo se necesita un pequeño aparato, un sistema de amplificación, unido a un teléfono móvil. Se debe tomar una pequeña muestra del tallo o de la yema de la planta que permite su identificación. “Ni siquiera es necesario que la planta tenga hojas para su identificación”, concreta.
Han empezado a trabajan en la identificación de cepas de Albariño, pero esperan ampliar el modelo para que puedan incluirse todas las variedades identificadas
En un primer momento han comenzado a trabajar en la identificación de cepas de Albariño, pero esperan ampliar el modelo para que puedan incluirse todas las variedades identificadas. “En el caso de la vid tenemos un sistema de marcadores moleculares muy amplio que puede permitir identificarlos”, indica. También están trabajando sobre la selección de variedades comerciales que ofrezcan una mayor resistencia frente al cambio climático. Han seleccionado un total de 25 variedades y cuentan con la participación de bodegas gallegas como Martín Códax que plantará 2 parcelas experimentales.

Optimizar la gestión

La innovación llega a veces de mano de herramientas que permiten un mejor manejo de los aperos y soluciones que tenemos ya disponibles, buscando una producción más sostenible. Es el caso, por ejemplo, de la herramienta móvil Dosaviña, desarrollada por la Unidad de Mecanización Agraria de la Universidad Politécnica de Cataluña, que permite optimizar la aplicación de tratamientos fitosanitarios.
La aplicación Dosaviña indica la dosis de fitosanitario aplicar al viñedo en función del estado de la planta y el tipo de equipo empleado
“Dosaviña permite determinar el volumen óptimo de aplicación en función de las características estructurales de la vegetación y el tipo de equipo empleado”, explican desde la Universidad. Así, Dosaviña permite seleccionar los parámetros adecuados para una correcta aplicación: velocidad de avance, presión de trabajo, tipo y número de boquillas. “No tiene sentido estar trabajando con recomendaciones genéricas de cantidades de producto sin ajustarla a las características de la parcela, la región o sin tener en cuenta la maquinaria empleada”, detalla Emilio Gil, uno de los impulsores de la herramienta. Además, para el desarrollo de esta aplicación, al igual que en otros proyectos que están llevando a cabo, han realizado pruebas en parcelas de distintas zonas de Galicia. La aplicación incluye también viñedos en espaldera, como los empleados en muchas parcelas gallegas.
Utilizar la aplicación Dosaviña ha permitido un ahorro de entre un 15 y 40% de producto fitosanitario tanto en grandes bodegas como en las de menor tamaño
“Hemos comprobado que utilizar esta herramienta permite un ahorro significativo en las bodegas que puede ir desde un 15 a un 40% de producto fitosanitario y no solo en grandes bodegas, sino en bodegas de diferentes tamaños”, explica el investigador. Esta herramienta está disponible de forma gratuita y abierta para los viticultores. Además acaba de ser reconocida como una de las aplicaciones más novedosas. Cabe destacar que esta APP está pensada no solo para viñedo, sino también para otros cultivo arbóreos.

Claves sobre las enfermedades de la madera en los viñedos gallegos

Las enfermedades de la madera es uno de los retos del viñedo hoy en día, pero ¿qué son y qué causa estas afecciones de las cepas? Esa es una de las preguntas en la que aún queda mucho por avanzar, tal y como apunta el investigador, fitopatólogo y doctor ingeniero de montes Pedro Mansilla, uno de los mayores expertos en el estudio de las enfermedades de la vid en Galicia. Las enfermedades de la madera en viñedo están causadas por un conjunto de hongos -normalmente intervienen varios tipos de hongos en la misma planta- y cuyos síntomas son un decaimiento de la vid que pueden llegar incluso a provocar la muerte. “La clave es conocer el ciclo biológico de los hongos que provocan estas enfermedades, en lo que aún hemos avanzado poco, lo que hace que se estén dando tratamientos a ciegas”, valora el experto.
Las enfermedades de la madera pueden estar causadas por hasta 10 hongos, lo que provoca que haya multitud de síntomas y sea difícil diagnosticarlas a simple vista
El hecho de que las enfermedades de la madera pueden estar provocadas por varios tipos de hongos dificulta detectar los síntomas. “Con frecuencia intervienen hasta 10 hongos en la misma planta lo que lleva a que aparezcan un cúmulo de síntomas”, explica Mansilla. Así, realizar un diagnóstico visual resulta muy difícil. Si bien, las nuevas técnicas de diagnóstico cada vez más rápidas y eficaces se han convertido en un buen aliado para detectar enfermedades de la madera. “Ahora con las PCR y la tecnología molecular podemos diagnosticar una enfermedad causada por enfermedades de la madera en menos de una semana, cuando antes llevaba meses”, concreta el investigador.

Posibles causas

El investigador Pedro Mansilla apunta algunas de las causas posibles que originen las enfermedades de la madera: -Deficiencias en el cuidado sanitario en los viveros: Las plantas llevan un pasaporte sanitario que garantiza que están libres de determinado número de patologías, pero no de enfermedades de la madera, ya que hasta ahora en la Unión Europea no se exige dicho documento. Así, los viveros pueden ser una de las vías de contagio de este tipo de enfermedades. -Cambios en el manejo del viñedo. La realización de podas mecánicas agresivas puede propiciar la aparición de estos hongos. Mansilla recomienda evitar realizar grandes cortes en la poda. -Eliminación de la autorización de uso del arsenito sódico en viñedo. Las restricciones de utilizar este compuesto inorgánico, altamente tóxico, y el hecho de que no haya alternativas eficaces provoca mayores dificultades para controlar las enfermedades de la madera.

 Principales enfermedades de la madera

Las enfermedades de la madera pueden estar causadas por hasta 10 hongos diferentes, pero entre ellos destacan 5 de ellos, los más habituales en los viñedos. El experto señala también los agentes implicados en cada una de ellas. -Síndrome Yesca. Es un complejo de hongos conocidos desde la antigüedad, ya que griegos y romanos ya dejaron constancia de su presencia. En 1920 ya se identificó que entre los agentes implicados para la aparición de Yesca estaban Phellinus igniarius y Stereum hirsurtum. En la década de los noventa se sumaron otros agentes a la lista de hongos implicados en la aparición de la yesca como Phaeroacremonium aleophilum, Phaeomoniella chlamydospora, Fomitiporia punctaca y Eutypa. -Botryosphaeria. Son hongos oportunistas que permanecen en estado de lactancia hasta que tienen buenas condiciones para desarrollarse. En la planta penetran por heridas y aperturas naturales y atacan a tallos, ramas y hojas. “Son patógenos muy virulentos en casos de estrés biótico o abiótico”, explica el investigador. Cepa afectada por Eutypa. -Eutipiosis. Es otro de los hongos que se incluye en la lista que causan enfermedades de la madera en el viñedo. En este caso los agentes implicados son Eutypa lata (teleomorfo) y Lybertella blepharis (anamorfo). -Brazo negro muerto. En este caso los agentes que intervienen son Ascomycetes como Diplodia sp, Fusicoccum sp, Neofusicoccum sp y Dothiorella sp. -Enfermedad de Petri. Entre los agentes implicados se encuentran Phaeomoniella chlamydospora, Phaeoacremonium, Cadophora sp. Entre las plantas jóvenes es más habitual detectar enfermedades de Petri, Pie negro, así como podredumbre en la zona del injerto y necrosis de sarmientos jóvenes. Mientras, en las plantas adultas se suele detectar necrosis de la madera, podredumbre esponjosa de la madera, síndrome Yesca, Eutipiosis y Brazo negro muerto.

Enfermedades de la madera en Galicia

En Galicia, Mansilla realizó un estudio sobre la incidencia de las enfermedades de la madera en viñedo en el que se incluyeron muestreos en las 4 Denominaciones de Origen, así como tomas de muestras en viveros. En las plantas adultas analizadas el hongo que más detectaron fue Phaeomoniella chlamydospora, uno de los agentes implicados en las Enfermedades de Petri o en el complejo de yesca. También detectaron en gran medida la presencia de Sphaeropsis malorum. En el caso de los viveros, en los patrones detectaron sobre todo Cylindrocarpon spp, hongo causante del pie negro en viñas jóvenes, que también está asociado con la enfermedad de Petri. Este hongo es también el más frecuente aislado en patrones en la zona de inserción de raíces. También detectaron Phaeoacremonium aleophilum y Phaeomoniella chlamydospora. En raíz, también destaca la presencia de Phytophthora cinnamomi en raíz. Mientras, en los injertos de los viveros lo que más detectaron fueron Sphaeropsis malorum y Phomopsis vitícola.

Futuro de la lucha contra las enfermedades de la madera

El fitopatólogo Pedro Mansilla apunta algunas de las claves que pueden ser decisivas en un futuro en la lucha contra las enfermedades de la madera en los viñedos. 1) DIAGNÓSTICO PRECOZ: Se ha avanzado mucho con la tecnología molecular y con las PCR que pueden identificar la enfermedad para así aplicar un tratamiento específico. 2) CONTROL BIOLÓGICO: El uso de las trichodermas está ofreciendo muy buenos resultados como medida de prevención en plantas de vivero. Aunque, si las plantas ya están infectadas hay más interrogantes sobre su eficacia. “Preferentemente que las trichodermas procedan de nuestros viñedos, pues tendrán mayor eficacia”, indica Mansilla. Si bien, por el momento no es posible conseguir trichodermas autóctonas comerciales. 3) VITICULTURA DE PRECISIÓN. 4) USO DE PRODUCTOS BIOESTIMULANTES para dar respuesta al estrés biótico y abiótico de la planta. “Lo que más hemos trabajado son micorrizas, en concreto con endomicorrizas, que mejoran la absorción de nutrientes y agua por parte de la vid”, explica el investigador. Además, si el potencial de inoculo en el suelo es medio/bajo las micorrizas ofrecen muy buenos resultados, pero si es alto pueden acabar por matar a la planta. Además de los microorganismo antagónicos como las micorrizas, también se utilizan como bioestimulantes extractos vegetales (algas, cítricos, aguacate) o extractos de procesos fermentativos (enzimas, metabolitos secundarios…) 5) CUARENTENAS: Mansilla recomienda estar atentos a todas las cuarentenas que se decreten. En este momento en Galicia se ha decretado una cuarentena por la flavescencia dorada.

Medidas de prevención

A corto plazo, existen prácticas que contribuyen a reducir el riesgo de incidencia de las enfermedades de la madera. Recogemos las más significativas según el experto: -Podar con tiempo seco. -Desinfectar las herramientas. El investigador recomienda utilizar agua oxigenada para este fin, ya que es un método que garantiza que se haga un corte limpio. El experto incide en que el alcohol, si no se quema después, no proporciona una correcta desinfección de la herramienta y puede seguir habiendo riesgo.   -Sellar las heridas con un cicatrizante es una práctica que aún genera cierta controversia, con partidarios y detractores de ella. Mansilla considera que es muy recomendable y prueba de ello es que tiene una honda tradición, ya que antiguamente se utilizaba el barro a modo e sellador para las heridas. “Se busca que las esporas que caigan no tengan la herida abierta para penetrar así en la madera”, explica el experto. En la actualidad, pueden utilizarse soluciones como el propio compuesto de cobre que se utiliza para tratar las viñas. En este caso, para que sirva a modo de cicatrizante debe reducirse la cantidad de agua para que quede una pasta espesa. También hay productos específicos cicatrizantes que incluyen fungicidas, aunque estas soluciones tienen un plazo de seguridad que respetar. Además, hay que controlar si se agrietan los cicatrizantes, en cuyo caso habría que aplicarlo nuevamente. -Destruir los restos de poda. Los expertos desaconsejan la trituración e incorporación al terreno. -Disponer de material de cultivo sano. Mansilla recomienda realizar análisis del material empleado. “Cuando recibimos una partida de plantas del vivero debemos coger una muestra representativa (por ejemplo 10 o 20 plantas por cada 1.000 ejemplares) y enviarla al Laboratorio Agrario e Fitopatolóxico de Galicia (Lafiga) para su análisis. -Mejora genética para buscar variedades de vid resistentes. Aunque es una línea de trabajo interesante, resulta complicada y los resultados son a largo plazo. -Dejar descansar los terrenos de monte antes de plantar viñedo. En las nuevas plantaciones de viñedo en monte es recomendable dejarlo descansar y destoconar bien antes de plantar el viñedo. De lo contrario hay un riesgo alto de que haya problemas de Armillaria mellea. “Si el terreno antes estaba con pinos tendremos Armillaria spe, que no le afecta a la vid, por lo que no tendríamos problema”, explica el investigador. Además, como medida preventiva funciona muy bien el uso de trichodermas.

Galicia recibirá 7,4 millones de euros para ayudas a la reestructuración y reconversión de viñedo en 2024 y 2025

La Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural ha acordado este lunes la distribución entre las comunidades autónomas de 117,23 millones de euros para financiar programas de reestructuración y reconversión de viñedo. De ese total, 7,4 millones corresponderán a Galicia. En concreto, en los fondos de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) destinados a la restructuración y reconversión de viñedos se ha procedido al reparto presupuestario para el ejercicio financiero 2024. En el caso de operaciones bianuales, se ha repartido el presupuesto comprometido para 2025. El ministro de Agricultura, Luis Planas ha asegurado que para “maximizar las posibilidades de ejecución total de los fondos de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV)” se ha considerado viable asignar, para 2024, un 15 % por encima de la ficha financiera destinada a la reestructuración y reconversión de viñedos, con lo que el montante total a distribuir asciende a 81,24 millones de euros. El objetivo, ha explicado, es maximizar las posibilidades de ejecución de la ficha financiera total de la Intervención sectorial vitivinícola para atender las necesidades financieras comunicadas por las Comunidades Autónomas, y reasignar posteriormente, en caso necesario, aquellos que no sean utilizados por alguna comunidad autónoma en beneficio de aquellas que tengan necesidades adicionales. La distribución de fondos entre las comunidades autónomas para la reestructuración y reconversión de viñedos de la intervención sectorial vitivinícola es la siguiente: Por otro lado, el Gobierno y las comunidades autónomas han acordado llevar a cabo ajustes técnicos, relacionados con las intervenciones de desarrollo rural, para facilitar la aplicación del plan estratégico de la Política Agraria Común (PAC).

Recomiendan mantener vigiladas las viñas ante la previsión de lluvias y el riesgo de mildiu

El anuncio de lluvias desde este viernes en Galicia hace que sea preciso extremar las revisiones del viñedo, tal y como recomiendan en el último aviso fitosanitario emitido por la Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Diputación. Los viñedos se encuentran ahora en una fase crucial del desarrollo de la uva. “De cumplirse las previsiones, el riesgo de infección por mildiu será sensiblemente más elevado que los días pasados y deben revisarse muy bien las viñas, aunque estén dentro del período de protección teórico del tratamiento anterior”, aconsejan desde Areeiro. Además, de detectarse síntomas o haber sospechas de que puede darse una contaminación anterior mal tratada, los técnicos recomiendan tratar las viñas para prevenir un ataque de mildiu. Hace falta tener presente, que algunos de los tratamientos fueron aplicados con condiciones desfavorables de viento, lo que reduce la protección de la viña.

Oídio y black rot

También recomiendan tratar contra el oídio en las aplicaciones de tratamientos que se hagan, dadas las condiciones favorables para su propagación. El personal técnico de Areeiro detectó en sus revisiones sobre el terreno daños por black rot en parcelas abandonadas próximas a una viña comercial, con el consiguiente riesgo que esto supone, convirtiéndose en una fuente de inóculo importante, por lo que debe eliminarse. “Las condiciones climatológicas previstas son muy favorables al hongo, en un momento en el que la uva es sensible”, explican. Así, también aconsejan tener en cuenta este patógeno en los tratamientos que se realicen en las cepas. Los fuertes vientos registrados en estos días han provocado la rotura de brotes en los viñedos. Los especialistas recomiendan retirar esta vegetación afectada para evitar que con las lluvias lleguen a instalarse en ellos hongos oportunistas como el causante de la botritis. El crecimiento vegetativo de las cepas también está siendo excesivo, por lo que para mejorar la sanidad de los viñedos recomiendan despuntarlas después de la floración. Además, hay ya una gran vegetación en las parcelas que debe controlarse para evitar la retención de humedad que pueda favorecer la aparición de patógenos.

SOY, nuevo biofungicida para mildiu en viñedo a base de lecitina de soja

En su apuesta por la innovación, el Grupo Soaga acaba de lanzar al mercado un nuevo producto biofungicida para aplicación en viñedo que logra reducir el uso de productos químicos convencionales utilizados contra el mildiu, una de las enfermedades más habituales y difíciles de controlar en Galicia.

El nuevo producto, que ha recibido el nombre de SOY, utiliza como materia prima lecitina de soja libre de OMG (organismos modificados genéticamente) y con registro para su uso en la industria alimentaria.

La lecitina de soja está incluida en la lista comunitaria de sustancias básicas aprobadas como estimulador de los mecanismos de defensa naturales de la planta. «Tiene un efecto secante sobre la enfermedad apreciable y destacable», indica Emilio Lemos, miembro del equipo técnico del Grupo Soaga especialista en viñedo.

El nuevo producto está autorizado también para oídio y tiene otras propiedades beneficiosas, al fortalecer las paredes celulares del fruto

El nuevo producto está autorizado también para oídio, otra de las enfermedades fúngicas más habituales en viñedo, que afecta a la planta entre el inicio de la floración y el engorde del grano como período más sensible y puede provocar pérdidas de rendimiento y de calidad de los vinos.

Además de proteger a la vid contra el ataque de hongos, la lecitina de soja tiene otras propiedades beneficiosas, al producir un fortalecimiento de las paredes celulares del fruto.

Ventajas de la formulación

SOY ha sido desarrollado por el departamento de I+D+i de Grupo Soaga en su laboratorio de Vilanova de Arousa con una fórmula novedosa que aporta ventajas a la hora de aplicación del producto.

«Bajo una formulación líquida que incluye tres componentes, un mojante, un adherente y un emulsionante, presenta una partícula de gota más fina, por lo que recubre mucho mejor toda la superficie vegetal, con una película más homogénea y duradera sobre la zona tratada, protegiendo mejor a la planta y permitiendo una reducción de dosis», destaca el técnico de Soaga.

Presenta una partícula de gota más fina, por lo que recubre mucho mejor toda la superficie vegetal, y al ser insoluble en agua su permanencia y eficacia protectora es mayor

Al mismo tiempo, la soja utilizada para este producto fungicida es insoluble en agua, por lo que su permanencia sobre la planta y su eficacia protectora es mayor en comparación con otros productos solubles que presentan una menor capacidad hidrófuga.

Eficacia en las condiciones climáticas de Galicia

El nuevo producto, que ya está disponible en el mercado, está siendo usado en la actual campaña de tratamientos fungicidas de primavera en Galicia con resultados satisfactorios.

«Zonas como O Salnés son muy vulnerables al mildiu por las condiciones climatológicas de temperatura y alta humedad y se necesitan herramientas eficaces para el control de la enfermedad cuando la presión es alta. Este nuevo producto contribuye de manera decisiva», asegura Emilio Lemos.

Pueden realizarse hasta 12 tratamientos con un intervalo de 5 días entre ellos

SOY puede aplicarse solo o mezclado con otros productos fitosanitarios convencionales para el control del mildiu para potenciar sus efectos, con hasta 12 tratamientos autorizados y un intervalo de 5 días de separación entre ellos, y desde Soaga recomiendan actuar preventivamente ante momentos de alta incidencia de ataques de este hongo para evitar daños irreversibles en el viñedo.

Objetivo: reducción de productos fitosanitarios convencionales

SOY, el nuevo bioprotector para viñedo, forma parte de la gama Fertimón Tech del Grupo Soaga y viene a sumarse a otros productos nutricionales ya consolidados, como LIGNO MZ o FORTABROT, que se empezaron a aplicar el año pasado para control de mildiu y escoriosis en viñedo con excelentes resultados.

La creciente presión legal, con normativas cada vez más restrictivas al uso de fungicidas convencionales, obliga a los viticultores a apostar por alternativas biológicas y a las empresas fabricantes a dar pasos en este sentido.

La UE pretende reducir a la mitad el uso de productos fitosanitarios en 2030

«Introduciendo productos con este nuevo perfil, dependiendo de la zona y del nivel de presión de mildiu existente, podríamos reducir considerablemente el uso de fitosanitarios de origen químico puro; el objetivo sería llegar a una reducción significativa para cumplir con la nueva Estrategia europea», defiende Emilio Lemos.

La Estrategia De la Granja a la Mesa, aprobada por la UE, se marca como objetivo una reducción del 50% del uso de productos fitosanitarios en la agricultura europea en 2030.

“Cada vez somos más mujeres tanto en viticultura como en enología”

Susana Gulín es responsable técnica de viticultura en el grupo gallego HGA Bodegas, con viñedos en las denominaciones de origen Rías Baixas y Ribeira Sacra, entre otras, y marcas reconocidas cómo Altos de Torona y Regina Viarum. En colaboración con la cooperativa Delagro, hablamos con ella sobre su trabajo y sobre los retos a los que se enfranta la viticultura en Galicia, como son el cambio climático, la falta de mano de obra y un marco regulatorio cada vez más exigente. -¿Como fueron tus inicios en la viticultura? Comencé trabajando en la denominación de Origen Ribeiro con una beca de la universidad hace 20 años, actualizando el catastro de viñedo de los viticultores socios y proveedores de la bodega, identificando variedades, limitando las superficies...etc. No fue tarea fácil dado el gran número de parcelas de viñedo de pequeño tamaño, distribuidas por las diferentes comarcas del Ribeiro. - ¿Que te atrajo del mundo de la viticultura para enfocarte en este sector? Cuando comencé a dedicarme ya de pleno en el cuidado del viñedo en campo, el cuidado de la cepa desde que se inicia la plantación hasta que se recoge la primera cosecha es satisfactorio para cualquier persona viticultora. -¿Cuáles fueron los principales retos a los que te tuviste que enfrentar en tu carrera? Por los inicios del año 2000 se inició un proyecto de recuperación del potencial vitícola juntando derechos de viñedos que se estaban abandonando de viticultores que iban dejando la actividad de los viñedos menos productivos, menos accesibles o complicados de trabajar y juntarlos todos en una única parcela. fue un reto, una forma de no perder esa superficie de viñedo en la denominación. Fue algo novedoso que ahora mismo se está haciendo de forma similar con los polígonos agrarios. -Desde tu punto de vista, ¿hay un aumento del número de mujeres en puestos de responsabilidad en la viticultura gallega? Cuando comencé a trabajar en el mundo de la viticultura, había pocas mujeres en cualquier puesto de la bodega, comerciales, enólogas, viticultores o puestos de dirección, aunque esto cambió en pocos años y es cierto que cada vez somos más mujeres tanto en viticultura, como en enología. -¿Desde cuando formas parte de bodegas HGA? Comencé en el grupo HGA hace más de cuatro años, para mí fue una gran oportunidad de formar parte, junto con todo el equipo de HGA, de los proyectos de crecimiento en diferentes zonas de Galicia.
“Apostamos por fomentar la biodiversidad en nuestros viñedos, implantando cubiertas vegetales, corredores verdes y cajas nidos”
-¿En que consiste tu trabajo en HGA bodegas? Mi trabajo es hacer de nexo común de los diferentes viñedos, coordinar, y planificar todo el trabajo en los viñedos del grupo en todas las denominaciones de origen en las que posee viñedos, con el fin de obtener la mejor calidad de las uvas para la elaboración de nuestros vinos Altos de Torona en Rías Baixas y Regina Viarum en Ribeira Sacra. Coordino también los proyectos de investigación en los que estamos trabajando. Uno de ellos es GREENSOILVIN y consiste en la implantación de cubiertas vegetales, entre filas de las plantas, con el objetivo de reducir la erosión, y por tanto la pérdida de suelo y nutrientes, especialmente en las viñas en pendiente. Otro objetivo es el aumento de la biodiversidad, con mucha más fauna auxiliar, tanto de insectos polinizadores, ademái de empleo de la cubierta vegetal como abono verde en el momento que se desbroza y se incorpora al suelo. -Descríbenos los viñedos en los que trabajas..... Viñedos Altos de Torona y Regina Viarum son las dos bodegas a las que pertenecen nuestros viñedos, situados en distintas zonas de Galicia. Viñedos Altos de Torona está dentro de la denominación de origen Rías Baixas con viñedos en tres subzonas (Ulla, Salnés y O Rosal), aunque contamos con viticultores que nos abastecen de uvas de todas las subzonas de Rías Baixas. De este modo producimos vinos blancos con tipicidades diferentes según la zona y la variedad. Tenemos cerca de 200 hectáreas de viñedo y la principal variedad cultivada es el Albariño y otras como el Godello, Loureiro y Caiño Branco. El viñedo ubicado en O Rosal es un viñedo de más de 20 años dispuesto en empalizada, con un hábitat natural de más de 91 especies de plantas y 71 de animales. El establecimiento de esta riqueza biológica enriquece la vid desde sus raíces y favorece la obtención de vinos únicos, integrados con la naturaleza. En la explotación existen tres corredores ecológicos plantados con una gran variedad de especies arbóreas (abedules, fresnos, cerezos, madroños, alcornoques, robles...) y tenemos instaladas cajas nido para murciélagos y depredadores de polilla del racimo. Estos corredores permiten asentar un gran número de especies y brindar cobijo en el entorno del viñedo a insectos auxiliares que benefician el cultivo vid, siendo fauna auxiliar beneficiosa para combatir plagas y generando biodiversidad en el medio. El uso de cubiertas vegetales es necesario dada la disposición en pendiente, evitando así la erosión y pérdida de suelo. El viñedo ubicado en la subzona del Ulla, la subzona más norteña de la Denominación Rias Baixas, está ubicado en un terruño singular con un entorno natural y paisajístico único, son suelos arcillosos y profundos con mayor capacidad de retención de agua y nutrientes. Tiene un clima que aporta una maduración más tardía y un perfecto equilibrio entre maduración y acidez. Son vinos elegantes, con estructura, ya que los ciclos de maduración son más largos y se consigue una mayor carga de polifenoles durante la maduración. Regina Viarum es la bodega ubicada en la denominación de origen Ribeira Sacra, en concreto en la subzona de Amandi. Nuestros viñedos son un ejemplo de la llamada viticultura heroica ya que en buena parte de ellos el trabajo se hace a mano, y las variedades principales son la Mencía y el Godello. -¿Cuáles son las enfermedades más problemáticas para vuestros viñedos y cómo las combatís? El principal problema de los viñedos gallegos son los hongos como el mildiu, el oídio, el black rot y la botritis, con mayor o menor incidencia según la zona. La afectación va disminuyendo a medida que avanzamos hacia la zona más oriental de Galicia. Utilizamos una plataforma web basada en modelos matemáticos avanzados para la predicción de enfermedades y que analiza diferentes datos meteorológicos, variedad cultivada, datos del suelo y estados fenológicos...etc. Con toda esa información nos envía alertas en tiempo real de los principales problemas del viñedo y nos informa sobre la dinámica de protección. de los tratamientos aplicados. Se trata de una herramienta imprescindible para la gestión sostenible de los viñedos, pues nos proporciona información útil para prever el riesgo asociado a los principales patógenos del viñedo y tomar decisiones racionales en la gestión del cultivo.
“Empleamos una plataforma web para prevenir las enfermedades fúngicas en el viñedo. Es una herramienta imprescindible para una gestión sostenible del viñedo”
Los datos recogidos en esta plataforma web se recogen de las estación instaladas en cada uno de los viñedos con los sensores necesarios para la predicción de enfermedades como son la temperatura, humedad foliar, precipitación, velocidad y dirección del viento, temperatura del suelo, dos sensores de humedad de suelo a diferentes profundidades para un control de la humedad del suelo. La polilla del racimo también es un problema ya que hace agujeros en las uvas y esto provoca podredumbre en los períodos próximos a la maduración. Para combatirlas utilizamos para su control la técnica de la confusión sexual, basada en el uso de difusores de feromonas sintetizadas para confundir el macho y evitar el apareamiento. La técnica de interrupción del apareamiento para el control de la polilla del racimo es una estrategia de control biotecnológico altamente eficaz, reduce el uso de insecticidas y cumple con el sistema integrado de gestión de plagas, evitando así eliminar otras especies auxiliares que realizan el control biológico natural del viñedo y ayudando a controlar las poblaciones de polillas y otras plagas. -¿Cómo afrontáis los problemas relacionados con las enfermedades de la madera y que consejos darías para evitarlas? El ataque de estos hongos, que llevan años presentes en las vides, produce una alteración interna de la madera de la vid, ya sea necrosis o podredumbre seca, lo que lleva a una merma del desarrollo, menor vigor, que puede acabar con la muerte del planta. Una de las principales vías de entrada en la planta es a través de heridas de poda. En Altos de Torona tenemos un protocolo para reducir su incidencia. Así, antes de recibir la planta para las nuevas plantaciones, realizamos un control visual y físico, comprobamos que la zona de inserción del injerto no está rota, realizamos un corte longitudinal y otro transversal para comprobar posibles necrosis, analizamos la planta antes de plantar para comprobar que está libre de virus e incluso realizamos un análisis genómico para verificar la variedad y el patrón. Si no es apta no la plantamos. La planta debe salir sana del vivero, sino comprometerá el futuro de los viñedos. Una vez plantadas, tenemos varias medidas preventivas como la desinfección de las tijeras de podar con agua oxigenada y el sellado de los cortes de poda con esporas de Trichoderma, que son hongos antagónicos a los hongos que causan enfermedades de la madera. -¿Cómo consideras que debe hacerse un abonado correcto del viñedo? La fertilización adecuada contribuye a asegurar una nutrición correcta y equilibrada de las plantas, y siempre debe hacerse de forma razonada. Nos basamos en el análisis foliar, análisis de suelos que realizamos con frecuencia para hacer un plan de fertilización razonado, estudiamos las imágenes satelitales para conocer el índice de vigor de los viñedos, detectamos las carencias y aplicamos correcciones sólo en las parcelas o partes de parcelas que lo precisen. La aportación de nutrientes contribuye a compensar las pérdidas del viñedo derivadas de las extracciones, como la vendimia o la poda. -¿Hacia donde crees que irá la fertilización en base a las nuevas regulaciones? La fertilización así como la aplicación de fungicidas está siendo cada vez más controlada y regulada. Cada vez son más las materiales activas sintéticas que se eliminan para cumplir los objetivos de reducción de la Unión Europea, y esto nos llevan hacia una agricultura que promueva la economía circular con el objetivo de reducir la dependencia de terceros países. La nueva normativa fomenta el uso de fertilizantes distintos de los empleados meramente para proporcionar nutrientes, como bioestimulantes que hacen más eficiente la absorción de nutrientes, tolerancia a diferentes tipos de estrés vegetal y movilización de nutrientes del suelo. La fertilización del futuro es cada vez más sostenible, técnica y eficiente, y cada vez tenemos más herramientas para eso.
“Estudiamos las imágenes por satélite de nuestros viñedos para realizar una fertilizacion racional”
-¿Cómo afecta la nueva regulación de fitosanitarios a la viticultura? ¿Cómo os estáis adaptando a ellos? Supondrá un importante esfuerzo para los pequeños viticultores en esta materia por la obligación de cubrir el cuaderno electrónico digital, que está previsto que se implante de forma progresiva a partir del 1 de enero de 2024, para determinadas explotaciones. No obstante, en nuestro caso tenemos mucho avanzado en lo que se refiere al compromiso con el uso responsable de los fitosanitarios, fundamentalmente a través de la aplicación de la Gestión Integrada de Plagas desde el año 2015. Tenemos una herramienta digital que nos permite hacer el cuaderno de campo en el que se anotan además todos los trabajos realizados en el viñedo durante la campaña, operarios, aperos, materias auxiliares....etc. De esta forma tenemos un control de la trazabilidad de todos los viñedos desde la plantación hasta la entrega de uva en la bodega. Además, estamos implantando el control por GPS de la flota de tractores, de forma que geolocaliza la aplicación, ajusta el caudal de caldo a aplicar según la velocidad de avance y detecta el mal funcionamiento de las boquillas.
“Hay mucha falta de mano de obra especializada para trabajar en la viticultura”
-A lo largo de tu carrera, ¿cuáles son los principales cambios que detectaste en el sector en tu entorno? La viticultura de precisión está cada vez más extendida. La viticultura sostenible es el objetivo principal al que nos tenemos que dirigir y poco a poco los viñedos ecológicos van ganando terreno tímidamente. Cada vez hay una mayor conciencia ambiental, con una estrecha relación cultivo-paisaje-población. Tampoco debemos perder de vista las condiciones socioeconómicas. Si antes había problemas laborales, hoy quizás sea el problema más importante. No hay personal dispuesto a trabajar en los campos y, además, no hay mano de obra especializada. Un problema actual es el cambio climático o en su concepto más amplio, el cambio global, un mercado global. Para superar los retos a los que se enfrenta y se enfrentará el sector vitivinícola, habrá que plantear cuestiones muy relevantes como la poca disponibilidad de agua, la problemática de las tierras agrícolas, la pérdida de biodiversidad o la energía. Otra cuestión muy importante es el uso de las nuevas tecnologías como herramienta para afrontar con más eficiencia los retos del futuro. El problema es que la tecnología por sí misma no es suficiente, ya que el sector tiene que saber utilizarla correctamente y es ahí donde entra la educación y la formación aplicada al viñedo, formación desde las universidades o desde la FP-DUAL.
“La brotación y la floración se están adelantando en hasta 11 días respecto a hace 50 años”
-Precisamente, ¿como estáis notando el efecto del cambio climático en las viñas? El cambio climático, con olas de calor cada vez más intensas, está provocando desequilibrios entre la maduración alcohólica de la uva (aumentos) y la fenólica (merma de aromas y color), menor acidez (coste de acidificación), reduciendo la calidad de los vinos. Se observan desacoplamientos entre la madurez alcohólica y la fenólica. Esto obligará a la industria vitivinícola a realizar una adaptación forzada para preservar la calidad y calidades del vino que bebemos en la actualidad. Las próximas décadas, quizás, traerán vinos diferentes. La brotación y la floración se están adelantando en hasta 11 días respecto a hace 50 años, los ciclos principales del viñedo [brotación, floración, cuajado, envero y vendimia] son más rápidos, esas fases son más cortas. Todo sucede más rápido, y esa velocidad produce cambios fenológicos en la uva que afectan a su calidad, aromas y color. En poco tiempo se producen lluvias más concentradas y de gran volumen, junto con largos períodos de sequía, lo que dificulta el control de las enfermedades del viñedo. Las sequías afectan a una mayor evapotranspiración de la planta, las vides sudan y necesitan agua en momentos puntuales. -¿Que cambios prevés en la viticultura en los próximos diez años? La obtención de uva y vino requerirá cada vez más conocimiento, capital científico y tecnológico de todo el proceso productivo, dado que la viticultura tradicional no tiene capacidad para afrontar las múltiples alteraciones ambientales que se están produciendo, además de los cambios legislativos. -¿Qué oportunidades crees que ofrece el nuevo panorama regulatorio? Ahora mismo no hay suficientes profesionales para la transformación digital que está sufriendo el campo. Se precisan técnicos capacitados para cubrir las necesidades de modernización digital, sostenibilidad agraria, asesoramiento a las explotaciones...Y con la realización digital del cuaderno de campo, surgirán aún más oportunidades dada la complejidad de su realización.

Entrevista realizada con la colaboración de Delagro, cooperativa con la que colabora el grupo HGA

«El vino blanco del Ribeiro tiene muy buena demanda, no damos producido lo que pide el mercado»

Conocemos a Fernando Cibeira, un joven O Ribeiro que se incorporó a la actividad vitícola hace 4 años. Tomó el relevo en los viñedos familiares y comenzó también a elaborar vinos especiales, producidos a base de mosto lágrima, que comercializa bajo la marca Outeiro de Barra. -¿Cómo empezaste con el viñedo? -Me viene de tradición familiar. Mi abuelo ya tenía viñas, después siguió mi padre y yo le ayudaba cuándo podía. Mi padre las tenía como una segunda actividad, ya que él trabajaba en la industria del automóvil en Vigo y cuando se jubiló tomé yo el relevo. Así es que yo llevo con el viñedo desde hace 4 años. Cuando comencé ya tenía algunos clientes, ya que mi padre vendía algún vino y también disponía de maquinaria. -En concreto, ¿dónde están situados tus viñedos? -Los más antiguos, los de mi abuelo, están en As Regadas. Allí tengo unos 6.000 metros cuadrados. Muchos de estos viñedos ya fueron heredados de mi bisabuela. Incluso el bisabuelo de mi padre ya había trabajado en los viñedos, solo que en aquel momento no eran en propiedad y cuando pudieron fueron comprando algunos viñedos. Después tengo en Beade viñedos más jóvenes, con unos 14 años, que fueron plantados por mi padre. Desde que cogí yo los viñedos planté varias parcelas. En total trabajo unas 3 hectáreas de viñedo. -Reivindicas que tus vinos son de 'colleiteiro', ¿qué significa para ti ser 'colleiteiro'? ¿Qué quieres que la gente asocie a tus vinos de este modo? -Son vinos elaborados solo con las uvas de tus propias fincas, no puedes comprar más y eso tiene el valor añadido de que en todo momento sé el proceso y el estado de mis viñas. Siendo 'colleiteiro' sigues el proceso desde el comienzo en el viñedo hasta la elaboración del vino e incluso el momento final en que vendes el vino. Lo controlas en todas las fases, de ahí que sea especial y que también puedas transmitírselo al cliente, ya que conoces todo el proceso que ha experimentado tu vino.
"En las parcelas más antiguas trabajo como antiguamente, ya que no entra ni el tractor"
-¿Buscas trabajar los viñedos de una manera tradicional? -En las parcelas más antiguas trabajo como antiguamente, ya que no entra ni el tractor. Se hace todo a mano, desde la cava hasta la aplicación de tratamientos fitosanitarios, que hacemos con la mochila a cuestas. En las viñas más jóvenes, las últimas que plantamos, ya tenemos acceso para la maquinaria, pero aunque sea con el tractor soy de trabajar con un manejo tradicional. Así, es que nosotros cavamos todos los viñedos, en los que entra la maquinaria le paso primero la fresa y luego cavo a mano solo al lado de la cepa. De este modo en 3 años tienes la viña hecha, mientras gente que plantó la viña hace 8 aún no la tiene produciendo a pleno rendimiento. -¿Hay muchos viñedos con esa limitación para acceder a las fincas? -En As Regadas ya solo quedamos 4 o 5 vecinos, el resto de viñedos ha ido quedando abandonado, aunque es de las mejores zonas para las cepas. Estoy rodeado de monte. Donde mejor terreno había para tener viñedos están quedando yermas por la falta de acceso y por el alto precio que piden por las parcelas. Ahora están plantando viñas en medio del monte, donde nunca hubo viñedo, ya que esto les permitió preparar 50 o 60 hectáreas juntas, con buenos accesos y que fueron comprados a un precio muy bajo de la tierra. -En las plantaciones que realizaste ¿qué variedades escogiste? -Principalmente plantamos Treixadura, pero también Albariño y Godello. Además metí tinto con variedades como Brancellao y Sousón. -¿Barajas seguir ampliando los viñedos a corto plazo? -Por el momento no tengo intención de plantar más viñedo. Quiero seguir trabajando yo en todo el proceso y si planto más no puedo hacerlo. Tendría que contratar personal y no hay. La gente que tenía viñedo ha ido abandonando la tierra y se ha marchado para empresas de fuera y ahora no queda quien trabaje en las viñas. Aquí en el pueblo somos un grupo de gente joven que estamos implicados en el viñedo y vamos trabajando unos con los otros. El otro día fuimos todos para plantar el viñedo de uno de ellos y cuando es la vendimia también lo hacemos. Sino no hay manera de hacerlo, por lo que tampoco pienso en plantar más.
"Comenzamos con las variedades blancas por la demanda del mercado y no alcanzamos a producir todo lo que piden"
-O Ribeiro es tierra de vinos multivarietales, tú eres buen ejemplo de eso tanto en tu blanco como en el tinto, con variedades incluso minoritarias como el Torrontés que combinas con Godello, Albariño y Treixadura. ¿Por qué comenzaste con los blancos? -En las viñas de la familia nunca habían tenido vinos blancos, pero comenzamos a ver que había demanda de ellos y fuimos plantando. En As Regadas, de donde era mi abuelo y donde tengo la bodega era tierra de tintos. La viña más vieja que tengo de blanco no tiene más de 12 años, mientras que las cepas de tinto tienen 80 años. Comenzamos con las variedades blancas por la demanda del mercado y no alcanzamos a producir todo lo que piden. -En la bodega también sorprendes con las elaboraciones, ¿cómo te decidiste a hacer vinos con mosto lágrima? -Cuando comencé con la bodega yo quería seguir manteniendo el vino que estaba haciendo ya mi padre y para el cual teníamos una clientela, pero también probar a elaborar un vino más especial. Fueron los enólogos los que me hablaron del mosto lágrima y empecé a destinar una parte de los viñedos para este vino. Se trata de cuidar la elaboración, pero también mimar mucho la uva que llevamos. Ahora vendimamos todo en cajas, para que la uva llegue lo mejor posible a la bodega. Además, al ser 'colleiteiros' te permite también adaptar los ritmos de la bodega. Por eso vendimamos por la fresca, paramos en las horas centrales y retomamos a partir de las cinco de la tarde, prolongando la tarde, para tener la uva en las mejores condiciones, lo que te anima a seguir haciendo bien las cosas. -¿Qué aporta esta elaboración? -Estamos haciendo maceración en prensa, con una prensa que lleva unos 2.500 kilos de uva y hago dos prensadas al día, sobre todo este año que la vendimia se hizo de manera tranquila, ya que no amenazaba lluvia. En el caso de los blancos los dejamos 5 horas en la prensa para que todos los aromas de la fruta pasen al vino. -¿Qué producción tienes de cada uno de los vinos? -De Outeiro de Barra tengo unos 3.000 litros de blanco y 3.300 litros de tinto. -¿Outeiro de la Barra hace referencia al lugar de los viñedos o hay otro motivo para este nombre? -Es el nombre de la nuestra finca más antigua, la que más historia tiene en la familia. A mi padre también le gustaba mucho ese nombre y como él sigue muy vinculado e ilusionado con el viñedo me decidí por ese nombre.
"Todos los años estoy sacando el vino temprano de la bodega, el año pasado en enero ya había finalizado el vino"
-¿Están teniendo buena acogida estas elaboraciones en el mercado? -El año pasado ya terminé el vino en enero. Por suerte, todos los años saco el vino temprano de la bodega, estoy trabajando con cosechas, es vino del año. Por ahora tampoco estoy entrado con nuevos clientes ya que no tengo suficiente producción. Yo trabajo directamente con hostelería y tengo alguna clientela fija. -¿Valoras en algún momento hacer vinos de crianza? -Me tienta la idea, pero comenzaré a hacerlo el día de mañana cuando tenga más producción, ahora mismo estoy muy corto de producción. -¿Cómo valoras el apoyo que has tenido por parte de la Administración para tu incorporación al campo? - Tuve una ayuda cuando me incorporé y después también tuve otra para la compra de maquinaria, lo que me permitió adquirir una trituradora para los viñedos, un atomizador y otros aperos. Estamos invirtiendo mucho en maquinaria, porque de nada sirve tener unas muy buenas viñas si después no dispones del equipo adecudo para elaborar el vino y viceversa, por mucha máquina que tengas si no cuidas el viñedo no lograrás un buen viñedo.
Tengo muy buena maquinaria que fuimos consiguiendo a muy buenos precios en Francia al comprarla de segunda mano
-¿Tienes mucha inversión hecha en maquinaria? -Sí es verdad que se precisa tanto para los viñedos como para la bodega. Ahora estoy pendiente de comprar un tractor, pero la verdad es que todo lo que tengo en la bodega es de segunda mano, ya que mi padre por el trabajo viajaba mucho a Francia y allí compraba mucha maquinaria. Cuando mi padre trajo las tijeras de poda eléctricas los vecinos se habían sorprendido mucho porque aquí aún no se usaban mucho. Tengo maquinaria muy buena que fuimos consiguiendo a muy buen precio al ser de segunda mano. -¿Qué retos tienes a corto-medio plazo? -En cuanto las últimas fincas que planté comiencen a producir tendré que comenzar a trabajar con un distribuidor, que se encargue de la comercialización del vino y dejar de hacerlo de manera directa, ya que pasaré de los 3.000 litros a producir unos 10.000 o 12.000 litros y ya no me llega el tiempo para llevar también la venta directa.

La Xunta destina 3 millones de euros para la reestructuración y reconversión de viñedos

La Consellería de Medio Rural destinará este año 3 millones de euros para los planes de reestructuración y reconversión de la viña en Galicia, después de ser ratificada la propuesta en el Consejo de la Xunta de esta semana. El objeto de la línea de aportaciones es aumentar la competitividad de los productores vitivinícolas, mejorar los sistemas de producción sostenibles y la huella ambiental de este sector productivo. Así, se pretende disminuir los costes de las explotaciones y apostar por su redimensionamento al llevar a cabo reajustes estructurales. También buscan fomentar la adaptación de las variedades a las demandas del consumidor, al tiempo que se preservan las viníferas autóctonas gallegas, de menores rendimientos y elevada calidad diferenciada, aprovechando así la gran ventaja competitiva que supone su diferenciación en el mercado. Se podrán beneficiar de estas ayudas los viticultores inscritos en el Registro Vitícola cuyas viñas se destinen a la producción de uva para vinificación, con una superficie máxima subvencionable de 20 hectáreas por persona viticultora. Estas aportaciones se aplicarán a las superficies vitícolas donde se lleven a cabo operaciones de replantación de viñas, reconversión varietal o mejoras de las técnicas de gestión de los viñedos.
Los viticultores fijarán su propio calendario de ejecución (anual o bienal) y podrán solicitar un anticipo de hasta el 80% de la ayuda
Cabe recordar que cada viticultor deberá seleccionar su propio calendario de ejecución, escogiendo entre una ejecución anual o bienal. Los beneficiarios podrán solicitar anticipos de hasta un 80 % de la ayuda aprobada, en caso de que precisen efectuar pagos inmediatos dado la inversión proyectada, siempre y cuando constituyan una garantía por un importe cuando menos igual al del pago anticipado. Como señalan desde Medio Rural, con estas ayudas se busca aumentar el grado de profesionalización del sector vitícola gallego, al tiempo que se potencia el relevo generacional y un desarrollo rural socialmente viable facilitando el acceso a las explotaciones de personas viticultoras jovenes y capacitadas, en particular de las mujeres viticultoras de Galicia.