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“El éxito del vino gallego se debe en gran medida al minifundismo”

La Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia es ya una referencia ineludible a nivel nacional e internacional para conocer los vinos y las bodegas gallegas. Creada hace 14 años por Luis Paadín, en esta edición 2024 ofrece más de 2000 referencias e incluye más de 500 bodegas y destilerías de Galicia. Entrevistamos a su autor e impulsor, que nos habla de las principales novedades de esta edición y analiza la situación que vive el sector. -Acaba de salir a la venta a Guía de los Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia, 2024, y ya van 14 ediciones y 26000 ejemplares publicados. ¿Por qué Galicia precisaba de esta guía para sus vinos? Porque puede. Son muy pocas las regiones vitícolas donde la diversidad de suelos, climas y uvas justifican el desarrollo anual de una Guía de este tipo con más de 1.500 fichas de vinos y destilados. Cuando desarrollamos la primera Guía hace ya 20 años, vislumbrábamos un futuro que era incierto para Galicia pero que creíamos que era posible. Hoy el tiempo nos ha dado la razón y si en su momento la Guía sirvió para dar a conocer los vinos de Galicia bajo un mismo paraguas, hoy además aporta mucha información técnica y de cata sobre aspectos tan diversos como la litología, el clima, la genética de las uvas… -Es muy meritorio llegar ya a las 14 ediciones, ¿cuales consideras que fueron las claves para que vuestra guía tenga tan buena acogida? Sin duda la clave principal reside en ser un proyecto coral. Es la única guía de vinos de este tipo que no tiene publicidad, lo que nos permite mantener independencia absoluta y su edición es posible gracias a más de 200 mecenas que año a año reservan más de 1.000 ejemplares. Son los mejores embajadores de la Guía y de los vinos de Galicia, y han generado una enorme red de promotores de los vinos de Galicia. Aunque la mayor parte de los mecenas son gallegos, muchos de ellos adquieren 2 ó 3 ejemplares para regalar a amigos o clientes de otras latitudes que se acaban convirtiendo en apasionados de los vinos gallegos. Por ello cada vez tenemos más solicitudes de mecenazgo nacionales e internacionales. Muchos de los mecenas de la guía son hosteleros y les sirve como libro de consulta; incluso algunos de ellos la sitúan en la entrada de su restaurante como herramienta que valida su bodega en lo que a vinos gallegos se refiere y no es inusual que algunos clientes se lleven los libros como “souvenir”. -En esta edición, la guía ofrece más de 2000 referencias e incluye más de 500 bodegas y destilerías de Galicia. En un territorio vitícola relativamente pequeño como el que disponemos en Galicia, ¿no sorprende que existan tantas referencias y bodegas? ¿Que riqueza le aporta al sector del vino gallego este "minifundismo"? Hay modelos en el mundo del vino con estructuras similares a la de Galicia, incluso algunos con mayor atomización, pero siempre van de la mano de alto valor añadido en el vino. Cuando hay un gran minifundismo en el sector primario (viticultores) pero una gran concentración en el sector secundario (bodegas), hay un gran desajuste y el precio de la uva suele decaer.
 “El éxito del vino gallego y de este crecimiento cualitativo viene en gran medida marcado por el minifundismo”
En Galicia la estructura de explotación vitícola dentro de las Denominaciones de Origen es de más de 10.000 viticultores para menos de 9.000 ha y las bodegas no llegan a las 500; esta media de unos 20 viticultores por bodega, es una relación bastante buena y permite el crecimiento homogéneo del sector. Lo podemos ver en las últimas campañas con precios de uva récord superando los 3 €/kg en algunas zonas pero también con un aumento del valor del vino año a año. El éxito del vino gallego y de este crecimiento cualitativo viene en gran medida marcado por el minifundismo, gracias al cual disponemos de una gran riqueza genética de variedades y de una parcelación enorme, siendo más fácil acotar las viñas y parcelas más selectas para la elaboración de gamas más altas, lo que acaba arrastrando a toda la pirámide productiva hacia arriba. Las bodegas cada vez son más conscientes de ello, por eso cada año elaboran más vinos y de mayor calidad, el concepto de una bodega con una o dos referencias poco a poco va desapareciendo y lo más habitual es que cada explotación vinícola tenga 5 o más vinos en el mercado. -Aunque es comprensible que prefieras reservarte tu valoración, lo voy a intentar: ¿Cuáles fueron los vinos y bodegas que más te sorprendieron en esta edición de la guía? A quién quieres más, ¿a papá o a mamá? Nosotros tenemos nuestros gustos personales y la guía en gran medida refleja nuestro estilo propio aun siendo catas a ciegas con paneles de catadores multidisciplinares, pero a la hora de hablar de bodegas concretas y referencias somos muy cautos ya que entendemos Galicia como la suma de sus partes y todos aportan a ello, desde el más pequeño viticultor hasta la bodega más grande. Lo que más nos sorprende año a año es ver cómo el modelo de Galicia se va ajustando cada vez más a la convivencia de grandes y pequeños en un mercado global. Los vinos más caros ya no son coto privado de las grandes bodegas con mayor capacidad de inversión y los vinos que reflejan el terroir de una pequeña parcela tampoco son exclusivos de los pequeños viticultores; es un punto de inflexión que parece mostrar la sostenibilidad del sector productivo pero manteniendo la diversidad. -¿Notáis que los pocos tintos que tenemos están también en retroceso en Galicia? El contagio de los movimientos internacionales cada vez es más rápido. Hace 10 años que se veía venir el cambio en las tendencias de consumo internacionales, pero parece que ha cogido a todo el sector con el pie cambiado. Es algo cíclico y natural, en la década de los 60 del pasado siglo, en Bordeaux el blanco era hegemónico y pivotaron hacia el tinto a partir de los 70; hoy están poco a poco volviendo al vino blanco y no pasa nada, no ha perdido identidad territorial. Aunque un análisis superficial puede hacernos pensar que los mercados están rechazando el tinto, en realidad se están decantando hacia vinos más frescos, con menos estructura y menos alcohol, donde encajan  espumosos, blancos y rosados.
“El mercado demanda vinos tintos más frescos, con menos estructura y alcohol, por lo que los tintos gallegos tienen mucho potencial”
El vino tinto gallego también da ese perfil por lo que, si se hacen las cosas bien y se enfocan correctamente los mercados, puede tener una salida mucho más fuerte de la que ha tenido hasta ahora. Este cambio en el patrón de consumo supone una gran oportunidad para el vino tinto de Galicia. -¿Cuales serian, en tu opinión, las claves para potenciar los tintos gallegos? Mantener la diversidad que nos hace genuinos, entender los suelos y climas e intentar reflejarlos en cada botella. Es muy fácil decirlo pero increíblemente complejo hacerlo. Si las elaboraciones de un productor cambian drásticamente cada año más allá de condiciones climáticas, es que aún no ha entendido bien el perfil de su vino y el mercado no lleva bien estas idas y venidas. Cuando una bodega lo tiene claro y ha perfeccionado su estilo propio en base al territorio, tiene mucho que ofrecer al mundo. Si no es así, los vinos tintos frescos y jóvenes van a seguir teniendo buena salida ya que seguirán siendo una alternativa fresca a vinos estructurados. En cualquier caso, si pensamos a corto plazo, los monovarietales gallegos menos conocidos están teniendo una demanda muy alta y cualquier Merenzao, Brancellao, Caíño, Espadeiro o Sousón tienen cabida en un mercado sediento de novedades. Lamentablemente la producción de estos vinos solo está al alcance de unas pocas bodegas ya que contamos con poca superficie de estas variedades minoritarias. -Tenemos muchas referencias y bodegas, pero la tendencia, sin embargo, es que mayoría de la producción vtícola gallega se concentre en muy pocas variedades: albariño, godello, mencía y treixadura. ¿Estamos perdiendo la riqueza varietal de los vinos gallegos? La diversidad genética ha sido reflejo de nuestra identidad territorial donde se combina el clima, suelo y cultura (minifundismo, dispersión demográfica, sistema de herencias…). Los cambios en hábitos de consumo y las fluctuaciones demográficas influyen más que nunca en el sector vitivinícola. Por suerte, somos más conscientes que nunca de ello y tanto las instituciones como los viticultores, bodegas, comerciales y sumilleres apostamos determinadamente por mantener nuestro patrimonio enológico. Aunque la vorágine de crecimiento y de valor que ha vivido Galicia desde principios de siglo ha podido hacer que muriésemos de éxito, el minifundismo en gran medida ha servido como contrapartida de una crecimiento desaforado. Aunque ha habido bodegas pioneras, poco a poco son más las que empiezan a comercializar monovarietales y vinos parcelarios.
“Cada vez se buscan clones de ciclos más largos para saltar los picos de calor del verano e intentar mantener la frescura tradicional”
La recuperación de variedades ancestrales es una tendencia internacional, pero ya no es suficiente, ya no con objeto comercial, sino como una herramienta de lucha contra el cambio climático. La vanguardia de la viticultura está volviendo desde hace 10-15 años a la selección masal y a ampliar la diversidad clonal dentro de las mismas variedades. Cada vez se buscan clones de ciclos más largos para saltar los picos de calor del verano e intentar mantener la frescura tradicional, tal y como se está haciendo en zonas como Bourgogne o Champagne. -Precisamente, en la edición de este año, incluyes una recopilación de sinonimias y homonimias rescatadas del olvido, con más de 300 nombres de uvas gallegas. ¿Por qué decidisteis realizar este trabajo y que conclusiones sacasteis? ¿En que zona vitícola recogisteis más riqueza léxica tradicional en gallego? Ese glosario lo incluimos hace 3 ediciones aunque intentamos actualizarlo cada año y para nosotros era importante. Las sinonimias hablan de variedad pero también de territorio ya que una uva que ha sido bautizada con un nombre distinto, está inexorablemente vinculada a ese espacio geográfico. Muchas veces los nombres hablan del comportamiento de la uva en una zona, otras de la persona que la introdujo y a veces de los vinos resultantes, todo esto es una información valiosísima para ayudarnos a interpretar la diferenciación y el valor añadido de un territorio vitivinícola.
 El Ribeiro es una comarca muy rica en sinonimias y homonimias relacionadas con la viticultura
La verdad es que hay muchas zonas con una gran diversidad de nombres, cambiando incluso de un pueblo a otro. El Ribeiro es una comarca muy rica en sinonimias y homonimias dada su historia, diversidad varietal y minifundismo. -La Guía de Vinos, Destilados y Bodegas de Galicia 2024 también publica un novedoso árbol genealógico de algunas de las principales variedades ancestrales de Galicia. ¿Que variedades de vid se puede decir que tienen su origen en el territorio gallego? ¿El albariño tendría su origen en los tierras del Rhin como apuntan algunos expertos?¿Y el Mencía sería una variedad originada en la Meseta? Casi todas las variedades de vid de Galicia están genéticamente vinculadas al noroeste peninsular. La mayoría están genéticamente interrelacionadas y su distribución se acota a esta esquina de la Península Ibérica con pequeñas excepciones más viajeras. Respecto al albariño, hace años que está demostrado que no tienen genéticamente ninguna relación. Son pocos los parentescos que podemos encontrar de la Albariño más allá de ser el padre de 16 variedades entre las que se encuentra la Caíño Branco y de tener algunos marcadores genéticos afines a la Gros Manseng. Lo que sí está claro es que en la excavación arqueológica de O Areal (Vigo), en un trabajo coordinado por la Misión Biológica de Galicia, se encontraron pepitas de uva muy relacionadas morfológicamente con la uva albariño datadas del siglo I-III, por lo que actualmente se considera un ancestro del albariño durante su proceso de domesticación.
“Tanto la variedad Albariño como la Mencía tienen su origen en Galicia, en el Noroeste Peninsular”
Respecto a la Mencía, se llegó a decir que tenía parentesco con la Cabernet Franc, pero la genética lo desmiente una vez más. La ciencia ha demostrado que es un cruce entre la Alfrocheiro (Albarín tinto, Tinta Serodo…) y la Patorra, ambas variedades del noroeste peninsular. -¿Como está siendo la acogida de esta edición? La verdad es que fantástica. Todos los años podemos sacar al mercado 1.500 unidades y el apoyo que sentimos de todo el sector es abrumador. Con cada edición llegamos a más gente y aportamos nuestro granito de arena para hacer que el vino de Galicia sea reconocido nacional e internacionalmente.
“El sector del vino en Galicia vive un momento de esplendor, pero tenemos importantes retos y amenazas”
-Podemos decir que vivimos un momento dulce para el sector del vino en Galicia, pero no siempre fue así. ¿Que errores debemos evitar para mantener e incluso incrementar el prestigio y la demanda -precio- de los vinos gallegos? Hay que evitar los caminos cortos y no caer en el conformismo. Ahora mismo Galicia vive un momento de esplendor, pero conviene no dejarnos deslumbrar por las luces, hay retos y amenazas que requieren atención: el cambio climático, el relevo generacional, las enfermedades de la vid, las tendencias del mercado… Si no se desarrollan estrategias corporativas y operativas en todos los frentes, no estaremos preparados para los cambios que se avecinan. Hay que entender todo el sector desde una perspectiva empresarial y  desarrollar una estrategia comercial más proactiva.

«En Australia un vino natural con características similares al mío tiene un precio de 700 € por botella»

Raquel podando sus viñas. Foto: CRDO Valdeorras

Hablamos con Raquel Vizcaya, viticultora de O Bolo, en la Denominación de Origen Valdeorras, que elabora vino de manera totalmente natural, recuperando la manera tradicional ancestral gallega. Su proyecto formó parte de la XI edición del Programa de Apoyo al emprendimiento de Empresas Agroalimentarias de la Fundación Juana de Vega.

¿Cómo surgió este proyecto y tu relación con la viticultura? Soy hija de labradores, de la tierra, del policultivo de autosuficiencia alimentaria basado en la huerta y en la viticultura, hija de un pueblo labrador donde se producía todo lo necesario todo el año, y donde aún recordamos el ganado en todas las casas, y el cultivo de cereales que ahora se recupera en Lugo, los castaños, la siega de la hierba, los pastos de los que también ahora presumimos en Galicia. Tengo formación en economía, laboral y empresa familiar, con la idea de hacer algo desde nuestra casa, desde nuestro origen... Se va produciendo el relevo generacional.

Soy autónoma agraria en tierras cedidas por mis padres. En la cuestión del vino natural, de la bodega, lo que hacía el vino en la casa era mi abuelo, le dejó el legado a mi padre y luego a mi hermano. Y cogí yo el relevo en bodega porque me di cuenta que a ellos realmente no les gustaba el vino, yo sí que soy amante del vino, así que cogí yo el relevo y en ese proceso, bebiendo vinos, me di cuenta de que el vino no sentaba del todo bien y alguien dejó caer que era por los arreglos q se le hacían al vino, y entonces recordé que el abuelo hacía vino sin echarle nada más que uva, 100% natural, y fue más adelante, cuando comenzaron usar aditivos y mecanismos correctores. Entonces empecé elaborar con el sistema tradicional de mi abuelo, solo uva y fermentación alcohólica, y el vino salió mucho mejor. Lo probaron varios sumilleres y me animaron a crear un vino de autor.

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Ahora mismo vender uva me da una estabilidad económica y crear una empresa sería cómo dejar un legado para mis hijos, algo que aunque me pasara algo quedaría ahí el negocio, con sus clientes y ventas, una empresa. Soy viticultora de Valdeorras, vendemos uva a las diferentes bodegas, y una pequeña parte de la producción (principalmente de las viñas viejas) es para vino de la casa de autoconsumo.

Ahora mismo vender uva me da una estabilidad económica pero crear una empresa sería como dejar un legado a mis hijos

¿En qué fase se encuentra ahora? ¿Qué características tienen las viñas?Ahora mismo estamos en los trámites para crear la marca y la bodega, pero esto lleva un tiempo, espero conseguirlo en un plazo de 6-12 meses. Estoy yendo a ferias para presentar el vino y que la gente lo vaya probando y conociendo.

En este momento estamos trabajando unas 6 hectáreas, la mitad de viñas viejas tradicionales, en vaso griego, sin espaldera y sin alambres, plantadas en los años 40. Estas viñas son cedidas por vecinos que ya no podían seguir trabajando o murieron y tienen diferentes variedades: godello, garnacha, xerez, mencía, … La otra mitad son venías más nuevas, típicas de la profesionalización de esta zona en los años 80-90 fundamentada en el proyecto Revival, godello y mencía, donde puedes meter el tractor y el sistema de conducción es con espalderas de alambre.

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Se trata de una zona granítica y con losetas muy viejas y blandas… es un cultivo de secano total con muy poca profundidad de tierra, unos 30 centímetros. La mayoría están en bancales y pendientes bastante pronunciadas. La idea es dar de alta nuestra bodega familiar, y hacer una pequeña reforma de acondicionamiento, “ponerla más bonita”. En cualquiera caso el peso del negocio está en las venías de godello con las que vendemos uva pero realmente yo elaboro el vino de la casa (el que quiero comercializar) con las viñas viejas, pues tienen otro matiz.

¿Qué objetivos persigues a corto y largo plazo? A corto plazo crear la marca de vino y dar de alta la bodega, espero que en un plazo de 6-12 meses pueda conseguirlo. Al mismo tiempo dar a conocer mi vino yendo a ferias de vino y artesanía. A largo plazo ir creciendo poco a poco hasta llegar al punto de poder gestionar las viñas que vayan quedando abandonadas en la zona, trabajar para entrar y consolidar nuestra posición.

¿Valoras obtener el certificado ecológico o algún etiquetado distintivo? El ecológico es imposible que lo consiga porque estoy rodeada de viñas que no trabajan en ecológico… Tendría que comprar todas las viñas anexas o convencer a todos los vecinos que trabajen en ecológico, no lo veo viable en esta zona, pues está muy profesionalizada.

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Me interesa algún certificado que respalde lo que yo hago, y en ese sentido pienso que lo que mejor se adaptaría sería alguno de biodinámica como el DEMETER, pero es un tema que investigaré en profundidad en la altura de la vendimia y en otoño.

Aldea de Raquel Vizcaya en la que se encuentran sus viñas

¿Qué características y peculiaridades tiene vuestro vino y vuestra zona? Mi vino es totalmente diferente porque es totalmente natural en todo el proceso. Se trata de un vino natural, sin aditivos, sin correcciones de ningún tipo, sin filtrado, sin aclarado….Que además aguanta, ya comprobé que puede viajar. Es un vino que considero alimento, que te va a sentar bien, te va a gustar y que tiene unas características bien diferentes e intensas. Es un vino que te dura, que te pide beber lento, que sacia más, tiene mucho más cuerpo y es más denso, con un olor y un color más intenso. El blanco coge tonos dorados a veces incluso color barro, y puede llegar casi al color naranja, de ahí que se considere dentro de los orange wines. Son vinos salvajes y con alma, biodinámicos, fruto de trabajar con los ciclos lunares, las estaciones, las constelaciones… Todo esto condiciona la manera de trabajar dependiendo de la fase. Se trata de seguir unas normas no escritas, hacer un montón de trabajo simultáneo para no tener que ir tan constantemente a la venía, con este sistema al final llevas menos trabajo y gastas mucho menos en productos.

Mi pueblo está entre la zona de cabeza de Manzaneda y Peña Trevinca, vivo en el encuentro entre el río Xares y Bibei, una zona muy especial, con unas condiciones climáticas peculiares, donde se mezcla un clima más mediterráneo con un clima más de montaña. Se podría decir que somos una subzona de Valdeorras, que es algo que se había previsto hacer oficial pero finalmente no se crearon esas subzonas, pues es muy costoso y lento cambiar los reglamentos de las DO… Es como el tema de los espumosos y rosados, que llevan años intentando introducirse en la DO y no hay manera. A mí lo de las subzonas me parece un tema muy interesante y otras DO contemplan esta posibilidad, como la DO Rías Baixas. Para mí claro está que existe una unidad territorial entre O Bolo, Viana do Bolo y A Veiga, era lo que se iba a llamar Terras de O Bolo pero no se llegó a finalizar ese proyecto de comarca por falta de acuerdo entre los ayuntamientos. Es una zona con muchos bosques, castillos medievales y una larga tradición del cultivo del cereal que se está perdiendo.

¿A qué mercados te diriges? ¿Cómo es la comercialización y precio media? Me dirijo al cliente final directamente, al consumidor, premiando que vengan a buscarlo aquí a la casa, para que vea como produzco y puedan probarlo antes. También busco sumilleres e intermediarios profesionales especializados en vinos naturales. Mi objetivo final no es que el precio sea más elevado, porque lo considero alimento y quiero que todo el mundo lo pueda comprar, en Australia un vino natural con características similares al mío tiene un precio de 700 € por botella.

¿Qué características tiene vuestra bodega? Es una bodega tradicional, con unas muy buenas condiciones para elaboración y conservación del vino. Estamos preparando más acondicionamiento, lo que se sería ponerla más bonita. Está medio enterrada y tiene unas condiciones de frío muy interesantes que serían muy difíciles de replicar en otra bodega y que le dan un toque especial al vino. Estamos produciendo unos 1000 L de vino por temporada y pensando en no crecer mucho… Para conservar la calidad y diferenciación de nuestro vino sin aditivos añadidos, sin correcciones, salvaje, con alma...palpable en su cuerpo y en su color intenso y brillante... Intentando seguir atrapando la tierra de la losas con sus laderas y riberas, y climas … En cada trago…

¿Cómo son las tareas de mantenimiento de las venías y cuantas personas trabajáis? Trabajamos las viñas como se trabajaron siempre, con el saber heredado, y con practicas ecológicas y biodinámica. Se trata de seguir unas normas no escritas, hacer un montón de trabajo simultáneo al son de la luna y de las estrellas para no tener que ir tan constantemente a las fincas. Con este sistema al final llevas menos trabajo y mejores resultados. Hago trabajos combinados con mi hermano, nos ayudamos mutuamente, y también con otros vecinos, aquí aún funciona mucho ese sistema. Aquí se emplea mucho lo que llamamos podas de futuro, no tanto pensando en la producción de este año, pensamos en los siguientes años, conformando la cepa para que aguante y dure muchos años. No abonamos en superficie, sino que hacemos gavia profunda. Tampoco empleo herbicidas, ni insecticidas. Trabajo sobre todo con azufre y cal y a veces sulfato de cobre pero muy poco y muy puntual. Hago mucha poda en verde, y la clave de mi producción es la gestión de la vegetación y del follaje, haciendo que circule el aire por dentro de la cepa y le entre el sol por todos lados. Y como todo, mucho amor, pasión y concentración en el que hacemos.

¿Qué procesos tenéis mecanizados o digitalizados? ¿Qué perspectivas tienes? Las viña que están en espaldera son nuevas plantaciones de los años 80-90 y son viñas donde se puede meter el tractor y hacer labores mecanizadas sin problema. En las viñas viejas en vaso no tanto, hay más trabajo a mano, mucha hoz y azadón… Con el paso de los años intentamos reducir el laboreo y está funcionando, mantener más el suelo, conservarlo, y con él toda la vida alrededor de él.

A nivel de enfermedades, ¿cómo afecta la localización y tipo de viticultura que hacéis? Intentamos tener control de las enfermedades desde el conocimiento del ciclo y condiciones de vida de los hongos. El año pasado hubo una plaga tremenda en la Galicia de hongos por las lluvias y humedad en épocas concretas, y claro, ainda quedan muchas esporas por las hincas que están esperando para crecer tan pronto comience la primavera... Finalizar la poda y hacer poda en verde, iniciar ya la gestión de follaje, conseguir abortar los posibles inicios.

Intentamos tener control de las enfermedades desde el conocimiento del ciclo y condiciones de vida de los hongos. El año pasado hubo una plaga tremenda en la Galicia de hongos por las lluvias y humedad en épocas concretas, y claro, ainda quedan muchas esporas por las hincas que están esperando para crecer tan pronto comience la primavera... Finalizar la poda y hacer poda en verde, iniciar ya la gestión de follaje, conseguir abortar los posibles inicios de crezca de los hongos, hacer que haya espacio, que circule el aire... Caldos de ortiga, azufre, polisulfuro de calcio, caldo bordelés... trabajar en preventivo, antes de que las plagas crezcan…Mildeu, Tiña… Son de la familia de la viticultura.

Raquel podando su viñedo

¿Cuáles son las principales dificultades y apoyos que estás encontrando? El apoyo y las dificultades vienen del mismo hecho, abrir una vía nueva, siempre implica un extra de trabajo y el ninguneo de parte del sector anclado en la producción más industrializada. Es socialmente complicado, es cómo abrir camino en el monte, encuentras silvas, tojos… pero vas abriendo camino con esfuerzo y ves que también hay fresas. Soy socia de la asociación gallega de viticultura, llevamos años trabajando haciendo para fortalecer el sector vitícola en Galicia, y ahora se abre esta nueva vía que en realidad no es nada nuevo sino recuperar las tradiciones milenarias, que pienso que al final tienen mucha más tradición y conocimiento que la manera de producir intensiva, que no tiene ni 100 años de historia y que está dejando tocadas las viñas por las aradas, podas y productos agresivos. El cultivo natural es una manera mucho menos costosa y agresiva y al tiempo rentable y con un producto de mayor diferenciación.

Me siento segura porque trabajo en el proceso al completo, de principio a fin, desde la venía hasta la copa... Los labradores, el sector agrario, estamos siempre condicionados por un precio acordado por otros. Es preciso romper con eso, conocer el precio y valor de nuestros productos, por el suyo cueste, por sus características.

Los agricultores estamos siempre pendientes de que nos marquen el precio otros. Es preciso romper con eso.

¿Cuál es la situación del viñedo en la comarca? ¿Son habituales casos como el tuyo? En Valdeorras en general hay gente motivada con la viticultura porque está muy profesionalizada, y parte de tradición ya heredada, hay muchos viticultores pero también gente asalariada, gente que trabaja en los viñedos. En los últimos tiempos vinieron nuevas bodegas de fuera que se instalaron aquí con grandes viñedos y la verdad es que mueven puestos de trabajo y están muy profesionalizadas en general.

Pienso que en la viña hay trabajo y hay futuro. Ahora bien, trabajar y elaborar de la manera que yo lo hago es más minoritario, somos pocos...de momento... este mercado está creciendo... tanto en Galicia, como en el resto del mundo…

¿Qué variedades de uva trabajáis? ¿Os interesa decantaros más por tintas o blancas? Cultivamos godello, mencía, garnacha, arauxa… Allí donde lo presentamos gustó mucho. Tuvo muy buena aceptación …Tengo claro que voy a hacer los dos, tinto y blanco. Ahora mismo está de moda el blanco, a nivel internacional, tanto que va hundiendo al vino tinto, muchas bodegas no lo dan vendido. Y aun así creo que el tinto gallego es inimitable e incomparable, muy muy especial.

El tinto gallego es inimitable e incomparable, muy muy especial

¿Cómo valoras la formación impartida por el programa de apoyo de la Fundación Juana de Vega? ¿Cómo la conociste y por que decidiste apuntarte? Conocía la Fundación desde la universidad como referente del emprendimiento agroalimentario. Llevaba tiempo dando pasos en la elaboración de vino natural y presenté el proyecto para enfrentar mis pruebas en el marco de trabajo de la equipa de marketing, mercados, gestión economica...de Juana de Vega. Mi idea era comprobar que los números daban, que podía intentar desarrollar una línea de negocio desde el vino natural, dar ese paso sobre firme, hacer el proyecto más sólido… Y en ese sentido me ayudó muchísimo la parte de marketing e imagen, y sobre todo para conocer mejor mi producto, su valor y su precio.

¿Cómo están viniendo los últimos años? ¿Ves con preocupación el cambio climático? De momento Galicia aún se va librando porque estamos en la zona verde más verde, nosotros lo vemos venir pero de momento no lo estamos sufriendo tanto, de hecho pienso que esto es lo que está motivando que los bodegueros de Rioja, Ribera de él Duero y otras viñas de Castilla vengan aquí… y eso está provocando aquí un exceso de intensidad en la producción… Un poco de abuso de la tierra.

Aquí la mayoría de la gente tiene sobre 2-3 hectáreas y las bodegas vienen aquí a plantar 40, 100 hectáreas… Un desequilibrio pendiente de nivelar… Una de las salidas a la crisis por exceso en la que estamos en el mundo del vino puede ser volver la estas formas de elaborar más tradicionales.

Madrid se rinde a los Tostados do Ribeiro

El C.R.D.O. Ribeiro ha regresado de Madrid totalmente complacido tras participar con una mesa propia con cuatro tostados de los actualmente certificados en el Consejo Regulador en el Salón de los vinos generosos, dulces y fortificados, organizado por Calduch Comunicación en el hotel NH Collection Madrid Eurobuilding el pasado lunes.

Más de 350 profesionales del sector profesional madrileño (catadores, restauración, sumilleres, prensa especializada…) pudieron probar esta auténtica joya enológica y ahondar un poco en el mundo de los Tostados do Ribeiro, un exquisito descubrimiento para muchos de ellos.

El Tostado do Ribeiro es un vino naturalmente dulce de larga tradición en la D.O. Ribeiro. Para su elaboración únicamente se utiliza el mosto procedente de la selección de las mejores uvas autóctonas convenientemente pasificadas a cubierto y únicamente con ventilación natural. Su producción es muy pequeña (apenas alcanza el 1% de la producción), compleja y laboriosa, resultando una auténtica joya de la enología de características únicas. En la cata, estos especiales vinos se muestran como vinos dulces intensos, complejos y peculiares. Se perciben en ellos aromas de frutos secos y confitados, miel, flores amarillas, dulce de membrillo, piel de naranja confitada. Se trata de vinos muy concentrados con buen equilibrio entre acidez y dulzor, untuosos, aterciopelados y muy persistentes en el paladar.

Juan Manuel Casares Gándara, presidente del C.R.D.O. Ribeiro, comenta que “El Tostado do Ribeiro constituye una manifestación más del patrimonio cultural y enológico de esta enocomarca. Es un vino histórico que, aunque con limitados volúmenes de producción, adquirió en el siglo XIX una gran fama. Las mejores uvas de variedades autóctonas (principalmente Treixadura) se sometían a un proceso de secado, de mínimo tres meses, en locales con ventilación natural hasta llegar a la cuasipasificación de la uva. Posteriormente, se procedía a su prensado y a la fermentación. A continuación, el vino maduraba mínimo medio año en barricas de roble o cerezo antes de su consumo y otros tres meses de afinado en botella.”

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Claves para entender los cambios en el etiquetado del vino

Actualmente, los reglamentos del vino exigen que el etiquetado incluya una información obligatoria, que se puede combinar entre etiquetado físico y digital. A través de la plataforma Vitivin, Sara Rius, directora de Rius&Rius Assessors, ofreció una charla para abordar los cambios del etiquetado de vinos y bebidas aromatizadas a base de vino. Rius recordó que los reglamentos vienen desde 2011, “cuando ya era obligatorio que todos los productos alimentarios incluyesen la lista de ingredientes y la declaración nutricional”. Sin embargo, hasta 2021 no se incluyeron las bebidas alcohólicas a esta regulación. La experta aclara que no habrá prórrogas, puesto que pasaron dos años de transitoriedad, y actualmente están pendientes de que la Comisión Europea aclare algunos “conceptos que están en el aire”. Datos que se deben incluir en el etiquetado físico. Imagen de la presentación en la plataforma Vitivin Hay menciones obligatorias que ya debían figurar en el mismo campo visual, como son: categoría/DOP/UPG, grado de alcohol, procedencia, embotellador y volumen nominal. En el caso de espumosos, en este espacio también debe aparecer el contenido de azúcar; y en el de gasificados la adición de híbrido carbónico. A esto, con el nuevo reglamento, se añade el valor energético, la declaración nutricional, alérgenos e ingredientes. Ante la posible duda de qué es un ingrediente, Rius recurre a la definición que se incluye en la Ley: “Cualquier substancia o producto, incluidos los aromas, aditivos alimentarios y las enzimas alimentarias y cualquier constituyente de un ingrediente compuesto, utilizado en la fabricación o la preparación de un alimento y que siga estando presente en el producto acabado. Los residuos no se consideran ingredientes”. Los que se deben incluir son: proteína, hidratos de carbono, grasas, fibra, sodio y todas las vitaminas y minerales. Se pueden indicar con una analítica; con factores de conversión a base azúcar, alcohol y otros parámetros (se emplean fórmulas) y con valores medios conocidos o efectivos de los ingredientes utilizados. Otra información que debe aparecer en el etiquetado es el tipo de uvas utilizadas, si se utiliza mosto de uva concentrado y los alérgenos (que tienen que figurar en la etiqueta física). “Los alérgenos deben aparecer de una manera llamativa, en negrita, con otra tipografía o en otro color, para que destaque”, recalca. Además, también se incluyen los aditivos, que aparecen clasificados por categorías (reguladores de acidez, estabilizadores…). “A veces, según el lote pueden variar, por lo que se da la opción de indicar “pueden contener” para así no variar en cada lote”. Por el contrario, los coadyuvantes tecnológicos no se tienen que declarar a menos que causen alergias o intolerancias, por ejemplo, la levadura y las bacterias son auxiliares tecnológicos y por tanto no es necesario declararlos. En cuanto al valor energético, en la etiqueta física se permiten tres opciones: Utilizando únicamente palabras y símbolos; palabras, símbolos e imágenes; por último, presentando por proporción o unidad de bebida.

Etiquetado digital

Hay dos opciones para el etiquetado. Por un lado, está que toda la información se incluya en la etiqueta física; por el otro, que en la etiqueta física se indiquen los alérgenos y el valor energético, además de un QR que lleve a una lista completa de ingredientes y la declaración nutricional. Datos que se deben incluir en el etiquetado digital . Imagen de la presentación en Vitivin En la opción del etiquetado digital, el código QR debe estar en el mismo campo visual que otras menciones obligatorias, contener la información en el idioma del país de comercialización y estar disponible durante toda la vida útil del producto. Además, está prohibido que la plataforma utilizada recopile o haga seguimiento de datos del consumidor, ni que se utilice para ofrecer información comercial o de la bodega. Se pueden utilizar tres enfoques: un código QR estático (no puede modificarse), dinámico con opción de redireccionamiento futuro y utilizar un dominio propio para los códigos QR, incluida la función de redirección dinámica.

La composición de los vinos de O Ribeiro: análisis y oportunidades

Un estudio realizado por la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega-Agacal), las universidades gallegas y otros centros estatales aborda el análisis de vinos de O Ribeiro para conocer más sobre su composición y las oportunidades que se le presentan, al tener mayor información sobre su perfil químico y aromático. Uno de los ejes de este trabajo fue evaluar la composición química básica, al tiempo que hicieron un análisis microbiológico, un proceso realizado desde la Evega. En concreto disponían de 163 vinos blancos y 57 tintos procedentes de bodegas particulares y proporcionados a través del Consejo Regulador de O Ribeiro. Fueron vinos de las campañas entre 2017 y 2022. En este análisis químico evaluaron aspectos como la acidez total y volátil, la presencia de ácido láctico, málico y tartárico, la cantidad de azúcar o el grado alcohólico, entre otras. Uno de los análisis significativos fue el de la presencia de aminas biógenas en los vinos, ya que estas aminas son compuestos nitrogenados derivados de los aminoácidos por descarboxilación, que resultan tóxicas. Algunas de ellas pueden provocar dolor de cabeza, palpitaciones o tensión en las personas más sensibles. Presencia de aminas biógenas en los vinos de O Ribeiro. En los vinos encontraron las aminas putrescina, histamina, tiramina y cadaverina entre otras, pero la amina con mayor presencia fue la putrescina, seguida de la tiramina y la histamina. La presencia de estas aminas se dio tanto en los vinos blancos como en los tintos, siendo el mayor contenido en los tintos. Aunque no hay un límite legal para el contenido de aminas biógenas en el vino, en la Unión Europea hay recomendaciones para el contenido de histamina de no superar entre 2-10 miligramos por litro. Los vinos de O Ribeiro se encuentran por debajo de estos valores.
“Es recomendable escoger bacterias lácticas para la fermentación maloláctica que no produzcan aminas biógenas en los vinos”: Pilar Blanco, investigadora del Evega
“Estas aminas pueden proceder de la propia uva o de la fermentación maloláctica, por eso es recomendable escoger bacterias lácticas que no las produzcan”, explica Pilar Blanco, investigadora del Evega y coordinadora del proyecto.

Recomendaciones para prevenir alteraciones químicas de los vinos en la bodega

La investigadora Pilar Blanco apunta algunas recomendaciones básicas que pueden ayudar a prevenir alteraciones de origen microbiano en los vinos. -Mantener unas condiciones higiénicas adecuadas en la bodega. - Procurar que la uva entre en buenas condiciones. -Evitar paradas fermentativas procurando tener vinos con una concentración de azúcar por debajo de 2 gramos por litro. -Mantener un sulfitado idóneo, de entre 25 -30 miligramos por litro. -Es importante garantizar una conservación adecuada: mantener los depósitos en lleno, cerrados y a baja temperatura. -Debe realizarse una filtración micróbica de los vinos antes de realizar el embotellado.

¿Quedan residuos en los vinos?

Otro de los aspectos que se abordó en esta investigación es la presencia de residuos en los vinos derivados del uso de tratamientos fitosanitarios en el viñedo. En este sentido, el investigador y profesor de la USC, Isaac Rodríguez Pereiro, reconoce que no existe una legislación sobre los niveles máximos de residuos en vino y tampoco una relación entre la presencia de residuos en el viñedo y los suelos que pueda relacionarse con el vino. “No hay una correlación directa entre residuos en uva y vino, ni entre persistencia ambiental y transferencia al vino”, señala Rodríguez. Con todo, se conocen de forma aproximada los factores de transferencia de ciertos compuestos de la uva al vino durante la vinificación. El investigador apunta que el carácter sistémico, la alta persistencia y polaridad son variables que favorecen el paso de residuos de la uva al vino. Concentraciones medias y valores máximos para residuos de fungicidas e insecticidas en vinos de la D.O.P.-Ribeiro. La mayor parte de los compuestos encontrados en el vino son residuos de fungicidas (55%), seguidos de residuos de insecticidas (29%). Aun así, como señala Rodríguez, los valores máximos fueron de la orden de 200 nanogramos por mililitro de compuestos como Carbendazim, Dimethomorph, Fluopicolid o Metalaxyl. “Se encontraron niveles inferiores al 10% de niveles máximos de residuos permitidos en uva”, explica el investigador.
“En O Ribeiro se hace un buen seguimiento de las normativas sobre los residuos máximos permitidos y los compuestos autorizados”: Isaac Rodríguez, investigador USC
Al mismo tiempo, también señala que es posible que haya margen para reducir la presencia de compuestos como el Metalaxyl, pero “en general, en O Ribeiro se hace un buen seguimiento de las normativas sobre los residuos máximos permitidos y los compuestos autorizados”, explica Rodríguez.

El perfil aromático

Al igual que analizaron su composición química, la investigación también abordó la evaluación de la composición aromática de estos vinos. De esta labor se encargó la investigadora del CSIC, Mar Vilanova de la Torre, en el Instituto de Ciencia de la Vid y del Viño – ICV de la Rioja. En total, analizaron 145 muestras de vinos de diferentes añadas (2017-2021) y de los valles del Avia, Miño y Arnoia. Todos ellos los evaluaron en el año 2022, por lo que algunos de los vinos tuvieron una evolución en la propia botella desde el 2017, mientras otros habían sido embotellados solo unos meses antes. De este análisis se muestra que los vinos del año 2017 y 2018 en blancos y el 2018 y 2020 en tintos fueron los de mayor concentración de compuestos aromáticos. En el año 2018 se dio la mayor concentración de terpenos y C13-norisoprenoides, tanto en vinos blancos como tintos. “Estos compuestos primarios proceden de la uva y es muy interesante que estén en grandes cantidades, puesto que aportan aromas florales y afrutados a los vinos”, explica Vilanova.
“Los vinos blancos y tintos del valle de Arnoia contienen mayores concentraciones de compuestos volátiles responsables del aroma”: Mar Vilanova de la Torre, investigadora del CSIC en Logroño
Además, a nivel de valles, los vinos blancos y tintos del valle de Arnoia contienen mayores concentraciones de compuestos volátiles responsables del aroma, caracterizados por la mayor parte de las familias de compuestos. “En los blancos se encontró una mayor concentración de terpenos y C13-norisoprenoides en el Valle del Avia y en los tintos en el Valle del Arnoia”, explica la investigadora.

En la búsqueda de la huella dactilar de los vinos del Ribeiro

El proyecto se completó con el desarrollo de una herramienta innovadora para la protección de la marca. “Queriamos tener una herramienta que ayude a controlar el canal de producción y distribución del vino y ofrecer así una trazabilidad completa al cliente, al tiempo que se protege la marca”, explica Eva López Rituerto, responsable del Laboratorio de RMN de la Estación Enológica de Haro, en la Rioja.
Desarrollan una herramienta para establecer una huella dactilar de los vinos que permite comprobar el origen y mostrar su trazabilidad
Este método echa mano de una muestra de vino con la que se obtiene un espectro tan complejo que se conoce como huella dactilar del vino. Estos espectros se usan para construir modelos de origen y variedad, con los que se comprobará la coherencia de los vinos. Este método ofrece una vía para evitar fraudes en compras a granel de vino, en el etiquetado o en el proceso de elaboración del vino. “Es preciso que los vinos de la base de datos sean autentificados primeramente por el Consejo Regulador, de manera que se pueda tener una comparativa válida”, explica la experta. Aunque en esta primera fase solo trabajaron con un modelo para la identificación de vinos blancos, buscan extender el uso de esta herramienta y contar con modelos también para los tintos, de manera que se puedan identificar los vinos de la DO Ribeiro.

Técnicas para reducir el grado alcohólico y el pH del vino

“En los últimos años se ha comprobado una tendencia al aumento del grado medio del vino y, aunque es más difícil tener datos, también se observa un incremento del pH”, reconoce el catedrático de la Facultad de Enología de la Universidad Rovira y Virgili y presidente de la comisión de enología de la Organización Mundial del Vino (OIV), Fernando Zamora. Desde los años 90, en algunos de los principales vinos se ha detectado un incremento del grado medio de alcohol que, en algunos casos como el Burdeos, ha sido significativo, pasando de unos valores medios de poco más de 12,5 grados en la década de los 90 a situarse por encima de los 13,5 en 2019. Evolución del grado medio en el vino desde 1990. Lo mismo ha ocurrido con el pH de los vinos. Así lo demuestran los datos históricos como los manejados sobre los vinos en Australia entre los años 1987 y 2014. En el caso de los vinos tintos han pasado de un pH medio de 3,42 a situarse en 3,62 y en los blancos se ha incrementado de 3,21 a 3,31. No es una realidad aislada, ya que tal y como apunta Zamora, en los vinos de la DOC Rioja durante los últimos años se aprecia una tendencia al alza similar, sobre todo a partir de los años 50 del siglo pasado. Así, se ha pasado de un pH medio de 3,30 a situarse por encima de los 3,8. Evolución del pH en los vinos de la DOC Rioja durante el último siglo. Detrás de este incremento tanto del pH como del grado alcohólico de los vinos se encuentra el calentamiento global derivado del cambio climático, pero también al cambio de tendencias en las elaboraciones en la bodegas. “Queremos vinos con una maduración fenólica completa y eso en ocasiones provoca que se retrase más de lo debido la fecha de vendimia, lo que conlleva un incremento del grado alcohólico probable y del pH”, indica Zamora.
El calentamiento global está provocando un creciente desequilibrio entre la madurez tecnológica y la madurez fenológica y aromática
Uno de los principales efectos del calentamiento global en los viñedos son las variaciones en la vendimia. “Se observa un creciente desequilibrio entre la madurez tecnológica y la madurez fenológica y aromática”, explica el experto. De ese modo, si se cosecha antes de que se produzca la madurez en los vinos tintos se produce astringencia, amargor y poco color. Sin embargo, si se espera la madurez completa el grado alcohólico y el pH pueden dispararse y resultar demasiado alto, con una acidez total demasiado baja. “Vendimiar antes no es la solución, ya que entonces resultan vinos herbáceos, amargos, astringentes y carecen del necesario aroma y boca”, justifica Zamora.

Inconvenientes de un grado alcohólico y pH altos

Obtener vinos con un grado alcohólico y pH altos pueden conllevar una serie de inconvenientes en bodega. “Es evidente que existe la necesidad de elaborar vinos de menor graduación o incluso sin alcohol y con un menor pH”, reconoce el experto. Zamora recoge algunos de los principales escolles que produce tener altos estos valores. En el caso del grado alcohólico, los principales inconvenientes son: - Dificultades en la fermentación alcohólica y maloláctica. -Se obtienen vinos con una acidez volátil más alta. -Algunos atributos de aroma y sabor del vino quedan enmascarados por el exceso de alcohol. -Los vinos pueden resultar desequilibrados, especialmente cuando la temperatura de servicio es alta. -Algunos países penalizan a los vinos que tienen un grado alto de alcohol, con impuestos más elevados. -La presencia de un alto contenido de alcohol en la etiqueta a menudo también desanima a algunos consumidores potenciales que prefieren beber de manera más ligera. -La aplicación de técnicas para reducir el contenido de etanol requiere mucho tiempo, es costosa y puede afectar a la calidad del vino. En cuanto al incremento del pH, las consecuencias más directas son: -Menor efecto antiséptico del dióxido de azufre. -Resultan vinos con menos color. -Se produce una mayor oxidabilidad de los antocianos. -Hay un mayor riesgo de desarrollo de microorganismos problemáticos. -En general, son vinos más frágiles. Para reducir tanto el grado alcohólico como el pH de los vinos se plantean posibles estrategias como el traslado de los viñedos a zonas de mayor altitud, la selección de variedades y clones que maduren más tarde, así como la adaptación de técnicas de cultivo y en bodega a la nueva situación climática. Zamora apunta algunos de los principales procedimientos que se pueden llevar a cabo para tener valores más bajos:

Técnicas para reducir el grado alcohólico

• Técnicas microbiológicas para la reducción del grado alcohólico.

Se trata del empleo de levaduras seleccionadas mediante estrategias evolutivas con una menor producción de etanol y que produzcan ácido láctico. Uno de los trabajos realizados siguiendo esta técnica por el investigador y utilizando vino Merlot consiguió una reducción de entre 0,7 y 0,8 grados. “No es una gran reducción, nunca se conseguirá reducir más de 1 grado o 1,5 grados, pero esta reducción puede marcar la diferencia en algunos vinos y también de cara al consumidor”, detalla. También llevaron a cabo el mismo trabajo con Garnacha tinta consiguiendo una reducción similar. Reducción de grado alcohólico en Merlot. Otra de las técnicas de este tipo es la utilización de Lachancea thermotoleras mediante una inoculación secuencial que permita aumentar la acidez de los vinos tintos. Resultado del empleo de Lachancea thermotoleras. El uso del ácido fumárico (ácido trans-Butenedioico), conocido como el aditivo alimentario E297 es otra de las alternativas. Se trata de un aditivo muy empleado en el sector de la alimentación, muy seguro y que resulta un gran inhibidor de la fermentación maloláctica del vino y además puede ser útil para reducir los niveles de dióxido de azufre. “Es una muy buena alternativa para los vinos espumosos al conseguir evitar la fermentación maloláctica y así mantener su frescor”, reconoce Zamora. Inhibición realizada con ácido fumárico.

• Técnicas físicas de desalcoholización.

Uno de los métodos utilizados es la ósmosis inversa, que consiste en ejercer una presión superior a la diferencia de la presión osmótica entre el vino respecto del agua. Se puede hacer tanto en mosto como en vino, aunque en mosto implica unas pérdidas de volumen importantes. “Hay que tener en cuenta que en el mosto por grado probable de alcohol que queramos reducir estaremos eliminando un 7% del volumen, mientras que si lo aplicamos en el vino por cada grado hay unas pérdidas de volumen del 1%”, detalla el experto. Proceso de ósmosis inversa en vino. En base a algunas de las investigaciones realizadas con esta técnica con vinos de las DO Penedès y Priorat consiguieron una reducción del alcohol de entre 1 y 2 grados. Con esta técnica solo se vieron diferencias significativas en el contenido de alcohol y solo en algunos casos hubo variaciones mínimas de acidez. “Si la desalcoholización se hace de forma adecuada no hay grandes diferencias en los vinos y resulta realmente difícil saber en cata cual es el vino desalcoholizado”, reconoce Zamora. Resultados de desalcoholización parcial por ósmosis inversa. Solo el contenido de alcohol se ve reducido de forma significativa. En cuanto a las técnicas evaporativas para conseguir reducir el grado de alcohol de los vinos, la más utilizada es la columna de conos rotativos. Tal y como su nombre indica se trata de una columna de conos que giran y que provocan una temperatura moderada (30-35 grados) y al aplicar el vacío se consigue la evaporación incluso completa del alcohol mientras que los aromas se pueden recuperar mediante condensación selectiva y volver a introducirlos en el vino. El mayor inconveniente de esta técnica es que el alcohol que se extrae no es puro a diferencia de lo que ocurre con técnicas como la ósmosis inversa donde se consigue un alcohol de 96 grados. También es una técnica en la que hay unas pérdidas significativas del volumen de vino. Para evitar o al menos reducir las pérdidas de agua en el proceso de reducción del alcohol también se están empleando técnicas como la tecnología Golo, donde la reducción del volumen es menor, que se está utilizando mucho para la elaboración de cerveza. Así, mientras con la columna de conos rotativos las pérdidas de volumen pueden oscilar entre el 22 al 32%, con las técnicas Golo se sitúan entre 12 y 18%.

Técnicas para reducir el pH del vino

A la hora de reducir el pH del vino, Zamora recoge algunas de las técnicas más empleadas, como son el intercambio catiónico y la electrodiálisis. El proceso de intercambio catiónico consiste en utilizar una resina de intercambio, de manera que el vino al cruzar por ella provoca que parte de sus cationes, sobre todo el potasio, queden depositados y se intercambien por protones, lo que deja vinos con un pH más reducido. Otro de los procedimientos usados es la electrodiálisis, una técnica basada en aplicar un campo eléctrico potente al vino, con el que también se consigue esa reducción del pH. Un trabajo realizado con vinos de Australia muestra cómo con ambas técnicas se ha conseguido reducir el pH de los vinos a valores en torno a 3,5 grados cuando se situaban en 4,24 grados. Además, con estos procedimientos se reduce también la presencia de Potasio de valores superiores a 2.000 a situarse en poco más de 1.000 miligramos por litro.

«El consumidor pide Godello o Mencía de Monterrei y eso es fruto del trabajo bien hecho»

Jonatas Gago se convirtió el pasado febrero en el octavo presidente de la Denominación de Origen Monterrei. Gago lleva más de 20 años formando parte del Panel de Cata de la entidad, además de tener una vinculación familiar con la viticultura. De profesión, es maestro de Educación Infantil en el colegio María Inmaculada de Verín. Hablamos con él de los retos que se le presentan en esta nueva etapa, así como sus primeros pasos al frente de la entidad, donde ya asumió entre otras labores, la organización de la reciente Feria del Vino 2023. -Tu vinculación al Consejo Regulador, como miembro del panel de cata, ¿te ha ayudado a la hora de tomar la decisión de optar a presidir la D.O? ¿Qué te impulsó a dar este paso? -Fueron muchos los argumentos que me impulsaron a dar este paso, desde el apoyo familiar, algo fundamental, hasta mi vinculación con el Consejo Regulador, entre otros. Llevo más de 20 años formando parte del Panel de Cata de la entidad, pero mi vinculación con el mundo del vino en la comarca es anterior, ya que me crié en una farmacia donde se vendían productos a viticultores y bodegueros, también tenía familiares con viñedos, etc. Pero también fue fundamental el apoyo del sector, de hecho mi elección fue por unanimidad, algo de lo que estoy muy agradecido, ya que me dio mucha confianza y responsabilidad para iniciar mi mandato. -Hace poco más de 6 meses que fuiste elegido como presidente, ¿cómo está resultando esta primera toma de contacto con el cargo? -Los primeros meses fueron de aprendizaje, ya que conocía el Consejo Regulador a través del Panel de Cata, pero no el funcionamiento diario de los órganos de control y gestión. Gracias a mi equipo fui aprendiendo, poco a poco, todo el engranaje de la entidad. También es cierto que no tuve mucho tiempo de reflexión, porque nada más tomar posesión hubo que aprobar los presupuestos, asistir a eventos y organizar la feria del vino, entre otras cuestiones. Digamos que fueron unos meses intensos, pero muy satisfactorios. -En base a tu experiencia como sumiller, ¿cómo ves la evolución de los vinos de la DO Monterrei? ¿Cómo definirías su situación actual? -Creo que la respuesta del consumidor es la mejor confirmación del éxito de los vinos de la DO Monterrei. Elaboramos un producto de calidad diferenciada y el consumidor lo reconoce. Cuando comencé en el Panel de Cata había inscritas tres o cuatro bodegas y en la actualidad son 28. Si la máxima del viticultor y bodeguero no fuera la búsqueda de la calidad y excelencia no habríamos llegado hasta este punto. Estamos en un momento muy dulce, donde la gente no pide Godello o Mencía, sino que pide Godello de Monterrei y Mencía de Monterrei y eso es fruto del trabajo bien hecho.
"El Godello vino para quedarse y aunque también se produce en otras zonas, el contraste térmico existente en Monterrei esculpe una maduración única en el mismo"
-El Godello es un vino que lleva unos años de moda. ¿Qué evolución le atisbas en el mercado? -No debemos hablar de modas, porque las modas son pasajeras. El Godello vino para quedarse. Con el Godello sucedió lo mismo que con otras variedades como el Albariño, Araúxa u otras. Cuando alguien las descubre se enamora de ellas. Es una variedad increíble, con matices aromáticos que la hacen única y que logran que al beber, degustar o catar un vino que tenga esta variedad te enamores de él. Si bien es cierto que el Godello también existe en otras zonas, el contraste térmico existente en Monterrei esculpe una maduración única en el mismo. Son vinos delicados, elegantes y equilibrados. Y también son vinos que no solo se consumen en el año, sino que tienen una gran capacidad de envejecimiento, tal y como estamos demostrando en las diferentes actividades formativas que se están realizando en el Consejo Regulador. Esperamos seguir creciendo en el mercado, tanto en el canal Horeca como en supermercados, hipermercados, etc. y así consolidar el éxito logrado en los últimos años. -De otras variedades que se cultivan en Monterrei, ¿en cuáles ves más potencialidad, bien para vinos plurivarietales o monovarietales? -Todas las variedades tienen un gran potencial, estamos detectando que en blanco se está plantando mucho Godello y en el caso de las variedades tintas, están incrementándose las hectáreas de Merenzao o Sousón. Pero lo importante es que se apueste por Monterrei, por plantar viñedo en el territorio amparado, por generar empleo y fijar población. Nuestras bodegas elaboran grandes vinos tanto monovarietales como plurivarietales, tal y como demuestran los premios y galardones alcanzados en los últimos años y eso es lo que hace único a este territorio, que somos diferentes, singulares y exclusivos.
"Debemos recordar que existe un importante número de consumidores que se decantan por el tinto y eso nuestras bodegas lo tienen claro"
-En cuanto a los tintos de Monterrei, ¿qué peso tienen en la actualidad en la D.O? ¿Cómo crees que evolucionarán los tintos joven en el mercado? -En estos momentos la producción de vino tinto se aproxima al 40%. Las principales variedades tintas son la Mencía y Araúxa (tempranillo), aunque ya hay numerosas bodegas que están elaborando unos excelentes vinos con coupage de Bastardo (Merenzao) y Sousón. Debemos recordar que existe un importante número de consumidores que se decantan por el tinto y eso nuestras bodegas lo tienen claro. Tienen que seguir mimando al consumidor y ofrecerle un producto de calidad y por eso podemos encontrar tanto tinto joven como elaboraciones en barrica, que permiten un amplio número de maridajes y muestran el potencial de guarda que tienen los tintos de Monterrei. -Volviendo a tu reciente nombramiento. Una de las primeras acciones en las que ya tuviste parte fue la presentación del futuro Centro de Difusión del Viño de Monterrei. El Concello acaba de adquirir el inmueble, ¿cuáles son los siguientes pasos que realizaréis? -Consideramos que se trata de un proyecto de mucha relevancia para nuestra comarca. Hasta ahora contábamos con un área de la denominación dentro del Museo Claustro Mercedario de Verín, en el que se podía ver nuestra historia, variedades, túnel de aromas, etc. Pero esto supondrá un salto cualitativo en la difusión del vino, ya que se contará con espacios expositivos, para formación, presentaciones, etc. Constituirá un centro de referencia del vino en la provincia, con la denominación de origen Monterrrei como protagonista único. Estamos a la espera de realizar nuevas reuniones para, poco a poco, convertir este proyecto en una realidad tangible. -Este centro es un buen ejemplo de la simbiosis entre turismo y vitivinicultura, ¿cómo ves la apuesta por el enoturismo desde las bodegas de Monterrei? -Consideramos que el enoturismo es fundamental, ya que no solo es una oportunidad para presentar in situ tu producto, sino para mostrar todo el proceso que conlleva su elaboración, desde el trabajo en la viña hasta la botella. Y eso las bodegas de Monterrei lo entienden perfectamente, de hecho la Asociación de la Ruta del Viño Monterrei, de la que también soy presidente, cuenta con 15 bodegas asociadas, de las 28 que hay en la denominación, es decir más de la mitad. En la última asamblea de esta entidad se acordó estudiar todas la vías para avanzar en este campo, ya que consideramos que la apuesta por el enoturismo debe implicar el máximo número de sectores posibles, bodegas, restauración, alojamiento, empresas de servicios, etc. En los últimos años, se trabajó para consolidar la marca Ruta del Viño Monterrei promoviendo acciones como señalización, creación de una página web o elaboración de material promocional propio.
"Están dándose los primeros pasos para realizar una modificación del Pliego de Condiciones para incluir nuevas elaboraciones y ampliación del territorio amparado"
-¿Qué otros objetivos te marcas como prioritarios como presidente del Consejo Regulador? -Nuestra labor como entidad abarca tanto el control como la promoción. Con respecto a segunda, estamos siguiendo la línea de los últimos años, con la realización de eventos propios destinados a sectores específicos, como el canal Horeca, distribución, medios de comunicación o consumidor final. Todo con la finalidad de mostrar las singularidades de los vinos de Monterrei, darle la oportunidad a nuestras bodegas de abrir nuevos mercados y consolidar los ya existentes, entre otras cuestiones. También seguimos apostando por la participación en ferias vitivinícolas, nacionales e internacionales, como Barcelona Wine Week, Fenavin o Prowein, y estamos trabajando en nuevas iniciativas como viajes de familiarización a nuestro territorio. En el ámbito del control, están dándose los primeros pasos para realizar una modificación del Pliego de Condiciones para incluir nuevas elaboraciones y ampliación del territorio amparado. -¿Cómo valoras la situación de la Denominación de Origen Monterrei a nivel de viticultores y bodegas? -De manera positiva. En este último año se incrementó el número de nuevos viticultores inscritos, un gran número de ellos, jóvenes, algo que consideramos fundamental para la denominación. En el ámbito de bodegas, tenemos constancia de que se sumarán nuevas a este proyecto llamado ‘Monterrei’. Así que no podemos estar más que satisfechos, porque nos encontramos en un sector económico atractivo para la juventud y que esperamos ahora se potencie con la implantación del ciclo medio de FP dual de vitivinicultura y aceites. Estamos en un sector que está generando un importante número de puestos de trabajo en nuestra comarca.
"Es muy interesante y atractivo que grandes bodegas de fuera se fijen en Monterrei, pero hay que ser cautos, porque el crecimiento de la denominación debe ser gradual y garantizando nuestra calidad diferenciada"
-Monterrei no es ajena al proceso de entrada de grandes bodegas de fuera en las denominaciones de origen gallegas. ¿Cómo ves este proceso? -Efectivamente no somos ajenos a eso y aunque lógicamente es muy interesante y atractivo que grandes bodegas de fuera se fijen en Monterrei hay que ser cautos, porque el crecimiento de la denominación debe ser gradual y de este modo seguir garantizando nuestra calidad diferenciada. -¿Cuáles son los principales mercados de la DO Monterrei y en cuáles veis más posibilidad de incremento de las ventas? -Fundamentalmente nuestro vino se distribuye en el mercado nacional, en Galicia, norte de España, áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid, y Levante, tal y como recogen los datos Nielsen. Estamos comprobando que, desde la crisis sanitaria de la Covid-19, nuestras ventas crecieron en ese mercado nacional, ya que se ha incrementado la presencia de nuestros vinos no solo en el canal Horeca sino también en cadenas de supermercados e hipermercados. En el exterior, el producto de la DO Monterrei está presente en países como Alemania, Holanda, Reino Unido, México, Suiza, Japón o Estados Unidos. Nuestro objetivo en el ámbito de la promoción es consolidar los mercados existentes y, como no, ayudar a las bodegas a abrir otros nuevos. -¿Cómo va la evolución de los viñedos esta campaña? -El mes de junio fue complicado por la excesiva cantidad de lluvia que cayó y que obligó a viticultores y bodegas a redoblar sus esfuerzos en los viñedos para frenar la aparición de mildiu y otras enfermedades. Pero lo importante es que se logró controlar y los resultados serán patentes en la campaña de vendimia que acaba de comenzar.
"Nos preocupan los efectos del cambio climático por eso acabamos de firmar un convenio con el Inorde para poner en marcha un proyecto de digitalización y optimización del manejo del cultivo"
-El cambio climático, que deja este tipo de fenómenos meteorológicos extremos, ¿es una preocupación para Monterrei? ¿Es preciso avanzar en las pólizas de seguros de los viñedos? -Desde luego que constituye una preocupación y sería una locura negarlo. Por este motivo desde el Consejo Regulador, con la colaboración del Inorde, se firmó un convenio de colaboración para poner en marcha un proyecto piloto de digitalización y optimización del manejo de cultivo en el ámbito territorial de esta denominación de origen. Esta actuación permitirá instalar estaciones agroclimáticas que permitan a los viticultores el uso de una tecnología de vanguardia a través de la cual obtener información específica sobre su parcela, tenga o no instalada en ella una estación. La información obtenida se podrá integrar en otros sistemas y herramientas, para continuar en una línea de trabajo que haga posible apostar por la sostenibilidad y respeto por el ambiente. Con respecto a las polizas de seguros, somos un territorio vitícola en el que se formaliza un importante número de las mismas, no solo por parte de bodegas sino también de viticultores, ya que son conscientes de los riesgos y consecuencias de los fenómenos metereológicos extremos que pueden ocasionar daños parciales o totales en los sus viñedos. -Hablando un poco del contexto territorial de la DO, ¿Cómo veis la situación agrícola y forestal de la comarca en general? Tenéis problemas recurrentes de fuegos y si quitamos la pujanza del viñedo, una tendencia al abandono de tierras... -En estos momentos, el vitivinícola es el principal referente en el sector agrario comarcal. Y está comprobándose que es un sector rentable, que genera puestos de trabajo y riqueza en el territorio, por eso son cada vez más los que apuestan por él. Así lo creyeron los que definieron el germen de nuestra denominación, a finales de los ochenta y principios del noventa y así lo creemos nosotros. Del campo sí se puede vivir, de la agricultura, ganadería y, por supuesto, de la viticultura. Solo tenemos que creerlo y apostar por eso. -En relación a la DO, ¿ hay alguna demanda que destacarías para las Administraciones? -Una de las principales demandas es la revisión del Registro Vitícola, ya que en los últimos años detectamos errores como la modificación de variedades o superficie, sin que el viticultor lo haya instado. También la resolución de modificaciones del mismo, que llegan a dilatarse un año, lo que genera gran malestar en el sector.

“En cada botella de nuestro vino está también el duro trabajo de la viticultura en la Ribeira Sacra»

El tinto Viña Vella elaborado por la bodega SAT Virxen dos Remedios, de O Saviñao (Lugo), es el mejor tinto de Galicia en este 2023. Conocemos de mano de Juan Carlos Varela Aguiar, responsable de la bodega y uno de los socios de esta SAT cómo trabajan en su día a día para lograr estos buenos resultados. En esta bodega familiar la apuesta es clara por la tradición y por los viñedos, así como su compromiso por contribuir a mantener viva la zona y conservar el patrimonio natural, clave para la producción vitícola. -Sois una bodega familiar, ¿cuéntanos cómo comenzó SAT Virxen dos Remedios? -Comenzamos con el germen de la Denominación de Origen Ribeira Sacra. En aquel momento veíamos que estaban quedando los viñedos abandonados, porque no había salida ni para la uva ni para el vino. Entonces decidimos fundar la bodega para darle salida a nuestra propia uva y al excedente que podían tener los vecinos de estos pueblos alrededor. -¿Cuántos productores formáis la SAT? -En la SAT somos 9 socios, mi madre y todos sus hermanos, un primo mío y yo. Además le compramos uva a viticultores de la zona. Así es que hoy en día estamos trabajando con unos 50 viticultores. El 95% de estos viticultores son gente mayor. Debemos tener unos 5 o 6 que no estén jubilados. Estos viticultores tienen las viñas para autoconsumo y nosotros le compramos el excedente que les sobra. No tenemos ningún viticultor que se dedique exclusivamente a la viticultura. -Os situáis en Diomondi, en O Saviñao, en pleno corazón de la Ribeira Sacra, ¿qué tiene de especial esta zona para la producción de vino? -Cualquiera que se acerque aquí puede ver que lo que tiene de especial, en gran medida, es el paisaje, que junto con la orientación, los suelos que tenemos y las variedades que trabajamos hacen un vino diferenciado con respeto de otras zonas productoras.
“Manejamos unas 4 hectáreas de viñedo, el problema es que están repartidas en más de 40 parcelas y la mayoría tienen accesos complicados”
-¿Qué superficie de viñedo manejáis y con qué variedades trabajáis? -La bodega y los socios manejamos unas 4 hectáreas de viñedo, el problema es que están repartidas en más de 40 parcelas y la mayoría tienen accesos complicados. A muchas de las parcelas podemos acceder solo con tractor y malamente. -Al situarse en bancales con tanta pendiente, ¿cómo es el manejo que hacéis de la viña? ¿Tenéis algún tipo de mecanización en los viñedos o todo debe hacerse de manera manual? -El trabajo en sí de la viña es todo manual, desde la aplicación de los tratamientos, la poda o la vendimia es manual. Solo en algunos casos, en aquellas viñas que tenemos más accesibles, en la vendimia podemos ayudarnos de una carretilla de orugas, el resto de las uvas tenemos que sacarlas cargándolas a la espalda. Todos los trabajos tenemos que hacerlos de manera manual, no tenemos ningún tipo de mecanización posible. En los últimos años y en aquellos viñedos en los que es posible estamos comenzando a echar mano de mangueras para aliviar algo trabajos como la aplicación de fitosanitarios, que se hacía siempre con la mochila cargada a cuestas. Con todo, aún sin el peso del producto, sigue siendo una aplicación manual que requiere mucho esfuerzo físico.
“Dentro de cada botella no solo hay vino, sino el trabajo duro que supone cultivar el vino en este entorno”
A veces la gente no entiende que un Mencía de la Ribeira Sacra cueste más que el de otras zonas, pero hay mucho trabajo duro detrás. Dentro de cada botella no solo va vino, sino el trabajo duro que supone cultivar el vino en este entorno. Los vinos de la Ribeira Sacra es una manera más de conservar el patrimonio. -¿Hubo y hay mucho abandono de los viñedos? -Sobre todo a comienzos de los 80 hubo mucho abandono de los viñedos. Masas forestales que hoy se encuentran al lado de los viñedos en otros tiempos también tenían viñas. Nosotros de hecho, hubo algún viñedo que hemos recuperado. En concreto, tenemos un viñedo singular, que se encuentra en la parte alta de la ladera, al lado de un castro, que había heredado mi padre y que una vez que perteneció a la familia decidimos recuperar. Arrancamos los árboles que había, rehabilitamos los muros de los bancales y la plantamos totalmente de nuevo. Ese trabajo también se hizo de manera manual, sin maquinaria. Hoy en día está quedando más viñedo abandonado del que se recupera, debido al envejecimiento de los viticultores que hay. -¿Cuánto tiempo se prolonga la vendimia y cómo se realiza con estas limitaciones? -La vendimia se prolonga entre 15 o 20 días, pero no por tenerla que hacer en estas condiciones, ya que sino sería cuestión de contar con más gente. Esos plazos son más bien porque la maduración también va siendo paulatina, no maduran al mismo tiempo aquellos viñedos que se encuentran más cerca del río que aquellos que se encuentran a una determinada altura en la ladera, de manera que la maduración y la vendimia son paulatinas. En nuestro caso como elaboramos blanco y tinto, comenzamos siempre antes por el Godello, que es la uva que madura más temprano, para luego ir pasando a las otras variedades, a medida que van alcanzando la maduración óptima. -¿Sacáis algunas de las uvas por el propio río? -No. En nuestro caso la mayor parte de los viñedos están situados en media ladera y llevarlas al río nos resultaría tan complicado como llevarlas a la bodega. Hoy en día es testimonial la uva que se saca por el río, ese era un sistema empleado en aquellos viñedos que se encontraban más próximos y antes de hacerse algunos de los caminos de acceso que hoy hay. -¿Cuánta gente trabajáis en la bodega, tanto habitualmente como en épocas de mayor carga de trabajo? -Durante buena parte del año solemos hacer el trabajo los propios socios. Durante la vendimia empleamos a 5 o 6 vendimiadores.
“Lo que tiene de especial nuestro vino es que cuándo lo bebes te recuerda a la zona”
-El trabajo duro en el viñedo parece que también da sus frutos, este año vuestro Viña Vella Mencía se ha vuelto a coronar como mejor vino de Galicia. ¿Qué destacarías de este vino? -Creo que lo que tiene de especial nuestro vino es que cuándo lo bebes te recuerda a la zona. Se nota que es Mencía y los suelos y la orientación también le imprimen carácter. Intentamos hacer la mayor parte del trabajo en la viña, que la calidad de la uva sea la mejor posible y en la bodega simplemente elaborarlo y reflejar lo que sale de la viña. Es un vino sin artificios, pero franco. -En el caso del blanco Viña Vella optáis por un plurivarietal. ¿Qué variedades tiene y por qué os decidisteis por ellas? -Hace años no era así, pero ahora nuestros blancos están compuestos mayoritariamente por Godello, sobre un 85%. El resto, a partes iguales, es Treixadura y Albariño. Escogemos estas variedades porque son las que tenían nuestros proveedores. Cuando comenzamos, de alguna de las variedades teníamos poca cantidad y decidimos no hacer monovarietales de cada una de ellas y por eso comenzamos a elaborar este multivarietal. Creo que fue una decisión acertada, porque unas variedades se complementan con las otras. Los vinos Viña Vella blanco y tinto que elabora la bodega. // Imagen Iago Seoane. -¿Qué producción tenéis tanto del blanco como del tinto? -Aunque varía en función de la cosecha, en el caso del tinto, en la última cosecha rondamos los 50.000 litros y del blanco tenemos unos 15.000 litros. -Al margen del manejo del viñedo, ¿cómo es el proceso de elaboración en la bodega? ¿Apostáis también por manteneros fieles a la tradición o aquí echáis mano de más tecnología? -Respetamos al máximo posible a uva, para que el vino refleje lo que tenemos en viñedo. Cada vez tendemos más a hacer una elaboración tradicional, pero utilizando métodos y tecnología modernos. Llevamos años trabajando con el enólogo Julio Ponce Mouriño e intentamos acercarnos a los vinos de la zona y a sus características.
“Nuestra producción se vende en Galicia, aunque también exportamos algo al resto de España y a países como Estados Unidos, Alemania o Perú”
-¿A qué mercados estáis dirigiendo vuestros Viña Vella? -Mayoritariamente nuestra producción se vende en Galicia, aunque también vendemos algo al resto de España y al extranjero. Así tenemos también algo de mercado en Cataluña, Baleares y hemos mandado vino a Estados Unidos, Holanda, Alemania, Rumanía o Perú. Son cantidades pequeñas porque también cuesta que nuestros vinos lleguen a mercados donde no son conocidos. -Uno de los retos del campo y sobre todo de la viticultura en zonas como la Ribeira Sacra, que exige uno manejo manual, es la falta de relevo. ¿Cómo os afecta personalmente? ¿Tenéis relevo y encontráis gente para trabajar en la bodega? -El problema es grave. Ya no es que no encuentres gente para la vendimia, sino que para algún trabajo puntual que precises mano de obra como puede ser la poda es casi imposible encontrar gente y menos que esté un poco preparada para trabajar en el viñedo. En cuanto al relevo en la bodega, está un poco complicado, ya que las nuevas generaciones parece que no apuestan, por lo menos por ahora, por el viñedo.
“Cuando comenzamos, nuestra ambición era contribuir a mantener vivo el paisaje y así queremos seguir, aunque no nos hagamos ricos con la bodega”
-Con la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad se veía más cerca el turismo y la viticultura. ¿Vosotros valoráis también acercaros más al etnoturismo y a recibir visitas en la bodega? -Puede ser una salida. Si el turismo se mueve y la economía marcha bien puede haber más posibilidades para que la gente quiera quedarse aquí. También es cierto que en este tipo de candidaturas debiera de contarse más con la gente de la zona, para que después no solo se traduzca en inconvenientes o restricciones para los que habitamos aquí y estamos manteniéndola viva, que haya también ventajas. -¿Qué perspectivas de futuro tenéis a corto plazo en la bodega? -Llevamos años estabilizados en cuanto a la producción que manejamos y ya cuando comenzamos nuestra ambición era contribuir a mantener vivo y preservar el paisaje y el entorno. Nuestra intención es seguir en esa línea, que la bodega de para mantenerse, aunque no nos hagamos ricos con ella.

¿Persiguen crecer en producción y tamaño las denominaciones de origen vitícolas de Galicia?

¿Está entre los planes a corto plazo de las Denominaciones de Origen (DO) vitícolas de Galicia seguir creciendo? Esta fue una de las preguntas que abordaron los representantes de las distintas DOs durante la mesa redonda que los reunió en el marco del I Foro de Uva y Vino celebrado recientemente en Cenlle (Ourense). Sus estrategias y objetivos son diferentes y, aunque todas ellas están poniendo esfuerzos en mantener el crecimiento que ha experimentado a lo largo de los últimos años el sector vitícola gallego, tienen puesta la vista en distintas prioridades. En el Consejo Regulador de O Ribeiro tienen claro que tanto a la hora de fomentar el crecimiento como la internacionalización de los vinos producidos en esta demarcación su papel es como motor y generador de oportunidades para las bodegas que trabajan bajo su amparo. “El Consejo Regulador no está para vender vinos, sino para generar oportunidades que luego puedan aprovechar las bodegas y viticultores ”, reivindica Juan Manuel Casares, presidente de la DO Ribeiro.
“El Consejo Regulador no está para vender vinos, sino para generar oportunidades que luego puedan aprovechar las bodegas y viticultores”
Además, el crecimiento de la producción está dentro de sus prioridades. “Debemos seguir creciendo, aunque tenemos que hacerlo con determinadas cautelas”, apunta Casares. Así, apuestan por un crecimiento en el que no sólo se mire hacia la internacionalización sino que se proteja los mercados propios. La internacionalización está también condicionada, en cierta medida, en los recursos económicos, por lo que reivindican las acciones que ya se han realizado de forma coordinada entre las distintas DOs. Rías Baixas es una de las demarcaciones que tiene entre sus obejtivos prioritarios a corto plazo mantener un crecimiento, así lo recoge en su Plan director hasta 2030, para el cual han realizado encuestas en el sector y entre los consumidores internacionales, sobre todo en los mercados americano e inglés, que representan el 53% de las exportaciones de los vinos de Rías Baixas. “Debemos seguir creciendo, aunque tenemos claro que debe ser un crecimiento sostenible”, reafirma Juan Carlos Vázquez Abal, vicepresidente de la DO Rías Baixas. Apuntan a que es necesario seguir creciendo en especial en estos dos mercados. “Tenemos que tener una mayor presencia en estos mercados”, indica Vázquez. Aunque puede parecer que los vinos de Rías Baixas tienen ya una presencia destacada en ambos, apenas un tercio de los consumidores ingleses conoce los vinos de Rías Baixas y solo una quinta parte de los americanos han oído o probado estos vinos.
“Necesitamos seguir apostando por los mercados internacionales, en especial por el mercado americano e inglés”
“Necesitamos seguir apostando por los mercados internacionales. Tenemos previsto incrementar nuestra presencia con más eventos promocionales en estos destinos sin desatender otros mercados como son los países europeos, Centroamérica e incluso Asia”, apunta Vázquez. Otra de las líneas en las que están trabajando para seguir creciendo es la elaboración de un porfolio de vinos premium, en el que también se incluyen vinos de guarda. Es una estrategia para llegar a otros perfiles de consumidores. “En la actualidad este tipo de vinos representan en Rías Baixas apenas un 4% y nuestra intención es que se incrementen a un 10%”, indican desde la DO. Reivindican que se apueste por este tipo de vinos dado el potencial de los vinos de guarda de esta denominación. “Los vinos de Rías Baixas evolucionan muy bien en el tiempo y dados los costes de producción que tenemos, debe apostarse también por este tipo de vinos”, valoran desde la DO.
“El paisaje como el gran aliado de los vinos de la Ribeira Sacra”
Los bancales que caracterizan la producción vitícola en la Ribeira Sacra son uno de los puntos fuertes para mantener el crecimiento de estos vinos, tal y como reivindican desde la DO. “Tenemos el paisaje como gran aliado de nuestros vinos”, apuntan desde el Consejo Regulador. En esta DO son muy conscientes de que los característicos viñedos, de pequeñas dimensiones y donde se realiza una viticultura heroica por las difíciles condiciones de la producción del vino en estos predios, son más un punto fuerte que una limitación. Así, para seguir creciendo apuestan por acercar a los prescriptores a la realidad de sus vinos, para que conozcan de primera mano y valoren el esfuerzo de producir vino en esta tierra y los buenos resultados en los que se traduce. Atraer a los prescriptores es también una forma de que reconozcan el valor que deben tener estos vinos, de manera que el precio final del vino sea comprendido por el consumidor y se cubran los elevados costes de producción que manejan en esta DO.
“Debemos atraer al consumidor al territorio para poner en valor el vino y hacerle ver cómo es la producción en Valdeorras”
En la DO Valdeorras tienen muy presente que la reducida dimensión que manejan de media sus bodegas son una limitación para promover una gran expansión de estos vinos hacia mercados internacionales, por eso, al igual que en a Ribeira Sacra, su estrategia de crecimiento se centra más en dar a conocer sus viñedos. “Tenemos que atraer al público general y al consumidor al territorio para poner en valor el vino y hacerle ver al cliente cómo es nuestra producción”, explica Ricardo Dobao, vocal de la DO Valdeorras.
“En Monterrei somos partidarios de seguir un crecimiento moderado, lento y progresivo”
Al igual que ocurre en Valdeorras, en la DO Monterrei tanto el limitado tamaño de la propia Denominación de Origen como de las bodegas reduce la capacidad de expansión cara a mercados internacionales y el crecimiento, tal y como apuntan desde el Consejo Regulador. Su objetivo es afianzar la posición de las bodegas en los mercados en los que ya han conseguido hacerse un hueco y buscar un crecimiento seguro. “Somos partidarios de seguir un crecimiento moderado, lento y progresivo”, valora Manuel Vázquez Losada, vicepresidente de la DO Monterrei.

Aumentar la superficie de viñedo

El crecimiento por el que apuestan las distintas Denominaciones de Origen no siempre está vinculado con un incremento de la producción y de la superficie de viñedos. Este es uno de los aspectos en los que se encuentran grandes diferencias. Así, mientras que por ejemplo en el Ribeiro llevan años trabajando por incrementar la superficie para viñedos disponible para los viticultores y bodegas amparadas en la DO, otras denominaciones tienen claro que su crecimiento no pasa por incrementar la superficie a trabajar. De hecho, desde el Consejo Regulador de O Ribeiro ya enviaron a la Consellería de Medio Rural un informe sobre la recuperación de la tierra abandonada para conseguir darle forma a ese crecimiento en base territorial por el que están trabajando. Incrementar la base territorial también es una prioridad en las Rías Baixas para atender la demanda que genera la estrategia de internacionalización que están llevando a cabo. De hecho, sus previsiones de cara a 2027 es sumar unas 1.000 hectáreas de viñedo, lo que supondrá un incremento de entre 6 y 8 millones de kilos de uva.
Tanto Ribeiro como Rías Baixas tienen entre sus prioridades incrementar la base territorial de sus viñedos, mientras que Valdeorras y Monterrei buscan un reajuste y ordenación del territorio
Mientras, en la situación contraria se encuentran en la DO Ribeira Sacra, donde al hablar de crecimiento piensan en crecer en calidad y posicionamiento de sus vinos, no en cantidad. “En nuestros viñedos no es posible la mecanización y con el envejecimiento de los productores y la falta de relevo generacional no tiene sentido pensar en incrementar superficie”, explican desde el Consejo Regulador. En otros territorios como Valdeorras, están trabajando también por una ordenación del territorio para organizar este crecimiento y el incremento de la superficie de viñedos. También tienen presente la bajada de rendimientos por hectárea debido al cambio climático, como un condicionante más para este crecimiento. “Antes de crecer debemos de valorar cuales son los terrenos dentro de nuestro territorio que mejor se adaptan para el viñedo, no tiene sentido crecer sin tener esto en cuenta”, justifican desde el Consejo Regulador de Valdeorras. En Monterrei mantienen un posicionamiento similar, buscando un incremento de la superficie de viñedos, pero seleccionando las parcelas que mejor se adapten para este cultivo. “No todo nuestro territorio es apto para producir vino de calidad, mientras que tenemos ayuntamientos limítrofes con unas muy buenas condiciones y una honda tradición en la producción vitivinícola, hacia donde sería más interesante que se ampliase la base territorial”, explican.

El desembarco de grandes bodegas españolas en Galicia: motivos y perspectivas

Las grandes bodegas españolas han puesto el ojo en los viñedos gallegos. Los vinos producidos en Galicia han llamado su atención y han motivado que en los últimos años grandes grupos vitícolas hayan desembarcado ya en tierras gallegas, con la compra de viñedos y la adquisición o construcción de nuevas bodegas. Pero, ¿por qué han apostado por Galicia? ¿Qué les ha llevado a asentarse en la región? Esa fue una de las preguntas que se abordaron en una de las mesas celebradas en el marco del I Foro de la Uva y la Viña, organizado por Interempresas Media y la compañía Isagri en la finca Pazo de Toubes de la cooperativa Viña Costeira, en el municipio ourensano de Cenlle. La cita congregó a más de 200 participantes, entre viticultores, bodegueros y especialistas del sector del vino a nivel nacional e internacional. En el debate participaron 3 grandes bodegas españolas que acaban de desembarcar en Galicia como son Tempos Vega Sicilia, el Grupo CVNE y Bodegas Matarromera. Todas ellas coincidieron en destacar la honda tradición de la viticultura en Galicia como el gran atractivo para iniciar en tierras gallegas nuevos proyectos.

Los puntos fuertes de la viticultura en Galicia

Estos tres grupos vitícolas Galicia han visto en los viñedos gallegos una nueva oportunidad de negocio, apostando por la diferenciación y restan importancia a algunos de los desafíos que plantea la viticultura en Galicia como son la gran incidencia de mildiu que suele registrase en algunas zonas vitícolas y en determinadas campañas, además del minifundio que predomina, en especial en el viñedo.
“En Galicia hay buenas condiciones para elaborar vino. El mildiu es un reto, como en otras zonas hay otros”: Enrique Macías, Tempos Vega Sicilia
“En Galicia hay buenas condiciones para elaborar vino. El mildiu es un reto, como en otras zonas hay otros”, reivindica Enrique Macías, director de Viticultura en Tempos Vega Sicilia. Precisamente, el grupo se encuentra en plena fase de construcción de una nueva bodega en el municipio pontevedrés de Crecente, en la DO Rías Baixas. Vega Sicilia cuenta ya con al menos 24 hectáreas de terreno en Pontevedra. Se aguarda que este año realicen la primera vendimia, tras años adquiriendo viñedos en distintas zonas de la DO. Desde Vega Sicilia reconocen además, que llegaron a Galicia con la intención de empaparse de los métodos tradicionales tanto a la hora de cuidar el viñedo como de elaborar vino. “Hemos venido a aprender”, indica Enrique Macías. “Aplicamos nuevas tecnologías, pero ante la duda echamos la vista atrás, mirando cómo se hacía antes”, apunta Macías. También apuestan por la observación de los viñedos y reconocen que en Galicia eso es una máxima. “Los viticultores gallegos tienen claro que el viñedo manda y saben de la importancia de observar lo que ocurre en las viñas”, indica Macías. De igual modo, desde Tempos Vega Sicilia valoran la impronta que marca el terroir a los vinos en Galicia e incluso consideran interesante los pequeños predios que abundan en la región. “Un minifundio bien entendido, sin ser extremo, es un valor más de los viñedos gallegos, ya que proporciona heterogeneidad. El minifundio dificulta el manejo, pero es un buen argumento para hacer vinos diferentes”, explica. También desde las Bodegas Matarromera, procedente de la DO Rueda y que en los últimos años ha adquirido viñedos en las DOs gallegas de O Ribeiro y Rías Baixas, reivindican el buen hacer y la dedicación de los viticultores gallegos, como fuente de inspiración. “El viticultor gallego ‘vive’ en el viñedo, lo que les permite tener un gran conocimiento de sus viñedos y un enorme cuidado de las viñas”, apunta Julio Pinto, director general de Bodegas Matarromera.
“El presente en Galicia es del Albariño, pero el futuro será de la Treixadura”: Julio Pinto, Bodegas Matarromera
En el caso de Matarromera comenzaron trabajando en Ribeiro con el primer vino elaborado ya en 2017. “Pensamos que el Ribeiro es el futuro de los vinos gallegos”, valora Pinto. En cuanto a variedades, ven un gran potencial a la uva Treixadura. “La Treixadura acabará sustituyendo al Godello, al igual que ocurre con el Albariño. El presente es del Albariño, pero el futuro será de la Treixadura”, vaticina Pinto. Sus perspectivas de futuro para la bodega Matarromera en Galicia pasan por elaborar vinos asentados en la calidad, sin aspirar a grandes producciones. Además, pondrán el foco en asegurar la identidad propia de sus vinos empleando también levaduras propias con las que conseguir vinos apegados a la tierra. Otra de las bodegas que ha puesto la vista en Galicia ha sido la riojana CVNE, una bodega familiar que decidió hace 6 años comenzar su proceso de expansión y la comunidad gallega ha sido uno de los destinos escogidos, con viñedos ya en Valdeorras y Rías Baixas. “En CVNE siempre se ha apostado por la idiosincracia de los vinos, aunque es un reto importante hacerlo en Galicia por las diferencias que encuentras cada año en los viñedos y en las distintas zonas vitícolas”, reconoce Irene Bonilla, responsable de viñedo en CVNE. También reconocen el reto que supone trabajar en Valdeorras por los suelos y clima, que a su vez son esenciales para el carácter de los vinos producidos en estos viñedos, donde están cultivando principalmente Godello y Mencía.

La llegada de competidores directos

El interés suscitado por los viñedos gallegos entre bodegas de otras regiones españolas tiene también otros protagonistas: el sector vitícola gallego. En el debate, desde la cooperativa Viña Costeira, de la DO Ribeiro, anfitriona de la cita, apuntaban cómo han vivido este fenómeno. “A medio y largo plazo que grandes grupos se interesen por los vinos y viñedos gallegos es positivo, ya que demuestra que nuestros vinos funcionan en el mercado y ayuda al crecimiento y la expansión de la exportación”, valora Andrés Rodríguez, presidente de Viña Costeira. Si bien, a corto plazo, su llegada ha supuesto un nuevo reto en especial para las bodegas locales, ya que como apuntaba Rodríguez, 8 de los 10 grupos vitícolas que más facturan de España han llegado ya a Galicia. “En el año 2010, Viña Costeira se encontraba entre los primeros puestos de bodegas por facturación en Galicia, hoy ha caído hasta más allá del puesto 30, ya que algunas de las empresas que han llegado a la región multiplica por 40 la facturación de Viña Costeira, por lo que es realmente muy difícil competir con ellas” explica Rodríguez.
A medio y largo plazo la llegada de grandes bodegas puede resultar positivo para el sector gallego, contribuyendo al crecimiento y expansión. A corto plazo será un reto conseguir uva
Frente a este nuevo paradigma, desde Viña Costeira llevan años apostando por la innovación. “Si queremos estar a la altura de los retos que se presentan hay que seguir invistiendo en digitalización de las empresas”, señalan desde Viña Costeira, que ha digitalizado ya todo el proceso empresarial, un esfuerzo que acaban de reconocerle al ser nombrada como la Cooperativa más innovadora de España. Otro de los retos a corto plazo que deben afrontar las bodegas y cooperativas gallegas es la escasez de uva. “Conseguir uva va a ser más complicado, ya que hay más operadores en el mercado”, apuntan desde Viña Costeira. Para afrontar el desafío, en Viña Costeira miran no solo a la producción propia, en viñedos manejados por la bodega y la necesidad de garantizar la solvencia de viticultores que puedan seguir produciendo uva de calidad. “Al igual que ocurre con otros productores del sector agroganadero, cada vez habrá menos viticultores, pero aspiramos a que esos viticultores produzcan más, al igual que ocurre con los ganaderías de carne o leche que cada vez son más eficientes”, apunta Rodríguez. Con el objetivo de atender esta demanda de uva, desde Viña Costeira esperan multiplicar por 4 la superficie de viñedo propio que manejan desde la Cooperativa entre O Ribeiro y Valdeorras. “Buscamos paliar el abandono del viñedo antiguo que se ha registrado”, indica Rodríguez, quien reivindicó también el papel del enoturismo como uno de los ejes primordiales para el sector del vino gallego, consiguiendo una aproximación del consumidor al conocimiento y goce de los vinos gallegos de esta forma lúdica. La apuesta de Viña Costeira es también trabajar en el posicionamiento de marca de calidad de sus vinos, con productos de nichos de mercados específicos, así como la apertura de nuevos mercados que se ajusten a estos criterios.

La recuperación de tierras de viñedos

A la hora de abordar la situación del sector del vino gallego y las estrategias para incrementar la competitividad, desde la Xunta, el conselleiro de Medio Rural, José González, recordó los esfuerzos llevados a cabo desde su departamento para la recuperación de tierras abandonadas, con una ley específica; la creación de figuras como los polígonos agroforestales, que buscan recuperar los usos de estas zonas o la Estrategia del vino. En concreto, González recordó el papel de las parcelarias como herramientas para paliar el minifundismo e que permiten un manejo más eficiente. Además, recordó los polígonos agroforestales del viñedo impulsados en municipios como Cenlle, Leiro, Oímbra o Monterrei con los que se pretende movilizar tierras abandonadas. “Solo en o Ribeiro hay cerca de 10.000 hectáreas abandonas, buena parte de ellas incluso en zonas históricas de producción del viñedo, mientras que de media la parcela en algunos municipios de O Ribeiro se sitúa en los 250 metros cuadrados”, apuntaba González.

Jonatás Gago presidirá el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Monterrei

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Monterrei se reunió este pasado miércoles 8 de marzo para elegir el nuevo órgano de gobierno de esta denominación. La reunión estuvo presidida por el director de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, José Luis Cabarcos. La elección se hizo dentro del proceso de renovación de los órganos gobernativos de quince consejos reguladores agroalimentarios. Este proceso se hace siguiendo la orden de la Consellería de Medio Rural que fue publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG) el pasado 10 de noviembre. José Luis Cabarcos entregó las credencias a los vocales elegidos. De este modo, la mesa del nuevo pleno quedó constituida por 7 vocalías, de las cuales 2 corresponden a la Asociación Agraria de Galicia; otras 2 para Uniones Agrarias; otras 2 para la Federación Rural Gallega y la restante le corresponde a Tierras del Cigarrón, S.L. Una vez tomada la posesión de las diferentes vocalías se procedió a la votación para elegir la nueva presidencia de la D.Lo. Monterrei. Por unanimidad fue elegido nuevo presidente del Consejo Regulador Jonatás Gago García, quedando cómo nuevo vicepresidente Manuel Vázquez Losada. Gago García es diplomado en Educación Infantil y licenciado de Psicopedagogía por la Universidad de Vigo, además es profesor de Educación Infantil en el Colegio María Inmaculada de Verín. Será la octava persona que presidirá a D.Lo. “Agradezco el apoyo otorgado por el sector vitivinícola por confiar en mi persona para este cargo”, destaca el nuevo presidente. Además indica “que afronta el reto con mucha ilusión y compromiso con Monterrei”. En el acto, tomaron también posesión los vocales electos. El director de AGACAL ha sido el encargado de entregar las credenciales a los vocales Lara Da Silva Rodríguez (representante de Gestión Vitivinícola, C.B.), Aníbal Blanco Núñez y Asunción Rodríguez Zarraquiños (representante de Viticultura Monterrey, S.L.). Todos ellos por el sector productor (Censo A). En el Censo B (industrial) como vocal del Subcenso B1 se encuentra Manuel Vázquez Losada, y ya en el Subcenso B2,Amadeo Salgado Cid (representante de Bodega Pazo de Valdeconde, S.L.) y José Fernando Boo Paradela (representante de Bodega Abeledos, S.L.). Por último en el sector cooperativo (Censo C), se le ha entregado la credencial a Miguel Ángel Tubio Fernández (representante de Terras do Cigarrón, S.L.). Según recuerda la Cosellería de Medio Rural, en las pasadas elecciones solo habían votado determinados censos de consejos reguladores de las denominaciones de origen (Monterrei, Rías Baixas, Ribeiro y Valdeorras). También habían votado las indicaciones geográficas protegidas (IXP) Miel de Galicia y Carnes de Vacuno de Galicia. El resto de censos tenían candidatura única o llegaron a un acuerdo. En lo que queda de semana se constituirán también los consejos reguladores de las diferentes IXPs Carnes de Vacuno de Galicia y de las denominaciones de origen Rías Baixas y Valdeorras.

Puluán SC, simbiosis entre queso y vino de la Ribeira Sacra

Ángel, junto a sus padres Puri y Toño, en la explotación familiar de As Fontes, en la parroquia monfortina de Reigada ¿Por qué no aprovechar el camino andado por el vino de la Ribeira Sacra para vender sus quesos? Fue la idea que se le ocurrió a Puluán SC, una explotación lechera de Monforte de Lemos cuando decidió transformar su producción para darle un mayor valor añadido. Apostaron por sacar al mercado un producto único y diferenciado, queso macerado en vino mencía, para de este modo vincularse a uno de los elementos distintivos de la comarca y poder emplear los canales de comercialización y distribución empleados por las bodegas de la zona.
Llevábamos mucho tiempo dándole vueltas a la idea de aprovechar el tirón que tiene a Ribeira Sacra
La iniciativa, que lleva el nombre de Lácteos Ribeira Sacra, cuenta con la autorización de la Denominación de Origen y está empezando a dar sus primeros pasos con notable éxito. De hecho, la propuesta ha sido recientemente merecedora del premio Semente para iniciativas empresariales, dotado con 8.000€. Leche más vino Las materias primas de este proyecto son dos productos locales. La leche la producen ellos y el vino mencía se lo compran a distintas bodegas de la Denominación de Origen. El queso permanece sumergido en él durante días en una mesa de maceración de acero inoxidable con cierre hermético. Una vez finaliza este proceso, las piezas pasan un mínimo de dos meses de curación.
Queríamos tener un producto diferencial, porque quesos hay mucha gente que los hace
“El vino crea una película que ralentiza la curación del queso y retrasa su maduración pero le confiere un sabor y un olor distinto. El sabor es realmente peculiar”, cuenta Toño, que junto a su mujer Pura y a sus hijos Ángel y Lucía se encuentran detrás de esta iniciativa, que busca transformar la leche que sale de la explotación familiar, situada en el lugar de As Fontes, en la parroquia de Reigada. Llevan todo este año haciendo pruebas de elaboración y esta Navidad ya saldrán de sus instalaciones unos 5.000 quesos para cestas de regalo de distintas empresas, aunque el lanzamiento al consumidor llegará en el 2023. Cuentan con una furgoneta isotermo para el reparto que a partir del día 1 de enero echará a andar para acercar el producto al consumidor final.
Queremos que en los establecimientos y puntos de venta donde está el vino de la Ribeira Sacra esté también nuestro queso; somos un complemento
Contarán con tienda en la propia quesería y varios puntos de venta en Monforte y quieren llegar con sus quesos allí donde ya se encuentra el vino de la Ribeira Sacra. “No somos competencia, somos un complemento”, razona Toño, que tratará de acompañar con su queso las catas de vino que se realicen. La salida al mercado se ha visto retrasada por la covid-19, ya que acabaron las obras de la quesería justo antes de que llegase la pandemia y el confinamiento. Ese percance les permitió sin embargo contar hoy con un producto mucho más trabajado y para lo cual contaron con la ayuda de expertos en quesos.
No tuvimos prisa por salir al mercado y eso se nota en la calidad del producto
Además del queso al vino, elaboran también queso fresco, semicurado y curado, en formatos de un kilo y de medio kilo. “El cliente demanda porciones cada vez más pequeñas”, destaca Toño. Tienen también otra línea para el envasado y comercialización de leche fresca pasteurizada. Experiencia previa en la venta directa de leche Durante años tuvieron una máquina expendedora de leche para vender una parte de la producción de la granja Toño y Pura no tenían experiencia en la elaboración y venta de queso, pero sí de leche. Durante años contaron con una dispensadora y realizaban venta directa en la propia granja, por lo que contaban ya con el registro sanitario tanto para leche pasteurizada como para leche cruda, que solo se puede vender en la propia explotación, explica Toño. La granja y la quesería se encuentran a tan sólo 3 kilómetros del casco urbano de Monforte, por lo que están preparando el entorno y habilitando un aparcamiento para poder recibir visitas turísticas a partir del próximo verano, en las que darán a conocer la granja y los productos que elaboran y realizarán catas enfocadas a grupos o familias.
Ya hacíamos venta directa de leche y en verano había meses en los que llegábamos a los 3.000 litros comercializados de este modo
La quesería ocupa un edificio de nueva construcción de 264 metros cuadrados útiles que cuenta con sala de elaboración y varias cámaras: una para el queso fresco y dos de maduración. La instalación cuenta con un tanque de recepción de leche de 3.000 litros, un pasteurizador con una caldera de 130 Kw y una cuba de elaboración de 2.500 litros, además de un secadero con control de humedad y un saladero con equipo de frío. 5 empleados Vista aérea de las instalaciones de la granja y la quesería En la granja producen algo más de 5.000 litros de leche diarios y su intención es destinar parte de esa producción a la elaboración de sus propios quesos. El resto se lo venden a Celega, ya que son socios de la Cooperativa Lemos. “Estamos elaborando en este momento entre 1.500 y 2.000 litros diarios. Con 5.000 litros se harían 600 quesos y no tenemos capacidad para dar salida a todo eso de momento; hay que ir poco a poco”, admiten.
Para llegar a donde estamos hemos trabajado mucho durante muchos años, de 1 de enero a 31 de diciembre
Además de Toño, Pura, Ángel y Lucía, cuentan en este momento con un total de 5 empleados, cuatro para la granja y una persona más para la quesería, pero el año que viene tienen pensado contratar una persona más para la distribución. “Muchos ganaderos quieren hacer ellos todo y yo le veo a eso un problema, porque trabajan tanto que no tienen tiempo ni para pensar cómo hacer las cosas bien”, dice Toño. Para él, hacer las cosas bien significa cuidar los detalles, trabajar de manera eficiente y obtener rentabilidad de la actividad. Ese criterio debe primar, dice, independientemente del tamaño de la explotación o de las circunstancias de precios. “El tema es mantenerse y que quede siempre dinero, con 13, con 30 o con 300 vacas”, afirma.
Tienen una potencia instalada de 55 Kw entre la granja y la quesería y están mirando de poner placas solares para bajar el consumo
La subida de la leche en los últimos meses ha venido a paliar el encarecimiento producido en los costes de producción del último año. “El pienso pasó de 240 a 413 euros la tonelada en año y pico y la luz ha doblado su precio”, explica. Por eso, ya están mirando de poner placas solares que compensen el consumo tanto de la granja como de la quesería. Socios de la Cooperativa Lemos Toño echa la vista atrás y destaca la inversión necesaria que han tenido que acometer para llegar a la dimensión actual que a día de hoy ha alcanzado su granja, con 280 cabezas totales. “El que monta una ganadería de este tipo no lo puede pensar mucho porque sino no se mete”, asegura.
Empezamos con tan sólo 11.000 litros de cuota y tuvimos que gastar 32 millones de pesetas en su momento para poder producir
“Empezamos con 11 vacas y 11.000 litros de cuota y hoy vendemos 1,5 millones de litros. Solo en cuota en su momento gastamos 32 millones de pesetas”, añade. “En el año 2000 saqué un préstamo de 20 millones de pesetas con el que empecé y para el que me tuvieron que avalar. Hoy a los ganaderos nos hacen caso en los bancos, pero en aquel momento cuando ibas a pedir un préstamo casi tenías que llevar a toda la familia a firmar”, recuerda.

Una explotación familiar con relevo que emplea el regadío para asegurar la producción de maíz

Ángel, incorporado en 2018, junto a sus padres delante de la nave de la quesería, situada al lado de la granja Antonio López Senra y su mujer Pura Sobrado Franco comenzaron a producir leche en el año 1989 con una decena de vacas. Hoy, junto a sus hijos Ángel y Lucía, ordeñan 140 animales y disponen de 280 cabezas totales. Los cuatro forman Puluán SC (el nombre de la ganadería procede del acrónimo conjunto de sus iniciales) y la presencia de una nueva generación garantiza el relevo en la explotación. Ángel ya trabaja junto a sus padres en la granja, a la que se incorporó en el 2018, mientras que Lucía, que lo hizo un año más tarde, está estudiando en este momento el último curso de Veterinaria.
Ángel y Lucía, que está estudiando Veterinaria, están incorporados a la explotación familiar e implicados en el proyecto de la quesería
Hasta la incorporación de Ángel y Lucía la estrategia que siguieron fue la de ampliar la dimensión y capacidad productiva de la granja hasta alcanzar un volumen suficiente para lograr mayor eficiencia y profesionalización, pero ahora el objetivo es focalizar los esfuerzos en la transformación, limitando por el momento el tamaño de la ganadería a las instalaciones actuales. La experiencia de 20 años de planes de mejora Los hierros de la nueva nave están galvanizados en caliente para garantizar su durabilidad La historia de Puluán SC es la de un crecimiento constante en las últimas dos décadas, con sucesivas ampliaciones de las instalaciones a través de obras y planes de mejora. Toño y Puri comenzaron con un establo para una decena de vacas en el año 1989 y la primera ampliación la hicieron en el año 2000, para 40 vacas más; la segunda, en el 2004, para otros 60 animales en producción; y la última, en el 2019, consistió en una nave nueva de 24x36 metros para boxes de recría, vacas secas y novillas.
Disponen de 1.200 metros cuadrados de silos y tres fosas de purín con capacidad para 3 millones de litros
A medida que fueron ampliando las naves, hicieron lo propio con la capacidad de almacenaje de purín. Tienen 3 fosas de purín cubiertas, con una capacidad total de 3 millones de litros. La fosa nueva, de 36x13 metros, tiene capacidad para millón y medio de litros. “Cuando una explotación tiene varias fosas, ninguna de ellas puede superar el 50% de la capacidad de la granja”, explica Toño. Solo cubrirla les costó 40.000€.
Tenemos hormigón todo alrededor de las naves. A mí el barro no me gusta; es muy incómodo para trabajar
A mayores, disponen de 1.200 metros cuadrados de silos. El último que hicieron mide 36 metros de largo por 6 de ancho y 2,5 de alto y en él les caben 40 metros cúbicos de maíz. En total, la superficie de la explotación, contando las naves y demás infraestructuras, así como el espacio hormigonado entre ellas, es de 15.000 metros cuadrados. “Tenemos hormigón todo alrededor de las naves porque a mí el barro no me gusta; es incomodísimo a la hora de trabajar”, afirma Toño. Instalaciones funcionales El pozo de purín está cerrado con cancillas móviles para facilitar la carga con la cisterna Es una persona minuciosa a la hora de atender el ganado y también de acometer las obras, buscando la comodidad para el trabajo diario y la durabilidad y facilidad de mantenimiento de las instalaciones. “Cuando llevas toda la vida construyendo vas aprendiendo”, dice. Por ejemplo, el pozo de purín está cerrado todo alrededor con cancillas móviles. “De este modo puedes meter la manguera para cargar por donde quieras”, explica. También considera importante tener bien nivelado el suelo de los pasillos y patios donde están las vacas, “para que la limpieza funcione bien y no deje charcos”, dice.
Las naves metálicas son más baratas y más fáciles de ampliar o de modificar en el futuro
La estructura de las construcciones es simple, con zapatas de hormigón y estructura de hierro. “Este tipo de naves son más baratas y más fáciles de ampliar o de modificar”, asegura. A la hora de hacerlas buscaron aproximarse a la altura máxima permitida por la Ley del Suelo (7 metros) porque “ventila mejor” y “siempre tienes un valor residual, dado que si el día de mañana no tienes las vacas siempre te quedan unas naves que puedes usar para almacenes”, razona Toño. En las naves, toda la estructura metálica, incluidos los separadores de los cubículos, está galvanizada en caliente. “Tiene un coste de unos 60 céntimos por kilo, pero merece la pena porque no ves óxido y te dura toda la vida. Además, puedes limpiar con agua a presión”, destaca. 200 hectáreas de superficie Las vacas secas y las novillas preñadas salen al exterior a pastar Puluán SC trabaja un total de 200 hectáreas de terreno, 100 en propiedad y otras tantas alquiladas o cedidas. En los últimos años han comprado una cuarta parte de las hectáreas que poseen y han ido tratando de juntar superficie para buscar mayor comodidad a la hora de trabajar las fincas, pero Ángel sigue lamentando el pequeño tamaño de las parcelas en esta zona. “No hay concentración y para lograr 10 hectáreas juntas sudas, es muy difícil trabajar así”, asegura.
Disponen de una estación de bombeo que proporciona 1 millón de litros de agua a la hora para regar
Además de en Monforte, tienen 14 hectáreas en el vecino ayuntamiento de Bóveda. Echan todos los años entre 40 y 50 hectáreas a maíz y emplean el regadío del Val de Lemos para asegurar las producciones. “Este año regamos menos, porque no había agua en el embalse. Teníamos echadas unas 40 hectáreas de maíz y entre el regadío y unas tormentas que vinieron salvamos la cosecha. Regar es una garantía, porque sabes que recoges, de otro modo en esta zona nada”, dice Toño.
Este año teníamos echadas 40 hectáreas de maíz y entre el regadío y unas tormentas que vinieron logramos salvar la cosecha
Gracias al riego, la media que obtienen está entre 45.000 y 50.000 kilos por hectárea, incluso en años secos como este. “En algunos sitios tenemos maíz de tres metros y tres metros y medio de alto”, destaca Ángel. Además de la superficie destinada a cultivos forrajeros de maíz y raigrás, disponen de 17 hectáreas en el entorno de la explotación, donde hacen pastoreo con las vacas secas y las novillas preñadas, mediante una salida directa desde la nueva nave. Parque de maquinaria propio En las camas emplean una mezcla de serrín, viruta y carbonato Además de la alimentación del ganado, otro de los aspectos que cuidan es el bienestar de los animales. La cama es de una mezcla de serrín (40% del volumen), viruta (40%) y carbonato (20%). “Es todo una cadena y no puede fallar ningún eslabón: producción de forrajes, conservación de los silos, manejo del ganado”, resume Toño. “Desde luego, yo su fuese vaca querría ser de Puluán”, bromea. La mayor parte de los trabajos agrarios los hacen ellos mismos, para lo cual disponen de un moderno parque de maquinaria que les ha supuesto una importante inversión económica: 180.000€ en el último tractor que compraron, 80.000 en la cisterna con inyectores para el purín, 70.000 en la rotoempacadora, 30.000 en la segadora, otros tantos en el arado, etc.
Tenemos un millón de euros metido en maquinaria agrícola
“Tenemos un millón de euros metido en maquinaria agrícola”, calcula Toño, que va todos los años a FIMA, la feria de maquinaria de Zaragoza, para estar al día de las novedades tecnológicas y poder incorporarlas a su explotación, como la rotoempacadora con sistema Isobus, que conecta con el tractor para detenerlo cuando la bola está lista. “Fue la primera que vino a España de este tipo y va de película”, destaca Ángel. Cuidado de los ensilados El maíz lo ensilan en trinchera y la hierba en bolas para facilitar su mejor conservación Uno de los aspectos que cuidan en Puluán SC es la calidad y conservación de sus silos. “A nosotros nos lleva casi tanto tiempo tapar como ensilar, pero después tienes el éxito asegurado porque no tiras nada. Y a las vacas no se les puede dar podredumbre”, defiende Toño. Para garantizar una óptima conservación de los silos de hierba, la ensilan en bolas, en vez de usar los silos de cemento. “Tenemos silos de hierba con el 50% de materia seca, eso si lo metes en un silo normal se estropea. Además, la hierba en el silo si no gastas mucha se pierde”, dicen.
El silo de hierba lo hacen en bolas y las clasifican por calidades para reservar las mejores para las vacas de leche
Hacen unas 800 bolas al año. Emplean las 25 cuchillas que tiene la rotoempacadora para picar la hierba a 4 cm y de este modo incorporarla al carro mezclador igual que si estuviese en un silo convencional de trinchera. Diariamente con el carro mezclador de la Cooperativa Lemos acude a la explotación a hacerles la ración. En la de las vacas en producción meten 30 kg de silo de maíz, 6 kg de silo de hierba, 2 de alfalfa y 13,5 de concentrado.
La ración tiene que estar seca, el agua las vacas tienen que beberla en el bebedero
Procuran hacer una ración muy comestible para incrementar la ingesta, que pasa de los 50 kg por cabeza. “Para eso hay que tener los forrajes bien conservados, así las vacas comen más, y la ración tiene que estar seca, el agua tienen que beberla en el bebedero”, argumenta Toño. 39 litros de media Sala de ordeño de la explotación, con 16 puntos y pizarra en el suelo para facilitar la limpieza La producción media de esta ganadería se sitúa a día de hoy en 39 litros, con un 4% de grasa y un 3,55% de proteína y procuran que la calidad de la leche sea estable. “Para la calidad de los quesos es fundamental que todo esté impecable y que la calidad de los forrajes sea óptima para que no haya olores, porque eso se transmite después al queso”, aseguran.
A las vacas no se les puede dar podredumbre; es fundamental la conservación de los forrajes para que no haya olores que se transmitan al queso
Ordeñan dos veces al día en una sala de 16 puntos que ha sufrido ya varias ampliaciones a medida que aumentaba también el número de animales a ordeñar. “Empezamos con 3 puntos, luego pasamos a 10 y desde el año 2011 hay 16, pero ya se queda pequeña”, reconocen. En el suelo de la sala de ordeño pusieron planchas de pizarra. “Limpia muy bien y es un material en el que no resbalan las vacas”, afirma Toño. También tienen a la salida de la sala la zona del baño de patas. “Por aquí no tienen más remedio que pasar”, evidencia. Mejora de los índices reproductivos Cuentan con un sistema de limpieza con agua para facilitar el pase de la arrobadera Uno de los hándicaps que tiene producir leche en la zona de Monforte son las altas temperaturas durante el verano. “Es habitual que lleguemos a estar por encima de los 40 grados y eso se nota en la producción y en la fertilidad”, reconoce Toño. “Un año en el que estuvimos a 45 grados durante varios días tuvimos un descenso de producción de 1.000 litros diarios, y eso que le echábamos agua al tejado”, cuenta.
Utilizan semen sexado en las novillas y cruces cárnicos con limusín o azul belga en las vacas de más edad
En cuanto a los celos, desde el año 2008 cuentan con podómetros, que les sirvieron para mejorar en los índices de vacas preñadas. “Hoy el 45% de las vacas que estamos ordeñando son vacas que ya están preñadas; antes de los podómetros no llegábamos al 30%”, explica.

Viña Costeira, la cooperativa que apostó en firme por las variedades autóctonas

Hace más de medio siglo de aquella primera reunión en la que se congregaron más de 1.500 viticultores del Ribeiro y que fue el germen de lo que hoy es Viña Costeira, una de las cooperativas vitivinícolas más antiguas de Galicia y ubicada en Ribadavia (Ourense), en el corazón del Ribeiro. “Aquellos primeros pasos se dieron en el 1968 y los viticultores hicieron un gran esfuerzo, ya que durante mucho tiempo estuvieron cediendo su uva para afrontar el proyecto de la Cooperativa”, valora el presidente de Viña Costeira, Andrés Rodríguez Gómez, nieto de uno de los fundadores. Otro de los hitos que marcaron a la Cooperativa, forjando su identidad, fue la apuesta decidida que hicieron en los años 90 por la recuperación de las variedades autóctonas en el Ribeiro. “Fue la primera cooperativa en buscar la recuperación de estas castas, incluso pagándole la injerta a los socios, ya que tenían claro que era el camino a recorrer”, indica Rodríguez.
Viña Costeira fue la primera cooperativa en buscar la recuperación de las variedades autóctonas, incluso pagándole la injerta con estas castas a los socios
Hoy Viña Costeira se encuentra en una nueva fase, en esta ocasión mirando hacia la internacionalización y la especialización, con la vista puesta en los mercados exteriores y en la elaboración de vinos más segmentados, de finca y especiales. Instalaciones de Viña Costeira en Ribadavia.

Formar parte de la Cooperativa

La Cooperativa cuenta a día de hoy con aproximadamente 450 socios a los que se suman unos 230 proveedores, a los que le llevan comprando la uva durante muchos años. Así, Viña Costeira abarca unas 340 hectáreas de viticultores del Ribeiro y otras 60 hectáreas plantadas y gestionadas directamente por la cooperativa y que se sitúan tanto en el Ribeiro como en la Denominación de Origen (DO) Valdeorras. Al margen de participar en el beneficio que genere Viña Costeira, la Cooperativa también ofrece importantes ventajas para los viticultores mediante servicios para su día a día en los viñedos y ante algunos de los retos que se le presentan. “Siempre se garantiza un precio digno por su uva, y en los últimos años este precio está incluso por encima del medio del mercado, al tener un retorno cooperativo”, apunta.
La Cooperativa cuenta en la actualidad con unos 450 socios y 230 proveedores de manera que abarcan una superficie de viñedo de unas 400 hectáreas
Además, Viña Costeira es la única cooperativa vitivinícola de España que tiene conveniado el seguro para la cosecha de la uva. Cuentan también con un departamento de asesoramiento de campo y han digitalizado el cuaderno de campo, de manera que el viticultor tiene acceso de forma digital a toda su información, tanto del viñedo como de los temas vinculados con la Cooperativa. Al mismo tiempo, la Cooperativa está fomentando la formación a los viticultores.

Los vinos de Viña Costeira

La apuesta por la recuperación de las variedades autóctonas ha motivado que a día de hoy el 70% de la superficie de viñedos de Viña Costeira sean de Treixadura, a los que se le suman otras variedades como el Godello, Albariño y Loureira. “Los vinos del Ribeiro siempre se caracterizaron por esa combinación de variedades, nosotros seguimos en esa línea, pero la Treixadura predomina”, concreta. Los buques insignia de la Cooperativa son vinos como el Viña Costeira, sin duda el más conocido. También destacan Colección 68 o Amadeus, que acaban de renovar su etiqueta y que fue el primer vino elaborado con variedades autóctonas recuperadas. Algunos de los vinos y licores elaborados por Viña Costeira. En la apuesta por los vinos de finca cuentan también con Toubes, elaborado con los viñedos situados en el Pazo de Toubes, donde acaban de abrir un restaurante que permite combinar enología y gastronomía, un paso más en la inmersión en el enoturismo que están haciendo en dos vertientes: ofreciendo por una parte visitas más didácticas y centradas en los métodos de elaboración de los vinos y otra visita más centrada en el ocio, donde el recorrido se centra más en los viñedos y en la bodega de Pazo de Toubes, que data del s.XVIII. Con todo, el enoturismo sigue representando una parte minoritaria para del volumen de negocio de la Cooperativa. “La apuesta por el enoturismo comenzó en el 2015 y hoy representa poco más del 3% del volumen de facturación, pero ya está siendo rentable en términos económicos y lo vemos como una vía para fidelizar al consumidor y ayudarnos a reposicionar nuestros vinos”, destaca Rodríguez. En los últimos años, la Cooperativa ha puesto en marcha un proyecto en Valdeorras, en el que cobran mayor importancia los tintos y la mayoría de sus viñedos en esta de DO son de Mencía, aunque también cuentan con parcelas de Godello de Valdeorras. “Para seguir avanzando en la internacionalización de los vinos de Viña Costeira precisábamos contar con una cartera más amplia de vinos y por eso comenzamos a trabajar con los tintos y con el Godello de Valdeorras”, explica el presidente. Así, tienen también un Viña Costeira tinto. Ahora se encuentran a punto de dar un salto importante en este proyecto, ya que en breve doblarán la capacidad productiva de la bodega de Valdeorras, llegando a emplear los 400.000 litros de capacidad que tiene la bodega. “Cuando el viñedo propio que hemos ido plantando comience a producir llegaremos a la capacidad máxima de la bodega de Valdeorras, sin necesidad de acometer obras”, detalla. Instalaciones de la bodega Viña Costeira.

Retos y proyectos de la Cooperativa

En la actualidad, Viña Costeira está presente ya en 40 países, aunque en algunos de ellos sus ventas son aún muy testimoniales, por lo que en estos momentos están impulsando esa internacionalización de sus vinos. Los principales mercados exteriores son Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. “Este año hemos llegado al 10% y aunque puede parecer un porcentaje muy bajo comparada con otras DOs, ha sido ya un logro, puesto que hace 5 años estábamos exportando solo el 1% de nuestra producción”, reconoce el presidente. Las previsiones para este próximo año son de seguir creciendo y lograr en el 2023 exportar alrededor del 14% de la producción. En estos momentos, con una producción de 3,5 millones de litros entre el Ribeiro y Valdeorras, el 50% la comercializan en Galicia, el 40% en el comprado nacional y el 10% en el extranjero. A nivel de viña, otro de los retos para Viña Costeira es afrontar el minifundio que caracteriza al Ribeiro y que está limitando el relevo generacional, por lo que tienen un plan de financiación a los socios para que puedan afrontar la compra de tierra.
Acto de entrega del sello Galicia Calidade a la bodega.

El sello Galicia Calidade consolida el reposicionamiento de Viña Costeira en el mercado

Viña Costeira es una de las últimas firmas gallegas en incorporarse al sello Galicia Calidade. La irrupción de la pandemia del Covid-19 motivó que el acto de presentación de la incorporación de dicho sello se viese retrasada hasta el pasado verano, en un acto en el que el director general de Comercio y Consumo, Manuel Heredia, acompañado por el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Ourense, Gabriel Alén, y la gerente de Galicia Calidade, Ana Méndez, conocieron las instalaciones de la bodega en Ribadavia y destacaron su trayectoria. El sello, con validez para los próximos tres años, permite a la empresa incluir el distintivo de Galicia Calidade en los etiquetados de los productos certificados, así como en las diferentes acciones para su promoción. “La marca Galicia está asociada entre los consumidores en el ámbito alimentario a la calidad, por lo que contar con el sello Galicia Calidade es el mejor de los distintivos, al ser reconocido en todos los rincones del país. Incluir el sello nos ayuda a la comercialización y a conseguir el reposicionamento de nuestros vinos”, apuntan desde Viña Costeira.
  • Reportaje elaborado en colaboración con Galicia Calidade
https://www.campogalego.es/el-sello-galicia-calidade-celebra-sus-25-anos/

“Galicia es el lugar perfecto para iniciarse en la cultura del vino por la gran diversidad que tiene»

Los sumilleres Martiño Santos y Xosé Gontá, responsables de la vinoteca Vide Vide situada en la capital de Galicia, acaban de presentar el libro ‘A Nación dos mil viños’. Con Martiño Santos conocemos las líneas sobre las que se asienta esta obra, con la que acercarse desde distintos ámbitos a la cultura, historia y vinos gallegos. -¿'A nación dos mil viños' puede entenderse como una aproximación a la cultura de los vinos gallegos, una guía para iniciarse en la viticultura gallega desde distintas perspectivas? -El libro está pensado para proporcionar una base de conocimiento. Es una guía de iniciación a tres aspectos: la cultura del vino, la prueba sensorial y a los vinos gallegos. Esos tres elementos están entrelazados. Es un libro pensado como los contenidos de un curso de cata completo, incluida la prueba sensorial, que es el hilo conductor. La segunda parte del libro son todos los elementos que conforman el proceso de elaboración del vino, desde los tipos de suelo, las zonas de cultivo, las variedades de uva, el trabajo en el viñedo y en la bodega... Es una explicación que sirve después para la hora de la cata. Toda esta aproximación está hecha desde nuestra propia realidad vitivinícola. Nosotros creemos que por causa de la diversidad que hay, Galicia es una zona idónea para aprender de vinos, ya que hay muchas variedades de uva, elaboraciones de vinos... Es el lugar perfecto para iniciarse en la cultura del vino y en la cata sensorial.
“En Vide Vide siempre nos vimos como un puente entre los profesionales del vino y los consumidores y aprovechamos esa experiencia para darle forma al libro”
-¿Vuestro día a día en la vinoteca sirvió como inspiración de esta obra? ¿Se necesitaba una publicación de estas características para orientar a los consumidores sobre el panorama vitivinícola gallego? -Realmente el libro es un esfuerzo de síntesis de nuestra propia experiencia. Vamos camino de nuestro décimo aniversario en el 2023 y en este tiempo hemos hecho muchas jornadas de divulgación, catas... y eso nos ha permitido encontrarnos con mucha gente, que en su mayoría era la primera vez que asistía a un curso de cata, o a conocer los vinos gallegos o una cata sobre las 5 Denominaciones de Origen gallegas... Nosotros en Vide Vide siempre nos hemos visto como un puente entre los profesionales del vino y los consumidores y aprovechamos esa experiencia para darle forma al libro en base a ese contacto que nos permitió la vinoteca y las jornadas que allí organizamos tanto con el sector del vino como con la gente que le gusta el vino o que busca acercarse a este mundo. -¿Sigue siendo el vitícola un sector desconocido? -En general, es necesario un mayor conocimiento del vino y el libro pretende trabajar en eso. Lo del vino es un subsector del ámbito agrario donde probablemente se hicieron mejor las cosas, ya que hubo un plan estratégico de recuperación del sector y de variedades autóctonas y profesionalización del sector, todo ello sustentado en un trabajo técnico solvente y un esfuerzo por apostar por la calidad y en poner en valor lo propio y lo diferenciador de los vinos gallegos. Se precisa llegar al publico tanto fuera de Galicia como dentro. A veces se piensa que en Galicia ya conocemos los vinos que se producen aquí, pero aún tenemos mucho en lo que ahondar, buena cuenta de eso da que en Galicia no tengamos un consumo normalizado de nuestros tintos. -¿Entonces fue también el motivo para que fundarais Vide Vide? -Cuando comenzamos con Vide Vide veíamos ya esa necesidad. Oíamos hablar de una revolución de los vinos gallegos que encontrabas en las cartas de unos pocos restaurantes, pero que luego no tenías dónde comprar. Era muy difícil seguirle la pista a esos vinos. Queda mucho por hacer tanto en la difusión de los vinos como en la comercialización, ya que hay muchas marcas y productores. -En la pandemia muchas bodegas apuntaban a que experimentaron una aproximación de la gente joven a la viticultura, ¿compartes esta opinión? ¿Está la juventud más interesada en la cultura del vino? -Creo que sí hay un acercamiento, pero lo que falla son los enlaces entre los productores y los consumidores. Ese fue también uno de los motivos que nos animó a comenzar con Vide Vide. El perfil que nos indicaban en todas las fuentes que consultamos cuando empezamos con Vide Vide es que el consumidor es un hombre mayor de 55 años y ese no fue el perfil que encontramos en nuestra tienda. Tanto en las catas como en el día a día para comprar hay muchas mujeres y gente más joven. Además el vino responde muy bien a ese interés que hay hoy de querer saber que hay detrás del producto. -¿Si tuviera que escoger una Denominación de Origen y una variedad de uva, ¿con cuál se quedaría? ¿Por qué? -Yo tengo mucha inclinación por el Ribeiro, al ser una zona central en sentido geográfico y climático. Es además una zona con una gran proyección histórica en el mundo del vino, desde lo comienzo y siendo muy relevante, sin desmerecer otra zonas también con una gran tradición. O Ribeiro es probablemente la capital del vino gallego, aunque no sea la que tiene mayor importancia económica. Además, compendia esa diversidad, ya que es el equilibrio entre la variedad climática de los vinos del interior y la costa. Además, en el Ribeiro los vinos siguen siendo plurivarietais, lo que también es una riqueza.
"O Ribeiro es probablemente la capital del vino gallego"
En cuanto a las variedades, yo tengo predilección por los tintos y una variedad que me parece especialmente singular y que incluso diversos estudios destacan su potencial de longevidad, es la Sousón. Aunque, no hay uva ni zona mala, solo son predilecciones. - El libro es un trabajo a tres manos, donde también cobra importancia a ilustración realizada por Toño Núñez. ¿Por qué decidieron este formato? -Nosotros dos teníamos la idea desde hacía tiempo y ya habíamos hecho materiales para nuestro curso de cata. Buscamos una aproximación pedagógica y accesible, de ahí el importante trabajo de Toño Núñez, el ilustrador de la guía, que incluyó desde mapas, fotografías, ilustraciones, tablas... Muchos conceptos que a veces en una primera aproximación resulta complejo de comprender, es más fácil hacerlo con imágenes. Es el caso, por ejemplo, de conceptos como la crianza sobre lías, por lo que incluimos una secuencia fotográfica del proceso para que el lector lo pueda comprender. Además, el hecho de que Toño no es un experto en el mundo del vino nos ayudó a buscar una mejor aproximación para aquellas personas que se acercan por primera vez.
“Nosotros vemos Galicia y los vinos gallegos como regiones como la Borgoña, con una gran diversidad interior y que forman parte de estados con más denominaciones de origen, pero que tienen identidad propia”
-Tampoco faltan los elementos históricos y culturales, ¿qué hitos históricos decidieron incluir en el libro que hayan resultado determinantes para la viticultura gallega? -Quisimos ser muy prudentes, ya que no somos historiadores. Así, todas las referencias que incluimos en el libro son citas textuales de obras. Facilitamos información indirecta para que la gente pueda investigar. También hicimos una aproximación propia tanto al pasado, como sobre el presente y futuro del vino gallego, con interpretaciones personales. Concebimos el mundo de los vinos gallegos, como un mundo con identidad común, con mucha diversidad interna, de ahí que hayamos empleado el término de nación. El mundo de los vinos gallegos está claramente diferenciado de otras zonas de la Península, tanto de España como de Portugal. También abordamos hipótesis históricas sobre la elaboración del vino en Galicia desde tiempos incluso prerromanos, con hipótesis que relacionarían su historia con los fenicios. Sobre todo nos centramos en los dos períodos de expansión del vino en Europa. En este sentido, Galicia se encuentra en ambos momentos históricos como una nación con una destacada producción del vino, tanto en la época romana como en los siglos XII y XIII. Se encuentran referencias tanto a la Galicia romana como a la presencia de los vinos gallegos posteriormente, con documentos que dan cuenta de la importancia de los vinos gallegos en esas épocas, estando por ejemplo en mesas de los reyes ingleses o en la expedición de Colón que llega a América. Realmente tenemos una historia espectacular en el mundo del vino. Nosotros vemos Galicia y los vinos gallegos como se ve en el mundo otras regiones, como la Borgoña: territorios con una gran diversidad interior e identidad propia y que a su vez forman parte de estados con más denominaciones de origen. No le tenemos que tener miedo a esa complejidad, ya que nos da riqueza. A la hora de la comercialización nosotros apostamos por vender eso: una zona singular y diferenciada de vinos en el mundo. -En una tierra de los mil vinos, ¿cómo se selecciona a los productores y marcas que no pueden faltar? ¿Qué nombres propios se encontrará el lector en el libro? -Son 16 capítulos y apostamos por otros tantos productores y marcas de vino, aunque con la gran variedad que existe en Galicia supone dejar fuera a muchas marcas y actores destacados. Lo hicimos porque creemos que el vino no debe ser anónimo. Detrás del vino hay personas, proyectos de vida, familias. Es importante caracterizar y saber quien está detrás, no solo la bodega o la empresa sino la persona. Para nosotros es esencial porque es una manera de darle valor. La selección viene motivada por las distintas variedades y tipos de vino que se van tratando en el libro. Son recomendaciones sin ningún tipo de vinculación comercial, ya que hay vinos o autores que ni siquiera están incluidos o solo lo están de manera temporal en nuestra selección comercial de Vide Vide.
“Hicimos una selección de vinos y productores porque creemos que el vino no debe ser anónimo. Detrás del vino hay personas, proyectos de vida, familias... Saber quien está detrás es una manera de darle valor”
-En su experiencia como sumiller, ¿cuáles han sido los vinos que más le han sorprendido? -Nunca soy capaz de decir cuál es el mejor vino, ya que hay muchos factores que lo determinan, desde la añada, el momento, la compañía... Lo que sí he observado en estos años como sumiller es que ha habido un salto importante en la producción de vinos y es muy fácil sorprenderse con los vinos que están saliendo. Hoy en día hay muchos vinos gallegos con reconocimientos internacionales que dan cuenta de esto. Además por Vide Vide tienen pasado y participado en catas algunos de los expertos que están visitando las mejores zonas productoras del vino a nivel mundial y han reconocido que los vinos gallegos aun tienen la capacidad de sorprenderlos.