“La D.O. Monterrei tiene una oportunidad histórica de captar un mercado de más de 12 millones de personas”

Luis Congil descubre en cada frase algunas de las claves actuales e históricas de los vinos gallegos. “El vino gallego vive una segunda edad de oro”, expone. Y señala algunas de las fortalezas: “Tenemos la mitad de la biodiversidad genética de España”. «Además, la historia es uno de nuestros valores añadidos, pues en el viaje milenario de este a oeste que hizo el vino durante 6.000 años, el salto al Nuevo Continente se realizó desde Galicia, como está documentado en el archivo de Simancas”.

Estas son algunas de las claves que desgrana Luis Congil para hablar de ‘La maravillosa historia del vino en Galicia’, su último libro que cuenta anécdotas, narra novedades históricas de diferentes denominaciones de origen, y hace alusión a conexiones hasta ahora desconocidas que guardan un amplio potencial.

Origen prerromano de los viñedos en Galicia
Asimismo, el escritor, periodista y ex-profesor del Máster de Enología de la Universidad de Vigo, establece un paralelismo con el idioma, debido a la existencia de sustratos prerromanos de la lengua gallega y de la ‘vitis vinífera sylvestris’, un tipo de vid “domesticada y convertida en localismo”, anterior a la llegada de los romanos a Galicia, con la que se atribuyen raíces gallegas en las variedades propias de Galicia. De este modo, “no tenemos una historia común del vino, tenemos una historia extraordinaria”, afirma el autor.

Monterrei
“El V conde de Monterrei, Gaspar de Zúñiga, fue un hombre bueno, que dejó una ristra de bautizos en su honra, y hoy no se está aprovechando la conexión que tenía con América”, afirma Luis Congil. “Cualquier región con potencial de vinos, véase Bordeaux, se vincula inmediatamente con la historia, sin embargo en Galicia no sucede esto, a pesar de tener una historia extraordinaria”, comenta el autor.

“En la actualidad existe una bodega en Ciudad de México llamada Casa Madero que data del 1597, una de las bodegas más antiguas de América, coetánea del V Conde de Monterrei, Gaspar de Zúñiga, y obtuvo la licencia de explotación bajo su administración, pues Gaspar de Zúñiga era virrei de la Nueva España”, explica Congil.

Casa Madero guarda conexiones con los jesuitas y con visitas del obispo de la ‘Nueva Galicia’ a finales del S. XVI y principios del S. XVII. “Existen coincidencias históricas y conexiones de los vinos de Monterrei con el virreinato de México y del de Perú, una cuestión que inspira una llamada a la acción, puesto que puede representar una oportunidad histórica para generar un mercado de más de 12 millones de personas”, detalla Luis Congil.

“Existen conexiones de los vinos de Monterrei con el virreinato de México y el de Perú, lo que inspira una llamada a la acción, porque puede ser una oportunidad potencial para Monterrei.” (Luis Congil)

La vinculación de los vinos de la denominación de origen con el continente americano tiene también otros lazos: “El hecho de que exista un territorio en Estados Unidos que se llame Monterrey, y que en él tengan reconocimiento las rutas del vino – Monterey Guided Wine Tours, como se denominan internacionalmente -, lleva a pensar que la historia del vino gallego de Monterrei, entre otros, se extendió por toda América”, amplía Congil.

Rías Baixas
Por otra parte, el periodista ourensano revela la conexión de los vinos de las Rías Baixas con la realeza británica. “La diplomacia entre Inglaterra y España estuvo relacionada con el vino; Diego Sarmiento de Acuña -I conde de Gondomar y embajador de España en territorio inglés- era amigo personal del rey Jacobo I, y llevó para las cortes británicas grandes cantidades de vino, entre 3 y 4 desembarcos anuales”, expresa el autor del libro.

Esta conexión se verifica por una carta escrita por John Digbystrong, I duque de Bristol y embajador británico en España, al rey Jacobo I. “Este documento data del 1614 y está registrado en la Biblioteca Nacional Española; en él se expresa la buena acogida de los vinos de Gondomar en la realeza británica. Con este vino cogieron la costumbre de beberlo a cucharadas”, concreta Luis Congil.

“En la carta del I duque de Bristol y embajador de Inglaterra en España al rey inglés Jacobo I, se expresa la gran acogida del albariño de Gondomar entre la realeza británica” (Luis Congil)

Del mismo modo, el reconocimiento de este vino no para en Inglaterra, sino que pasa a América-, llegando a manos de personalidades como la de sir Francis Bacon. “Muestra del agradecimiento de Bacon a Diego Sarmiento fue el regalo de una de las primeras representaciones modernas de Inglaterra, el ‘Atlas de Saxton’”, detalla el escritor.

Tintos gallegos y Ribeira Sacra
Además de estos hechos históricos a los que el autor hace referencia en el libro, Luis Congil también alude a los vinos tintos gallegos, afirmando que “están rompiendo con la dicotomía de fuera”. Para el periodista y escritor, “los tintos gallegos cuentan historias muy diferentes”, destacando que “se están haciendo vinificaciones complejas y recuperando antiguas castas que le aportan un carácter especial..

De este modo, Congil expresa que “este tipo de vinos gallegos están comenzando a coger ‘carrerilla’, y que pronto nos sorprenderán”. En el caso concreto de la Ribeira Sacra comenta que “es un territorio que ha encantado a los consumidores de este vino, y conseguir meter el paisaje en la botella de vino es lo que más llama atención”.

“La Ribeira Sacra es un territorio que ha encantado a los consumidores de este vino. Conseguir meter el paisaje en la botella de vino es lo que más llama atención de esta denominación” (Luis Congil)

La historia que no se debe repetir y algunas recomendaciones
“Afirmar que el vino gallego está pasando por una segunda edad de oro implica explicar que hubo una primera”, avanza el escritor. “Hubo un caos en el S. XX que se reflejó en el vino. Las crisis de enfermedades en la viña de finales del XIX y principios del XX fueron agravadas por el contexto de la pandemia de la gripe, de la peste, y posteriormente de los conflictos internacionales, sumiendo la bonanza del vino gallego en la decadencia”, explica.

En aquel entonces, la solución más recurrente fue cambiar las castas locales afectadas por la filoxera por otras foráneas con mayor productividad, “y este fue uno de los errores que no se debe cometer cuando en Galicia existe la mayor diversidad de la uva del territorio”, detalla Congil.

“Si lo llevamos a la actualidad, hay que tener en cuenta que tenemos 53 variedades inscritas de uso tradicional gallego, y un total de 67, de las 155 más usadas en España, conservadas en el banco de germoplasma de la Estación Vitícola de Galicia (Evega). Si la riqueza es nuestra biodiversidad, tenemos que saber utilizarla”, afirma.

“Si la riqueza es nuestra biodiversidad, tenemos que saber utilizarla” (Luis Congil)

De este modo, el escritor opina a nivel personal que “las D.O. deberían flexibilizar la inclusión de nuevas castas para seguir contribuyendo a la recuperación de variedades”. Igualmente, deja claro que “hace falta formar profesionales de la enología con óptica gallega, y articular esa formación con la viticultura que nos rodea”.