La Xunta creará 15 nuevos modelos silvícolas para orientar la gestión de las pequeñas propiedades privadas

La adhesión a uno de los modelos forestales será obligatoria a partir del 31 de diciembre del 2020, pero podrá resolverse de forma sencilla al tramitar los permisos o declaraciones de tala de una parcela

La Xunta creará 15 nuevos modelos silvícolas para orientar la gestión de las pequeñas propiedades privadas

Masa adulta de abedules, especie que cuenta con su propio modelo silvícola. / Archivo.

Medio Rural publicó en el 2014 una orden por la que creaba una veintena de modelos silvícolas dirigidos a orientar la gestión forestal de los pequeños propietarios. El objetivo era que esos modelos sirvieran de guía de buenas prácticas sobre cuestiones como marcos de plantación o periodicidad de los trabajos de desbroce, podas o rareos. Ahora la Xunta anuncia que completará aquella primera veintena de modelos silvícolas con otros 15 nuevos.

La adhesión a los modelos silvícolas será obligatoria a partir del 31 de diciembre del 2020 para todas aquellas parcelas menores de 15 hectáreas que carezcan de un plan de ordenación, la gran mayoría. El proceso para la inscripción de cada parcela en uno de los modelos silvícolas ofertados por la Xunta será sencillo, según avanza Medio Rural, que señala que «la tramitación se solucionará con unos simples «clicks» informáticos durante el proceso de solicitud o declaración responsable de un aprovechamiento maderero».

En un inicio, la Xunta había establecido una veintena de modelos silvícolas orientativos, 8 de coníferas, 4 de eucalipto y 9 de frondosas caducifolias (castaño, roble, rebollo, cerezo, abedul, etc.), así como un modelo silvopastoral. El Consello da Xunta aprobó ayer incorporar 15 nuevos modelos, por medio de una Orden, a esa relación publicada en el 2014.

Cuatro de ellos estarán dirigidos a la gestión de masas de frondosas caducifolias, otros dos serán para lo que la Administración llama «obtención de ecoprodutos sustitutivos de materiales de alta huella de carbono» y se denominarán «modelos para la obtención de madera masiva o madera técnica». La relación se completará con modelos dirigidos a potenciar aprovechamientos complementarios del monte (resina, corcho, pastoreo en zonas desarboladas) y para promover una gestión próxima a la naturaleza.

Grados de intensidad de los modelos
La normativa incorporará también nuevas variables para la caracterización de los modelos silvícolas, pues se catalogarán los modelos en función del grado de intensidad de gestión que supone la aplicación de cada uno de ellos. » Este concepto -indica la Xunta- presenta una clara relevancia en materia de silvicultura activa y se calificó principalmente sobre la base de estos cuatro factores: la frecuencia y relevancia de las intervenciones de mejora, la intensidad de las talas, la duración del turno de tala y la medida en que se emplean materiales de mejora genética».

Otra variable que se considerará es el grado de resiliencia medioambiental que supone la aplicación de cada uno de los modelos. «En un contexto marcado por el cambio climático, las ventajas adaptativas que suponen aquellos modelos más resilientes son valores que los titulares forestales deben tener en consideración en el proceso de elección del modelo a aplicar», señala la Xunta.

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