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La planta de celulosa y lyocell proyectada para Palas de Rei (Lugo) avanza nuevos pasos para su construcción. Greenfiber, la firma promotora, participada por Altri y Greenalia, ya presentó el estudio de impacto ambiental y la lista de parcelas afectadas por las canalizaciones de captación de aguas y de vertido de aguas residuales, que suman más de 20 kilómetros.
Junto con la presentación del estudio de impacto ambiental y la solicitud de autorización ambiental, Greenfiber ha pedido la declaración de utilidad pública de la instalación, lo que permitiría ejecutar expropiaciones de las tierras precisas para completar la planta y sus canalizaciones. El Diario Oficial de Galicia ha publicado hoy la lista de propietarios afectados, que incluye a vecinos de Melide y Santiso (A Coruña), Agolada (Pontevedra) y Palas de Rei (Lugo).
Captación y vertido de aguas
Una de las cuestiones más polémicas desde el punto de vista vecinal y desde el ambiental es el de la captación y vertido de aguas. Es un escenario con el que ya se contaba en el 2022, cuando se anunció la planta, y que está tensándose en las últimas semanas.
Los vecinos de los ayuntamientos afectados tachan de oscurantista el proceso y están reclamando más información. Desde Agolada, propietarios afectados emitieron un comunicado días atrás cuestionando que no hayan podido presentar alegaciones al proyecto de captación y vertido de aguas, pues aseguran que el proyecto no fue expuesto en el Concello, a pesar de que dicen que le fue reclamado al Gobierno local en numerosas ocasiones.
De otro lado, colectivos ecologistas como Adega advierten del impacto de los vertidos de la planta en el río Ulla, con un posible efecto en la economía marisquera de la ría de Arousa.
La instalación tiene previsto captar 46.000 metros cúbicos de agua cada día del embalse de Portodemouros, a la altura de Agolada, y se prevé el vertido de 30.000 metros cúbicos de agua al día. Greenfiber siempre defendió que el vertido de aguas se colocará antes del punto de captación, lo que entiende que posibilitará una cierta recirculación del agua vertida en el proceso de la planta, reduciendo el impacto ambiental.
Las canalizaciones de aguas superarán los 20 kilómetros (12,5 km. para la de captación y 8,8 km. para la de vertido). Toda la documentación del proyecto podrá consultarse en este enlace.
Producción de la planta
La solicitud de autorización ambiental de la planta aclara también el proyecto de producción. Si en un inicio, hace dos años, se había hablado de la creación de una instalación para la producción de fibras textiles (lyocell), la realidad es que en su primera fase la industria se dedicará de manera principal a la producción de celulosa, que acaparará un 80% de los volúmenes producidos, en tanto el lyocell supondrá alrededor de un 20% de la producción.
En toneladas, se espera la producción en un inicio de 250.000 toneladas de celulosa y de 60.000 de lyocell. Cuando la instalación esté en pleno funcionamiento, la capacidad productiva será de 400.000 toneladas de celulosa y de 200.000 de lyocell.
Materia prima
La materia prima para abastecer a la planta será, como se esperaba, eucalipto globulus y nitens. En un principio, la planta consumirá 1,2 millones de metros cúbicos de eucalipto al año, y cuando esté a pleno rendimiento se acercará a los 2,4 millones de metros cúbicos de eucalipto.
Desde el punto de vista forestal, los propietarios ven la instalación como positiva, pues introduce mayor competencia por el eucalipto gallego, que tenía hasta ahora un mercado limitado, con las plantas de Ence en Pontevedra y Asturias como principales destinos, con partidas menores para las plantas portuguesas de la propia Altri y Navigator y para instalaciones del resto de la península (Zaragoza, País Vasco).
Por contra, desde la perspectiva de los ecologistas, se teme que esa mayor demanda se traduzca en un aumento de la superficie de eucalipto por medio de plantaciones ilegales ‘consentidas’.
Conviene recordar que la normativa actual prohíbe plantar eucalipto en superficies agrarias o en sustitución de masas de frondosas. Existe también una moratoria hasta el 2025 que además prohíbe sustituir pinares tras corta por eucalipto, si bien queda por ver cómo se resuelve esa restricción a partir del próximo año.
