La presencia de murciélagos en los viñedos se presenta como un aliado en el control de plagas de insectos como la polilla del racimo. La firma valenciana Bodegas Enguera ha llevado a cabo un proyecto para fomentar el asentamiento de los murciélagos en sus viñedos y que puedan ayudar en el control de este insecto. Con ello pretenden comprobar si es posible controlar la plaga de la polilla del racimo sin utilizar la técnica de confusión sexual basada en feromonas.
Conocemos su experiencia de mano de Sandra Córdoba Lloria, bióloga del área de Gestión de Proyectos de I+D+i de la bodega, después de participar recientemente en las jornadas del proyecto europeo IPMWorks, gestionado en Galicia por la Fundación Empresa Universidad Gallega (Feuga) y celebradas en la Bodega Martín Códax, en la que se trataron también el uso de difusores de confusión sexual para atajar estas plagas.
-¿Por qué decidisteis comenzar a trabajar con los murciélagos?
– En Bodegas Enguera todo nuestro cultivo es ecológico, con lo que está muy limitado el uso de productos insecticidas. Durante años hemos empleado el método de confusión sexual para controlar las poblaciones de polilla del racimo y, pese a ser un método con muchas ventajas, ya que ofrece buenos resultados sin generar residuos; uno de sus mayores inconvenientes es su precio por hectárea. Además, es muy difícil de implementar en parcelas pequeñas, por lo que su eficacia está condicionada a que se emplee en grandes parcelas o cotos. En Bodegas Enguera teníamos las poblaciones de polilla del racimo controladas desde hacía años utilizando difusores de feromonas. Con los murciélagos buscamos dar un paso más en la agricultura ecológica: reducir el uso de feromonas y ahorrar costes para combatir la polilla del racimo.
-¿Había experiencias previas que os animasen a apostar por los murciélagos?
-Hace más de 10 años, compañeros del Àrea d’Investigació del Museu de Ciències Naturals de Granollers iniciaron en el Delta del Ebro un proyecto para conocer cómo podían ayudar las colonias de murciélagos en la plaga del conocido como barrenador del arroz. Este grupo comprobó, después de 10 años, que eran capaces de controlar esta plaga solo con los murciélagos. Sabiendo que son unos grandes insectívoros, que las polillas de pequeño tamaño forman parte de su dieta y teniendo en cuenta los buenos resultados del proyecto catalán, decidimos hacer lo propio con este proyecto en el viñedo.
-¿Cuándo comenzasteis a impulsar acciones para que las colonias de murciélagos se asentasen en el viñedo?
– En 2015 se colocaron algunas cajas refugio para realizar una prueba piloto. Los resultados forman parte del TFG de Juan Martínez Barberá (responsable de I+d de Bodegas Enguera), pero no fue hasta 2018 cuando iniciamos una colaboración con la Universitat de València gracias a la concesión de un Proyecto Cooperación subvencionado con fondos Feader. Comenzamos con este proyecto piloto en base a los trabajos previos que daban buena cuenta de que los murciélagos son unos insectívoros muy voraces. Hay estudios que revelan que podrían comer entre 1.500 y 3.000 insectos por noche.
-¿Qué habéis hecho para conseguir aumentar el número de murciélagos?
-Una de las principales acciones que llevamos a cabo fue la colocación de cajas refugio para que los murciélagos pudiesen descansar y criar en ellas. Al cabo de dos años registrando la actividad de los murciélagos mediante grabadoras de ultrasonidos observamos que en las parcelas donde habíamos colocado cajas refugio, la actividad de los murciélagos era muchísimo más elevada en comparación con las parcelas donde no se habían colocado. Esto evidencia que si se colocan cajas refugio los murciélagos están más activos en esa zona y, por lo tanto, cazan en esa zona por las noches.
“Favorecer la presencia de murciélagos en los viñedos es ganar por partida doble: permite controlar plagas y contribuye a ayudar a una especie prioritaria”
-¿Con cuántas cajas refugio contáis en la bodega?
-Con este proyecto instalamos 118 cajas colocadas en poste. Estas cajas unidas a las colocadas anteriormente suman unas 150. Se trata de cajas planas que los murciélagos utilizan para descansar por el día y también para criar en verano. Una vez colocadas las cajas, cada 15 días hacíamos una revisión para ver si las habían ocupado y en verano comprobábamos si habían criado. El hecho de que los murciélagos críen en el interior de las cajas refugio es muy importante, ya que todos los murciélagos europeos están protegidos y las poblaciones de algunas de sus especies son escasas. Los murciélagos únicamente tienen una cría al año, por lo que medidas que favorezcan sus colonias de cría ayudan muchísimo a su conservación. Favorecer la presencia de murciélagos en los viñedos es ganar por partida doble: permite controlar plagas y contribuye a ayudar a una especie prioritaria.
-¿Qué pautas habéis seguido para la colocación de las cajas refugio?
-Una de las premisas más importantes es que deben estar colocadas a la altura suficiente como para que ellos puedan entrar y salir de la caja volando. Por lo que hemos visto, lo recomendable es colocarlas a una altura de entre 4 y 5,5 metros. Es necesario que la caja tenga la entrada despejada, sin obstáculos, ya que ellos localizan la caja mediante ultrasonidos, de forma que si hay ramas tapando la abertura es más difícil que la encuentren. Es fundamental evitar una insolación excesiva que podría matar a los murciélagos durante el verano. Para ello debemos tener en cuenta el tipo de soporte y la orientación de la caja.
-¿Cómo habéis colocado las cajas en vuestros viñedos?
-Se pueden colocar en postes, en árboles o en la pared. Nosotros las hemos estado colocando en postes, ya que el porcentaje de ocupación es mayor que en otros soportes. Recomendamos la opción del poste porque puedes colocarlo donde quieras, lo que viene muy bien para campos de monocultivo, y además tienen menor riesgo de recalentarse.
“Los gatos son los mayores depredadores de los murciélagos, por eso es importante colocar las cajas refugio fuera de su alcance”
-¿Alguna recomendación a la hora de colocar las cajas refugio?
-Es muy importante tener en cuenta la insolación que puede sufrir la caja. A los murciélagos les gusta que la caja esté calentita, ya que son mamíferos muy pequeños y que pierden la temperatura muy rápido. Debe estar caliente sin experimentar episodios extremos de calor. En el Mediterráneo, en verano con las olas de calor deben extremarse las precauciones para que no llegue a hacer demasiado calor dentro de la caja. Por eso, nunca debe colocarse al sur ni al oeste. Es preciso tener presente que si la colocas en una pared además del calor directo que tenga por el día, recibirá el calor de la propia pared por la noche. Además, las crías de los murciélagos, que nacen en verano, son también muy delicadas en cuanto a altas temperaturas, por lo que debe tenerse muy en cuenta ya que pueden morir por un golpe de calor.
-Y en un clima como el de Galicia, ¿cuál sería la mejor orientación?
-En la zona de Rías Baixas, en base a las temperaturas medias, habría que evitar colocarlas al sur, ya que en verano pueden darse también episodios de calor extremo. También es recomendable no situarlas orientadas hacia al norte, ya que recibirían pocas horas de luz y la caja estaría muy fría. Lo mejor sería colocarlas al este o al oeste.
-¿Algún otro consejo para conseguir una mayor adecuación de las cajas?
-En zonas como en Centro Europa utilizan colores oscuros para conseguir mayor temperatura en su interior. En buena parte de España lo más recomendable es utilizarlas de color blanco o madera de colores claros. Solo se usan de color negro en zonas muy frías de la Cordillera Cantábrica. También se hace hincapié en que las cajas no se coloquen en zonas en las que puedan subir predadores, en especial los gatos, que son la principal amenaza de los murciélagos.
-¿Han tenido buena aceptación las cajas?
-Desde que colocamos las cajas se nos han ocupado todas ellas en algún momento. Con este modelo y siguiendo unas pautas específicas, las cajas se suelen ocupar muy rápido, que es también uno de los miedos más frecuentes entre los viticultores.
En el propio proyecto estudiamos varios modelos o cuestiones como la orientación de las cajas para poder ofrecer asesoramiento en este sentido.
“Hemos tenido picos de ocupación del 80% de las cajas y hasta 7 colonias de cría. Hemos llegado a contabilizar casi 150 murciélagos en una caja”
Después de 3 años hemos tenido picos de ocupación del 80% de las cajas. Además, han criado dentro de ellas. Hemos llegado a tener 7 colonias de cría. De hecho, en una de esas cajas llegamos a contar al salir casi 142 murciélagos. Si solo en una caja tienes ese número de murciélagos el cálculo de lo que se comerán esa noche en el viñedo es muy elevado.
-¿Cuánta superficie abarcáis con este número de cajas?
-Tenemos unas 130 hectáreas repartidas entre Enguera y Fontanars dels Alforins. En concreto, en este proyecto hemos seleccionado un área de unas 40 hectáreas de viñedo en cada una de las localizaciones y después hemos contado con una parcela testigo para comparar el efecto de la colocación de las cajas en la actividad de los murciélagos de la zona.
-¿Habéis podido llegar a comprobar que los murciélagos están comiéndose la polilla?
-Si, lo hemos confirmado gracias a la colaboración en el proyecto de la Universitat de València, quienes realizaron un análisis genético de muestras de guano de los murciélagos que habitaban las cajas. Así detectamos que comían polilla del racimo, entre otras plagas agrícolas. Además, la época de máxima actividad de los murciélagos (en verano cuando crían) coincide con los picos de vuelo que hemos detectado en la polilla del racimo.
-¿En qué fase del proyecto os encontráis en estos momentos?
-Tenemos ya más de 600 murciélagos contabilizados en las cajas refugio, por lo que hemos dado un paso más. Comenzando a retirar paulatinamente los difusores de confusión sexual de algunas parcelas para comprobar si fomentando poblaciones de murciélagos en los viñedos somos capaces de controlar la polilla del racimo sin confusión sexual.
El año pasado conseguimos un nuevo proyecto cooperación para seguir investigando en esta línea, sumándose además al equipo la Asociación Valenciana de Agricultores, gracias a quienes podremos dar a conocer mejor los resultados entre los propios productores. Son estudios a largo plazo, pero los datos que estamos obteniendo nos dan esperanzas para seguir trabajando.
-¿Cuándo sabréis si solo con los murciélagos es suficiente para el control de la polilla?
-Los datos de la retirada de los difusores, que se enmarcan en este nuevo proyecto, los tendremos en noviembre, aunque habrá que seguir recopilando más información en los próximos años.
-¿Habéis hecho llegar de alguna manera este esfuerzo de la bodega por combatir las plagas de una manera sostenible al consumidor?
-A causa de este proyecto producimos dos vinos (Aliats y Aliats tinto) mediante los cuales realizamos también una difusión de la iniciativa y la ponemos en valor. Además, estamos realizando visitas a la bodega en formato «noche de murciélagos». Son jornadas en las que el público general puede venir a conocer el proyecto, ver a los murciélagos que ayudan en el control de plagas y realizar una cata diferente. Ya realizamos casi 30 de estas jornadas, con el que tuvimos más de 600 asistentes y esta actividad forma parte de la oferta enoturística de la bodega. Es una forma de difusión muy potente y en nuestro caso está ayudándonos a generar marca.