Los retos del sector lácteo: mejora de la producción agrícola, reducción de emisiones y digitalización

¿A qué retos inmediatos se enfrenta a día de hoy la producción láctea? ¿Cómo va a ser el ganadero del futuro? Son algunas de las preguntas que se abordaron este miércoles en la jornada formativa organizada por el grupo Proyectos y Planificación (PROePLA) de la USC y en la que participaron distintas empresas del sector.

Los cambios normativos impulsados desde la UE en materia de medio ambiente, bienestar animal, fertilización sostenible, reducción de plaguicidas o digitalización van a suponer un incremento de los costes de producción de las explotaciones, pero pueden ser al mismo tiempo una oportunidad para mejorar la eficiencia productiva de las granjas y su rentabilidad.

Los distintos ponentes que intervinieron destacaron la “profesionalidad” de los productores de leche gallegos desde el punto de vista ganadero y la necesidad hacer el mismo recorrido en el campo de la producción agrícola y forrajera, como una de las asignaturas pendientes para el sector.

Como ganaderos somos muy buenos, estamos al nivel de los mejores del mundo, pero a nivel agrícola estamos aún muy atrás

Conocer las necesidades reales de los cultivos y el estado del suelo, una fertilización a la carta con mayor aprovechamiento de los abonos orgánicos generados en la explotación y una elección de semillas y rotaciones más idóneas son aspectos fundamentales para incrementar la productividad de las tierras al mismo tiempo que se cumple con las nuevas exigencias medioambientales fijadas en la nueva PAC, en el Real Decreto de nutrición sostenible de suelos agrícolas y en la legislación que desarrolla el Cuaderno Digital de las explotaciones.

Hacemos muy mal la fertilización porque trabajamos con inercias y a veces el abonado que se realiza depende del precio de la leche

“El camino que se ha recorrido en la nutrición animal es lo que hay que recurrir ahora en la nutrición vegetal. Hace años las raciones de las vacas lecheras estaban en niveles de proteína del 18% para producciones de 30 litros, hoy se están haciendo raciones con el 16% de proteína con producciones superiores a los 40 litros”, comparó Henrique Prado, de la multinacional biotecnológica Alltech.

De los cambios normativos sobre abonado y fitosanitarios me preocupa más el control de plagas, porque muchas veces no tenemos herramientas para luchar contra ellas

“Hacemos muy mal la fertilización porque trabajamos con inercias y a veces el abonado que se realiza depende mucho de factores tan dispares como el precio de la leche. El reto en la producción de forrajes está en hacer trabajar la biota del suelo a nuestro favor, porque en Galicia tenemos un recurso, que es el suelo, y mucha materia orgánica”, afirmó.

“La nueva norma de fertilización es pasar de 0 a 100”

Rubén de Castro Soutiño, ingeniero agrícola y responsable del departamento técnico del Grupo Aresa, una empresa lucense que comercializa anualmente 70.000 toneladas de fertilizantes, alerta “de la realidad a la que se van a tener que enfrentar las explotaciones” con la entrada en vigor del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrícolas.

“Vamos a pasar de 0 a 100, de una fertilización sin limitaciones y que dependía sobre todo del precio de los abonos, a una fertilización totalmente controlada, con analítica de suelos y limitaciones en la aplicación de fertilizantes”, indica.

«La normativa por el momento son datos en el aire. Se habla de una reducción del 30% de nitrógeno pero, ¿sobre qué cantidad? En este momento no hay establecido un dato límite de abonado. El Ministerio quiere hacer los próximos 3 años una toma de datos en las explotaciones para establecer después esos límites», explica. 

El maíz y la pradera son cultivos que utilizan mucho nitrógeno y si a ti te obligan a reducir un 30%, siendo realistas, no vas a lograr la productividad que tienes hoy

Serían necesarias 323 unidades de fertilización nitrogenada para lograr 70.000 kilos por hectárea de maíz, unos rendimientos que se han conseguido este año en algunas zonas gracias a las temperaturas suaves y las lluvias abundantes desde la primavera hasta el otoño, ejemplifica.

“En Aresa estamos en cuatro proyectos, tanto supraautonómicos como europeos, de economía circular, estamos trabajando con microalgas y con recubrimiento de fertilizantes con microorganismos, pero tenemos que ser realistas, el maíz y la pradera son cultivos que utilizan mucho nitrógeno y si a ti te obligan a reducir un 30%, siendo realistas, no vas a lograr la productividad que tienes hoy. Porque por mucho que metas leguminosas para fijar nitrógeno, no vas a compensar esa reducción del 30%”, asegura.

El precio del NAC-27 ha pasado de 800 euros la tonelada a principios de año a 400-500 € hoy

A partir de 1 de enero de 2028 cada agricultor tendrá unos valores de referencia sobre lo que podrá abonar. Estos límites máximos están dirigidos a los fósforos y a los nitratos. “Hay que inhibir los productos ureicos, pero eso incrementa los costes. Hay dos posibilidades, inhibidor de la nitrificación o inhibidor de la ureasa, que andan entre 15 y 50€ la tonelada”, detalla.

Dificultades para los planes de abonado personalizados

Rubén considera que la nueva legislación sobre abonado “está pensada para Castilla, donde los suelos son todos muy parecidos” pero su cumplimiento, dice, plantea dificultades en Galicia. “Aquí casi cada finca es un mundo. En el minifundismo que tenemos nosotros, ¿cómo vamos a gestionar todo eso?”, se pregunta.

Aun así, piensa que la obligación de realizar analíticas de suelo es un aspecto positivo. “El suelo es un organismo vivo. Estoy completamente de acuerdo con los planes de abonado. En Galicia, muchas veces, el bajo pH del suelo está bloqueando la absorción de los nutrientes”, asegura. La norma obliga a hacer una analítica de suelo de cada parcela como mínimo cada 5 años en regadío y cada 10 en secano.

El suelo es un organismo vivo, estoy completamente de acuerdo con las analíticas de suelos, pero con el minifundismo que tenemos nosotros, ¿cómo vamos a gestionar todo eso?

Desde Aresa ven positivo caminar cara una agricultura de precisión pero alertan de las dificultades legales y burocráticas con las que se encuentran para ofrecer soluciones a la carta a sus clientes.

“Nuestra idea es hacer mezclas personalizadas tanto de semillas como de abonado. Pero a la hora de hacer estas mezclas estamos limitados por la normativa para ofrecer al suelo justo lo que necesita. Hacer mezclas de semillas requiere mucho tiempo de antelación, por todos los trámites burocráticos que hay que hacer para registrarlas y tampoco se pueden hacer todas las mezclas de abonos que se quieran por blending”, explica.

No hacen normativas sencillas, la ley es muy farragosa y enrevesada, y existen trabas a la hora de fabricar nuevos productos a la carta para nuestros clientes

Por eso, pide a las autoridades que faciliten la aplicación de la nueva normativa. “Queremos una atención personalizada a cada agricultor, pero nos estamos encontrando con toda una serie de impedimentos. Yo como empresa tendría capacidad para hacerlo (toma de datos mediante análisis NIRS, introducción en el Cuaderno de Explotación, llamada a la fábrica y en 3 días tener ese producto personalizado en la finca), pero tal como está hoy la legislación eso no es posible, porque hay que pasar por un organismo de conformidad para fabricar esa mezcla”, explica.

El Cuaderno Digital: ¿burocracia o herramienta para mejorar la gestión?

El Real Decreto de Nutrición Sostenible está vinculado también al del Cuaderno Digital. Las aplicaciones de fertilizantes deberán llevar un registro en el cuaderno de explotación a partir del 1 septiembre de 2024 en el caso de agricultores o ganaderos con más de 30 ha de tierras de cultivo en secano y un año más tarde para el resto. “Es obligatorio e imprescindible para cobrar las ayudas de la PAC”, advierte Rubén.

El SIEX del Ministerio es un cuaderno demasiado sencillo que no va a facilitar a los agricultores el manejo de sus explotaciones

Pero considera que el Cuaderno Digital no debe suponer “una carga burocrática más para las explotaciones” sino “una oportunidad para mejorar su eficiencia”. “El SIEX del Ministerio es un cuaderno demasiado sencillo que no va a facilitar a los agricultores el manejo de sus explotaciones. Por eso en Aresa tenemos a disposición de nuestros clientes una herramienta más completa, un Cuaderno Digital que permite la gestión integral de la explotación”, indica.

Menos armas contra las plagas

En el Cuaderno Digital hay que anotar también los tratamientos fitosanitarios realizados en cada parcela dentro del mes siguiente a su aplicación y la UE pretende limitar su uso. “La reducción del 50% de los plaguicidas obliga a acertar mucho más con el tratamiento, porque por ejemplo en años como este, en el que ha habido mucho ataque de rosquilla o de gusano, solo vas a tener una oportunidad para combatir la plaga”, advierte.

“En los fitosanitarios se está yendo hacia productos no erradicativos, se están eliminando los sistémicos y yendo hacia productos de contacto, que son menos efectivos. Habrá que hacer más pases, lo que supone más gasto en maquinaria y más emisión de gases de efecto invernadero. Son productos preventivos que aumentan los costes de producción”, dice.

Además, requerirá estar más pendiente de los cultivos. “Las plagas y enfermedades hay que cogerlas a tiempo, porque si se te escapan no hay con que combatirlas. Estoy a favor del aceite de naranja, pero cuando hay una plaga importante no le puedo echar solo aceite de naranja, porque no es suficiente; hay que disponer de alternativas”, defiende Rubén.

Doble vara de medir frente a los transgénicos

Para el director técnico de Aresa, otro de los retos importantes que se presentan es el del cambio climático. “Estamos viendo una reducción de la producción en los últimos años y un incremento de las plagas. El hecho de tener inviernos más suaves tiene incidencia en el aumento de las enfermedades en los cultivos”, asegura.

La extensificación, es decir, laborear más terreno para producir lo mismo con menos abonos, es una alternativa?

“Habrá que irse a nuevas variedades más resistentes al cambio climático”, defendió, y abrió la espita de los transgénicos. “La UE nos está poniendo muchos límites a los productores pero no nos está protegiendo de lo que viene de fuera. Tiene que haber igualdad en las condiciones de producción, tenemos que jugar todos con las mismas cartas. Debe haber más control de los productos de terceros países que son competencia directa. Tal como se está haciendo hoy la normativa en la UE es un tiro en el pie. A nosotros nos dirigen hacia una agricultura que va a aumentar sus costes”, denuncia.

Para evitar la merma de los rendimientos por hectárea a causa del cambio de paradigma en las precipitaciones, dice, “habrá que irse a sistemas de regadío, a los que aquí no estamos acostumbrados, y ampliar superficie para cubrir las necesidades de la explotación”. Pero se preguntó si la extensificación, es decir, “laborear más terreno para producir lo mismo con menos abonos”, es una alternativa realista y viable.

Individualizar el animal dentro del rebaño

Mario Rouco, de la empresa gallega Innogando, que fabrica sistemas de monitorización del ganado mediante collares inteligentes, defendió en su intervención que “el ganadero del futuro va a ser un empresario tecnológico”. «Estamos en el mundo de los datos y la tecnología vino para quedarse”, dijo, y aseguró que “el reto para aumentar la eficiencia y productividad de las explotaciones lecheras está en individualizar el animal dentro del rebaño”.

Las nuevas tecnologías avanzan muy rápido y todos sabemos la edad que tienen nuestros ganaderos

Mario consideró que existe una brecha tecnológica evidente entre las ganaderías intensivas y las extensivas y abogó por reducirla. “Tenemos que intentar profesionalizar el modelo tradicional de pastoreo. Si no medimos no podemos controlar. El ganadero del futuro tiene que ser adaptativo, porque este sector avanza cada vez más rápido”, insistió.

El que va a decidir siempre es el ganadero, con tecnología o sin ella

Pero detectó varios problemas aún por solventar para universalizar el uso de la tecnología en las granjas: “Tenemos el hándicap del relevo generacional; todos sabemos la edad que tienen nuestros ganaderos. Y también hay un problema evidente de integración de los distintos programas de gestión de datos. No podemos trabajar en una explotación con media docena de aplicaciones”, dijo.

Finalmente, a pesar de la ayuda que pueda aportar la tecnología y las herramientas basadas en la inteligencia artificial, destacó el papel del ganadero. “La última decisión sigue pasando aún por el ganadero. Hoy en día la automatización no es aún autónoma. Por eso hay explotaciones que prefieren montar salas rotativas y no robots de ordeño”, valoró.

Prudencia en las inversiones

Jesús Combarro, responsable de banca sectorial de la entidad Abanca, habló de los retos de financiación que afrontan las explotaciones para seguir siendo competitivas, a través de la mejora de sus instalaciones y su crecimiento en los últimos años.

Destacó en positivo el hecho de que ante la reciente coyuntura de buenos precios cobrados por la leche, “hemos visto bastante prudencia a la hora de acometer inversiones. A principios de año, con los precios de la leche en máximos históricos, el sector mostró una dosis de cautela y prudencia, que pensamos que es la que toca ante la incertidumbre que vivimos. En esta ocasión percibimos más cautela que en otras épocas de buenos precios, en las que las inversiones se dispararon”, destacó.

En esta ocasión percibimos más cautela que en otras épocas de buenos precios, en las que las inversiones se dispararon

En su opinión, “hay que aprovechar la coyuntura de precios para fortalecer los recursos propios de la explotación y pensar muy bien las inversiones que se hacen, pensando sobre todo en el medio y largo plazo de la explotación”, indicó.

“El leasing y renting para maquinaria es una alternativa que está ahí, con un impacto fiscal positivo. Hay que valorar si nos interesa adquirir en propiedad o no esa máquina, en función del nivel de utilización”, ejemplificó.

El sector lácteo tiene una tasa de morosidad inferior a la de otros sectores

Teniendo en cuenta los volúmenes de inversión que se manejan en el sector lácteo, la tasa de morosidad es baja, reconoció Jesús. Sin embargo, advirtió, “la subida de tipos puede tensionar la situación”.

Invertir en energías renovables y superficie agraria

Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de hacer inversiones en una granja son las nuevas normativas medioambientales. “A la hora de realizar inversiones en una granja hay que tenerlo en cuenta. Igual es mejor invertir en energías renovables en la explotación y no en maquinaria, que es algo que se puede externalizar”, indicó Jesús.

Lo mismo pasaría con las inversiones en superficie agraria para reducir la compra de insumos de alimentación, que tienen una importante huella ambiental. La escasez de tierra es uno de los déficits más habitual de las explotaciones lácteas gallegas, que en muchas ocasiones invierten en nuevas instalaciones para crecer en número de cabezas sin que eso vaya acompañado por una ampliación en la misma medida de su base territorial.

Invertir en sostenibilidad es una oportunidad para incrementar los ingresos de la explotación

“Invertir en sostenibilidad es una oportunidad para incrementar los ingresos de la explotación”, aseguró el responsable de Abanca, tanto por las ayudas de la nueva PAC, como pueden ser los ecorregímenes, como por las primas vinculadas a parámetros de sostenibilidad en el precio de la leche. “La cooperativa danesa Arla destinará 500 millones de euros para las explotaciones que reduzcan un 30% su huella de carbono para 2030, lo que supone hasta 3 céntimos más por litro”, ejemplificó.

La sostenibilidad está impactando también de lleno en la financiación de las granjas. “La actividad agrícola y ganadera no está incluida a día de hoy en el Reglamento de Taxonomía de la UE entre las 70 actividades económicas que las autoridades comunitarias consideran que ayudan a los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o a la mitigación de sus efectos (adaptación al cambio climático)”, explicó Jesús.

La agricultura y la ganadería no están incluidas como sectores prioritarios en el Reglamento de Taxonomía de la UE

“La UE pretende a través de la financiación incentivar aquellas actividades que contribuyen a la sostenibilidad frente a otras”, indicó. Entre las actividades contempladas en el Reglamento de Taxonomía estarían el sector forestal o el de las energías renovables, considerando por el contrario el sector agroganadero como un sector emisor de gases de efecto invernadero, sin tener en cuenta la capacidad de captura y secuestro de carbono de la actividad agraria.

El objetivo de la Comisión Europea es reducir las emisiones totales en un 55% frente a las que había en 1990 y en el caso concreto de la agricultura y la ganadería el objetivo de reducción de emisiones es del 40% frente a las que había en 2005. Por eso, insistió el responsable de Abanca, la entidad pretende acompañar a sus clientes hacia modelos de negocio más sostenibles.