El primer condicionante a la hora de plantar un nuevo viñedo es de carácter normativo y tiene que ver con el destino de la uva:
-Si el viñedo es para autoconsumo y siempre que no supere los 1.000 m² podremos realizar la plantación sin más.
-Si la viña que pretendemos establecer tiene una finalidad comercial será necesario disponer de la autorización administrativa pertinente para la superficie que deseemos plantar.
Localización del viñedo
El siguiente paso será determinar el lugar y la parcela más idónea para efectuar la plantación. Generalmente no podremos elegir mucho ya que tendremos que ceñirnos a las parcelas sobre las que tenemos algún derecho de uso.
La vid es una planta exigente en calor, por lo que la altitud de la parcela será un factor importante a considerar a cara descubierta a la duración del ciclo vegetativo pudiendo acortar o alargar el período de maduración. Tenemos que recordar que por cada 100 m. de altura la temperatura disminuye 0,6 ªC. Por ello, para una misma variedad, las zonas bajas son preferibles a zonas altas, ya que se alcanza mayor integral térmica y con ello el adelanto de la maduración.
“La parcela debe estar en pendiente y el fondo de la misma debe estar libre de vegetación”
Otro factor importante a considerar al decantarnos por una parcela es la pendiente. Optaremos por un terreno inclinado para que permita que el aire frío drene hacia la parte más baja de la parcela, reduciendo así el riesgo de heladas. Asimismo, procuraremos mantener el fondo de la parcela libre de vegetación para que no se produzcan embolsamientos de aire frío. Este movimiento del aire favorece la ventilación en la parcela, un secado más rápido y una disminución de la humedad en la masa de hojas, y consecuentemente una reducción de las enfermedades fúngicas.
La exposición u orientación de la parcela determinará la cantidad de calor que recibe cada m2 de viña, que depende del ángulo con el que la luz incide en el suelo. Cuanto más perpendiculares incidan los rayos de sol mayor calor recibe el suelo. En nuestra latitud, optaremos por parcelas expuestas al Sur, Sur-Oeste o Sur-Este. Los viñedos expuestos al sur brotan y maduran antes. Debemos evitar las parcelas orientadas al Norte por ser las que menor calor reciben.
Preparación del terreno
Decidida la localización del nuevo viñedo será necesario evaluar las condiciones del suelo. Las cepas pueden crecer con éxito en una amplia gama de suelos y resulta difícil describir un suelo ideal para el cultivo de la vid. Son muchas las propiedades del incluso que afectan en mayor o menor medida al crecimiento y desarrollo de la cepa y de manera paralela a la producción y a la calidad de la uva.
La cepa es una planta que se ve muy afectada por la asfixia radicular. No es conveniente efectuar la plantación en lugares encharcados y en el caso de ser necesario, se preverá la instalación de un sistema de drenaje. Prestaremos por lo tanto atención a los lugares de pendiente y vaguada donde se puedan producir encharcamientos.
Por otra parte, el suelo debe tener la profundidad necesaria para que el sistema radicular de la cepa disponga de un volumen suficiente de tierra que le asegure los nutrientes y el agua para su desarrollo. Cuanto mayor sea el volumen de suelo que exploran las raíces, mayor va a ser la cantidad de nutrientes y de agua a disposición de la cepa. Es por ello indispensable, antes de acometer cualquier plantación, hacer al menos una calicata en la parcela para conocer la profundidad y la disposición de las diferentes capas del suelo. Esto nos permitirá evaluar el grado de compacidad del suelo y las dificultades con que se encontrarán las raíces a la hora de expandirse en profundidad.
Hay que evitar el encharcamiento y realizar una calicata previa en la parcela
También es muy importante realizar un análisis químico del suelo. Tomaremos muestras del suelo en diferentes puntos de la parcela para conformar una muestra representativa que será remitida a un laboratorio oficial. Conoceremos así si los niveles de macronutrientes (N,P,K) y micronutrientes (Que,Mg,En la,…) son suficientes, y en caso contrario hacer las correcciones pertinentes mediante un abonado de fondo. Cuestión muy importante es el contenido de materia orgánica y el pH por el papel que desempeñan en la reacción del suelo. Además, será antes de la plantación el momento más sencillo para hacer su aporte.
La limpieza de la vegetación existente en la parcela será la primera operación a realizar. Si la vegetación y matorral suene ser suficiente el pase de desbrozadora. En el caso de la presencia de árboles será necesario efectuar un destoconado con posterior retirada y destrucción de los mismos.
En determinados casos podrá ser necesario efectuar la nivelación de la parcela. Los objetivos de la misma buscan alcanzar un volumen suficiente del sistema radicular, reducir la erosión y facilitar la mecanización. Si la pendiente del terreno y superior al 10% recomienda cultivar según las curvas de nivel y si supera el 20% sistematizar el terreno en bancales.
Se procederá a continuación a realizar una desfonde o labor profunda del suelo. Si el suelo lo permite, mediante labor de vertedera. La finalidad es favorecer el desarrollo del sistema radicular, incrementar la permeabilidad del suelo, limpiar raíces y piedras, e incorporar las enmiendas y abonos necesarios. El momento ideal para esta operación es durante el verano y hasta el otoño. En esa época el suelo se fractura correctamente y con finos canales que facilitarán una excelente penetración de las raíces.
Una vez preparado el suelo procederemos a efectuar un laboreo superficial con la finalidad de preparar, nivelar y suavizar el mismo para las operaciones previas la plantación.
Pasos en la plantación del viñedo:
Plantación: elección de las vides
En función del tamaño de la parcela será necesario disponer las cepas en bloques (variedad, orientación, tipo de suelo,…). Cada viticultor establecerá su diseño en función del objetivo técnico buscado. El replanteo de la plantación se realizará preferiblemente en invierno aprovechando el tiempo seco y frío. Existen varios sistemas y métodos para efectuar el replanteo (cuerdas, estación total, GPS).
Una decisión muy importante previa al replanteo es la orientación de las filas. Toda vez que la mayor parte de los nuevos viñedos disponen la vegetación en espalderas, lo ideal será orientar las filas en la dirección N-S. De este modo captaremos la mayor cantidad de insolación al incidir el sol por ambos lados de la espaldera (mañana y tarde). Sin embargo, también en la mayor parte de las veces la orientación vendrá definida por la forma de la parcela, teniendo que ajustar la dirección de las mismas a la forma de la parcela. A efectos de mecanización las filas más largas son más eficientes que las filas cortas.
“Lo ideal es orientar las filas en la dirección Norte-Sur”
La distancia entre filas vendrá condicionado por el sistema de conducción y por el equipo de mecanización que pretendamos usar. Los sistemas de formación con paredes foliares verticales requieren menos espacio entre filas que los sistemas con paredes foliares horizontales u oblicuos (Geneva, Lira, Parral,..). En las espalderas deberemos guardar que la relación entre la altura de la zona de vegetación y el ancho de la fila sea 1 para evitar sombreamientos.
La distancia de las cepas dentro de la fila será establecida en función de la combinación de factores como el vigor de la variedad, fertilidad del suelo, tipo de manejo de la vegetación..etc. Cuando el sistema de formación de la cepa sea guyot o cordón simple sobra con dejar las cepas distanciadas 1 metro. En el caso de formación en cordón bilateral y guyots mixtos o dobles se recomienda distanciar las cepas 1,2 metros o más.
La tendencia en las plantaciones actuales es a incrementar la densidad de la plantación por varias razones:
-Un mayor número de plantas por hectárea reduce el vigor de las cepas, ya que cada planta va a ver reducido el volumen de suelo que explora y con ello la cantidad de nutrientes y agua.
-La reducción del vigor de la cepa provoca una menor producción por planta pero un incremento de la producción total y una mejora de la calidad.
Al diseñar nuestro viñedo se dejarán en la cabecera de las filas, en la medida de lo posible, vías de servicio amplias para facilitar las operaciones de giro de la maquinaria.
La tendencia es incrementar la densidad de la plantación
La plantación se efectuará siempre con material certificado y se pueden emplear dos tipos de planta: planta la raíz desnuda y planta en cepellón.
La plantación a raíz desnuda se realizará durante el período de reposo vegetativo, generalmente de noviembre a marzo. Este tipo de planta es fácil de manejar y manipular. Como contrapartida tiene problemas de deshidratación y el enraizamiento y prendimiento es menos seguro.
Cuando se emplea planta en cepellón la plantación puede efectuarse en cualquier época del año y la garantía de éxito es mayor. La contrapartida es el elevado precio de la planta.
Al adquirir las plantas comprobaremos que están perfectamente etiquetadas e identificados los lotes. Debemos comprobar el estado de la planta, que no tenga daños por frío, ni deshidrataciones, ni presencia de hongos, ni aplastamientos y roturas. Deberán pesentar raíces firmes y duras y si efectuamos un corte en la raíz debe mostrar un color cremoso.
Dimensiones de los agujeros y colocación de la planta
La plantación se podrá hacer abriendo una zanja o con agujeros. La apertura de los mismos se podrá hacer a mano o de manera mecanizada.
Es recomendable hacer los agujeros uno o varios días antes de la plantación y un diámetro de 10-15 cm debería ser suficiente. Se comprobará que los laterales de los mismos están esponjosos y no compactados, lo que dificultaría la penetración de las raíces. De ser el caso deberemos marcar con la azada o pala los laterales antes de plantar.
La profundidad de la plantación debe ser de 30-40 cm. Llenaremos el pie de la cepa con turba o humus procurando que el cuello del injerto quede unos 2 cm por encima del nivel del suelo.
A la hora de plantar el suelo debería estar algo húmedo y en caso contrario es conveniente regar. En la actualidad se emplean lanzas de agua que hacen el agujero para la cepa mediante la presión del agua quedando la planta en condiciones suficientes de humedad.
Muchas veces es necesario colocar protectores de planta para la defensa de las mismas de la fauna silvestre y para evitar los daños en el caso de empleo de escarda química en la fila de cepas. Los protectores pueden ser de diversos modelos y materiales. En determinadas condiciones provocan un ligero forzado de las plantas pero también deberemos tener cuidado de retirarlos en condiciones muy calurosas donde pueden llegar a provocar quemaduras en la cepa joven.
Es conveniente regar regularmente las cepas jóvenes porque tienen un sistema radicular limitado. La falta de agua en los primeros meses y años de vida puede provocar un crecimiento y establecimiento deficiente de la planta. Recordar que los suelos arenosos requieren riegos más frecuentes. La finalidad es alcanzar un viñedo con plantas homogéneas y desarrollo similar.
El empleo de cubiertas en viñas jóvenes solamente es recomendable en zonas sin limitaciones hídricas y para viñedos de vigor elevado
Se evitará que las malas hierbas compitan con la cepa por el agua y nutrientes. Existen varias alternativas para el control de las malas hierbas como puede ser el laboreo, el empleo de herbicidas de pre o post emergencia, acolchados e incluso el mantenimiento entre filas de cubiertas vegetales mono o multiespecíficas. El empleo de cubiertas en viñas jóvenes solamente es recomendable en zonas sin limitaciones hídricas y para viñedos de vigor elevado.
La instalación de la espaldera puede realizarse incluso al final de la plantación o al año siguiente, a conveniencia del viticultor. Para el diseño de la espaldera y tipo de materiales a emplear tendremos en cuenta los siguientes puntos:
-La espaldera tendrá que ser fuerte para resistir la fuerza del viento y el peso de las plantas (ramas y cosecha).
-Fácil de instalar, hecha con materias ligeros, cómodos de manipular y que requieran poca mano de obra.
-De bajo mantenimiento para ahorrar en reposición de materiales y mano de obra.
-La espaldera debe facilitar las labores de vendimia.
-Deberá tener un bajo coste de instalación.