Un ganadero de Chantada, desesperado por los continuos ataques de una manada de perros a su ganado

Sus vacas han sufrido ya varios abortos y ha tenido que mandar a una de ellas al matadero. Tras haber denunciado ya el caso ante la Guardia Civil hace meses y haber puesto ya varias denuncias en el Juzgado, exige a las autoridades que actúen

Un ganadero de Chantada, desesperado por los continuos ataques de una manada de perros a su ganado

Imagen del rebaño de vacas perseguido por los perros.

Víctor es un joven de Esmoriz, en Chantada, de 34 años, que encontró en la ganadería su pasión y su modo de vida desde que hace 7 años se incorporó a la explotación de sus padres, Ganadería Casa do Neiro. Desde entonces ha llevado a cabo muchos cambios en ella, apostando por la producción de leche ecológica y por el pastoreo día y noche de sus vacas como base fundamental del manejo de sus 36 cabezas de ganado.

Víctor ha logrado demostrar que con un rebaño pequeño bien gestionado se puede vivir dignamente de la ganadería, pero en este año un factor externo está a trastocar sus planes y a poner en riesgo a viabilidad misma de su explotación: sus vacas están siendo desde comienzos de año atacadas por una manada de perros sueltos que las ahuyentan y corren detrás de ellas hasta que, asustadas, se llevan por delante los cierres para irse a refugiar a casa al establo.

El estrés que estos continuos ataques les provocan es tal que dos ya han sufrido sendos abortos, otra ha acabado coja e incluso una tuvo que acabar siendo sacrificada en el matadero. El mismo estrés que también está padeciendo Víctor, que echa el día pendiente de que no se le eche el ganado de las parcelas en las que está pastando y no puede trabajar con normalidad sus fincas, ya que incluso se ha visto obligado esta primavera a variar las fincas a las que llevaba a las vacas y cambiarlas por las más alejadas, en las que ensilaba habitualmente los excedentes de hierba, para de este modo tratar de minimizar los daños.

Denuncias que no han cundido efecto

Los problemas para esta explotación comenzaron a principios de año, cuando un vecino de la parroquia de al lado, Villaguillulfe, a un kilómetro de distancia pero perteneciente ya al ayuntamiento de Carballedo, que había estado durante años en Barcelona decidió retornar. Pero lo hizo con 5 perros que andan sueltos y están atemorizando a las vacas de Víctor.

«Los primeros ataques no dije nada porque pensé que igual se le habían escapado los perros, pero después ya vi que eran intencionados. Puse una cámara de vigilancia en las fincas donde estaba el ganado, como las que se usan para la caza, y lo constaté. De eso hace tres meses y di parte a la Guardia Civil.

Víctor puso una cámara de vigilancia en las fincas en las que estaba el ganado para demostrar que los ataques eran intencionados

Pero en vez de servir para que los ataques cesasen, aun fue peor. «Los ataques fueron a más, casi a diario y comencé a ver a esta persona con los perros sueltos por la mañana y por la tarde por mis fincas echándole los perros a las vacas y empezaron también las amenazas y fue entonces cuando puse también las denuncias en el Juzgado. Pero de momento no han servido para nada», cuenta Víctor, que esta primavera tuvo que ensilar acompañado de otra persona para evitar estar solo en las fincas por miedo a encontrarse con el dueño de los perros, «pero no puedo estar trabajando con un guardaespaldas conmigo todo el día», dice.

Graves consecuencias

Para evitar conflictos y tratar de minimizar el estrés sobre el ganado, Víctor decidió cambiar en primavera la programación de pasto en las fincas, alejando las vacas a las parcelas en las que normalmente ensilaba y ensilando las que normalmente pacía. Pero ahora las vacas han vuelto a los prados habituales, que están al lado del río y son más productivos, para aprovechar el rebrote del otoño y de nuevo se han agudizado los ataques.

«Intenté darles pasto en otros lados para ir allí lo mínimo posible, porque en la ganadería ya hay problemas suficientes como para tener este también, pero estos días las he llevado para allí porque es donde tengo pasto. Los perros las hacen correr, al ser tantos perros las rodean y las vacas van hacia la salida de la finca rompiendo todo lo que cogen por delante y vienen hacia el establo asustadas. Cada vez que hay un ataque de este tipo los animales sufren mucho», lamenta este ganadero, que ya ha perdido una vaca y otras dos abortaron fruto de estos ataques.

Pide a las autoridades que tomen medidas para evitar los daños que están sufriendo sus vacas e incluso teme que se pueda producir un accidente en la carretera

Pero Víctor teme incluso que las consecuencias puedan ser peores y se pueda producir una desgracia. «Aunque no son de razas catalogadas como peligrosas sí que pueden llegar a serlo, porque hay un pastor belga malinois, un lobo checoslovaco, cruces de husky y labrador y aunque tengo seguro, si las vacas se escapan y hay un accidente en la carretera sería responsabilidad mía porque las vacas son mías», razona.

El susto y el miedo que pasan los animales se nota en su producción de leche y además, al salirse de los pastos ecológicos en los que están, las vacas de Víctor acaban pastando en los prados de los vecinos, que están en convencional. «Están abonados con fertilizantes químicos con mucho más nitrógeno y ese pasto puede tener un efecto metabólico sobre ellas similar al que se produce cuando se empachan con el trébol en primavera», dice.

Vídeo de los perros persiguiendo a las vacas

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