El Sindicato Labrego Galego (SLG) acaba de presentar una batería de alegatos contra el proyecto minero que la empresa Recursos Minerales de Galicia S.A. está impulsando en Beariz y Avión (Ourense). Según indica la entidad agraria, la firma minera acaba de solicitar pasar de un permiso de investigación en el proyecto minero Alberta I a un permiso de explotación que afectaría una zona denominada Coto Tocayo, en los lugares de Doade (Beariz), Acevedo y Rubillón (ambos de Avión).
La organización agraria advierte de que el proceso está incurriendo en varias irregularidades que ponen en peligro tanto a la población de la zona como la riqueza forestal y ganadera. El SLG reitera así la oposición a este proyecto, una postura que viene ejerciendo desde 2013.
El área que se pretende explotar inicialmente abarca 60 cuadrículas mineras que equivalen, aproximadamente, a 1.680 hectáreas. La organización agraria señala que «el proyecto inicial está fragmentado de manera fraudulenta para evitar presentar la evaluación de impacto ambiental».
La falta de un informe de evaluación del impacto ambiental es una de las irregularidades del proceso administrativo que denuncian desde el Sindicato Labrego. Indican, además, que la Consellería de Medio Ambiente ha consentido que se eluda este trámite, después de que, tanto el jefe de la sección de Evaluación Ambiental de la Consellería, José Javier Pereletegui; como la jefa de Servicio de Energía y Minas de Ourense, Dolores Pérez Ayuso, dictaminasen que la empresa no tiene que presentar dicho informe. La organización agraria señala que «ambos cargos podrían estar incurriendo en un posible delito de prevaricación administrativa o ambiental, así como de falsedad en documentos públicos», tal y como recogen en un comunicado.
Tres razones para incluir el informe ambiental
En concreto, justifican su acusación alegando que debiera presentarse el informe ambiental, puesto que el proyecto minero cumpliría los tres supuestos para que se incluya este trámite: puede producir aguas ácidas o alcalinas, se explotarán minerales radiactivos y se encuentra a menos de un kilómetro de núcleos urbanos.
Por una parte, el filón que se va a explotar es de permatitas, que incluyen sulfuros y óxidos que provocarán drenajes y aguas ácidas. Segundo indican desde el SLG, en los análisis realizados, se constató la presencia de niveles considerables de arsénico, cobre, plomo y zinc. Además, en las permatitas suelen encontrarse minerales radiactivos, lo que confirmaron las analíticas, constatando cantidades significativas de cesio y rubidio «con el peligro que la radiación supone para las poblaciones asentadas en la zona y los eventuales trabajadores de la mina», indican desde el Sindicato Labrego. Señalan, también, que las viviendas de Acevedo se encuentran a menos de 300 metros de la explotación para la que se está solicitando permiso.
Junto con la carencia del informe de impacto ambiental, desde el Sindicato Labrego apuntan también que existe un informe desfavorable de la Confederación Hidrográfica Miño – Sil en el que solicitan un estudio hidrogeológico para determinar los posibles impactos en las aguas subterráneas y superficiales. Además, alertan de que en los informes presentados para evaluar el impacto de la explotación minera tampoco figura el que debería realizar el Instituto Xeológico y Minero de España, que resulta esencial en este tipo de tramitaciones.
Proteger recursos ganderos y forestales
El Sindicato Labrego reprocha la «absoluta desidia de la Consellería de Medio Rural que olvida en su informe la enorme riqueza forestal de la zona afectada y las actividades ganaderas que se desarrollan en ella». El proyecto afecta a varias comunidades de montes vecinales como las de Lamacega, Betiscobo, Correa, Framia y Abeleira.
En la superficie ocupada por el proyecto se incluyen unos 10.000 metros cuadrados de bosques de frondosas en la zona de Puerto Espiño. En los 69.000 metros cuadrados restantes en este monte, la mayoría está repoblado con plantaciones de pinos financiadas por la Consellería de Medio Rural. El resto del monte de Doade también está prácticamente repoblado, su mayor parte con pinos, así como con pequeñas zonas de abedules y castaños.
En los montes de Correa, Framia y Abeleira también se asienta una ganadería de vacuno con casi un centenar de reses que contó con financiación de la Consellería de Medio Rural para realizar varios kilómetros de cierres, así como una manga de manejo, pasos canadienses y otras infraestructuras. Al mismo tiempo, en el entorno de los lugares de Doade y Acevedo también se aprovechan los pastos en extensivo para ganado vacuno y caballar.
Esta no es la primera vez que el Sindicato Labrego denuncia las irregularidades en proyectos mineros de esta firma. La organización agraria ya alertó en el 2013 de irregularidades en otros proyectos como el Alberta II o Vilatuxe, que en conjunto afectarían a 11.000 hectáreas en las comarcas de Deza, Tabeirós -Terra de Montes y O Carballiño. En aquel momento, la empresa también pretendía llevar a cabo su proyecto sin la preceptiva declaración de impacto ambiental.