Carmen Rodríguez, elegida presidenta de Agaca

Carmen Rodríguez, vicepresidenta de la cooperativa Clun, sustituye en el cargo a José Montes Pérez. Cambia también parte de la configuración del resto del Consejo Rector. Crece globalmente un 4% la facturación conjunta de las cooperativas asociadas

Carmen Rodríguez, elegida presidenta de Agaca

Integrantes del nuevo Consejo Rector de Agaca junto con el presidente saliente, José Severino Montes.

La Asociación Gallega de Cooperativas Agrarias (Agaca) celebró este miércoles su asamblea general, en la que llevaron a cabo la renovación del Consejo Rector. Carmen Rodríguez, vicepresidenta de la cooperativa Clun, resultó elegida como presidenta, en relevo deJosé Severino Montes, que no presentaba candidatura.

Rodríguez es la quinta presidenta de la entidad desde que se constituyó en 1988 y compaginará el nuevo cargo con la vicepresidencia de la cooperativa de Clun. Rodríguez agradeció la confianza que deposita en ella el nuevo Consejo Rector, asumiendo el cargo «con orgullo, honor, ilusión y responsabilidad». 

José Montes deja el cargo reivindicando en su discurso final, la necesidad de incrementar la presencia femenina en los órganos directivos y rectores de las cooperativas, y lamentó irse con la «espina clavada de no haber avanzado más en la integración de las cooperativas en los distintos sectores», a pesar de que, según Agustín Herrero, director general de Cooperativas Campo-alimentarias «las integraciones desarrolladas en Galicia son la envidia de otras Comunidades Autónomas».

Montes quiso dar relevancia también, a la participación de Agaca en órganos como Cooperativas Campo-alimentarias de España, el Foro por la Economía Social Gallega o Cepes. Por último agradeció la oportunidad de tener estado tan cerca de las cooperativas durante estos últimos ocho años en que ejerció de presidente.

Instante da asemblea celebrada este mércores, na que se renovaron os cargos e se deu conta das contas do 2020.

Instante de la asamblea celebrada este miércoles, en la que se renovaron los cargos y se aprobaron las cuentas.

 Junta rectora

La participación en la asamblea fue numerosa en los debates y votaciones, tanto de forma presencial como on line y aglutinó más del 85% de la facturación y de la base social de las cooperativas socias. Asimismo, las entidades suman cerca de 6.0000 empleados entre cooperativas y empresas de su propiedad, a lo que hay que añadir el empleo indirecto generado y que representan a más de 28.000 agricultores y ganaderos.

Ademais de la presidencia, se produjeron también algunos cambios en el Consejo Rector que se encargará de la orientación de la Asociación durante los próximos cuatro años, así como los representantes de las siete Juntas Sectoriales activas. Así, en la vicepresidencia está José Manuel López Tellado (Cooperativa Aira), en la secretaría José Luis Rey Rodríguez (Cooperativa Coren), en tesorería Javier Iglesias Sendín (Cooperativa Viña Costeira), y de vocales ejercen Rafael Tejeda Vázquez (Cooperativa Proterga), Alberto Amil Chaves (Cooperativa Horsal) y Xoan López Allegue (Cooperativa Martín Códax). 

Las juntas sectoriales para el período 2021-2025 son las siguientes: 

1.- Junta sectorial de Abastecimientos y Servicios
Representante: D. José Manuel López Tellado (Aira)
Suplente: D. Juan Novo Novo (El Plantel de Betanzos)

2.- Junta sectorial de Ganadería Intensiva. Avicultura, Porcino y Conejos
Representante: D. José Luis Rey Rodríguez (Coren)
Suplente: D. Natalio García Corral (Cogal)

3.- Junta sectorial de Vacuno de Carne, Ovino, Caprino y otras carnes
Representante: D. Rafael Tejeda Vázquez (Proterga)
Suplente: D. Susana Trastoy Polo (Almoga)

4.- Junta sectorial de Frutas y Hortalizas
Representante: D. Alberto Amil Chaves (Horsal)
Suplente: D. José Rodríguez Cornes (Erica Mel)

5.- Junta sectorial de Leche- Derivados Lácteos
Representante: Dna. Carmen Rodríguez Rodríguez (Clun)
Suplente: D. Jose Antonio Presedo Miranda (Campo Capela)

6.- Junta sectorial de Vino – Interior
Representante: D. Javier Iglesias Sendín (Viña Costeira)
Suplente: D. Manuel Fernández Pérez (Jesús Nazareno)

7.- Junta sectorial de Vino – Costa
Representante: D. Xoán López Allegue (Martín Códax)
Suplente: Dna. Dolores Calvo Méndez (Condes Albarei)

Un cooperativismo preparado

En la asamblea también se aprobaron las cuentas anuales y se hizo un repaso de la actividad desarrollada durante el 2020, marcado por la pandemia. Agricultura y ganadería no fueron de los sectores más afectados, salvo el vacuno de carne, la carne de aves, las flores y plantas vivas y el vino. En este ejercicio, el conjunto de las empresas que integra Agaca lograron un crecimiento de la facturación superior al 4%. 

Al margen del impacto de la Covid-19, en la junta abordaron algunas de las incertidumbres que ya existían antes de la pandemia: enorme presión sobre los precios por parte de la gran distribución, los efectos del Brexit, los aranceles de Estados Unidos y la subida especulativa de las materias primas de alimentación animal. «Todo esto llevará a que los resultados globales para los productores ganaderos del año 2021 sean posiblemente peores que los de 2020», apuntan desde Agaca.

«Es imprescindible apoyar, más que nunca, la producción agraria y ganadera y la transformación y valorización de la misma en las cooperativas»

Indican que la presión sobre los precios de la gran distribución obliga a los productores e industria alimentaria a ajustar continuamente los márgenes, lo que provoca que muchas empresas alimentarias presenten un elevado endeudamiento a corto plazo. «La recesión económica tras la pandemia no ayudará a mejorar la situación», valoran. Así, para Agaca la reforma de la Ley de la Cadena se convierte en una oportunidad para asegurar la viabilidad del sector agroindustrial. Temen que debido al confinamiento y la mala evolución del turismo, los proveedores de alimentos cárnicos y de vino pueden seguir sufriendo deterioro en las ventas.

«Es imprescindible apoyar, más que nunca, la producción agraria y ganadera y la transformación y valorización de la misma en las cooperativas, hasta la salida del producto hacia los puntos de consumo. Después de lo vivido en 2020, podemos afirmar que el sector está preparado para continuar en el esfuerzo diario y adaptarse a los cambios», reivindican.

Análisis 2020 por sectores

En la junta realizaron un repaso de la situación que atraviesan los distintos sectores agroganaderos. Sus estimaciones apuntan a que la renta media de los profesionales de la agroganadería gallega se redujo en 2020, pese al incremento de precios de la alimentación. También apuntaron a que en este año tan crítico y volátil, los sectores de frutas y hortalizas salieron muy reforzados frente a los sectores ganaderos, mucho más afectados en el impacto del consumo en el canal de hostelería, restauración y catering. «Debemos recordar que Galicia es una comunidad eminentemente ganadera, frente a España con producciones centradas en las frutas y hortalizas de carácter agrícola», inciden.

El sector de carne de aves acusó un 15% de caída de precios medios en el año. El vacuno de carne, con gran prestigio e importancia en Galicia, estima medias de precios en 2020 superiores a los dos dígitos. Incluso los precios de la carne de porcino tuvieron una fuerte reducción en relación al año 2019. Sin embargo, otros sectores como el de la carne de conejo mantuvieron una estabilidad altamente valorada al ser comparada con el resto de especies.

El sector lácteo tuvo un comportamiento globalmente positivo: crecieron las entregas de leche cerca de un 4% con un precio de 1,2% superior al de 2019, en un entorno de costes de producción globalmente estables. Eso sí, preocupa mucho en los sectores ganaderos gallegos la escalada de las materias primas de alimentación animal iniciada en el mes de agosto, y que amenaza fuertemente los costes de producción de los sectores ganaderos gallegos de cara al año 2021 y siguientes. En 2020, dos elementos claves en la alimentación como son la soja y el maíz experimentaron un incremento de los costes del 28% y el 15% respectivamente.

En los sectores agrícolas las cosas tampoco fueron excesivamente mejor que en los sectores ganaderos. El vino se vio duramente afectado por la pandemia. Cierto es que fue un sector con gran agilidad comercial y pronto encontró en la alimentación y en la exportación una vía de escape que aminoró los efectos económicos perversos de la pandemia. «Al final, en el sector del vino podemos afirmar que fue un mal año en comparación con la expectativa comercial que había sobre el mismo, y no tan mal año en relación al cierre obligado de la restauración y del enoturismo que tuvieron que gestionar», sentencian.

El sector de la flor y planta viva tuvo un año tan negativo como los sectores ganaderos más afectados. No pudieron vender la flor y las plantas vivas en el momento en que se acercaba la campaña de primavera, época de mayor producción y tampoco por las fiestas del verano, ni en la campaña de difuntos, que coincidió con los cierres perimetrales del otoño por el coronavirus.

El sector de la miel manifestó un comportamiento positivo en el ejercicio y el sector hortícola mantuvo una campaña de precios buenos y de producciones razonablemente positivas.

Las cooperativas vinculadas con los sectores productivos, de suministro y servicios, con fábricas de pienso, almacenes de venta de alimentación, adobos, plásticos, así como las cooperativas con prestación de servicios a los socios: servicios veterinarios, agronómicos, secciones de crédito, de maquinaria etc., mantuvieron la actividad normalmente, con las implicaciones que la pandemia obligó, como la adopción de medidas preventivas o limitación de las actividades.

«En resumen, si nos comparamos con la agricultura del resto de España, con mucha más presencia agraria que ganadera, podemos concluir que el 2020 fue un mal año para el campo gallego, no sólo por las pérdidas humanas de la pandemia, sino también por la pérdida económica causada por la misma en las cuentas de nuestros agricultores y ganaderos socios, pese a ser calificados reiteradamente como esenciales. Nuevamente los eslabones de la cadena alimentaria más beneficiados de esta traumática situación fue la gran distribución que creció cerca del 15% en ventas y comercializó los alimentos a precios mayores con los mismos costes», concluyen desde Agaca.

 

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