El maíz brasileño alivia a las fábricas de pienso gallegas hasta el invierno

El puerto de A Coruña ha recuperado la normalidad y mantiene al 100% de capacidad sus almacenes de cereal, cuando en febrero solo tenía reservas para un mes. Eso sí, en el último año y medio el precio del maíz se ha duplicado, en tanto el resto de materias primas ha sufrido subidas similares

El maíz brasileño alivia a las fábricas de pienso gallegas hasta el invierno

Maíz en almacén. / Archivo.

En solo seis meses la situación ha cambiado drásticamente para las fábricas de pienso gallegas. De no tener prácticamente existencias de maíz, hasta el punto de peligrar seriamente el suministro a las explotaciones, a tener los almacenes del puerto exterior de A Coruña en Punta Langosteira llenos de cereal.

Desde AGAFAC, la asociación gallega de fabricantes de piensos, destacan que “está llegando en este momento a los puertos gallegos una cantidad ingente de maíz brasileño”. “Están llegando barcos grandes, porque hay una presión importante por sacar ese maíz de Brasil, por lo que a día de hoy el riesgo de falta de suministro que se dio en el momento álgido de la guerra de Ucrania ha pasado y la disponibilidad de materia prima es importante”, asegura Bruno Beade.

El riesgo de falta de suministro que se dio en el momento álgido de la guerra de Ucrania ha pasado por ahora

“Se cambiaron mucho los flujos de compra en el mundo a raíz del conflicto en Ucrania”, explica. Galicia perdió suministro del Este de Europa, pero buscó mayor suministro en Sudamérica. Con todo y a pesar de la flexibilización de las condiciones de importación, finalmente, el maíz argentino llegado a Galicia ha sido mínimo en estos meses. Tan sólo al principio llegó algo procedente de antiguas cosechas, pero sobre todo de Canadá y EEUU y muy poco de Argentina. Eso duró hasta hace un mes, cuando ya se enlazó con la cosecha brasileña, que es habitual que llegue a Galicia a estas alturas del año y que podría seguir haciéndolo aunque se eliminasen las medidas excepcionales adoptadas por la Comisión Europea.

El peligro puede volver a comienzos de 2023, porque de enero a mayo nos suministrábamos en Rumanía y Ucrania

Sin embargo, Bruno es partidario de mantener estas medidas de cara al próximo año. “La medida fue positiva porque permitió una relajación del mercado y fue un freno a la especulación con las materias primas que se estaba produciendo al tener abiertas distintas vías y orígenes para el suministro”, asegura, y “no sabemos lo que va a pasar el año que viene con el maíz y el trigo de Ucrania y hay que recordar que de enero a mayo nos suministrábamos en Rumanía y Ucrania”, explica.

En el último año y medio el maíz subió un 100% y el resto de materias primas algo parecido

A nivel de precios de materias primas, “hubo un pequeño ajuste”, indica, pues “en este momento las cotizaciones se relajaron un poco a respecto del nivel que alcanzaron en febrero pero no bajaron significativamente, simplemente no siguieron subiendo”, admite el director de AGAFAC.

Desde la Asociación que engloba a los fabricantes de pienso gallegos son prudentes a respecto de una posible bajada de las materias primas en los próximos meses. “Pensamos que de aquí a finales de año no va a haber bajadas y de cara al año que viene tenemos mucha incertidumbre para saber lo que va a pasar con Rumanía y Ucrania, que van a marcar un poco el precio de principios de año”, argumentan.

“Es complicado hacer previsiones”

Ante las dificultades para hacer previsiones en un año como este, “tan raro, volátil e incierto”, pocos se atreven a pronosticar cómo estará el mercado en 2023. “Veo la cosa difícil. Es un mercado con mucha volatilidad y con temas contrapuestos en este momento que inciden en ambos sentidos, al alza y hacia abajo”, describe Iván Álvarez Bajo, de Asegrain, una asesoría para compra de cereales con sedes en Madrid y León y que trabaja con muchas de las fábricas de pienso gallegas.

Los últimos informes de final de cosecha hablan de un descenso de entre un 5 y un 7% en EEUU, principal productor de maíz del mundo

“Por un lado, en EEUU los últimos informes de final de cosecha hablan de un descenso de entre un 5 y un 7% con respecto al último informe USDA de agosto. Estamos hablando de un descenso muy importante y hay que recordar que EEUU es el principal productor de maíz del mundo y eso es un elemento alcista porque el maíz es el cereal que da soporte a todos los demás. Pero por otro lado, tenemos un elemento bajista, que es la recesión. Los fondos de inversión están nerviosos, porque el dinero es miedoso y sale de sectores que se pueden ver afectados”, detalla.

Sequía y fertilizantes caros

Al igual que en EEUU, en Europa también ha habido una menor cosecha con respecto al año pasado tanto de maíz como de trigo, cebada, colza o girasol. “En España, las zonas más tempranas se han salvado, pero las más tardías, que son las más productoras, lo han sentido más. El problema fue el calor, pero podemos decir que en muchas zonas ha sido una cosecha de cereal correcta, pero la de girasol ha sido una campaña nefasta”, asegura.

En España este año la campaña de cereal ha sido correcta, pero la de girasol ha sido nefasta

Debido a la mala cosecha de primavera y al elevado precio de los abonos, de cara a la actual sementera de otoño Iván prevé un descenso de la superficie sembrada de cereal. “Los agricultores optarán por sembrar cosas con menor riesgo y costes asociados por necesidades de fertilización menores, como puede ser el caso de forrajes, leguminosas o girasol”, considera.

Salida de cereal de Ucrania

Ante este escenario de menor producción, Iván apuesta por precios estancados o con ligeros repuntes puntuales. “Mi opinión personal es que estos precios altos de materias primas han venido para quedarse. Los fertilizantes han subido una barbaridad y seguirán subiendo y cuando los imputs están altos, los productos también se venden a precios altos”, justifica Iván.

Ucrania sigue sacando cereal, tiene mucho acumulado, pero a Rusia no le gusta lo que está viendo

El desbloqueo del cereal ucraniano debería haber servido para relajar las cotizaciones, pero el acuerdo entre Rusia y Turquía se ve como inestable desde el sector. “Han salido ya bastantes barcos de Ucrania, pero a Rusia no le gusta lo que está viendo. Rusia aceptó el acuerdo para permitir la salida de trigo y aliviar de esta forma la situación de hambruna de los países africanos, porque Rusia tiene muchos intereses en estos países, pero está viendo que parte de los barcos que salen de Ucrania acaban en otros muchos lugares del mundo. Rusia puede revisar ese acuerdo con Turquía en cualquier momento”, teme.

Mercado especulativo

Esta tensión hace que haya “mucha incertidumbre y volatilidades en el mismo día en los mercados de Chicago o Francia de 15 euros por jornada sin que haya pasado nada importante que lo justifique”, destaca.  

“Los fondos de inversión se han fijado en el sector primario en su conjunto y lo han visto como un objetivo. Y eso hará subir los precios. Ya lo hicieron en el sector inmobiliario y en el turismo anteriormente”, recuerda.  

Los fondos de inversión se han fijado en el sector primario en su conjunto y lo han visto como un objetivo

En el caso de la cotización del maíz, hay anunciadas llegadas de barcos procedentes de Brasil  con referencias de precios en puerto de 340€ y 345€. Y si el maíz sube también suben la cebada, que está 340€ en estos momentos, y el trigo, que cotiza a 355€.

En cuanto a la soja, “sigue estando muy cara, por encima de los 565€, y la colza va en proporción de la soja, te la ponen en 400€ y el girasol lo mismo, porque la referencia es la soja, al igual que el maíz lo es para los cereales”, explica Iván. “Los precios han subido mucho hasta el mes de mayo por Ucrania y luego se han estabilizado. Si me preguntas para los próximos 5 o 6 meses, apostaría por que subirán”, aventura.

El precio del pienso a las ganaderías ha aumentado más de un 25% desde enero

suba penso xaneiro-xullo 2022

De enero a julio de este año, el precio del pienso se ha incrementado de media un 30% en el caso del vacuno de leche y un 26,5% en el caso del empleado para cebar los terneros de carne, según los datos oficiales hechos públicos por el Ministerio de Agricultura. El kilo de pienso para vacas lecheras pasó de 31 céntimos a 41, mientras que lo de los terneros ha subido de 33 a 43. En el resto de animales las subidas se sitúan entre el 20% de los cerdos y pollos y el 31% de los conejos.

La mayoría de plantas de producción de alimentación animal tienen contratos firmados para todo este año, por lo que no habría correcciones significativas en este ámbito, pero hay otros factores que inciden en los costes de fabricación de los piensos, como por ejemplo el precio de la energía o los salarios. “Los gastos de personal de las fábricas de pienso han subido y la electricidad también”, destaca Bruno Beade.

El problema es que los ganaderos no pueden trasladar estas subidas al producto final, es una cuestión estructural que afecta a todo el sistema

“Lo peor es que los ganaderos no pueden trasladar estas subidas al producto final, es un problema estructural, no tienen capacidad para trasladar sus costes hasta el consumidor y eso repercute en el normal funcionamiento de todo el sistema”, se queja.

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