La decisión del Gobierno de aumentar la protección del lobo en toda España deja muchos interrogantes. ¿Quién va a pagar las indemnizaciones por daños en las ganaderías?, ¿se van a convocar ayudas para medidas de prevención y, de ser así, cuáles?, ¿con qué criterios y cómo se va a permitir la caza del lobo?. Son todas cuestiones prácticas que precupan en el campo. A mayores, podría añadirse un último interrogante de fondo: para el lobo, ¿va a ser positivo el aumento de su protección?.
Analizamos a continuación todas estas incógnitas y lo que se sabe de la Estrategia para la Gestión y Conservación del Lobo que ultima el Ministerio de Transición Ecológica, de la cual en Campo Galego pudimos consultar un borrador reciente.
Indemnizaciones por ataques al ganado
Tras aumentar el Gobierno central la protección del lobo en toda España, la Consellería de Medio Ambiente ya anunció que retirará la línea de indemnizaciones por daños de la especie al ganado, pues considera que la competencia pasa a ser del Ministerio de Transición Ecológica. Desde el Gobierno central, sin embargo, parece que no están por la labor de asumir íntegramente esos cargos.
En el borrador de la Estrategia para la Gestión y Conservación del Lobo, el Ministerio señala que «cofinanciará (con las comunidades autónomas) la indemnización de los daños, incluyendo el lucro cesante», y prevé que las granjas puedan incluso cobrar intereses de demora en caso de que las comunidades autónomas no hagan los pagos de forma ágil.
La realidad, sin embargo, es que por el momento no hay nada avanzado en esa línea. Al contrario, el decreto por el que se incluye al lobo en el Listado de Especies en Protección Especial incluso precisa que «la norma no contiene ninguna carga administrativa ni supondrá el aumento de los recursos humanos y económicos disponibles por la Administración General del Estado».
Consultado el Ministerio de Transición Ecológica por Campo Galego, no se pronunció por el momento sobre la cuestión.
Desde organizaciones como Unións Agrarias ya reclamaron que Xunta y Ministerio se sienten a negociar para aclarar en las próximas semanas cómo se van a pagar las indemnizaciones por daños.
Medidas de prevención en las granjas
El borrador de la Estrategia para la Gestión y Conservación del Lobo señala que se establecerán mecanismos de ayudas nacionales para la protección del ganado, con participación del Ministerio de Transición Ecológica y del Ministerio de Agricultura.
En la misma línea, se proyecta el establecimiento de un «contrato territorial» entre la Administración y las granjas en zona lobo que regule los compromisos entre ambos en relación con la instalación y mantenimiento de medidas de protección.
Caza excepcional del lobo
El Ministerio prevé elaborar un protocolo coordinado de lo que llama «intervenciones y/o extracciones excepcionales y selectivas de lobo». En cualquier caso, ya adelanta que sólo se permitirán esos controles a partir de criterios técnicos y cuando haya reiterados ataques en granjas que estén dotadas con «apropiadas medidas de protección del ganado», según figura en el borrador de la Estrategia.
¿Quién se encargará de la caza excepcional del lobo?. Todo apunta a que el modelo irá en la línea de lo que ya se hacía en Asturias, donde eran agentes medioambientales los encargados de abatir los lobos en situaciones de daños reiterados al ganado. En Galicia, la Fruga pide además que se excluya a los cazadores de las intervenciones, pues entiende que su participación crearía confrontación social.
Marcaje de lobos con collar GPS
De cara a conocer en detalle los casos de mortandad no natural, el Ministerio de Transición Ecológica prevé un «aumento notable» del esfuerzo de marcaje de lobos con emisores GPS. Se busca así detectar «puntos negros de atropello, furtivismo o envenenamiento, acometiendo la persecución de los delitos ambientales contra la especie».
¿Cómo repercutirá el aumento de protección del lobo sobre el furtivismo?. Hay disparidad de opiniones. Los colectivos ecologistas están felicitándose estos días en los medios por la nueva normativa de protección del lobo, en tanto en el campo, las organizaciones agrarias pronostican un endurecimiento de la ley de hierro contra el lobo.
Sin alternativas legales, como los controles de caza por daños, y con las indemnizaciones y ayudas a medidas de prevención aún en el aire, el escenario -argumentan en el campo- se presenta complicado para el cánido, que es objeto habitual de caza furtiva o de periódicos episodios de veneno en determinadas zonas.
Expansión de la especie
El objetivo declarado por el Ministerio de Transición Ecológica con la nueva normativa es el de lograr la expansión natural del lobo hacia el Centro y Este de España, en especial hacia el Sistema Ibérico, de donde podría saltar a los Pirineos (y a los valles ganaderos de Navarra y País Vasco).
De manera complementaria, el Ministerio baraja la reintroducción de la especie en puntos del sur peninsular, como Sierra Morena, para lo que emplearía ejemplares que se capturarían previamente en las comunidades loberas. La medida permitiría que comunidades como Andalucía o Castilla La Mancha, que votaron a favor de aumentar la protección del lobo, también puedan disfrutar de la especie.
Disponibilidad de alimento
Uno de los escasos puntos positivos que percibe el campo en la Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo es la posibilidad de que se autorice el abandono de cadáveres de ganado extensivo en el monte, de forma que en áreas con escasez de presas naturales, esa carroña pueda servir de alimento refugio para el lobo.
El abandono de cadáveres tendría que hacerse siempre con autorización previa y en las zonas de especial protección para la alimentación de especies necrófagas (Real Decreto 1632/2011), según figura en el borrador de la Estrategia.
Prevención de la hibridación con perros
El Ministerio de Transición Ecológica considera prioritario formentar la captura y retirada del medio de perros asilvestrados, sobre todo en casos de hibridación o de manadas mixtas de lobos y perros.
«Los perros sueltos, errantes y asilvestrados pueden ocupar el nicho ecológico del lobo, provocan daños al ganado y agudizan el problema del lobo, ya que con frecuencia sus daños son atribuidos a los lobos», valora el borrador de la Estrategia.