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Lalín sale a calle para defender al sector agroganadero

Lalín fue uno de los puntos de la manifestación convocada para la jornada de hoy en Galicia y la cornisa cantábrica. En torno a un centenar de agricultores y ganaderos se concentraron para reivindicar mejoras en el sector y que se ajusten las normativas a las condiciones de Galicia. Los representantes de Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Asaga recordaron que estas manifestaciones son el inicio de unas movilizaciones que finalizarán cuando haya acuerdos positivos para el sector. Así mismo, anunciaron que el 26 habrá una gran manifestación en Madrid y Bruselas, coincidiendo con la convocatoria del Consejo Europeo de Ministros. Los tres representantes coincidieron en que con las protestas buscan respuestas por parte de las instituciones europeas, además del Ministerio de Agricultura como principal interlocutor y también de la Xunta de Galicia, “puesto que en nuestro Estatuto de Autonomía está escrito con claridad que la competencia en materia de agricultura y ganadería la tiene la administración autonómica”. La secretaria xeral del Sindicato Labrego, Isabel Vilalba, incidió en que “tenemos unas deficiencias estructurales, bajos precios e incrementos de costes que están llevando al cierre de numerosas explotaciones”. Añadió que con estos cierres no solo se pierden granjas, sino también tejido social y gestión del territorio. Así, se dirigió a los consumidores recordándoles que “producimos alimentos de calidad y gestionamos el territorio, a pesar de las exigencias y límites ambientales”. Por su parte, Javier Iglesias, de Unións, recordó las cuatro principales demandas que están encima de la mesa:
  • El veterinario de explotación, “al que le llamamos comisario de la explotación, que lo único que hace es papeleos que llevan otros veterinarios. Es un coste a mayores que no trae beneficios”.
  • La normativa de aplicación de purines. “Los propios estudios del Centro de Investigaciones de Mabegondo indican que hay mecanismos para reducir emisiones sin eliminar el abanico o el plato. Son medidas que ya funcionan en otros países y que se podrían valorar para aquí”.
  • El cuaderno digital. “Actualmente ya tenemos muchos papeles que realizar que nos ralentizan el trabajo diario”.
  • La Ley de la Cadena Alimentaria. “Está fijado no vender por debajo de los costes de producción, pero siguen faltando mecanismos para controlar que esta norma se cumpla”.
Estos son los ejes fundamentales que trasladan a la mesa de negociación. “Hasta ahora se habla de cuestiones de otros territorios, pero no de la ganadería, que es el sector que mayoritariamente representa a la cornisa cantábrica”. La protesta finalizó, tras un recorrido por el centro del municipio, con la lectura del manifiesto. https://www.campogalego.es/la-administracion-tiene-que-favorecer-el-trabajo-en-el-campo-no-obstaculizarlo/

“La Administración tiene que favorecer el trabajo en el campo, no obstaculizarlo”

Las movilizaciones convocadas hoy en toda la Cornisa Cantábrica por las organizaciones agrarias han contado con diez concentraciones en Galicia, en las que se juntaron alrededor de 3.000 productores y unos 600 tractores, según los datos de las organizaciones agrarias. Las principales movilizaciones se han desarrollado en Santiago y en las capitales provinciales de Lugo, A Coruña y Ourense, junto a protestas más locales en A Gudiña (Ourense), Pedrafita y Ribadeo (Lugo), Ortigueira y Vimianzo (A Coruña), y Lalín (Pontevedra). Las protestas, que siguen la línea de las que se están desarrollando a nivel estatal, ponen el foco en la burocracia y en las exigencias que generan las nuevas normativas. Tractores en la concentración de A Coruña. “Son obligaciones que nos imponen burocracia y aumento de los costes de producción, pero que no generan ningún beneficio ni para los animales ni para los alimentos que producimos. Es seguir ofreciendo el mismo producto, con el mismo bienestar animal, pero con más gastos y más papeleo”, resume José Manuel Liste, un ganadero de Trazo que atendió a los medios de comunicación en la concentración de Santiago.
"Vamos a seguir ofreciendo el mismo bienestar animal y la misma calidad de alimentos. Las nuevas exigencias sólo aumentan gastos y papeleo" (José Manuel Liste, ganadero)
En Santiago, se concentraron alrededor de la Xunta medio centenar de tractores llegados de la comarca compostelana y Ordes. Las organizaciones agrarias convocantes, Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Asaga (Asaja), aprovecharon para entregar un escrito con la tabla reivindicativa en la Xunta, igual que se hizo en las subdelegaciones del Gobierno en Ourense y Lugo y en la Delegación del Gobierno en A Coruña. Concentración en Santiago ante Medio Rural. El decálogo de demandas del sector se resumen en cuatro puntos principales:
  • Precios que cubran costes de producción. Las organizaciones convocantes apelaron a la creación de observatorios de precios que marquen unos costes de producción mínimos, por debajo de los cuales no puedan bajar los precios.
  • Eliminación de los decretos de nutrición sostenible de suelos, de ordenación de granjas y del cuaderno digital. Este último ya se comprometió a modificarlo el Ministerio, en el sentido de convertirlo en voluntario. En cuanto al decreto de nutrición de suelos, las organizaciones agrarias reclaman que se vuelva a permitir la aplicación de purines con plato. “La actual normativa no está pensada para Galicia ni para la Cornisa Cantábrica. Refleja un profundo desconocimiento de nuestra realidad y dispararía los costes de la maquinaria”, valoran.
  • Cambios en la PAC y de los ecoesquemas, para acomodarlos a las necesidades de la Cornisa Cantábrica. “Es necesaria una PAC para las personas, no para los territorios”.
  • Control de los acuerdos de libre comercio y exigencia a los productos importados de los mismos requisitos que se le piden a los de aquí.
Concentración ante la subdelegación del Gobierno, en Lugo. Valoraciones de las organizaciones agrarias El sentir común del sector es que existe una burocratización que está creando problemas donde no existían. “La Administración tiene que favorecer el trabajo en el campo, no obstaculizarlo”, resumía Félix Porto, de Unións Agrarias, en la concentración de Santiago. Por parte del Sindicato Labrego, Xulio Fernández tachó de “muy agresiva” la nueva normativa y señaló que los trámites administrativos están aumentando los costes. Como elemento principal, tanto Félix Porto como Xulio Fernández apelaron a la creación de índices autonómicos de costes de producción, de manera que esos índices permitan fijar un suelo de los precios agrarios. “Es cierto que el Ministerio y Europa tienen la mayor responsabilidad en las nuevas normativas, pero la Xunta tiene transferidas las competencias en agricultura y tiene capacidad de hacer más”, valora Félix Porto.
"En Galicia tiene que permitirse la aplicación de purines con plato, la nueva normativa no tiene sentido"
Por parte de Asaga, integrada en Asaja a nivel estatal, Francisco Bello insistió en reclamar también precios y políticas justas: “Pero lo más importante es defender la dignidad de vivir en el rural y producir alimentos. Es muy fácil legislar desde los despachos, pero la ciudadanía debe conocer la verdadera situación en la que estamos. El futuro de la agricultura y de la alimentación está en grave riesgo en Europa y la UE tiene que replantearse sus políticas. Esta no es la PAC que necesita Galicia, que está asfixiando a miles de explotaciones”, concluyó. En Lugo, el sector se manifestó a pie entre la Delegación de la Xunta y la subdelegación del Gobierno. Reunión europea el 26 de febrero A las protestas de hoy, se espera que le sigan nuevas convocatorias en próximos días. El 26 de febrero se celebra una cita trascendente a nivel europeo, donde los ministros de Agricultura de todos los países debatirán sobre la situación y posibles medidas. En función de lo que suceda ese día, el sector tomará decisiones.
José González. Conselleiro de Medio Rural

“La UE tiene que hacer una reflexión a nivel estratégico”

El conselleiro de Medio Rural, José González, se pronunció hoy en apoyo a las demandas de los productores, en especial por “todas las normativas que vienen derivadas de Europa y que el Ministerio aplicó, como la del veterinario de explotación o el decreto de nutrición sostenible de suelos”, señala González. “Desde la Xunta estamos al lado de las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos y llevamos tiempo manifestándole al Ministerio que estas legislaciones son inasumibles. Ayer mismo emplazamos al ministro a que pida una moratoria de toda esta legislación a nivel europeo, pues es preciso hacer una reflexión a nivel estratégico que tenga en cuenta la soberanía alimentaria de la UE y el papel de agricultores y ganaderos en la gestión del territorio”, concluye González.
Tractores ante la Delegación del Gobierno, en A Coruña. https://www.campogalego.es/lalin-sale-calle-para-defender-al-sector-agroganadero/

“Las normas hay que adaptarlas a las circunstancias de cada zona y la PAC también”

Hablamos con Javier Miranda, productor de huerta de Riotorto, con Manuel Legaspi, ganadero de leche de A Pastoriza, y con Andrés Fernández, que tiene una explotación de vacuno de carne en A Fonsagrada, para poner cara a las reivindicaciones del campo y conocer cómo les afectan en su día a día las normas que Bruselas dicta y el Gobierno español y la Xunta aplican. Los tres están participando en la creación de una Plataforma a nivel gallego que cuenta ya con más de 250 integrantes, surgida de los distintos grupos de whatsapp de agricultores y ganaderos que proliferaron en las últimas semanas, una iniciativa a través de la que buscan canalizar sus demandas para las distintas Administraciones. Se quejan de la sobrecarga normativa, del papeleo y la burocracia, pero también del desconocimiento que tanto la ciudadanía como las propias Administraciones que legislan tienen sobre la producción de alimentos y la realidad de los distintos sectores.
A la sociedad hay que explicarle que todos contaminamos y que el foco más grande de contaminación está en las propias ciudades
“A la sociedad hay que explicarle que todos contaminamos y que el foco más grande de contaminación son siempre las concentraciones, sean de granjas o de gente en las ciudades, por muchas depuradoras que haya”, dicen. Por eso critican la doble vara de medir en relación a la contaminación industrial o de los núcleos urbanos y que se ponga el foco en las emisiones ganaderas. También se quejan de las restricciones al uso de los purines en las tierras. “Por los purines quieren cobrarnos porque dicen que es un residuo, pero aquí toda la vida ha sido un abono. Va a pasar como con las bolsas de plástico, que cuando se daban gratis contaminaban y ahora que se pagan parece que ya no contaminan”, comparan.
El problema de las normativas es que hemos pasado de golpe de hacer lo que nos daba la gana a una legislación muy restrictiva; hay que llegar a un punto medio
“El problema de las normativas es que hemos pasado de golpe de hacer lo que nos daba la gana a una legislación muy restrictiva; lo que tenemos es que llegar a un punto medio”, proponen. “La PAC y muchas de estas leyes vienen desde Europa y en Bruselas no conocen la diversidad que tiene España y lo mismo pasa en Madrid en el Ministerio. Las normas hay que adaptarlas a las circunstancias de cada zona y la PAC también”, defiende Andrés. “La UE lleva 40 años dando bandazos. Cuando yo era pequeño obligaban a la gente a concentrar el ganado en explotaciones más grandes, porque decían que las pequeñas no eran viables, y ahora le ponen límites a esas explotaciones y quieren volver a las granjas familiares, pero el modelo no se cambia de un día para otro”, dice Javier.
El objetivo debería ser hacer atractivo el sector para que la gente joven se quede en esto y eso no se logra estando en contra de las explotaciones
“Una granja de 20 vacas va a necesitar tener una persona para la oficina y con ese tamaño no se lo puede permitir”, añade Manuel. “El objetivo debería ser hacer atractivo el sector para que la gente joven se quede en esto y eso no se logra estando en contra de las explotaciones”, afirma.  
Javier Miranda, productor de huerta de Riotorto

“Cuando me vienen a hacer las inspecciones de fitosanitarios me tratan como si fuese un delincuente”

A sus 38 años Javier Miranda es uno de los principales productores de huerta de Galicia. Trabaja en estos momentos 116 hectáreas con una amplia gama de productos. Comenzó trabajando las fincas de la familia en Riotorto y hoy tiene arrendadas parcelas en varios ayuntamientos de la zona, donde produce patatas, cebollas, repollos, habas, pimientos, calabacines y un largo etcétera, que vende a grandes superficies y cadenas de distribución. Por eso la primera de sus quejas es una pregunta: “¿quién controla la Ley de la Cadena Alimentaria?”. "El propósito de fondo es que el consumidor tenga la información de lo que come. Estoy de acuerdo pero tenemos que poner la información toda, si el producto viene de Perú o de Marruecos tiene que tener la misma trazabilidad y llevar toda esa  información también”, pide.
No sé si soy uno de los mayores productores de huerta de Galicia, pero sí uno de los que más dinero debe a los bancos
Javier reclama mayor control a los productos importados, algo a lo que nadie le mete mano, dice, “porque la mitad de las empresas españolas están produciendo en Marruecos, aunque luego tienen la base en Murcia y traen la mercancía para etiquetar aquí”, cuenta. Aunque “no son productos comparables a los que producimos aquí, te arrastran en precios porque es la ley de la oferta y la demanda a que manda”, argumenta. “El problema es que a los consumidores no los tenemos informados de cuáles son los productos de temporada y quieren comer lo mismo todo el año. La gente está acostumbrada a ir al supermercado y comprar los calabacines de Marruecos a 1,40€ el kilo y cuando llegan los calabacines de aquí se solapan las producciones y tienes que venderlos a también 1,40€ aunque su precio debería ser 1,60€”, dice. Sin armas contra las plagas y enfermedades “Aquí cuesta más producir, porque la renta de las tierras es más alta, los salarios también, y las producciones son menores, porque yo no puedo abonar lo que me dé la gana y tratar con los fitosanitarios que me dé la gana. Por ejemplo, aquí puedes lograr 30 toneladas de patatas por hectárea y allí 80 toneladas”, compara.
El consumidor no sabe cómo se producen las cosas y quiere comer de todo en cualquier época del año
“En la UE de golpe a porrazo cortaron los fitosanitarios que funcionaban y quedamos desprovistos de herramientas eficaces. Prohibieron materias activas como el mancozeb o el dimetomorf para las patatas, que se usaban para combatir los hongos y ahora en lugares como Galicia no tenemos productos efectivos. El año pasado nosotros perdimos 3 hectáreas de producción de patata porque entró el mildiu en junio con lluvia y temperaturas altas y no teníamos con que tratar”, cuenta. “Quieren sacar fitosanitarios, pues que nos den alternativas o nos digan hicimos pruebas con estas variedades que son resistentes. Nosotros no tenemos inconveniente en dejar los fitosanitarios, entre otras cosas porque nos cuestan dinero, que son productos caros y cuando eliminan uno los que quedan duplican el precio”, dice. Además, se queja: “me vienen a hacer las inspecciones de fitosanitarios y me tratan como a un delincuente cuando no lo soy”. “Mis hijos comen de lo que produzco en la explotación y no estoy loco como para envenenarlos”, argumenta contundente. Digitalización Hortícolas Javier Miranda lleva tiempo trabajando con aplicaciones del tipo de cuaderno de explotación, que les permiten tener datos individualizados de producción y tratamientos en cada parcela, pero augura mayores dificultades en otras explotaciones. “La media de edad es muy alta y digitalizar con 60 años es muy difícil. A mí me mandan poner una aplicación en el móvil y me adapto, pero hay mucha otra gente que no. Hay gente mayor que está tirando hasta la jubilación y que es más reacia a los cambios", dice.
Tenemos que convivir los distintos modelos y no se puede exigir lo mismo a todo el mundo, las normas hay que adaptarlas y modularlas
“Las pequeñas explotaciones son necesarias”, dice. “Para mí tiene el mismo mérito un productor pequeño que vende en el mercado en Ribadeo que nosotros que hacemos 40 toneladas de pimiento para una gran superficie. Yo quiero concienciar de que todos somos necesarios porque todos hacemos una función. En Pedrafita no va a haber una explotación de huerta 200 hectáreas pero sí una de 30 o 40 vacas que cuide el paisaje”, compara. “Hay viabilidad para todos los modelos; no todos tenemos por que ser ecológicos y hacer venta directa, porque no todos los bolsillos pueden pagar lo ecológico igual que no toda la gente quiere comer lo industrial. La Administración quiere que también vendamos, pero es imposible saber de todo y hacerlo todo bien. No todas las granjas de Galicia van a ser ahora Xanceda. Nosotros los productores tenemos que estar preocupados en producir y en hacerlo con garantías y de manera eficiente”, defiende. Apostar por el cultivo de huerta en Galicia Javier considera necesario diversificar las producciones agroganaderas en Galicia y apuesta por adaptar la producción de huerta y los cultivos que se plantan a las condiciones climatológicas, que están cambiando . “Por ejemplo, la calabaza cacahuete aquí no tenía una producción elevada pero se da bien, y hay variedades de pimiento que aguantan mejor la sequía porque enraízan mejor”, indica. Para que Galicia se pueda convertir en una potencia en producción de huerta, igual que ya lo es en vacuno de leche o de carne, dice, sería interesante “hacer pozos y empezar a regar en Galicia, pero alguien nos tiene que decir cómo hay que hacer eso”, reclama. “Debería ser posible regar una finca al lado del río Miño con tubería de goteo, que gasta muy poca agua, pero muchas veces dejas de hacer cosas por no entrar en la pelea con la Administración, por ejemplo con los permisos y las concesiones”, indica. Formación y asesoramiento público Javier reclama que la labor de asesoramiento no debe quedar solo en las manos de las casas comerciales o en la contratación de técnicos privados por parte de las explotaciones, sino que debe corresponder a la propia Administración.
En las oficinas agrarias tenían que estar los mejores ingenieros agrónomos del país y no unos funcionarios envueltos en cuatro papeles que solo quieren fiscalizarte
“Yo voy a la Oficina Agraria Comarcal y veo funcionarios envueltos con cuatro papeles que están únicamente para fiscalizar lo que hacemos y que te transmiten dejadez en vez de animarte, cuando en las oficinas agrarias tenían que estar los mejores ingenieros agrónomos del país”, pide. Porque “no se hace un agricultor o un ganadero de un día para otro”, afirma, “es necesario apoyo y formación” y también “hacer atractivo el sector para que la gente se quede en esto”, dice. Pero en vez de eso, asegura, “están cargando la Administración de inspecciones, cuando las Administración está para informar, no para sancionar, pero aquí a los productores nadie nos informa”, denuncia.
Manuel Legaspi, ganadero de leche de A Pastoriza

“Me parece perfecto que controlen los antibióticos, pero no es lógico que no nos dejen poner un bote de calcio a una vaca que lo necesita”

Manuel Legaspi es uno de los socios de la SAT Os Foros, en la parroquia de Álvare, en A Pastoriza. Están ordeñando en este momento 260 vacas y trabajan 120 hectáreas de terreno para cultivos forrajeros. Para él lo peor es “la burocracia y el papeleo que hay que llevar”. “Lo de ser nosotros nuestros propios inspectores andando por las fincas sacando fotos georreferenciadas fue una idea fantástica, como no tenemos otra cosa que hacer”, ejemplifica. A partir de este mes de mayo las ganaderías que tengan más de 5 vacas deberán designar un veterinario de explotación que haga el control y seguimiento de la granja, elabore informes trimestrales de consumo de antibióticos y notifique a la Administración cualquier incidencia en materia de bioseguridad o bienestar animal.
El veterinario de explotación no sé hasta que punto es viable para muchas ganaderías
SAT Os Foros cuenta con una persona con formación veterinaria en la propia explotación, por lo que cumplir con esta nueva normativa no les va a suponer mayor problema más allá de una mayor dedicación de tiempo a cumplimentar la documentación requerida, pero Manuel reconoce que “el veterinario de explotación no sé hasta que punto es viable en muchas ganaderías, más aún con la falta de veterinarios que hay en el sector”, asegura. Considera que se está llevando a las granjas hacia un control excesivo y sin sentido. “Me parece perfecto que quieran controlar los antibióticos, eso nos parece lógico a todos, pero ahora los ganaderos no podemos ni poner un bote de calcio o de suero a una vaca que lo necesita y esas cosas sí que son absurdas”, opina. Tener en cuenta las singularidades Para la aprobación y aplicación de cualquier tipo de normativa, Manuel considera que se deberían tener en cuenta las diferencias existentes entre granjas y las peculiaridades de los distintos territorios. “Debería adaptarse la normativa, la cornisa cantábrica no es igual que Castilla; hay muchas singularidades que hay que tener en cuenta”, dice. En el caso del Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios, SAT Os Foros entra dentro de las excepciones que permite la norma. “Tenemos la mayoría de las fincas con pendiente, casi todas superan el 10% y si ya le cuesta al tractor llevar la cisterna sola con su propio peso, ya no digamos si le metes más peso detrás con los inyectores”, argumenta.
Si quieren que produzcamos sin fitosanitarios el consumidor tendrá que pagar más por los productos
“No es entendible que a nosotros nos pongan estos requisitos en fitosanitarios o purines y se traigan productos de terceros países sin la más mínima exigencia. Si quieren que produzcamos sin abonos y fitosanitarios habrá que pagar lo que cuesta ese producto, pero la gente va al supermercado y compra el producto de fuera porque vale 5 céntimos más barato”, opina. En materia de fitosanitarios, Manuel asegura que las explotaciones lecheras hoy en día hacen un uso responsable y “de momento estamos cubiertos con lo que tenemos para cultivos como el maíz”. “Nosotros disponemos de una sulfatadora con GPS y con corte de tramos y echamos lo menos posible, aplicamos solo lo necesario. Eso ha cambiado muchísimo en los últimos años. Antes la gente pensaba que era mejor echar más dosis, pero eso ha ido evolucionando para bien”, dice. Medio ambiente vs producción de alimentos Para cumplir con el ecorregimen de rotación de cultivos con especies mejorantes de la PAC este año sembraron 15 hectáreas de soja mezclada con avena y Manuel critica la obligación, aunque en suspenso este año tras las protestas de agricultores y ganaderos en distintos países europeos, de tener que dejar sin labrar el 4% de la superficie de cultivo de la explotación.
Como no haya ganaderías sí que va a haber zarzas y biodiversidad cuanta quieran
“Es muy curioso que antes tenías que tener las fincas limpias y ahora te obliguen a dejarlas a matorral para criar insectos. Pues como no haya ganaderías sí que va a haber zarzas y biodiversidad”, asegura. “En este momento ya llega a haber un adoctrinamiento de la gente joven para meterles el ecologismo y el veganismo y eso crea una mala imagen nuestra; dicen que somos contaminantes cuando desconocen completamente la realidad de las ganaderías”, se queja. “Mucha gente piensa que las subvenciones que vienen de Europa son para hacer ricos a los ganaderos, pero si eso fuese así no cerrarían granjas todos los días. La demostración de que algo no está funcionando bien es que la gente se marcha del campo”, concluye.
Andrés Fernández, ganadero de carne de A Fonsagrada

“Todo son trabas, burocracia y zancadillas para los que queremos trabajar”

Andrés Fernández es un joven ganadero que se incorporó en el año 2009 a la explotación familiar, situada en la parroquia de Veiga de Logares, en A Fonsagrada. Desde entonces ha profesionalizado la granja, dedicada a la producción de carne de vacuno, y duplicado el número de animales hasta tener hoy 600 cabezas totales, contando las 200 reproductoras y los 250 terneros que tiene en el cebadero. La ganadería la atienden Andrés y su padre y él destaca el valor de una explotación como la suya a la hora de fijar población en el rural y cuidar el territorio. “Estamos asentados aquí con la familia y hacemos una labor medioambiental muy grande, pero todo son trabas, burocracia y zancadillas para los que queremos trabajar y seguir progresando”, se queja. Andrés llevaba más de 5 años sin echar ningún tipo de abono químico en las 140 hectáreas en las que hace pastoreo, así que el año pasado decidió pasarse a ecológico. Pero acabó por ser uno de los damnificados cuando la Xunta se negó a ampliar el presupuesto para dar cobertura al incremento de solicitudes.
Me pasé a ecológico el año pasado y me denegaron la ayuda de la PAC, perdí más de 50.000 euros
“Me denegaron la ayuda el año pasado. Perdí más de 50.000 euros, entre las agroambientales, las de ecológico y las obras de adaptación de las naves para la conversión. Para nosotros fue un palo brutal, tanto económicamente como moralmente, porque estás trabajando y ves que en vez de ayudarte lo que hacen es perjudicarte”, lamenta. Escasa rentabilidad A pesar de aquel “palo”, Andrés sigue manteniendo las vacas y los prados en producción ecológica, aunque los terneros que comercializa, al meterlos después del destete al cebadero, los vende como Ternera Gallega convencional. La diferencia en el precio de venta de la carne es pequeña, dice, porque “no hay salida para la carne ecológica y se vende casi a precio de convencional”, explica. Está cobrando a unos 6€ el kilo, por debajo de los costes de producción. Asegura que el estudio que ha hecho la Fundación Juana de Vega “está incompleto” porque no contempla todos los gastos, entre ellos los del alquiler o la compra de tierras, “que suponen un gasto elevado en las zonas donde la superficie agraria es escasa”, dice, y reclama “que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria”, que impide la venta a pérdidas, y la firma de contratos “que no sean un simple paripé”.
Tener tu vida colgada de un hilo de Europa con la inversión que hemos hecho es bastante deprimente
“Si no fuese por la PAC mi explotación sería inviable; es triste decirlo, trabajando lo que trabajamos, pero es así”, lamenta. Por eso, dice, “tener tu vida colgada de un hilo de Europa con la inversión que hemos hecho es bastante deprimente, porque aunque cumplas con todo lo que te piden igual no te la pagan, como pasó en el año 2022”, recuerda. Pero añade que “sin la PAC los terneros tendrían que valer al doble de lo que se pagan hoy y a ver a qué precio llegaría esa carne al consumidor y qué consumidor podría pagarla y comer ternera”, se pregunta. Nuevos recortes de ayudas de la PAC Teme que el próximo “recorte” en las ayudas de la PAC sea la línea para zonas con limitaciones naturales (las conocidas cómo ZLN). “En el año 2025 van a desaparecer porque son dinero que sale del período anterior y supone una rebaja más en lo que cobramos; en una explotación como la mía son 13.000€”, detalla. Otro de los aspectos de la PAC actual para el período 2023-2027 con el que no está de acuerdo es con la llamada “degresividad”, que hace que a partir de las 60 primeras hectáreas el cobro por superficie se reduzca considerablemente. “Pero a mí me cuesta lo mismo trabajar la hectárea 1 que la 80, me cuesta lo mismo alquilarla y me produce lo mismo, no hay diferencia”, argumenta.
Hacemos una labor medioambiental muy grande que después no quieren pagar
En relación al lobo, al estar en ecológico Andrés no tiene derecho a cobrar la prima por convivencia con grandes carnívoros, “como si el lobo escogiese qué comer”. Hace un manejo preventivo para reducir el riesgo de ataques, como por ejemplo concentrar los partos de todas las vacas en los meses de marzo y abril “para hacer la paridera en los sitios más protegidos, donde tengo las fincas cerradas con malla electrificada”, explica. “Ataques he tenido alguno, pero nunca he dado parte, por no pelear con el guardia de turno, porque o hay evidencias muy claras de que ha sido el lobo o sino te dan para atrás; muchas veces no llegan dispuestos a razonar”, dice. “Si la sociedad quiere que haya lobo, los daños a los ganaderos tienen que pagarse, incluido el lucro cesante. Porque a ti te matan por ejemplo una oveja y te dan 50 euros pero esa oveja iba a dar 2 corderos”, razona. “Nosotros deberíamos estar en las mesas de negociación donde se deciden estas cosas que nos afectan”, concluye.
https://www.campogalego.es/tractoradas-el-martes-20-para-urgir-medidas-adicionales-para-galicia-en-purines-y-ecorregimenes/