La Comisión Europea ha elaborado un estudio sobre las perspectivas a corto plazo para los mercados agrícolas de la UE en el 2023 y 2024. Estas perspectivas tienen en cuenta la información macroeconómica más reciente y la evolución y expectativas de los mercados nacionales e internacionales. En el sector lácteo, la principal conclusión es que se espera que la producción se mantenga estable en el 2024, con una buena evolución del mercado.
Si bien los precios de la leche cruda en la UE no dejaron de bajar desde principios de año, las entregas de leche se mantienen bastante estables, con perspectivas de un ligero descenso en el segundo semestre, con lo que se cerraría el año con un + 0,3 % en comparación con el año pasado.
Las condiciones meteorológicas fueron más favorables que en el 2022, lo que ayudó a reducir los costes de alimentación y contribuyó a una mejor calidad de los silos. Esa mejora de la alimentación ayudó a aumentar el contenido de sólidos lácteos de la leche (+0,2 %) y apoya un incremento del 1 % en el rendimiento lácteo.
La mejora del rendimiento lácteo por vaca hace que apenas se esté notando la bajada de cabaña ganadera que hubo este año, motivada por el descenso de precios de la leche y el aumento de los insumos. La bajada de la cabaña podría rondar el -0,6 %, pero la producción se mantendrá más alta que el año pasado.
Las entregas de leche en la UE fueron un 0,7 % superiores entre enero y julio, en comparación con el mismo período de 2022, con una evolución muy dispar entre países, y se calcula que el año finalizará con un +0,3 %.
Para el 2024, se prevé que la oferta de leche de la UE se mantenga relativamente estable (+0,2 % interanual). En este contexto, los altos costes de la energía y de los fertilizantes, combinados con la merma de los precios de la leche cruda, la inflación alta en la UE y en todo el mundo, y el aumento de los tipos de interés crean incertidumbre sobre las márgenes de los productores de leche en 2024.
El informe de la UE evitó hacer pronósticos sobre los precios de la leche, pero el dibujo que hace de la situación es de estabilidad, ya que las entregas de leche se están moderando y se percibe una tendencia de mejora del mercado internacional.
El estudio señala que la demanda mundial de productos lácteos sigue siendo relativamente escasa, con un mal comportamiento del mercado chino, pero se espera que el descenso de los precios de los productos lácteos en la UE, unido a una alta disponibilidad de leche, favorezca la recuperación de algunas exportaciones, especialmente de leche en polvo (+15%) y también de queso (+1,5 %) y de suero de leche (+4,5 %).
Entre tanto, el consumo interno finalizará este 2023 con estabilidad, según la previsión de la UE, que señala que categorías como leche líquida y nata incluso pueden finalizar el año con un aumento de ventas (+ 0,7%) por el menor precio de los lácteos en comparación con la inflación de las carnes. En ese aumento de ventas, hay que tener en cuenta también un trasvase de las primeras marcas hacia las marcas blancas, más económicas y con un aumento de la demanda por parte de los consumidores.
Altas demandas de queso
La producción de queso de la UE sigue siendo la opción preferida en la transformación de la leche también en el 2023. En consecuencia, su producción podría aumentar un 1 %. Esto, apoyado por los competitivos precios de exportación de la UE, podría contribuir al crecimiento de las exportaciones de la UE (+1,5 %), mientras que el consumo interno (-6 %) probablemente seguirá limitado por las presiones inflacionistas, que también afectarán a las importaciones, en particular de quesos de calidad superior.
También se espera que la producción de suero de leche de la UE crezca más en el 2023 (+1,2 %). Esto se debe al aumento de las exportaciones de la UE gracias a la recuperación de la demanda en China, mientras que el consumo interno podría bajar.
Por su parte, si bien la producción de leche desnatada en polvo de la UE disminuyó ligeramente entre enero y julio (en términos interanuales), las exportaciones registraron una fuerte recuperación, apoyadas principalmente por la fuerte demanda de Arabia Saudí y Marruecos.
Descenso en el consumo de carne de porcino y vacuno, subida en la avícola
El informe de la Comisión Europea aborda también el consumo de carne, que se prevé que caiga un 1,5 % en el 2023, debido a la inflación de los precios y a una menor oferta en el mercado.
Por especies, se espera que la producción de carne de vacuno de la UE siga disminuyendo en el presente año en un -3,1 %, debido a un ajuste estructural en el sector de la carne de vacuno por los bajos márgenes. Las importaciones de la UE podrían descender debido a la baja producción en Reino Unido. Asimismo, las exportaciones de la UE siguen combatiendo con los altos precios internos.
En cuanto a la producción porcina, conviene destacar que también está a la baja. Una cabaña reproductora más pequeña, así como la peste porcina africana (PPA) provocan un descenso de un 6,6 % en el 2023, a pesar de la bajada de los precios de los piensos. La demanda interna sostenida y la menor demanda de China frenan las exportaciones de la UE en un 16 % en el 2023.
Por el contrario, la producción avícola de la UE podría beneficiarse de una recuperación del 3,3 % en 2023 por ser una de las proteínas animales más baratas disponibles. Por otro lado, los precios de las aves de corral de la UE restan competitividad a las exportaciones.
Por último, la cabaña ovina de la UE, históricamente baja, hace que los sacrificios desciendan un -1,8 % en 2023. La demanda sostenida y los altos precios internos favorecen más importaciones de Nueva Zelanda y Reino Unido (+15 % en 2023).