El pino está en la línea de salida de un proceso de recuperación en Galicia. Tras dos décadas de fuerte declive en monte, las coníferas gallegas ven la luz al final del tunel. Los precios de la madera de pino están disparándose a nivel mundial, de la mano de una demanda que todo apunta a que será muy superior a la oferta a lo largo de las próximas décadas. Ese escenario se une al impulso que la Fundación Arume, conjuntamente con la Consellería de Medio Rural, trata de lograr para las plantaciones de pino en monte.
Desde la crisis del 2008, cuando el precio del pino se desplomó, los pinares gallegos pasaron por una travesía del desierto. La especie perdió atractivo económico para los propietarios y un cúmulo de factores se sumó en contra. Se dispararon las plantaciones de eucalipto nitens, una especie más adaptada al interior gallego que el eucalipto globulus; y en el sur de la comunidad los incendios y la llegada de la plaga del nematodo a la provincia de Pontevedra mermaron las perspectivas de futuro de la especie.
El panorama ahora está cambiando, no sólo por la moratoria a nuevas plantaciones de eucalipto, sino por el atractivo económico que comienza a tener de nuevo el pino para los propietarios particulares y comunidades.
Los retos para el pino en el monte se centran en tres puntos, según expuso hoy el presidente de la Fundación Arume, José Carballo, en la reunión del Patronato de la entidad: mejora genética, sanidad forestal y apoyo a la silvicultura.
A esas tres demandas respondió en la clausura de la reunión del Patronato el conselleiro de Medio Rural, José González, quien anunció un plan de acción a partir de septiembre para promover la plantación de coníferas y frondosas en el monte.
Ese plan, según detalló el conselleiro, incluirá apoyos a la mejora genética y a la sanidad forestal. En cuanto a las ayudas a los propietarios, la Xunta quiere replantearlas y que la financiación privadas gane también protagonismo.
Mejora genética
Galicia perdió el tren de la mejora genética frente a otras grandes regiones del mundo productoras de coníferas. Es una realidad que afecta tanto al pino del país («Pinus pinaster») como al pino insigne («Pinus radiata») y al pino silvestre.
El sector tiene ante sí el desafío de lograr plantas con mejora genética que ofrezcan mayores productividades y calidades, menores turnos de tala y garantías sanitarias frente a enfermedades y plagas.
Preocupa en especial el nematodo del pino, ya presente en la zona sur de Pontevedra. El Centro de Investigación Forestal de Lourizán logró seleccionar pinos del país con mayor resistencia frente al nematodo, pero ahora toca transferir esa planta al monte. La vía más ágil es la obtención de planta clonal, si bien eso requiere un importante esfuerzo económico y tecnológico.
Para lanzar la mejora genética del pino en Galicia, la Fundación Arume, que agrupa a toda la cadena del pino de Galicia, diseñó un proyecto de 4,6 millones de euros que opta a fondos Next Generation. Entre tanto, el conselleiro de Medio Rural, José González, que hoy participó en la reunión del Patronato de la Fundación Arume, anunció la inminente firma de un convenio con Arume por importe de 200.000 euros para iniciar acciones de mejora genética de los pinos de Galicia.
Otra de las carencias en genética que se quiere afrontar de manera prioritaria es la mejora del pino insigne. Ante las dificultádes administrativas para importar semillas de los grandes países productores de pino insigne, como Nueva Zelanda o Chile, con genéticas más avanzadas, el camino a tomar apunta a desarrollar la mejora a partir de las masas implantadas en Galicia de pino insigne.
Declaración de una emergencia sanitaria para agilizar la prevención de la banda marrón y roja
La enfermedad de las bandas marrón y roja fue otro de los focos de debate en la reunión del Patronato de la Fundación Arume. En el País Vasco y en menor medida en otras comunidades de la Cornisa Cantábrica, como Asturias, el pino insigne sufre en los últimos años serios problemas con las bandas marrón y roja, unos hongos que provocan la defoliación de los árboles y en último término, su muerte.
En el oriente de Galicia, ya se detectaron este año zonas de A Fonsagrada y Baleira afectadas por las bandas, lo que llevó a Medio Rural a intensificar las medidas de prevención en montes conveniados, con tratamientos fitosanitarios, podas y claras.
El segundo objetivo de la Consellería se centra en incentivar las medidas de prevención en las propiedades particulares y montes vecinales no conveniados. Para eso, el conselleiro anunció hoy la inminente declaración de una emergencia sanitaria, una figura con la que se quiere agilizar la adopción de medidas. González precisó que contará con la colaboración de la Fundación Arume, a fin de que se implique en la organización de los trabajos y coordinación con los propietarios.
En la reunión del Patronato de la Fundación Arume celebrada hoy, el subdirector general de Recursos Forestales, Jacobo Aboal, aportó la buena noticia de que a Galicia aún no llegó la banda marrón -la más peligrosa-, si bien se espera que acabe por llegar. Los casos de bandas que se detectaron en los últimos dos años en el oriente de Lugo se corresponden con la banda roja, un hongo que causa en principio un menor impacto en las masas.
En cualquier caso, Medio Rural considera imprescindible acometer a la mayor brevedad tratamientos, podas y sobre todo claras en las masas de pino insigne, principalmente en Lugo.
Apoyos a los propietarios y restauración de montes
El tercer pilar del plan de acción que la Fundación Arume trata de impulsar, conjuntamente con Medio Rural, es el apoyo a los propietarios en la plantación de coníferas, así como en la restauración de montes degradados por incendios o plagas.
Para la restauración ambiental de montes, una vía que se está comenzando a emplear es la participación de empresas interesadas en compensar de manera voluntaria su huella de carbono. Es un mecanismo que ya permitió la restauración de montes afectados por incendios en los últimos años, como es el caso de las comunidades de montes de Saiar y de Paradela, en el monte Xiabre (Caldas de Reis).
La Fundación Arume aspira a fondos Next Generation para cofinanciar ese proceso de restauración con fondos públicos. En concreto, el objetivo es plantar 12.000 hectáreas en los próximos 5 años, 7.000 de pino del país, 3.000 de pino insigne y 2.000 de frondosas. La idea es que 5.000 de esas hectáreas se implanten en zonas afectadas por el nematodo y con planta que presente mayores resistencias frente a la plaga.
Al respecto de las frondosas, el conselleiro de Medio Rural anunció hoy también su intención de impulsar un plan específico para promover la silvicultura del roble, aparte del plan ya anunciado para el castaño.
Balance de las líneas de ayudas
De cara a promover la plantación de coníferas y frondosas en monte, la Consellería proyecta continuar con las líneas de ayudas de los últimos años, pero se anuncian cambios. La cuestión es que se está constatando que esas ayudas no funcionan correctamente.
El subdirector de recursos forestales, Jacobo Aboal, presentó hoy en el Patronato de la Fundación Arume un análisis de algunos de los principales defectos que se detectan en las líneas de ayuda a la plantación de coníferas y frondosas.
Un punto analizado es que son ayudas que apenas llegan a los propietarios forestales particulares, pues las grandes beneficiadas suelen ser comunidades de montes vecinales. Llama la atención además que sistemáticamente los montes vecinales de Ourense aparecen entre los grandes beneficiarios de las ayudas, pero sin embargo el volumen de talas de pino es residual en esa provincia desde hace años. El problema radica en que gran parte de las plantaciones no llegan a turno de tala a causa de los incendios forestales.
Es una cuestión que la Consellería pretende afrontar con mayor esfuerzo en prevención. González anunció hoy que el Distrito Forestal de Verín – Monterrei acogerá en el 2022 un plan piloto para la creación polígonos forestales cortafuegos. «En esa comarca tenemos más de 50.000 hectáreas de montes vecinales en convenio y se trata de una zona en la que nos preocupa el impacto de los incendios», explicó el conselleiro.
Los polígonos forestales cortafuegos son una de las figuras de agrupación que aparecen en la nueva Lei de Recuperación da Terra Agraria. En el marco de la Lei, el conselleiro considera imprescindible que los propietarios forestales se impliquen en la puesta en marcha de agrupaciones de gestión conjunta para reducir el minifundio e impulsar trabajos silvícolas y de prevención conjuntos. La Consellería anuncia que pondrá énfasis en priorizar las ayudas destinadas a propietarios que participen en figuras de gestión conjunta.
En la Consellería, por último, preocupa también la escasez de parcelas con certificación forestal PEFC o FSC en Galicia. «Tenemos alrededor de un 8% de la superficie forestal certificada. En Alemania están en el 70% y en Francia casi en el 50%» -comparó Jacobo Aboal-, que advirtió que «sin certificación no se llega a los mercados».