La tala de parcelas forestales que tienen afecciones varias, como aguas, patrimonio o espacios naturales, se ve abocada de manera frecuente a un lento proceso administrativo. Para la tala son precisas entonces varias autorizaciones y si bien Medio Rural suele resolver su parte en menos de 15 días, otros organismos como Patrimonio o la Confederación Hidrográfica Miño Sil pueden retrasarse varios meses. Hay, sin embargo, perspectivas de mejora en la situación.
La agilización y simplificación del proceso de tala es una de las tradicionales reivindicaciones del sector forestal. Medio Rural ya había informado en 2015 de que estaba valorando las posibilidades existentes y recientemente, en junio, anunció su intención de coordinar internamente las distintas autorizaciones que se precisan a través de una solicitud en una ventanilla única.
Desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, su presidente, Francisco García, confirma que está trabajando con la idea de que las talas en zona de policía se puedan resolver con una autorización centralizada que tenga en cuenta los condicionantes de protección de las aguas.
“En zonas de afección de la Confederación Hidrográfica, hay dos situaciones: talas en zonas de servidumbre, a menos de 5 metros del cauce, y talas en zona de policía, de los 5 a los 100 metros. En zonas de servidumbre, la solicitud tiene que salir a información pública y precisa de un informe del servicio de Conservación de la Naturaleza. Por tanto, es necesario un proceso administrativo que en general no suele retrasarse más de 6 meses”, señala Francisco García.
“En zonas de policía, donde se sitúan la mayoría de las talas, trabajamos con la Dirección Xeral de Montes para, cumpliendo la legislación, darle un servicio más ágil a la ciudadanía. Estamos valorando con la asesoría jurídica un protocolo, que se tendría que publicar en el Boletín Oficial del Estado (BOE), para que sea posible ejecutar la tala con una única autorización”, detalla el presidente de la Confederación.
De no salir adelante ese protocolo, la alternativa pasaría por un cambio de normativa en una futura revisión del Plan Hidrológico. García recuerda también que ya en la actualidad, los montes que cuenten con un plan de ordenación validado por la Administración no tienen que pedir autorizaciones de tala en la Confederación Hidrográfica.
Patrimonio
Otro punto conflictivo en el sector forestal se sitúa en la Dirección Xeral de Patrimonio, pues la ejecución de talas o trabajos silvícolas (desbroces, podas, etc.) en zonas con elementos patrimoniales se vuelven con frecuencia un quebradero de cabeza. Cuando esos trabajos están sujetos a los plazos de ejecución de una subvención, el problema se agrava.
Patrimonio reconoce que en la autorización de talas se está produciendo un retraso derivado de la acumulación de trabajo. En Pontevedra, según Patrimonio, el tiempo en resolver una solicitud puede llegar a los 3-4 meses, en tanto en A Coruña es de 2-3 meses y en Lugo y Ourense no pasa del mes.
La perspectiva, con todo, es de reducir esos plazos. Tras la aprobación el pasado año de la Lei de Patrimonio Cultural, la Consellería está trabajando para desarrollar la nueva normativa. Hay cambios previstos en las comisiones territoriales que resuelven las solicitudes del sector forestal y la intención pasa por unificar criterios y agilizar las tramitaciones, según señalan desde la Consellería de Cultura.
Hay que ajelisar todas las normas de pedidos administración y reagruparse cuando el pedido es igualmente para el desarrollo de la solicitud