La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FENIL), que representa a más de 60 empresas del sector, que transforman en conjunto el 95% de la producción española de alimentos lácteos, ha presentado este martes el Barómetro del sector lácteo, una iniciativa destinada a difundir de manera periódica los datos más relevantes del sector.
En esta primera entrega las industrias lácteas han puesto de manifiesto que España cuenta con la leche en origen pagada al ganadero más cara de toda la Unión Europea (exceptuando Malta y Chipre), lo que ha propiciado la entrada masiva de productos lácteos elaborados extranjeros, en particular quesos, a precios más bajos, desplazando en los lineales y en la cesta de la compra a los quesos nacionales.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea, el precio de la leche cruda de vaca en España en el mes de agosto fue de 0,515 euros por kilo, frente a los 0,410 de Alemania o los 0,452 de Francia. La media de la Unión Europea se situó en los 0,436 euros por kilo.
Los ganaderos españoles cobraron en agosto 10 céntimos más por litro que los alemanes y 6 más que los franceses
Este hecho ha generado una competencia desigual en los mercados, perjudicando a los productos lácteos españoles, asegura la FENIL. La situación es especialmente preocupante en el mercado de los quesos y en el de los derivados lácteos (leche en polvo, mantequilla, suero, etc.). En el caso de la leche de oveja y cabra, el precio pagado en origen en España, tradicional líder europeo en su producción, es el más elevado de la serie histórica, lo que está estimulando nuevas y modernas producciones en otros países de la Unión Europea.
Descenso en la producción
Luis Calabozo, director general de FENIL, ha expresado: «Vemos con especial preocupación para el futuro del sector lácteo en nuestro país que, pese a que los ganaderos españoles están recibiendo los precios más altos de la historia por su leche, no se consigue estimular la producción».
Existen factores estructurales distintos al precio que hay que analizar para garantizar la supervivencia del sector
Esto indica que existen factores estructurales distintos al precio que hay que analizar para garantizar la supervivencia y el crecimiento del sector, asegura. «Necesitamos identificar y favorecer las condiciones para atraer al sector personas y capital que estimulen el crecimiento y la eficiencia de las producciones. Es de vital importancia lograr una industria láctea rentable y competitiva para asegurar el futuro del sector y garantizar el acceso al consumidor español de estos alimentos esenciales y que sean producidos en nuestro país, para lo que es condición necesaria preservar nuestra competitividad”, insiste Calabozo.
Pérdida de competitividad del sector
Asimismo, ha afirmado que la incertidumbre ante el descenso en el volumen de producción de leche cruda en el campo, el aumento de la oferta internacional y las dificultades del contexto económico mundial genera presiones adicionales a la industria láctea española.
El coste de la materia prima erosiona los márgenes y la rentabilidad de las industria láctea
Luis Calabozo concluyó: «La industria láctea española en general, y la quesera en particular, están perdiendo competitividad, lo que nos está llevando a perder posiciones en los mercados. Esta situación ha propiciado la entrada en masa en España de productos lácteos extranjeros, principalmente quesos, a precios más bajos, desplazando en el lineal y en la cesta de la compra los lácteos de nuestro país».
Todo ello, insistió, sumado a las «estrategias históricas de venta por parte de la distribución a unos precios en el lineal artificialmente bajos (leche UHT principalmente)», representa «un gran desafío para una industria láctea con una rentabilidad y unos márgenes muy erosionados por la crisis de costes que se atraviesa (energía, envases, transporte, laborales, etc.), pero muy especialmente, por el coste de la materia prima leche”, ha culpabilizado.