Razones por las que incluir los lácteos en una dieta saludable

Las catedráticas en Medicina y Nutrición, Rosaura Leis y Rosa María Ortega, recuerdan los beneficios de tomar 3 lácteos al día

Razones por las que incluir los lácteos en una dieta saludable

Imagen de una línea de envasado de leche fresca pasteurizada. / Fuente: Imagen de archivo

La leche, el queso y el yogur son los productos lácteos más frecuentes que deben estar incluidos en una dieta saludable debido a los beneficios contrastados que aportan. Su composición representa una fuente importante de proteínas, vitaminas o ácidos grasos para a todas las personas, y especialmente para aquellos grupos en edades clave o incluso para deportistas. Sin embargo, los lácteos están rodeados de bulos y falsas creencias que ponen freno a su consumo. Las catedráticas  Rosa María Ortega y Rosaura Leis se apoyan en su experiencia investigadora para dar motivos a consumir estos productos.

“Los lácteos son fuente importante de proteínas, minerales, vitaminas, ácidos grasos, componentes antioxidantes, antiinflamatorios o péptidos bioactivos; y estudios recientes indican que modulan favorablemente la composición de la microbiota intestinal”, señala la la doctora en Farmacia, Catedrática de Nutrición, y miembro del Comité de Sostenibilidad Láctea de Inlac, Rosa María Ortega. 

El consumo aconsejado de lácteos es de 2-4 raciones, y de ahí, el promedio recomendado de 3 al día. “Las mayores raciones 3-4 corresponderán con los grupos que tienen las necesidades de calcio más elevadas: adolescentes, embarazadas, durante la lactancia, en edades avanzas o para deportistas. La posibilidad de alternar el consumo de diversos alimentos como leche, yogur o queso facilita alcanzar el consumo aconsejado”, añade la experta.

Asimismo, “llama la atención sobre las falsas creencias de consumidores que piensan erróneamente que los alimentos lácteos pueden ser sustituidos fácilmente por otros”, afirma Ortega, al tiempo que recuerda, por ejemplo, “que las bebidas vegetales como la soja, las almendras, o la avena no sustituyen a la leche u otros lácteos”

“Las bebidas vegetales pueden ser consumidas dentro de una alimentación correcta, pero sin perder de vista que son eso, vegetales y nunca lácteos, y no pueden sustituir a estos. Algunos de estos productos vegetales están enriquecidos con calcio y otros nutrientes para aproximarlos en su composición a la leche, pero nunca será igual el producto resultante a la matriz láctea”, especifica la Catedrática en Nutrición.

Consecuencias de la restricción de lácteos

“Hacer una restricción alimentaria en nuestra dieta no es poco importante, ya que supone cambios en el patrón alimentario y puede representar un riesgo nutricional importante, también cuando hablamos de lácteos”, advierte la catedrática de la Facultad de Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, y miembro del Comité de Sostenibilidad Láctea de InLac, Rosaura Leis.

Los alimentos lácteos siempre formaron parte de las dietas tradicionales saludables y sostenibles, como la mediterránea o la atlántica, “que explican en buena parte que tengamos una elevada esperanza de vida en nuestro país y que Comunidades como Galicia, puedan disfrutar de una longevidad en su población similar a Japón”, subrayó Leis. 

Además, en ciertas edades como la pediátrica, “es necesario no descuidar la ingesta de lácteos al tratarse de un alimento fundamental para el crecimiento y desarrollo de la criatura y para una buena mineralización ósea”, detalla.

En este contexto, “no olvidemos que una de las enfermedades más prevalentes y degenerativas durante la edad adulta es la osteoporosis. Con una adecuada ingesta de lácteos, podremos alcanzar igualmente un máximo pico de masa ósea al final de la adolescencia, aunque luego deberemos mantener su consumo a lo largo de toda la vida”, concluye.

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