Recomiendan dar el primer tratamiento preventivo contra la botritis en las variedades de vid más sensibles

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Recomiendan dar el primer tratamiento preventivo contra la botritis en las variedades de vid más sensibles

Racimo con botritis en el mes de agosto. Foto: Estación Fitopatolóxica de Areeiro

La Estación Fitopatológica de Areeiro, centro dependiente de la Diputación de Pontevedra, analiza en su boletín fitosanitario de esta semana la situación de los viñedos en la provincia y ofrece unas recomendaciones de cuidados frente a los principales patógenos de la viña.

Mildio:

En las revisión que hicieron los técnicos esta pasada semana, tanto a las parcelas fijas como a las aleatorias, «la situación observada fue bastante tranquila, pues en general las manchas de mildio de las hojas y los ataques en los racimos estaban aparentemente bien controlados, y también los nuevos crecimientos sin proteger estaban sanos, limpios de manchas, incluso en las parcelas de nuestra red que llevaban más de dos semanas sin aplicaciones».

Diferente fue el resultado de las observaciones a las plantas testigo y las abandonadas, pues la enfermedad continuó avanzando, apareciendo síntomas nuevos, secando brotes, y prosiguiendo la defoliación de las plantas.

A día de hoy, ninguna de las agencias meteorológicas consultadas anuncia precipitaciones para los próximos días, y sí tiempo soleado, altas temperaturas y, en general, vientos del norte o noreste, con lo que el riesgo de infección será menor.

No obstante, desde la Estación Fitopatológica de Areeiro advierten de que «en esta campaña sabemos que muchas viñas sufrieron contaminaciones que no lograron ser bien controladas, que aún puede desarrollarse en los racimos el mildio larvado, y que puede haber humedad de llovizna por las noches».

Por estos motivos, recomiendan que «hay que seguir con un alto nivel de vigilancia y revisar bien las viñas para detectar posibles síntomas nuevos o zonas de avance a partir de síntomas anteriores».

Ademáis, aconsejan no descuidar las prácticas culturales que favorezcan el movimiento del aire en el ambiente de las viñas, como retirar hojas y controlar la hierba, pues la ventilación y la insolación ayudan a limitar las infecciones.

Oídio:

En su revisión de esta semana los técnicos de Areeiro no detectaron cambios destacables cuanto a la presencia de órganos afectados por este hongo, ni tampoco se incrementaron los daños de rotos de granos a los que habían hecho referencia la semana pasada.

Sin embargo, insisten en que hay que seguir manteniendo la vigilancia e intervenir en caso de que se verifique la existencia de nuevos síntomas, sobre todo en variedades sensibles, dada la complejidad de contener esta enfermedad cuando alcanza cierta severidad.

Por otra parte, y al igual que con el mildio, recuerdan que «la ventilación de los racimos es muy importante en la reducción del riesgo de oídio, y este año el desarrollo de la vegetación es enorme, por lo que hay que ir eliminando el exceso de brotes y hojas, eso sí, siempre moderadamente y con sentido».

Black-rot:

En la revisión de esta semana a las viñas los técnicos de la Estación Fitopatológica de Areeiro no detectaron ningún síntoma nuevo, tampoco en la viña abandonada de la zona de Salvaterra referida en el aviso anterior. Mantener la vigilancia es su recomendación.

Botritis: 

En caso de que se cumplan las previsiones de las diferentes agencias meteorológicas, en las próximas jornadas no se esperan condiciones favorables a las infecciones por este patógeno. Sin embargo, informan de que «los racimos están cerrando y este es uno de los momentos en los que se justificaría una aplicación preventiva en las variedades más sensibles, en especial si hay heridas de cualquier origen».

Alteraciones de la madera:

Los técnicos de la estación pontevedresa recuerdan que «las temperaturas elevadas contribuyen a la expresión de los síntomas de las llamadas enfermedades de la madera en la viña», y para las próximas jornadas se anuncia que hará calor, por lo que «volvemos a aconsejar que se marquen las plantas afectadas y que se eliminen aquellos brazos (o plantas enteras) muertos».

Polillas del racimo:

En esta semana los técnicos de la Estación de Areeiro recogieron los dos primeros machos de la segunda generación de Lobesia botrana en una de las trampas que tienen instaladas, no teniendo capturas en el resto y en la misma viña observaron una penetración larvaria.

Su recomendación: Incrementar la vigilancia a los racimos pero no tratar sin hacer revisiones de los racimos, porque muchos de los insecticidas destinados al control de esta plaga van dirigidos a algún/s estado/s de desarrollo del insecto y por eso intervenir sin aquellas comprobaciones supondrá en la mayoría de los casos una pérdida del tratamiento.

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