Control eléctrico: un método novedoso para eliminación de malas hierbas en frutales, pradera y viñedo

Expertos de Reino Unido y Francia explican distintas experiencias llevadas a cabo en estos países con buenos resultados, lo que aporta una alternativa real al uso de herbicidas

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Control eléctrico de maleza entre líneas de plantación de frutales en Reino Unido

Control eléctrico de maleza entre líneas de plantación de frutales en Reino Unido

La reducción en el uso de herbicidas y la búsqueda de alternativas reales a algunas de las materias activas más controvertidas, como el glifosato, es uno de los principales objetivos de la Unión Europea para esta década.

El proyecto Oper8 involucra a 8 instituciones de 7 países en una red que busca soluciones alternativas al uso de productos químicos para el control de la maleza, con distintos métodos que se están probando tanto en campos experimentales como en explotaciones reales.

La intención es analizar los distintos métodos disponibles, su eficacia, resultados y costes de cara a establecer un inventario de prácticas posibles en función de los tipos de cultivos y sistemas productivos.

Ha sido desarrollada maquinaria específica para limpieza de calles en plantaciones de viñedo y frutos rojos

Dentro de estos métodos innovadores se abre camino la eliminación de malas hierbas por medio de electrodos que conducen la electricidad a través de las plantas a secar, produciendo su desaparición.

Este sistema novedoso se está aplicando ya en Reino Unido con buenos resultados para la limpieza de calles en plantaciones en hilera de frutos rojos y en Francia en viñedo. En estos casos se busca la eliminación de la totalidad de la maleza existente.

La aplicación localizada sobre lavazas en praderas presenta resultados “prometedores”

En Gales, se ha ensayado también para la eliminación selectiva de malas hierbas en praderas de explotaciones lácteas. Los trabajos en esta ocasión estaban focalizados en la erradicación de lavazas, una de las malas hierbas más frecuentes en pastizales, con resultados “prometedores”, destacan.

Esta tecnología y la nueva maquinaria necesaria para su aplicación está siendo desarrollada por la empresa Rootwave, formada por un equipo de 45 personas en el Reino Unido, y que está aplicando ya el sistema eléctrico en jardinería, fruticultura e incluso en cultivos de maíz o remolacha.

En las plantas o calles que se quieren limpiar se genera, por medio de un electrodo positivo y un electrodo negativo, un arco eléctrico que hace pasar la corriente a través de la mala hierba, produciendo que se seque en las dos semanas posteriores debido a esta descarga.

FRUTALES: “El control mecánico mediante laboreo afecta a la estructura del suelo mientras el deshierbe eléctrico no”

Deshierbe eléctrico en plantaciones de frutos rojos en Reino Unido

Deshierbe eléctrico en plantaciones de frutos rojos en Reino Unido

Lynn Tatnell, investigadora de ADAS, una entidad de asesoramiento agrícola y de consultoría ambiental de Reino Unido especializada en producción ecológica y que también realiza investigación aplicada, lleva controlando las malas hierbas en una plantación de grosellas negras mediante deshierbe eléctrico desde hace 5 años.

La principal conclusión de estos ensayos es que este sistema novedoso es un método efectivo de control de malezas en arbustos y frutos de caña. “El control eléctrico es una herramienta de futuro. Estos ensayos han mostrado resultados extremadamente prometedores», asegura Lynn.

Es un método respetuoso con los preceptos de la agricultura regenerativa

Entre las principales razones para extender este método, explica Lynn, estaría su menor afectación a la estructura del suelo. “En plantaciones de frutales las hierbas que salen justo al lado de las líneas de plantación tienen efectos negativos, pero los métodos mecánicos usados perturban el suelo, algo que no pasa con el método eléctrico de deshierbe. Los efectos positivos de no mover el suelo se perciben en el segundo año”, asegura.  

Del mismo modo, este sistema no mata a insectos que no estén directamente en contacto con la mala hierba y respeta la microbiota existente en el suelo, por lo que es un método válido para su uso en agricultura ecológica y regenerativa.

Mayor efectividad al incrementar el número de pases

Son necesarios al menos dos tratamientos para que este método sea efectivo

Son necesarios al menos dos tratamientos y el resultado mejora al reducir la velocidad de aplicación

Según los ensayos realizados en los años 2018 y 2019, cuyos resultados completos están disponibles en este enlace, se concluye que varios pases son más efectivos que uno solo para el control de malas hierbas y que una velocidad lenta de aplicación mejora la eficacia del tratamiento, debido al tiempo de contacto de la electricidad con la planta.

Está demostrando que los resultados mejoran realizando varios pases y que las velocidades de aplicación más lentas aumentan la eficacia del tratamiento

“Esto puede ser un factor más importante para malas hierbas perennes persistentes o malas hierbas que son más grandes en el momento del tratamiento”, destaca Lynn. “El control de los cardos es extremadamente eficaz mediante tratamientos eléctricos, algo que también se puede extender a otras malas hierbas perennes, como las ortigas”, explica.

En verano la reducción de maleza al lado de las líneas de plantación es del 60% con un solo pase y del 90% en dos pases. Dos semanas después del segundo tratamiento eléctrico la mayoría de malas hierbas estarían completamente muertas. En invierno la eficacia se reduce al 50% con un pase y al 75% con dos tratamientos. Las aplicaciones se realizan con un intervalo de entre 2 y 3 semanas de separación entre ellas.

Menos condicionado por la climatología

Uno de los problemas para la aplicación de herbicidas en determinadas circunstancias son las condiciones climatológicas, que merman la eficacia de los tratamientos. En el caso del control eléctrico las condiciones de aplicación son mucho más flexibles. “El deshierbe eléctrico es una opción eficaz y versátil. El productor tiene la flexibilidad de tratar en condiciones climáticas en las que no podría hacerlo con un pulverizador para aplicación de herbicidas, como por ejemplo en condiciones de viento e inmediatamente antes o después de la lluvia”, asegura Lynn.

El sistema eléctrico aporta flexibilidad en la aplicación, ya que permite trabajar con condiciones atmosféricas de viento o inmediatamente antes o después de llover

“La deshierbadora eléctrica no reduce el banco de semillas del suelo, por lo que no fomenta una mayor eliminación de malas hierbas en comparación con las desmalezadoras mecánicas que mueven el suelo. Sin embargo, un enfoque integrado de manejo de malezas podría combinar ambos sistemas, incentivando primero el nacimiento de una oleada de malas hierbas, al ser estimulada por el tratamiento mecánico, para luego ser tratada por un sistema eléctrico y reducir de este modo el banco de semillas de malezas presente en la parcela”, propone el estudio.

El deshierbe eléctrico destruye tanto la planta como las raíces, por lo que reduce los tratamientos posteriores de forma más efectiva que los métodos mecánicos

En cultivos de grosella negra en ecológico, donde había mucha presencia de hierba, se comprobó que «la siega es esencial para asegurar que la hierba esté a una altura y densidad manejable antes de aplicar el tratamiento eléctrico».

VIÑEDO: “El coste es comparable con otros métodos”

control electrico en viñedo

Deshierbe eléctrico en viñedos franceses

Christophe Gaviglio, especialista del Instituto Francés de Viticultura (IFV), detalló las posibilidades de utilización de métodos eléctricos de deshierbe en viñedo. Los resultados de los ensayos realizados indican que el consumo de combustible no es superior al de un tractor convencional utilizado para segar o tratar las malas hierbas mecánicamente o para realizar la aplicación de herbicida con sulfatadora suspendida. Por lo tanto, en cuanto a costes, “los tratamientos eléctricos serían comparables a otros tratamientos contra malezas”, asegura.

El coste de tratamiento químico mediante herbicida ronda los 250€/ha/año; mientras el coste de los deshierbes mecánicos se elevarían a entre 450 y 650€/ha/año. El coste del control eléctrico no está todavía totalmente definido, en función de la superficie a tratar, el número de intervenciones, etc, pero el coste medio aproximado se estima en 300€/ha/año. “Tiene un coste competitivo en comparación a los herbicidas”, asegura Christophe.

Aunque aclara que el coste final es variable en función de múltiples circunstancias. “Hay una serie de factores que condicionan una mejor eficiencia del tratamiento: velocidad de aplicación, tipo de mala hierba, densidad, etc. Por lo tanto, el coste depende de numerosas hipótesis”, dice.

Redúcese o risco de erosión

control electrico de malas hierbas“En viticultura no necesitamos un control selectivo, sino limpiar de hierbas las calles. No necesitamos un control de precisión. Aunque el tratamiento eléctrico es aplicable a todo tipo de malas hierbas, tarda algún tiempo en mostrar su eficacia sobre algunas malas hierbas y en condiciones similares no todas las especies reaccionan igual al contacto con los electrodos”, reconoce.

Al no abrir el suelo permite una mayor captura de carbono

Otras alternativas a los herbicidas tenían menor eficacia y un corto periodo de efectividad o persistencia, impacto sobre las viñas e imposibilidad de uso en suelos en pendiente, algo que no sucede en este caso, ya que puede ser aplicado en zonas pedregosas o en pendiente porque al no abrir el suelo se reduce el riesgo de erosión.

“Este método ayuda a la restauración natural del suelo y la biodiversidad y da soporte a la agricultura regenerativa. Permite además hacer tratamientos próximos a cauces de agua o zonas sensibles desde el punto de vista medioambiental”, compara Christophe.

PRADERA: “Tres tratamientos eléctricos son equivalentes a una aplicación de herbicida para el control de lavazas”

control electrico de labazas en praderasKevin Godfrey participó en los ensayos realizados en praderas de explotaciones lácteas de Reino Unido para el control de lavazas (Rumex spp.) mediante uso de electrodos eléctricos. Las experiencias se llevaron a cabo en tres granjas lecheras del sur de Gales durante un periodo de dos años (2019-2021), donde se alcanzaron resultados “prometedores”, asegura.

Se trata en este caso de un sistema eléctrico para tratamientos localizados en pradera mediante un kit portátil también usado en jardinería. Se aplicaron tres tratamientos eléctricos con un espacio de entre 3 y 4 semanas entre ellos, realizando la primera aplicación en el mes de mayo, y se comprobó que la eficacia iguala al uso de herbicidas.

El control eléctrico es un sistema prometedor como herramienta de gestión de praderas con lavazas

“Para el control de lavazas (Rumex obtusifolius) en praderas, tres pases eléctricos son equivalentes a una aplicación de herbicida. Es un método que tiene aplicación evidente para los productores en ecológico o aquellos que quieran reducir el uso de herbicidas en su explotación”, afirma.

La eficacia de tres pases eléctricos sería similar al uso de herbicida

Según los ensayos realizados en el año 2021, midiendo los resultados 4 y 8 semanas después del tratamiento, un pase logra una eficacia inferior al 40%, dos pases alcanzan el 60% y tres pases consiguen una efectividad del 95% en la eliminación de las lavazas.

Uso combinado con herbicidas

eficacia control electrico de labazas en praderas“Los herbicidas requieren una planta en crecimiento activo que no sea ni demasiado pequeña ni demasiado grande, por lo que conseguir la aplicación en el momento correcto para una absorción y eficacia óptimas es muy importante, pero a veces es difícil de lograr una aplicación de herbicida en el momento óptimo, debido a la climatología”, asegura Kevin.

“Los resultados obtenidos en 2021 reflejan el beneficio de un enfoque integrado, donde se aplicó un tratamiento eléctrico en mayo que controló significativamente las lavazas y luego un tratamiento con herbicida de seguimiento un mes más tarde. Esta combinación fue altamente efectiva ya que la etapa de crecimiento fue más favorable para la aplicación del tratamiento con herbicida”, detalla.

Presencia de trébol

Sistema portátil diseñado para aplicación en praderas

Sistema portátil diseñado para aplicación en praderas

“Las lavazas son el mayor problema en los sistemas de pastoreo: reducen en rendimiento y la calidad del pasto, así como la calidad del ensilado, ya que poseen sólo el 65% del valor nutricional de la hierba”, explica Kevin.

Pero el uso de herbicidas puede tener un efecto negativo sobre otras especies, como los tréboles, por lo que, afirma, “la eliminación de las lavazas manteniendo los niveles de trébol supone un beneficio adicional para los agricultores en cuanto a la reducción de las necesidades de aplicación de nitrógeno en la parcela”.

“La resistencia a herbicidas es un problema para los agricultores; necesitamos otros métodos”

Ilias Travlos, de la Universidad de Atenas, entidad coordinadora de la red Oper8, pone el foco en aspectos como la resistencia de las malas hierbas a los herbicidas, un problema creciente para el desarrollo de la agricultura en los próximos años.

“La resistencia a herbicidas ha sido confirmada en 255 especies de malas hierbas en 70 países del mundo; necesitamos otros métodos”, asegura. Por eso, dice, “una eficacia, aunque sea moderada, del control eléctrico sobre determinadas malas hierbas, sería muy importante para los agricultores del área mediterránea, que se encuentran con frecuentes resistencias para el control de malas hierbas mediante métodos químicos”.

Escaso uso de métodos alternativos a los herbicidas

Ensayos de tratamiento eléctrico para control de malas hierbas en plantaciones de maíz

Ensayos de tratamiento eléctrico para control de malas hierbas en plantaciones de maíz

“Los agricultores necesitan encontrar métodos no químicos para el control de malas hierbas, pero son métodos complicados y caros”, reconoce. “A nivel de explotación, los agricultores son reacios a adoptar métodos no químicos debido a su complejidad, coste y tiempo de aplicación, lo que resulta en una implementación deficiente del manejo no químico de la maleza”, indica.

De acuerdo con la Directiva 2009/128/CE sobre el uso sostenible de plaguicidas, se ha avanzado poco en la promoción de la adopción de métodos alternativos de control de malas hierbas que son clave para garantizar la reducción de la dependencia de los plaguicidas.

La Escuela Politécnica de Lugo participa en esta red europea junto a instituciones de Francia, Italia, Grecia, Letonia, Suecia y Reino Unido

Sobre la base de los resultados de ocho Grupos Operativos en toda Europa, la Red Temática Oper8 tratará de descubrir las barreras fundamentales existentes para la no adopción de sistemas de control de maleza sin productos químicos por parte de los agricultores europeos, analizando y validando distintas soluciones no químicas para el control de malas hierbas. Además de crear y establecer estos nuevos métodos experimentales, también serán desplegadas técnicas de transferencia de conocimiento para hacer llegar estos avences a los productores.

Este proyecto, financiado con 1,6 millones de euros de los fondos Horizon Europe, destinados a investigación, inició sus trabajos en octubre pasado y finalizará las investigaciones en septiembre de 2025.

Forman parte 8 grupos operativos de 7 países (España, Francia, Italia, Grecia, Letonia, Suecia y Reino Unido). En España integra este proyecto la Escuela Politécnica Superior del Campus de Lugo, que trabajará en el desarrollo de biocidas basados en aceites naturales de plantas.

Un tercio de los plaguicidas usados en la UE son herbicidas

Los herbicidas son la segunda categoría de plaguicidas más vendida en la UE (131.300 toneladas de ingredientes activos), lo que representa el 33% de todas las ventas de plaguicidas en 2019.

“Si bien el uso de pesticidas sintéticos en la agricultura ha ayudado a aumentar la producción de alimentos, esto no ha ocurrido sin grandes costes para el medio ambiente, los recursos naturales y la salud humana”, afirma Ilias Travlos.

La intención de la UE es reducir un 50% el uso de pesticidas y un 20% los fertilizantes en 2030

La Estrategia De la Granja a la Mesa, adoptada por la Comisión Europea, fija el objetivo de reducir un 50% el uso de pesticidas en el año 2030, un camino que también ha adoptado la nueva Política Agraria Común para el período 2023-2027.  

“Los beneficios del uso de métodos alternativos de control de la maleza beneficia a los agricultores pero también a los consumidores y a la sociedad en general, porque mejora la salud del suelo, la productividad de la tierra y la calidad de los cultivos y se reduce el impacto ambiental de la agricultura y la producción de alimentos sobre el agua y la emisión de gases de efecto invernadero”, detalla el investigador de la Universidad de Atenas.

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