La Deputación de Lugo, por medio de su responsable de Medio Rural, Mónica Freire, hizo balance de la segunda edición del plan de prevención de incendios ‘O que non arde’, dirigido al fomento del pastoreo en terrenos de franjas de protección contra los incendios y en su entorno.
A través de esta iniciativa, que la Deputación señala como pionera en el ámbito de una institución provincial, el área de Medio Rural ofreció ayuda económica a las comunidades de montes vecinales en mancomún (CMVMC) que habían apostado por el pastoreo preventivo para mantener limpios de maleza los cortafuegos y terrenos contiguos, fundamentales para detener el avance de incendios en masas forestales.
La convocatoria benefició a 25 comunidades de montes y comuneros y comuneras a título individual que han cedido el uso de terrenos comunales. Los beneficiarios se sitúan en los municipios de Abadín, Castroverde, Friol, Mondoñedo, O Valadouro, Ourol, Sarria, Viveiro y Xove, en los que se desarrollaron acciones subvencionadas en el primer semestre del año.
La mayoría de las iniciativas financiadas por el el área de Medio Rural se centraron en el aprovechamiento silvopastoril de terrenos comunales, en la mayoría de los casos con ganado vacuno y caballar, pero también ovino y caprino.
Este pastoreo preventivo, que desarrollaron sobre todo comuneros y comuneras de los municipios de Xove y O Valadouro, permitió el mantenimiento y la limpieza de 313 hectáreas de monte.
Planes de pastoreo
Además del aprovechamiento silvopastoril inmediato, a través de la convocatoria se financió la elaboración de planes de silvopastoreo por parte de los montes vecinales -un documento que será obligatorio por parte de la administración autonómica para poder inscribir los terrenos en el registro público de terrenos forestales de pastoreo y solicitar las correspondientes ayudas de la PAC-, así como investigaciones de la propiedad y otras mejoras organizativas de estas entidades.
La diputada de Medio Rural valoró «la incidencia de esta segunda edición del plan «O que non Arde», con la que promovemos el pastoreo preventivo en zonas de protección contra incendios. Sabemos que es la mejor herramienta contra los incendios, pero además es una medida que actúa de manera integral sobre el territorio y el sector primario, porque supone un apoyo económico para la ganadería extensiva».
«La principal amenaza de nuestros montes es el abandono. Debemos ser capaces de fomentar políticas activas de prevención, encaminadas hacia la gestión del territorio y valorización de los recursos de nuestros montes, fundamentalmente desde un punto de vista social. Tenemos que apoyar a la gente que sigue activa en el rural y que realiza actividades silvícolas y de aprovechamiento silvopastoril con su ganado», incidió.
«La ganadería extensiva es más eficiente desde un punto de vista económico, social y medioambiental que las técnicas de desbroce mecánico que se emplean habitualmente en las labores preventivas de limpieza, pudiendo entrar en zonas de montaña de difícil acceso o con elevadas pendientes. Tenemos que recuperar una gestión mixta y multifuncional del monte, implicando a las poblaciones locales y dotándolas de las herramientas, medios e incentivos suficientes para reactualizar un modelo que permitía mantener los montes limpios en el siglo XIX y mediados del siglo XX», concluyó la diputada.
Mónica Freire recordó que «además de poner en marcha la convocatoria, hicimos un esfuerzo importante para difundirla, buscando la comunicación directa con las comunidades de montes vecinales en las distintas comarcas, para informar sobre la propia tramitación, pero también de sensibilizar sobre la necesidad de la gestión forestal y de la ordenación del monte para la prevención de los fuegos».
En ese sentido, la diputada de Medio Rural señaló que «la gestión y la inversión en prevención deben ir acompañadas de esta labor pedagógica».