Ternera Gallega aclara que para para el cebo de animales es suficiente con acondicionar un cobertizo

El Consejo Regulador insiste en la necesidad de estabular y cebar a los terneros entre los 8 y los 10 meses para mejorar su engrasamiento y apunta al uso de forrajes producidos en la explotación, como silo de maíz o heno, para reducir la necesidad de comprar pienso

cebadeiro

Los cambios en el Reglamento de Ternera Gallega Suprema aprobados en el Pleno del Consejo Regulador el pasado 9 de noviembre están generando un intenso debate en el sector entre ganaderías que ceban a los becerros en el establo antes de mandarlos al matadero y las que los mandan directamente del prado.

Ante de la disparidad de opiniones y las dudas generadas en relación a las nuevas condiciones para el marcaje de los animales, la IGP emitió este lunes una nota informativa en la que trata de aclarar algunos aspectos, como el tipo de instalación que se exigirá para la estabulación de los terneros o su alimentación durante los dos meses de finalización.

En relación con la estabulación, el Consejo Regulador explica que “es suficiente con que los terneros puedan estar en un recinto cerrado protegidos de las inclemencias climatológicas, con lo cual en la mayoría de los casos llega con acondicionar algún pajar viejo existente en la explotación o con hacer un simple cobertizo que disponga de una pared que proteja a los terneros del viento dominante y un tejado a una sola agua”.

Este tipo de instalaciones que respetan la libertad de los terneros para nada perjudican el bienestar
animal ni implican un elevado gasto para los ganaderos

“Este tipo de instalaciones básicas respetando la libertad de los terneros para nada perjudican el bienestar animal ni significan un elevado gasto para los ganaderos y, en cambio, mejoran el ritmo de crecimiento y engorde, obteniendo canales más uniformes, susceptibles de alcanzar un mejor precio de venta.

Además, esta finalización de los terneros ayuda a obtener un mayor grado de engrasamiento y favorece la ternura y las características organolépticas de la carne certificada”, defiende el órgano de gobierno de la IGP, que encabeza Jesús González, que fue reelegido presidente tras las elecciones celebradas en el mes de febrero.

Uso de pastos y forrajes

El Consejo Regulador defiende los diferentes sistemas productivos existentes en Galicia y “siempre va a apostar por la alimentación de las vacas y de los terneros con pastos y forrajes obtenidos en la misma explotación”, dice, definiendo a continuación cómo hacer la finalización de los animales: “durante un mínimo de dos meses antes del sacrificio, manteniendo a los terneros estabulados o en cobertizos protegidos de las inclemencias climatológicas y utilizando los recursos alimenticios de la propia explotación (silo de maíz, cereales, etc), complementados con piensos vegetales cuando sea necesario”.

Sin lugar a dudas el pastoreo es una señal de identidad de nuestro sector

Aclara además que “este engorde final se hará en las explotaciones donde nacieron y se criaron los terneros”, pudiendo seguir utilizando durante esos dos meses “los forrajes en su alimentación”.

Producción en ecológico

En cuanto a la producción en ecológico, el Consejo Regulador recuerda que acaba de aprobar recientemente un acuerdo de colaboración con el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (CRAEGA), con el apoyo de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria, que se va a poner en marcha a lo largo del 2024.

A lo largo del 2024 la Ternera Gallega Suprema Ecológica saldrá al mercado con una etiqueta única

Este acuerdo tiene como objetivo principal la comercialización de Ternera Gallega Suprema Ecológica, o sea, carne que cumple las condiciones para salir al mercado amparada por los dos consejos reguladores, con una etiqueta única.

“Eso es posible porque el propio CRAEGA también permite la finalización de los terneros, al entender que se obtiene una carne de mejores cualidades organolépticas y no se vulneran los requisitos específicos de la producción en ecológico”, asegura Ternera Gallega.

Objetivo final: recuperar la tradición productiva para conseguir mejores precios de venta

El Consejo Regulador de la IGP defiende la medida adoptada en la necesidad de lograr mayor uniformidad en las canales comercializadas dentro del sello de Suprema. “Hace ya varios años que la industria cárnica gallega y la distribución comercial venían manifestando la existencia de una cierta disparidad en el caso de las canales certificadas como Ternera Gallega Suprema, tanto en su peso como en su conformación y grado de engrasamiento”, insiste.

Ante esta realidad, dice, “en el marco de la Estrategia del Sector Cárnico y del Manual de Producción de Ternera Gallega Suprema, se puso encima de la mesa para su debate la necesidad de hacer un engorde final de los terneros para obtener canales algo más engrasadas y homogéneas, que favoreciera su comercialización y permitiera alcanzar mejores precios de venta”.

El acuerdo tomado va en la línea de recuperar, respetar y mantener nuestra tradición productiva

Con la decisión adoptada, “no se vulnera la tradición que le dio fama a la producción en Galicia”, ya que, argumenta, “históricamente y de forma mayoritaria las vacas son las que salen a pacer todos los días, mientras que los terneros se quedan en la cuadra. Por la mañana, antes de salir le dan de mamar a las crías y después regresan por la tarde para volver a amamantarlos. Ese es realmente el sistema tradicional de producción de carne en Galicia. En consecuencia, el acuerdo tomado va más en la línea de recuperar, respetar y mantener nuestra tradición productiva”, concluye Ternera Gallega.

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