El frío del mes de junio ha retrasado el crecimiento del maíz, con algunos ataques también de rosquilla

Este año la siembra se produjo más tarde por las lluvias de finales de abril y comienzos de mayo, pero la planta nació bien y la aplicación de herbicidas fue efectiva. Si la climatología ayuda durante el verano y el jabalí no lo impide, habrá buena cosecha este año. Conocemos la situación en distintas zonas de Galicia

Diferencia de crecimiento entre maíz sembrado temprado y más tardío en fincas de la comarca de A Mariña

Diferencia de crecimiento entre un maíz sembrado temprano y otro más tardío en fincas de A Mariña

La cosecha de maíz marca en buena medida el resultado de todo el año en la mayoría de las explotaciones de leche gallegas, al menos desde el punto de vista de la alimentación del ganado. Por eso los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre son determinantes y por eso también la climatología tiene mucho que decir.

Por culpa del tiempo precisamente la siembra tuvo que hacerse este año algo más tarde de lo habitual, acumulando el maíz en algunos lugares 15 días de retraso a la hora de su nacimiento. Pero la nascencia fue buena en la mayor parte de las zonas, y tan sólo hubo pequeñas resiembras en fincas húmedas o por ataques del jabalí, por lo que se esperan buenos rendimientos por hectárea, ya que el 50% del rendimiento final obtenido está relacionado con cómo nazca la planta.

Las lluvias, que impidieron a finales de abril y comienzos de mayo que se pudiera echar el maíz en muchas tierras (en parte también porque hicieron que el ensilado de la hierba acumulara también retraso), favorecieron sin embargo posteriormente la aplicación de los herbicidas residuales de preemergencia, que funcionaron bien, evitando así tener que repasar la mayoría de fincas.

La inestabilidad en el tiempo en las primeras semanas de mayo retrasó el ensilado de la hierba y la siembra del maíz

Las afectaciones más importantes por ahora en el cultivo han sido algunos ataques de rosquilla, neutralizados a tiempo, y los días de frío de mediados del mes de junio («el mes de junio osciló entre dos períodos cálidos y tormentosos al principio y final, mientras que la parte central estuvo dominada por la presencia de las bajas presiones atlánticas que acercaron aire más frío de lo normal en esta época del año», indica el informe mensual de Meteogalicia), que retrasaron el crecimiento del maíz y afectaron sobre todo al que fue labrado más tarde.

La incógnita de aquí en adelante, además de la climatología, será una vez más el jabalí, el gran enemigo actual del cultivo de maíz en Galicia, que ha provocado ya importantes daños durante la siembra en comarcas como la de Ordes, y también en A Mariña, y cuya afectación en las fincas podría incluso incrementarse a medida que la planta eche el grano y se acerque la fecha de su recogida.

Esta es la situación en este momento en algunas de las comarcas lecheras de Galicia, que son también en las que más maíz se cultiva, y donde las perspectivas de lograr una buena cosecha este año son buenas a día de hoy.

«Este año ha habido mucho ataque de rosquilla en otras zonas de Galicia, pero en A Mariña y en Asturias no nos ha afectado»

Una de las zonas de Galicia donde se comienza más temprano a echar el maíz es en la comarca de A Mariña. José Portela es técnico de la empresa Comercial Agropres, que siembra 1.200 hectáreas de maíz tanto para consumo propio en su planta de mezcla húmeda como para explotaciones particulares ubicadas en ayuntamientos de la zona norte de Lugo y el occidente asturiano, donde se esperan buenos resultados este año.

«El maíz va muy bien hoy por hoy, nosotros empezamos la siembra ya en abril y a finales de mayo ya habíamos acabado, excepto alguna finca puntual en la que se esperó a recoger el segundo corte de hierba, pero lo fuerte de la campaña estaba finalizado en la primera semana de junio, otros años aún quedaban fincas hasta más tarde», explica José.

El tiempo más frío vino en junio y el que lo notó más fue el que estaba sembrado de menos días, porque el que estaba de antes ya iba más adelantado y le afectó menos

Al estar labrado y nacido el maíz desde hacía ya semanas la incidencia de las bajas temperaturas posteriores en esta zona fue menor. «El tiempo más frío vino en junio y el que lo notó más fue el que estaba sembrado de menos días, el que se echó más tarde, porque el que estaba de antes ya iba más adelantado y lo notó menos, así que le afectó menos», indica.

También tuvieron menor incidencia en A Mariña este año algunas plagas habituales en el cultivo del maíz. «Rosquilla y gusano de alambre a día de hoy aquí nada, sin embargo en otras zonas sí que hubo mucho ataque de rosquilla», cuenta.

A nivel de herbicidas, Agropres apuesta por la aplicación en preemergencia. «Casi todo lo que usamos nosotros es en pre y este año funcionaron bastante bien los herbicidas, hubo que repasar algo pero no fue de los peores años», concluye José.

Zona con afectación sobre el maíz como consecuencia de la ineficacia en la aplicación del herbicida

Zona con afectación sobre el maíz como consecuencia de la ineficacia en la aplicación del herbicida

«Cada vez se retiran más materias activas y hay que probar con otras y los tratamientos son menos eficaces»

También madrugaron a la hora de labrar este año en la zona de Xallas y Barcala, en la provincia de A Coruña. «El 15 de mayo estaba el 90% de la superficie lista. Este año quedó todo sembrado en mayo, en junio lo único que hicimos fue resiembra de zonas concretas, por ejemplo fincas húmedas en las que se ahogó el maíz porque después de labrarlo llovió y no salió o en otras por culpa del jabalí», explica Adrián Cundíns, gerente de Ganxabar, la sociedad que gestiona en conjunto los forrajes para 8 ganaderías, cultivando unas 700 hectáreas de maíz.

La efectividad de los herbicidas en este caso no fue tan buena, algo que Adrián achaca por un lado a la climatología y por otro a las restricciones en el uso de determinados productos. «Cada vez se retiran más materias activas y hay que probar con otras y a veces los tratamientos son menos eficaces. Nosotros hacemos una contención inicial y luego vamos aplicando a la carta dependiendo de las hierbas, pero las condiciones este año no fueron buenas para aplicar herbicidas y abonos. De hecho, cuando se aplicaron los herbicidas esas condiciones no eran las idóneas y sí que se tocó algo el maíz por aplicar los tratamientos bien con altas temperaturas bien con frío», reconoce.

Tuvimos que resembar algunos trozos por el jabalí o porque se ahogó el maíz que se sembró temprano en fincas pesadas

En el caso de plagas de insectos, sin embargo, el resultado fue mejor. «Entre la protección que haces con el insecticida y el control posterior las plagas las fuimos controlando bien, la rosquilla y el gusano de alambre afectaron sobre todo a la siembra tardía, que en nuestro caso representó poco este año», asegura.

Así que, «de momento el maíz va con muy buena pinta, el 90% del que echamos está con una altura de más de metro y medio ya, el frío que vino en junio lo que le notamos fue que ralentizó un poco el crecimiento, pero no afectó matando, porque como son plantas más crecidas resisten mejor, no es como si fuese una plántula aún, cuando vino el frío los primeros maíces que habíamos echado estaban ya avanzados», relatan también por su parte en Ganxabar. En definitiva, resume Adrián, «el cultivo podía ir uno poco más avanzado si las condiciones de temperatura hubiesen sido mejores pero la cosecha se presenta, en principio, bien».

El maíz que se sembró temprano se vio menos afectado por la bajada de temperatura y tiene ya una altura considerable

El primer maíz sembrado se vió menos afectado por la bajada de temperatura y tiene ya una altura considerable

«El que se echó más tarde se puso violeta por el frío y seguramente le falte altura cuando llegue al final del ciclo»

En las zonas del interior de Galicia la siembra es normalmente más tardía pero este año aún se retrasó más. «Hasta mediados de mayo casi todos tenían la hierba sin meter, lo normal sería haber empezado 15 días antes, el maíz lleva ese retraso este año, nosotros acabamos por el 20 de junio de echarlo», cuenta Kiko Mosquera, el responsable de la maquinaria en la cooperativa Cobideza, que sin embargo matiza que «la gente que se apuraba mucho a echar el maíz y otros años lo echaba ya a mediados de abril se dio cuenta de que hasta mayo el maíz está muy bien en la bolsa», asegura.

Pero el descenso posterior de las temperaturas cogió más desprotegido al maíz en O Deza, al haberse sembrado más tarde. «Al primero que se echó no le afectó el frío porque tenía tallo gordo y bastantes hojas. El último, que se sembró entre lo 15 y 20 de junio, es el que tiene el color del frío, y puede que retrase un poco el crecimiento y quede un poco más pequeño. Ese está un poco retrasado a estas alturas por culpa del frío y se ha puesto violeta por el frío y le faltará altura al final del ciclo seguramente», reconoce Kiko.

El color violeta o morado de las hojas del maíz proviene de un pigmento que se forma cuando en las hojas hay más azúcares de los que la planta puede emplear y esto puede deberse la dos factores: por uno bajo nivel de fósforo en la tierra, ya que una baja concentración de fósforo en la planta inhíbe el movimiento de azúcares; o por bajas temperaturas en las etapas iniciales de crecimiento, ya que en un suelo seco y frío las raíces paralizan su crecimiento y el movimiento de azúcares a la raíz de la planta desde las hojas también se detiene.

El agua no le hizo mal ninguno, está guardada en la tierra para el mes de agosto

Sin embargo, «de momento no hay nada que haga pensar que la cosecha no vaya a ser buena porque le va a valer más el agua que ha caído que mal le ha hecho el frío», asegura el responsable de la maquinaria de Cobideza. «El problema en esta zona es el aire norte a finales de agosto y septiembre con temperaturas de 30 grados porque el maíz se deshidrata y se arruga a mediodía y no es capaz después de recuperar por la noche porque vienen noches cálidas, así que el agua que ha caído estas últimas semanas está guardada en la tierra para el mes de agosto», razona Kiko.

En cuanto a plagas, en la zona de O Deza «no hubo una afectación grave, nada fuera de lo normal», dice. «Tuvimos rosquilla sobre todo, pero tratamos con un insecticida. El que echa el herbicida en preemergencia ya se lo echa y el que no, lo echa mezclado con el tratamiento de postemergencia o solo en el momento en que comienza a aparecer la rosquilla. Por aquí los que usan insecticida granulado en la maquina de sembrar son los menos», cuenta.

Los prados viejos que llevan muchos años sin revolver son los candidatos perfectos a tener ataque de gusano de alambre, que es una plaga muy difícil de tratar, casi imposible, porque está normalmente muy hondo

Sobre el gusano de alambre explica que solo han tenido una finca afectada pero que «ya está perdida». «Ha desaparecido el maíz, pero aunque no hubiese desaparecido sería igual, porque es muy difícil de tratar, casi imposible, porque el gusano está normalmente muy hondo», dice. «Era una finca de una hectárea entre Monterroso y Taboada, un prado que el ganadero alquiló a un vecino que abandonó. Es una plaga que se da sobre todo en prados viejos que llevan muchos años sin revolver, esos prados son los candidatos perfectos a tener ataque de gusano de alambre», asegura.

Finca de maíz con un nacimiento uniforme y sin faltas

Finca de maíz con un nacimiento uniforme y sin faltas

«El maíz nació muy bien y los herbicidas funcionaron, así que solo hemos entrado una vez en las fincas este año»

El primer Informe Anual del Estado del Clima en España, elaborado recientemente por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), pone de relieve las consecuencias actuales del cambio climático, con incremento de temperatura y descenso de precipitaciones, dos factores que ponen en serio riesgo el cultivo de maíz sin riego en amplias zonas de nuestra comunidad. Igual que en O Deza, otra zona del interior de Galicia donde el maíz es sensible ya a la falta de agua, una consecuencia que se agraba aún más por culpa del cambio climático, es la comarca de Chantada.

Jorge Meiriño, que se encarga de la maquinaria de la cooperativa Aira, explica que, por como fue la primavera este año, «el maíz nació bien porque había humedad en la tierra y hubo temperatura y salió todo muy bien, que otros años a lo mejor ya tienes más problemas iniciales de ese tipo, así que las fincas están bonitas, pero desde este momento a recogerlo la cosecha depende aún mucho en las condiciones climatológicas. En este momento las fincas por ahora no necesitan agua, pero si en 8-10 días no llueve en esta zona se pierde muy rápido la humedad porque los suelos soy franco-arenosos y si en esta zona no llueve a partir de ahora penalizan siempre las parcelas más secas», dice.

Hubo siembras con nascencia muy rápida pero como luego invernó el maíz tuvo un parón que le vino bien para profundizar la raíz

Por eso, Jorge piensa que la bajada de temperatura incluso pudo tener un efecto beneficioso en esta zona. «Como después invernó el maíz tuvo un parón que le vino bien para profundizar la raíz. Había siembras con nascencia muy rápida y que crecía muy rápido y es importante también este pequeño parón para eso, sobre todo en aquellas parcelas más ligeras», explica.

Aira apuesta por emplear herbicidas residuales de preemergencia si las condiciones lo permiten, y este año han sido favorables para eso, porque la efectividad es mayor si llueve en el momento de echar el herbicida, ya que de este modo se introduce en la tierra y dura más su efecto. «Esas semanas que llovió lo estuvimos aplicando, por lo que los tratamientos funcionaron bien y solo tuvimos que entrar una vez en las fincas», cuenta.

Nosotros lo que hacemos es sembrar y esperar un impás de 10 días antes de aplicar el herbicida, así le damos tiempo a salir al maíz para que cubra antes la tierra y no tener que repasar

«Nosotros lo que hacemos es sembrar el maíz y esperar 10 días a que salga para aplicar luego el herbicida, porque este tipo de tratamientos de preemergencia pueden aplicarse hasta que el maíz tiene 5 hojas. El herbicida tiene un efecto residual que dura entre 5 y 6 semanas y en ellas el maíz tiene que cubrir la tierra para que no salga hierba. Así que lo que hacemos al retrasar esos 10 días su aplicación es también alargar su efecto para que en esas 5 o 6 semanas de duración el maíz cubra y así no tenemos que repasar», indica. «También tuvimos algún problema puntual de rosquilla, pero estuvimos atentos y los hemos solucionado», añade.

Cerca eléctrica instalada en una finca de maíz para evitar la entrada del jabalí

Cerca eléctrica instalada en una finca de maíz para evitar la entrada del jabalí

«Si no hay un control efectivo del jabalí ahora en verano va a haber un problema grave cuando venga la espiga»

«El problema más grave en esta campaña es el ataque del jabalí, hay bastante superficie afectada con daños puntuales, un montón de fincas tocadas, y tuvimos que hacer resiembra en 20 hectáreas, casos de fincas completas, y a mayores repasar algún trozo de alguna parcela o fincas con daños que quedaron así por no andar pisando», relata José Portela sobre los destrozos provocados en los ayuntamientos de Ribadeo, Barreiros o Trabada en A Mariña y de Tapia, Castropol o El Franco en la zona asturiana.

«Nosotros también tuvimos que resembrar alguna parcela, por ataques del jabalí y de cuervo también. Hemos probado un tratamiento nuevo que viene substituyendo al Mesurol, que se llama Korex, y en principio va bien, es cierto que hubo más incidencias que con Mesurol pero para pájaros funciona bien y con el jabalí toca igual las fincas pero abandona porque no le gusta», cuenta por su parte Jorge Meiriño.

Hemos probado un tratamiento nuevo que viene substituyendo al Mesurol que funciona bien con los cuervos pero que con el jabalí hay más incidencias

«El jabalí por poco que afecte siempre da pérdidas y nada que te garantiza que no pueda volver. A nosotros este año de momento nos afectó a 2 hectáreas, que en 700 que echamos no fue mucho, pero hay otros casos en esta zona en los que les levantó 10% de las fincas», describe Adrián Cundíns.

«Es una plaga que no tienes mucho con que combatir y va a más, si no hay un control efectivo ahora en verano va a haber un problema grave cuando venga la espiga, ya vienen hoy hurgar al surco en zonas en las que hay juncia y vendrán mucho más cuando haya granos de maíz», concluye Portela.

Una idea sobre “El frío del mes de junio ha retrasado el crecimiento del maíz, con algunos ataques también de rosquilla

  1. Francisco Javier

    Me gustaría saber que es ese tratamiento llamado korex.muchas gracias

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