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“Xico” de Mandín es un viticultor de la Denominación de Origen Monterrei que apuesta por la potenciación de las variedades autóctonas minoritarias y por una viticultura en equilibrio con el medioambiente. Sus “Couto Mixto Tinto” y “Couto Mixto Branco” superan los 90 puntos en la prestigiosa lista “The Wine Advocate” de Robert Parker.
Sus viñedos se localizan en la “raia” que separa las aldeas de Mandín, del lado gallego, y Lamadarcos, en la parte portuguesa, en los antiguos “pueblos promiscuos” entre España y Portugal. Una tierra de clima extremo y con la mayor riqueza de variedades minoritarias de Galicia que “Xico” transmite a través de sus vinos rústicos, auténticos y originales, como su autor.
¿Cómo te iniciaste en la viticultura?
Siempre quise trabar en las viñas porque me crié con mis abuelos y la viticultura era y es un modo de vida aquí, en la aldea de Mandín. Marché un tiempo a la emigración a Suiza pero la tierra llamó por mí y regresé. Empecé trabajando mis propias viñas, al margen de las de mi padre, y tuve que ir formándome por mi cuenta.
A nivel profesional empecé con la bodega en el año 2006 pero ya llevaba desde el 1997 elaborando vino para una tasca que tengo en el pueblo de Mandín. En el 2006 decidí dejar el “furancho” y dedicarme por completo a lo que me apasiona: elaborar vino apostando por el respeto a la tierra y a la naturaleza. Pienso que también tenemos que ser legales con la naturaleza.
Tengo cuatro viñedos con una superficie conjunta de 4 hectáreas: Montiño da Pereira, A Cañada, Pousadoiro y A Touxigueira, cada uno con características diferentes. El terreno es de esquisto en unas y granítico en otras, con muy poca profundidad de suelo, con bajos rendimientos, una orientación sur y unas vistas excelentes desde las que se contempla todo el valle de Chaves.
Mis comienzos en la viticultura profesional fueron tardíos en buena medida por los enormes retrasos burocráticos de la concentración parcelaria, que en esta zona tardó casi 14 años. De hecho, empezó en el año 2000 y sólo pude empezar a realizar las plantaciones en el año 2014. Son por lo tanto viñedos jóvenes, y espero ir incrementando la producción en los próximos años.
¿Que tipos de vinos elaboras?
Hago dos tipos de vinos en la bodega de mis padres: un vino tradicional para vender a granel, en este caso para vender en cartones de 15 litros. Se trata de un vino de mesa que hago para encargas y también para la tasca. Y por otra parte, elaboro dos vinos bajo la Denominación de Origen Monterrei: Couto Mixto Tinto y Couto Mixto Branco.
“No debemos ir a la simplificación de una o dos variedades autóctonas por DO”
El proceso de elaboración es muy sencillo, porque lo fundamental es la uva: los racimos se siguen pisando con el raspón en un lagar de piedra y luego pasan a depósitos de acero inoxidable, donde fermentan con levaduras autóctonas. Mi próximo objetivo es sustituir el inox por cubas de madera de castaño viejo.
Tus viñedos parecen casi un banco de variedades autóctonas por la gran diversidad que reúnen….
En variedades blancas tengo la Dona Branca, que es la reina por excelencia de Monterrei, y Verdello, con un 50% de cada una. En tinto quise recoger todo el enorme potencial de variedades autóctonas minoritarias que había por la comarca: Tinta Femia, Bastardo que es el Merenzao de Valdeorras, el Caíño da Terra o Zamarrica, el Tinto Tardío, Verdello Tinto, Mencía, Sousón, Brancellao, Caiño Tinto y, evidentemente, la Araúxa, llamada en otras partes Tempranillo. Tengo un crisol de variedades y les quiero a todas.
Pero sin duda, las más importantes para mí son el Bastardo, Caíño da Terra y Tinta Amarela o Trincadeira.
El valle de Monterrei tenía un muestrario de variedades propias muy amplio, pero con las reestructuraciones de los viñedos se perdió mucha de esa variedad. Es algo que estoy recuperando porque considero que no debemos ir a la simplificación de unas o dos variedades, sino que teníamos que apostar, sobre todo en los vinos tintos gallegos, por los plurivarietales.
En mi caso, le doy mucha importancia al Bartardo, una variedad propia que le da fuerza, carácter y mucho grado a los vinos del sur de Galicia. Y luego lo equilibro con variedades le den más acidez como el Sousón.
Los tuyos son de los vinos gallegos mejor valorados por Robert Parker ¿Cuesta ser profeta en tu tierra?
Viendo sobre 3.000 garrafas de tinto y unas 4.000 de blanco, además del que comercializo a granel. Hay un creciente interés por mis vinos en Alemania, Estados Unidos e Inglaterra. De hecho, pienso que hay más interés por mis vinos fuera que en Galicia y en el Estado. Pienso que se debe a que son vinos muy personales y limitados y eso funciona mejor en el mercado europeo que en el español. En general, mi experiencia es que hay más interés por los vinos gallegos fuera de España que aquí en el Estado.
“Detecto más interés por los vinos gallegos en el extranjero que en el resto de España”
¿Como definirías a tus vinos?
Intento hacer un vino donde la cepa sea casi salvaje. A las cepas habría que hacerles ver que tienen que producir poco y oler la flora y el tipo de suelo que hay alrededor. A la viña hay que hacerle ver que tiene arbolado, que tiene bichos, pájaros, insectos, otras plantas y eso pienso que al final acaba en resultados positivos. Considero que los terrenos y la flora acaban marcando los vinos y dándoles una sutiliza que los diferencia.
El respeto al medioambiente forma parte también de tu identidad como viticultor…
Trabajo con las plantas que tenemos alrededor para fortalecer a las vides y de esta forma afrontar mejor las enfermedades. No es solo que no esté gastando dinero en químicos y en abonos, sino que estoy abaratando costes gracias a que tengo la farmacia en la propia naturaleza. Y los resultados acompañan. Mi punto de vista es que si la uva va en condiciones sanas, sin residuos, de ahí va a salir algo bueno.
Para fortalecer a las vides utilizo maceraciones y preparados hidroalcohólicos de consuelda, sauce o milenrama. Gracias también a la climatología que tenemos en esta zona, con muy pocas precipitaciones y humedad ambiente, nunca di hasta lo de ahora más de tres tratamientos de cobre por temporada contra el mildiu.
Además, procuro trabajar la fertilidad del suelo con hierba y sembrando nabos para fijar nitrógeno, airear el suelo y aportar materia orgánica. Dejo una capa de hierba y cuando compite con la cepa por la humedad la siego o paso unos ganchos para romper el suelo y que entre mejor el aire y agua. Siempre procuro que quede una capa superficial de materia orgánica que evite la evaporación de la humedad en verano y proteja el suelo.
“En los plurivarietales de variedades autóctonas minoritarias es donde está la salida de los vinos gallegos tintos”
Con tu experiencia, ¿Que le aconsejarías a la gente joven que se incorpora a la viticultura?
Tenemos un potencial varietal enorme que tenemos que aprovechar y no ir engañados a una sola variedad por denominación. Yo les aconsejaría que primero hiciesen acopio del material de variedades autóctonas minoritarias que se está perdiendo y que miren la posibilidad de hacer vinos diferenciados a partir de la enorme riqueza varietal que tenemos.
Tenemos que llevar al mercado otros de sabores nuevos de estas variedades nuestras que la gente tiene que probar. Y pienso que en los plurivarietales de variedades autóctonas minoritarias es donde está la salida de los vinos gallegos tintos, porque de los blancos ya hay muchos y buenos.
