Las frondosas caducifolias son uno de los capítulos pendientes del monte gallego, pues en Galicia propietarios e industrias están enfocados en el eucalipto y en las coníferas, a pesar de que un tercio del monte gallego es de frondosas caducifolias (robles, rebollos, abedules, castaños, etc.). Con el objetivo de conocer cómo se trabajan las frondosas en otros países europeos, la Axencia Galega da Industria Forestal desarrolló recientemente un congreso sobre frondosas en Lugo. Analizamos a continuación el caso francés, que expuso en el evento Veronique Vela, del Ministerio de Agricultura galo.
Francia se presenta como un país muy castigado por el cambio climático y todo tipo de plagas, donde la mortalidad de los árboles aumentó hasta un 80% entre el 2005 y el 2021, con una bajada bruta de la producción biológica del 4%. Es un panorama que preocupa de cara al futuro, si bien por el momento la actividad de tala e industrial se mantiene consistente, con un crecimiento del 9% en el periodo 2015-2021 en comparación con el periodo 2009-2015.
Las talas de madera en Francia se sitúan en el entorno de los 51 millones de metros cúbicos, correspondiendo el 45% a frondosas y el 55% a coníferas. En los aserraderos, sin embargo, sólo un 15% de los productos aserrados se corresponden a frondosas, principalmente roble, haya y álamo.
Los objetivos del gobierno francés se centran en el apoyo a la industria de la transformación, con las siguientes líneas estratégicas:
Se fija un importe de 850€/ha para la eliminación o trituración de los restos de biomasa consecuencia de las actuaciones silvícolas realizadasTeniendo esto en cuenta, la Consellería modifica la orden de ayudas publicada en el DOG el pasado 26 de enero para añadir como actuación subvencionable la eliminación, extracción o triturado de los restos que se obtienen a consecuencia del tratamiento, lo que supone añadir y cuantificar un nuevo precio unitario, para compensar el coste que supone para la persona beneficiaria de la subvención el cumplimiento de la legislación vigente. Incremento de presupuesto La convocatoria incrementa en 1,24 millones de euros el presupuesto inicial para contribuir a la regeneración o mejora de masas consolidadas de frondosas autóctonas. Además de esta línea, dotada ahora con casi 1,5 millones de euros, la orden también incluye otra centrada en la gestión forestal sostenible para usos silvopastoriles en masas consolidadas de frondosas autóctonas, dotada con algo más de 420.000 euros, por lo que el presupuesto total se acerca a los 2 millones de euros para las anualidades 2024 y 2025,
El plazo de presentación de solicitudes finaliza el 8 de abril, permitiendo modificar aquellas ya formuladas anteriormenteA consecuencia de esta modificación y para garantizar la concurrencia competitiva, la Administración autonómica acuerda modificar el plazo de presentación de solicitudes establecido por un mes más, contado a partir del jueves 7 de marzo, el día siguiente a su publicación en el DOG. Esta ampliación permite que las personas que ya hayan formulado su solicitud en el plazo transcurrido hasta la modificación de esta orden puedan mantener o modificar la solicitud, o que aquellas personas que no hayan presentado todavía su solicitud con anterioridad puedan formularla teniendo en cuenta las nuevas condiciones. Actuaciones subvencionables Como actuaciones subvencionables resultarían el desbroce, la formación de guías en que se manifieste nitídamente la dominancia apical y/o la poda hasta 1/3 de la altura como mínimo, la selección de brotes, las entresacas y la eliminación, extracción o triturado de los restos que se obtienen a consecuencia del tratamiento.
La densidad final mínima después del tratamiento será de 333 pies/ha y la máxima de 500 pies/haPodrán solicitarse diferentes actuaciones sobre una misma superficie siempre que el importe por hectárea no supere los 3.340€, sin incluir los costes de redacción de proyecto y el panel informativo.
Tenemos la necesidad de asegurar un futuro aprovisionamiento de madera de frondosa de calidad a los aserraderos gallegosEl proteccionismo o conservacionismo excesivo por parte de la Administración de las masas de frondosas autóctonas, la escasa dimensión de las parcelas privadas individuales y la falta de profesionalización de muchas de las CMVMC existentes en Galicia juegan en contra de un mayor aprovechamiento de las masas existentes y de las posibilidades que ofrecen. “Tenemos la necesidad de asegurar un futuro aprovisionamiento de madera. Cuando visitamos aserraderos de frondosas vemos muchas veces que esas materias primas no son locales, porque no tenemos en Galicia los diámetros y largos necesarios”, evidencia Francisco Pedras, del CIS Madera. Primeras cortas en Labio, Couso y A Veiga
Las entresacas se están haciendo con maquinaria adaptada para que no queden afectados los árboles de porvenir que quedan en el monteEste tipo de entresacas y talas quirúrgicas se están realizando con maquinaria adaptada, de manera que no afecten a los árboles de porvenir que van a quedar en el monte. Una vez cortada y serrada se comenzará el proceso de secado de la madera antes de su transformación. Nuevos usos para las frondosas De cara a esa fase de industrialización es donde entra en juego la necesidad de encontrar nuevos usos que permitan valorizar esa madera de poco diámetro que se obtiene de estas talas intermedias. “Sabemos qué podemos hacer con madera de calidad y buen porte, pero hasta que tengamos ese tipo de madera tenemos que desarrollar productos de mayor valor añadido para esta otra”, razona Francisco. “Estamos en este momento en el proceso de buscar partners tecnológicos que nos den ese impulso. Tenemos empresas forestales muy importantes en Galicia que pueden ser tractoras y que deberían abrir ese camino que otras industrias de menor tamaño quizás no tengan esa capacidad”, argumenta.
Además de innovar explorando nuevas oportunidades y mercados, se pretenden mejorar también las técnicas de aserrado y secado actualesAdemás de innovar explorando nuevas oportunidades y mercados, se pretenden mejorar también las técnicas de aserrado o secado actuales, procurando un aprovechamiento en cascada, de manera que parte de la madera que va para leña en la actualidad pueda tener un uso de otro tipo, de mayor valor, y así sucesivamente en todos escalones a medida que se sube de calidad. Postes para cierres que puedan sustituir los de pino tratado o elementos para mobiliario urbano pueden ser alguna de las utilidades para esta madera de frondosa de poco diámetro. “El diseño y la innovación va a ser una parte fundamental de nuestro proyecto; tenemos que pensar lo que quiere nuestro cliente final”, asegura el técnico del CIS Madera.
Queremos conocer de primera mano qué se está haciendo en otras latitudes con maderas muy similares a las nuestrasA mayores, se pretenden aprovechar los desechos de la madera a través de procesos químicos, a través de los cuales obtener por ejemplo taninos que puedan ser empleados en la industria de la curtiduría, la producción de adhesivos o en alimentación animal. “No estamos condicionando ningún tipo de aprovechamiento, solo vamos a evaluar las distintas posibilidades y aportar las mejores herramientas tecnológicas, pero queremos articular también nuevos usos viendo qué están haciendo en otros países con maderas muy similares a las nuestras”, indica Francisco. Necesidad de adaptar la selvicultura a la tipología de los montes gallegos
El 80% de las masas de frondosas actuales que hay en Galicia requieren de algún tipo de actuación“En el caso de la selvicultura de frondosas se trata de intervenciones no muy intensas, por lo que se requiere de una superficie bastante amplia para alcanzar un lote de madera que compense esa intervención. En los montes privados individuales de pequeña dimensión que tenemos en Galicia en la mayoría de los casos la venta de los productos obtenidos no compensa los costes de realización de los trabajos”, indica. A mayores de la función productiva, “tener una superficie de frondosas gestionadas resulta positivo a nivel de incendios y también aporta resiliencia sanitaria ante plagas que afectan a otras especies, como la banda marrón en el pino o las que castigan al eucalipto (Gonipterus y Mycosphaerella)”, asegura Roque. “Tenemos un recurso poco explotado y aprovechado” El profesor de la Escuela Politécnica es uno de los artífices del Marteloscopio de Labio, una parcela de robles ubicada en el monte vecinal de esta parroquia de Lugo donde se ha llevado a cabo una labor de clasificación de los distintos pies en función de su calidad.
En Galicia se cortan anualmente unos 0,3 millones de metros cúbicos de madera de frondosas autóctonas, frente a los 6,2 millones de eucalipto y a los 3,5 millones de pinoEsta parcela, incluida en una red europea de marteloscopios y que fue visitada este miércoles por la tarde por los asistentes al simposio internacional, “es un lugar donde enseñar cómo hacer los señalamientos”, explicó Roque. En Galicia se cortan anualmente unos 0,3 millones de metros cúbicos de madera de frondosas autóctonas, frente a los 6,2 millones de eucalipto (3,7 de glóbulus y 2,5 de nitens) y a los 3,5 millones de pino (1,6 pinaster, 1,6 radiata y 0,3 sylvestris). “Tenemos un recurso poco explotado y aprovechado”, concluyó hablando de las frondosas caducifolias.
No podemos aplicar recetas basadas en la silvicultura del 50%La Xunta de Galicia ha elaborado 42 modelos silvícolas de los que 23 están íntimamente relacionados con el manejo de frondosas caducifolias. “Los técnicos forestales deben conocerlos y saber aplicarlos y no aplicar recetas genéricas o basadas en la silvicultura del 50%. Tenemos que pasar a una silvicultura de claras y entresacas”, insistió. Aprovechamiento industrial En cuanto al papel de las empresas de la cadena monte-industria, Jacobo aseguró, en relación al simposio internacional que se está desarrollando esta semana en Lugo, que “este evento será un éxito en caso de que alguna compañía industrial del sector forestal de Galicia valore la posibilidad de abrir una línea de producción industrial basada en la frondosa caducifolia, con el material que nosotros tenemos, que es de pequeñas dimensiones”, reconoció.
Tenemos que ponernos a trabajar lo antes posible y hacerle la silvicultura precisa a nuestros bosques“No estamos en la situación de Francia, no estamos en una situación en la que podamos escoger árboles que tengan un precio de mercado de 250 euros la tonelada. Pero para llegar a esa situación dentro de 20 o 30 años tenemos que empezar ya a hacer silvicultura”, insistió. La situación de Galicia, dijo, no es diferente a la que se da en otros países europeos y cambiar esa situación pasa por convencer tanto a las empresas como a los productores primarios de madera para que valoren más las masas de frondosas existentes.
En otros países europeos se está aprovechando material de pequeñas dimensiones como el que tenemos en GaliciaAlgunas de ellas llevan abandonadas los últimos 30 o 40 años, por lo que es posible hacer ya algún tipo de aprovechamiento en ellas, unas talas selectivas necesarias además para que los árboles de porvenir que queden desarrollen todo su potencial, argumenta el director de la Agencia Gallega de la Industria Forestal. “Y con ese material que nosotros retiremos tenemos que tratar de obtener el mayor valor añadido”, defiende.
Contamos con masas abandonadas en los últimos 30 o 40 años en las que ya hay madera para cortar“Desde XERA pensamos que la transformación química y mecánica de esas frondosas de escaso porte o dimensión puede abrir nuevas posibilidades de valorización. Por ejemplo la extracción de taninos dirigida a lograr un mejor aprovechamiento digestivo en los piensos de alimentación animal, para emulsionantes o su uso en materiales aislantes térmicos y acústicos”, indicó. Y en materia de elementos de construcción, “el abedul o la haya son maderas que ahora mismo ya se están prescribiendo por parte de los arquitectos para introducirlas con usos estructurales”, aclaró Jacobo.
Los buenos ejemplares no tienen brotes basales, por eso tuvieron que forzarlos para iniciar el cultivo in vitroEn el caso del abedul, como ya cuentan con parcelas de árboles con 32 años, ya pudieron realizar una caracterización más precisa. Recogieron todos los datos necesarios en Lourizán y realizaron una estadística en la que ven las diferencias que existen, para así hacer una selección de los mejores para su uso para chapa. Aun así, les falta por añadir la densidad, "que es un factor que queremos analizar". Multiplicación in vitro de los árboles Marga apunta que se deberían estudiar más características para otros usos, "pero para eso pedimos la colaboración del sector finalista de la industria de la madera". Ahora se encuentran en un proceso de análisis de la madera que extraerán de las claras genéticas que van a hacer: "Las claras son necesarias para hacer una buena gestión del monte y que mejore la luz, así mejorará su desarrollo". Una vez que tengan seleccionadas los árboles con los que van a trabajar, que tienen las características fenotípicas o la calidad de madera que les interesa, "multiplicamos in vitro por multiplicación vegetativa. Así conseguimos reproducir cada uno de los árboles seleccionados y luego los llevamos a campo". De 500 genotipos de roble que introdujeron in vitro tienen 64 en cultivo, y de esos, 50 se consiguieron enraizar para poder transferir a vivero.
Las masas de frondosas constituyen el principal grupo de árboles en Galicia, por delante de pinos y eucaliptos, pero se enfrentan a la paradoja de tener un aprovechamiento industrial residual. Sólo alrededor del 2,5% de toda la madera que se corta cada año en la comunidad es de frondosas, cuando existe potencial para aprovechar mucho más de manera sostenible. El ritmo de crecimiento de las frondosas en el monte gallego es de 1,8 millones de metros cúbicos al año; sin embargo solo se están cortando para aprovechamiento industrial unos 280.000, a los que habría que sumar las talas para leñas domésticas.
“Lo normal en Europa es cortar en torno al 70% del volumen de frondosas que crecen cada año en monte, pero nosotros estamos alrededor del 15%”, compara el profesor Roque Rodríguez, de la Escuela Politécnica de Lugo (USC), que hizo recientemente un análisis de la situación de las frondosas gallegas durante la presentación del Inventario Forestal Continuo de Galicia.
¿Por qué ese bajo porcentaje de aprovechamiento de las frondosas en Galicia?. Los factores son múltiples.
Una de las cuestiones principales a tener en cuenta es que la calidad de la mayoría de la madera que se corta se encuentra por debajo de las exigencias de mercado, por lo que su destino final son leñas o trituración para tablero.
En un análisis de la red básica de parcelas del Inventario Forestal Continuo de Galicia, sobre las que se hizo un exhaustivo trabajo de campo, se concluyó que de las 313 subparcelas que presentaban frondosas, había un 80% que precisaban tratamientos silvícolas, bien desbroces, podas, claras o aprovechamientos. Solo en un 12% de las subparcelas se observaban trabajos silvícolas recientes.
Como dato positivo a tener en cuenta, un 30% de las subparcelas de la red básica del Inventario Forestal Continuo de Galicia presentan pies mayores que pueden ser ya objeto de un aprovechamiento racional, según destaca el profesor Roque Rodríguez.
A la hora de valorar la orientación productiva de las masas, el análisis hecho en la red básica del Inventario calcula que un 40% de las parcelas pueden tener como objeto la producción de leña, un 15% madera para sierra, un 7% madera para trituración y un 4% madera y frutos; en tanto un 20% de la superficie se consideró en aparente abandono y otro 9% con vocación de conservación. Es de destacar también que en un 8,5 % de la superficie se detectaron indicios de pastoreo.
Clasificación positiva de rectitud
A pesar de los déficits de calidad actuales en las masas de frondosas, el potencial para mejorar el aprovechamiento de la madera para sierra es alto. En la red básica de parcelas del Inventario Forestal Continuo de Galicia, a la hora de valorar los pies de frondosas en una categoría de rectitud entre 1 (la menor) y 7 (la mayor), más del 50% de los pies fueron puntuados en las categorías 6 y 7, especialmente en abedul y rebollo, pero también en castaño y aliso, con un porcentaje ligeramente menor en el roble.
El minifundio es otro de los factores que dificulta la gestión de las masas de frondosas. Se hace preciso el impulso de agrupaciones de gestión conjunta, o figuras similares, para su manejo: “Las talas medias de frondosas en Galicia son de menos de 10 metros cúbicos, frente a las medias de 70 – 80 metros cúbicos en las talas de pino por parte de propietarios privados, y porcentajes probablemente mayores en eucalipto”, valora Roque Rodríguez.
La selección de pies de porvenir en las masas de frondosas es uno de los aspectos en los que los técnicos coinciden que se debe mejorar. Por ese motivo, la formación de propietarios forestales y técnicos en el marcaje de los árboles de interés es una de las cuestiones que se subrayan en la estrategia que está diseñando la Xunta para impulsar un aprovechamiento racional de las frondosas.
La formación se considera también precisa para las empresas de servicios y de aprovechamiento forestal, pues una correcta ejecución de clareos o talas en entresacas exige evitar daños en los árboles de porvenir.
Otra opción que se ve posible es el manejo del subpiso de frondosas que en ocasiones presentan las masas de pinos o eucaliptos. Una vez cortadas las coníferas o eucaliptos, el propietario puede conservar el subpiso de frondosas para desarrollarlo a continuación. Del total de parcelas de frondosas de la red básica del Inventario Forestal, un 29% se encuentra en mezcla con pinos o eucaliptos.
Las frondosas caducifolias tuvieron en Galicia multitud de usos tradicionales (carpintería de ribera, carros, construcciones rurales, traviesas de ferrocarril, carbón vegetal, leñas, etc.), pero en la actualidad sus usos son menores. Impulsar líneas de transformación industrial que fomenten un mayor aprovechamiento de las frondosas es otro de los retos que se marca la Xunta en su estrategia.
En general, la sociedad mantiene un alto apego a las frondosas caducifolias por su valor paisajístico, medioambiental y cultural. Alrededor de un 20% de las masas de frondosas de Galicia está en superficie de Red Natura, por lo que de acuerdo con el Decreto 37/2014 que establece el plan director de la Red Natura en Galicia, solo se pueden ejecutar en esas masas aprovechamientos en entresacas con autorización previa, nunca talas a hecho de una masa.
Por su presencia en zonas de montaña, con difícil acceso, y zonas de Red Natura, una parte de las masas de frondosas tienen vocación de conservación, no productiva. Ese escenario se considera, no obstante, compatible con la ejecución de tratamientos silvícolas, plantaciones y aprovechamientos en entresacas en las zonas de Red Natura que se vean con menor valor natural y más accesibles.
Las frondosas presentan en general un atractivo escaso para los propietarios forestales por factores como sus largos turnos de tala, las exigencias de tratamientos silvícolas o la mala calidad genética y de manejo de parte de los árboles que están en monte, que en ocasiones son podadas para leñas y ocupan espacios residuales.
La mejora del manejo es, por tanto, fundamental para cambiar esa percepción. Para las frondosas existe una clara oportunidad en las fajas de seguridad alrededor de núcleos de población, donde por normativa no puede haber pinos y eucaliptos en un radio de 50 metros.
Desde la Administración también se proyecta priorizar los montes de frondosas en los nuevos contratos de gestión pública, que sustituirán a parte de los convenios y consorcios en vigor con las comunidades de montes vecinales.
De cara a mejorar la imagen de las frondosas entre los propietarios, uno de los elementos que destaca Roque Rodríguez en su diagnóstico es la necesidad de crear mercados transparentes que abonen un valor justo por las trozas orientadas a sierra o chapa.
Según los datos de la Asociación Forestal de Galicia en el 2021, el precio de la madera de frondosas para leña se pagaba en cargadero a 24 – 35 euros / metro cúbico, en tanto para sierra la rolla recta rondaba un arco de 48-85 euros / metro cúbico.
En Francia, un país con gran tradición en la gestión de las frondosas, los precios en pie que se pagan por el roble son los siguientes:
– Calidad A (4% del total), madera para chapa, ebanistería o toneles: 200 – 280 euros / metro cúbico.
– Calidad B, con 1-2 nudos pequeños por metro. Es una madera que se puede destinar a muebles, parqués o frisos. Representa un 18% del total: 80 – 100 euros / metro cúbico.
– Calidad C, madera para construcción, con nudos sanos (50% del total): 55 – 75 euros.
– Calidad D, mediocre (28%), para traviesas, paléts: 28 – 35 euros.
El Consejo Forestal de Galicia abordó el pasado viernes las claves de la estrategia que la Consellería de Medio Rural diseña para impulsar una gestión activa de las masas de frondosas. Esa estrategia, que contó con la colaboración de la Universidad de Santiago, se centra en cinco ejes:
– Formación de propietarios, empresas y técnicos.
– Mejora genética. Parte de las especies de frondosas, las que más interés generan para plantaciones, cuentan con oferta de planta mejorada (categorías cualificada o controlada). Es el caso del cerezo, del castaño, del nogal, del chopo o del arce. Pero las especies más abundantes en el monte gallego, como roble, rebollo o abedul sólo cuentan por el momento con material genético de las categorías inferiores (identificado o seleccionado).
Con todo, se están dando ya pasos por parte del Centro de Investigación Forestal de Lourizán, en colaboración con la Fundación Paideia, para la obtención de plantas mejoradas de abedul y roble.
– Apoyar la gestión activa de las masas, tanto la reforestación como los tratamientos silvícolas y los sistemas silvopastorales, así como la transformación industrial.
Medio Rural proyecta apoyos específicos para las masas que están en el Registro de Masas Consolidadas de Frondosas, que son bosques que deben tener un mínimo de 15 hectáreas con pies mayores de 20 céntimetros de diámetro. Por el momento, hay en el Registro 52 masas, casi todas en montes vecinales, que suman más de 4.000 hectáreas. Dos tercios están en las provincias de Ourense y Lugo.
– Dinamizar los aprovechamientos forestales. El reto es mejorar la gestión de las masas, compatibilizando el aprovechamiento para leñas con el de madera para sierra. Existe potencial para mejorar la calidad en las distintas especies, como roble, castaño o abedul, un árbol este último que en Galicia tiene un destino principal para leñas y trituración, pero que, con buenas calidades, tiene demanda para desenrollo (chapa), con un alto valor añadido. También se ve posible dinamizar las plantaciones de chopo, que durante los primeros años son compatibles con aprovechamientos de forraje (hierba) o pastoreo.
– Gestión pública de masas de frondosas, bajo nuevos contratos de gestión.
– El Inventario Forestal de Galicia identificó 575.000 hectárea de frondosas en Galicia (medición por pixeles de las imágenes por satélite), de un total de superficie arbolada que supera los 1,4 millones de hectáreas. (Si la medición se hace por recinto, el total de frondosas asciende a 617.000 hectáreas).
– La red básica del Inventario Forestal Continuo de Galicia está compuesta por 313 parcelas de 30×90 metros. En la red se identificaron un total de 715 subparcelas, todas ellas sometidas a inventario de campo. De ellas, 313 presentaban frondosas caducifolias (más de un 10% de la superficie con pies mayores).
– De las parcelas de frondosas de la red básica, un 71% solo tienen frondosas y un 29% en mezcla con pino y eucalipto. En las que están en mezcla, en un 47% predominan las frondosas, en un 27% el eucalipto y en un 24% el pino.
– La especie frondosa con mayor presencia es el roble, con más del 50% del total. Le siguen abedul, castaño y chopo, que suman alrededor de un 30%. Conviene tomar estos datos con precaución, pues no son extrapolables al conjunto de la superficie forestal gallega. Hay que esperar a nuevos datos del Inventario Forestal Continuo, pero por lo que sabemos del inventario anterior, el Nacional (2011), roble y rebollo eran las especies frondosas dominantes en la comunidad, con diferencia.
– En la red básica del Inventario, la especie más numerosa es el roble y la siguiente es el eucalipto nitens, por encima del globulus. ¿Consolidó ya el nitens su ‘sorpasso’ sobre el globulus?. Próximamente, el Inventario Forestal Continuo ofrecerá datos sobre la cuestión.
“Los dos primeros años fueron difíciles, porque para la gente no tenía lógica vender leña en sacos pequeños cuando lo habitual era que se comprase un remolque de leña”-¿Y qué era lo que queríais hacer? -Nosotros teníamos claro que queríamos vender leña envasada, mientras que todo el mundo vende la leña a granel, por remolques. El envase que nosotros manejamos no lo tenía nadie. También es verdad que los dos primeros años fueron difíciles, porque para la gente no tenía lógica vender leña en sacos pequeños cuando lo habitual era que se comprase un remolque de leña. De tener que insistir nosotros para que probasen con este formato en sus tiendas pasamos a que ahora vengan los comerciales a nosotros para vender nuestro producto. -¿Qué formatos de venta tenéis? -Vendemos bigbags, sacos de 8 kilos de leña y tacos de madera pequeño tamaño para encender el fuego, en sacos de 9 kilos. Nuestros clientes son tiendas: supermercados, gasolineras, tiendas agrarias, tiendas chinas... Es cierto que tenemos algún cliente que nos lleva por tráiler de leña a granel, pero apenas representa un 1% de la producción. Además vendemos también otros productos como astilla envasada, briquetas, pélets, carbón... Estos fueron productos que nos fueron demandando nuestros clientes y los fuimos incorporando, pero representa también un porcentaje pequeño. -¿Cómo ha resultado la aventura en el sector de la leña? -Nos ha salido bien. Por ahora casi no tenemos competencia en el mercado gallego. Hay gente que vende leña envasada, pero somos los únicos que vendemos a tiendas. Además, la situación de los mercados derivada de la guerra de Ucrania favoreció que se disparase la demanda de leña. -¿Qué producción manejáis? -Este año ha sido espectacular. Tuvimos una producción de unas 9.000 toneladas aproximadamente. Desde el primer año hemos estado doblando la producción casi todas las campañas. Comenzamos en el polígono de Lalín con una nave pequeña alquilada, después compramos hace 3 años una nave de 2.000 metros en Catasós y ahora estamos pensando ya en ampliar porque al ir incorporando otros productos precisas más espacio para almacenaje.
“La intención es centrarnos solo en la venta a tiendas de manera directa y la venta a particulares hacerla por internet, a través de la página web”-¿Tenéis intención de seguir creciendo en producción? -Estamos buscando gente para hacer leña y no conseguimos encontrar. Estamos incorporando maquinaria, pero también precisamos contratar personal. Ahora mismo estamos un poco condicionados por esa falta de personal. Tenemos 4 personas y puntualmente entra algún refuerzo, pero precisábamos producir más leña, ya que estamos pendientes de dar el salto a la venta en internet. La intención es centrarnos solo en la venta a tiendas de manera directa y la venta a particulares hacerla por internet, a través de la página web que estamos ultimando. Precisamos poder atender la demanda que se genere por esta vía y tenemos que tener la producción necesaria.
“La leña de abedul es una madera que nos piden mucho los panaderos, por el poder calorífico que tiene y porque arde muy bien”-¿Con qué maderas trabajáis? -Trabajamos roble, eucalipto y abedul. Por tradición, inicialmente todo el mundo te pide roble, el eucalipto está muy denostado y el abedul es una madera que nos piden mucho los panaderos, por el poder calorífico que tiene y porque arde muy bien. Los particulares no querían ni eucalipto ni abedul, pero después de probarlas no vuelven al roble, ya que esta leña les calienta en muy poco tiempo, mientras que el roble tienen que esperar varias horas para tener esa temperatura. -¿Qué ciclo seguís en la producción de la leña? -No hay un ciclo exacto. La leña de roble la fabricamos todo el año, hay gente que solo quiere esa leña. A partir de finales de agosto comenzamos a trabajar más eucalipto y abedul, para tener leña seca cuando después nos la piden. En esa época aún se va secando este tipo de leña, mientras que el roble en los meses de otoño e invierno ya no seca con la humedad que hay en el ambiente. -¿Qué precios se pagan por la madera para leña? -Nosotros no vamos al monte, compramos la madera a madereros. No tiene un precio fijo, ya que depende de diversos factores como la demanda, el tipo de madera, el maderero... pero está entre 50 y 70 euros por tonelada. Es un intervalo muy amplio. Tampoco podemos comprarla cuando queremos, sino cuando ellos nos llaman ofreciendo una partida que nos pueda interesar. Si no la compras el día que te la ofrecen cuando la quieras no la puedes encargar y que te la traigan. Nos pasa con las 3 maderas, pero sobre todo con el roble.
“El roble está subiendo mucho de precio no solo por la demanda que tiene esta leña, sino por la falta de relevo generacional que están encontrando los madereros. No hay gente para cortar la madera en el monte”-¿Hay dificultades para hacerse con madera de roble? -El roble está subiendo mucho de precio, y no solo por la demanda que tiene esta madera, sino por la falta de relevo generacional con la que se están encontrando los madereros, que no encuentran gente para cortar la madera. A diferencia de lo que ocurre con otras maderas, el roble tiene que cortarse con la motosierra, no se puede hacer con las procesadoras, y no hay quien lo haga. Con la subida de la demanda debido a la guerra de Ucrania y la falta de gente no hay leña de roble para comprar, aunque en el monte hay de sobra. -¿Cómo es el proceso para hacer la leña? Trabajáis con cualquier tipo de madera que os sirvan los madereros? -Nosotros tenemos una línea semiautomática. En general, nos mandan desde 10 a 45 centímetros de diámetro. Los diámetros de mayor tamaño que nos llegan se venden como tocones y hay mucha demanda de ellos, ya que es una leña apreciada y que cuando está seca arde muy bien. Tiene otro precio porque lleva mucho tiempo hacerla. La leña de bigbag es de 35 centímetros de largo y la de saco es de 30 centímetros, por lo que la madera más recta la dedicamos a las piezas más cortas, para optimizar el proceso. -¿No os interesan otras maderas como el pino? -El pino en concreto no lo trabajamos porque es muy resinoso y la cáscara es muy gorda y no se nos presta bien. -¿Hacéis la leña en verde y luego la dejáis secar? -Vendemos leña seca y leña verde, a distinto precio. En la comarca del Deza la leña verde está en los 70 euros por metro cúbico y el seco está en 110 euros. La leña para que seque tiene que estar rota. Tenemos los bigbag ventilados, por lo que envasamos la leña en verde y luego en 5 o 6 meses de buen tiempo tenemos la leña de roble seca, que es la que más tiempo le lleva secarse. Nuestros sacos son de malla, por lo que aún son más ventilados que los bigbag y le lleva menos tiempo secar. En este formato tenemos la leña de roble seca en 3 o 4 meses. En el caso del abedul, en invierno con 2 meses y medio le llega para arder bien. En el eucalipto consigues que esté seco en 3 meses.
"Las estufas de leña volvieron a ganarle terreno a las de pélets, en parte porque los pélets estuvieron a precio de oro y ni siquiera era posible conseguirlos"-¿Ha recuperado espacio la leña frente a los pélets con la guerra de Ucrania? -Muchos comerciantes de pélets con los que tenemos contacto nos comentaban que la venta de pélets llegó a caer incluso un 80% y que muchos fabricantes de estufas se centraron en las de leña y en las mixtas. Las estufas de leña volvieron a ganarle terreno a las de pélets, en parte porque los pélets estuvieron a precio de oro y ni siquiera era posible conseguirlos. El precio de los pélets pasó de estar en diciembre del 2022 a 3,5 euros a este año estar a 8,5 euros. Nosotros teníamos encargados varios camiones de pélets y nunca llegaron y como a nosotros, le pasó al resto. Fueron todos para Italia, Francia e Inglaterra donde se pagaban más. De ahí que se haya disparado la demanda también de la leña. -¿En Leña Galicia vendéis solo en Galicia o estáis también en otros puntos? -Tenemos un distribuidor en Portugal y ahora hemos comenzado a trabajar con otro distribuidor en Madrid y estamos gestionando otro punto de venta en Ponferrada.
“Si nos agrupamos podemos conseguir mejorar el sector, poner en valor a leña y atender pedidos que de manera individual no podemos asumir”-Estáis trabajando por crear una asociación de productores de leña, ¿por qué surgió la idea de constituirla? -La intención es trabajar en conjunto para darle valor a la producción de leña, para seguir en el camino hacia profesionalización del sector. Tenemos que darle valor a la leña, porque lo tiene. Uno de las maneras para hacerlo es creando una marca de leña gallega. Puede que a nivel particular, nosotros seamos de los menos interesados, porque nuestro producto es muy diferenciado y tiene un público específico, pero creemos que había que trabajar por el sector entre todos. Si nos agrupamos podemos conseguir mejorar el sector, poner en valor a leña y atender pedidos que de manera individual no podemos asumir. A nosotros nos hicieron este año una encarga de 100 camiones de leña desde Valencia en mes y medio. Entonces estábamos saturados y nos resultaba inviable en tan poco tiempo, pero si hay una asociación podemos abrir mercado y atender demanda de pedidos de estas dimensiones. -¿Cómo afecta a los productores de leña que no esté profesionalizado el sector? -Hay mucha de competencia desleal, mucha gente que se dedica a hacer leña y que tira con los precios. Hay mucha gente que saca un extra de la leña sin tener la actividad legal, desde jubilados a gente que vende la leña compaginándola con su trabajo habitual... Hay trabajo para todos, pero estos deberían de darse de alta, ya que están menospreciando el producto y perjudicando a los productores profesionales de leña. -¿Cómo de avanzada está la tramitación de la asociación? -Estamos pendientes de otras reuniones y acabar de ultimar los papeles para tramitarla. Estamos decidiendo cuestiones técnicas. Ahora mismo estamos 9 socios, todos ellos madereros a excepción de nosotros. Hay socios de Lalín, Vila de Cruces, Silleda, Monterroso y Lugo. Tuvimos contacto con más empresas interesadas.
Los robles y castaños que se cortan en Galicia van sobre todo para leña, mientras los aserraderos tienen que comprar materia prima en Francia“Tenemos unas masas que constantemente están creciendo en tamaño y en volumen, pero no tienen calidad para una aplicación industrial que les dé valor. En este momento estamos importando madera de frondosas para nuestra industria de transformación de países como Francia. Es decir, en este momento hay demanda pero no hay materia prima”, asegura Gonzalo Piñeiro, investigador del CIS-Madeira, que participó en unas jornadas sobre valorización de frondosas celebradas a finales de noviembre en la Escuela Politécnica de Lugo. Presencia mayoritaria de roble y rebollo Las frondosas suman en total en Galicia unas 456.000 hectáreas, según los datos del 2008-2009 incluidos en el cuarto Inventario Forestal Nacional (IFN4), a la espera de que finalice el Inventario Forestal Continuo de Galicia, “que seguramente incrementará esa superficie”, prevé Gonzalo. La mayor parte de ese incremento no se debe la nuevas plantaciones, sino a nacimientos espontáneos fruto del abandono de las parcelas.
El 20% de la superficie de la Red Natura corresponde a formaciones arboladas de frondosas autóctonasPor especies, predomina el roble (Quercus robur), con 248.287 hectáreas extendidas por toda Galicia; seguido del rebollo (Quercus pyrenaica), con 121.104 ha concentradas en la provincia de Ourense y la zona de la montaña y del interior de Lugo. A mucha distancia se encontrarían el castaño (Castanea ssp.) con 49.310 ha; y el abedul (Betula pubescens) con 37.664. Un recurso desaprovechado Las frondosas solo suponen a día de hoy el 2,85% del volumen de madera de las talas totales que se producen cada año en Galicia (269.400 metros cúbicos de un total de casi 10 millones de metros cúbicos cortados). Por especies, 150.000 metros cúbicos corresponden a roble, 35.000 a abedul y 30.000 a castaño. “De un crecimiento estimado de 2 millones de metros cúbicos anuales solo se está cortando el 10%”, detalla Gonzalo. El volumen maderable total existente, según el IFN4, es de 50 millones de metros cúbicos, de los que 22,8 procederían de robledales y 8,4 de montes de rebollo.
De un crecimiento estimado de 2 millones de metros cúbicos anuales solo se está cortando el 10%Solo en el 35% de las parcelas estudiadas para lo IFCG hay frondosas puras. “Muchas de las talas de frondosas que se están dando hoy se producen en masas mixtas donde predomina el eucalipto o el pino”, explica. En cuanto al uso que se da a la madera, el 40% de las parcelas están destinadas a leña, mientras que el 15% de ellas servirían para la producción de madera de sierra.
El 40% de las talas se destinan a leña, cuando el 15% de ellas servirían para sierraLa falta de una gestión forestal idónea condiciona en buena medida el destino final de la madera de los montes gallegos de frondosas, ya que el 20% de las parcelas están abandonadas. “Hay una inexistencia de silvicultura, ya que de las parcelas analizadas, solo el 7% estaban rozadas, el 4% podadas y el 1,6% con rareos o claras”, detalla el técnico del CIS-Madeira. Partiendo de masas ya existentes
El objetivo es intentar valorizar todos los productos intermedios de pequeño tamaño y baja calidad que tenemos en este momento“El objetivo es intentar valorizar todos los productos intermedios de pequeño tamaño y baja calidad que tenemos en este momento para con eso animar y financiar los trabajos de silvicultura necesarios que hay que hacer en el monte. El objetivo es que en 10 o 15 años podamos tener ya madera con valor industrial, porque partimos de masas arbóreas ya existentes, no de plantaciones recientes”, indica.
El primer paso sería el marcaje de árboles de porvenir y árboles a abatirEl primer paso sería el marcaje de árboles de porvenir y árboles de abatir. “Los primeros debemos mimarlos y cuidarlos, porque son los que nos van a dar el valor final de la parcela. Lo que nos interesa es que esos árboles tengan valor de 400€ el metro cúbico, no 50€”, compara. Entre 400 y 500 euros el metro cúbico Esos precios de entre 400 y 500€ el metro cúbico es lo que se paga en este momento por tablas de roble sin nodos o defectos para hacer barricas en la industria artesana de la tonelería, por ejemplo. “Para eso es necesario no dañar esos pies finales en las podas y entresacas o en los trabajos intermedios que hay que hacer”, aclara Gonzalo.
Se están estudiando nuevos usos, como el del abedul para contrachapado“Cada día tenemos una mayor demanda industrial y la importación de otros países está cada vez más restringida. El tronco que se produce en Europa se está exportando a otros países, porque hay industrias que están cerrando por falta de competitividad. Eso hace que la UE, que era importadora de madera de calidad, esté hoy exportando tronco de frondosas”, cuenta. Pero Gonzalo considera que el futuro de este tipo de madera es prometedor. “El roble y el castaño son durables, una característica que a otras especies tienes que proporcionar vía química o con un aporte extra de tecnología. Así que, si la bioeconomía sigue adelante, es un factor que juega claramente a favor de las frondosas”, concluye.
Tenemos que mejorar el serrado de madera de pequeña dimensión y lograr un secado más eficiente“Para la madera de calidad ya hay demanda. Lo que tenemos que hacer es buscar aplicaciones para la madera de menor calidad y tamaño, de la que vamos a generar un gran volumen por como están los montes y esa ausencia generalizada de gestión forestal. Para aprovechar esas piezas más delgadas, tenemos que mejorar el aserrado de madera de pequeña dimensión y lograr un secado más eficiente”, dice. Leña certificada La opción de comercialización que hoy da salida a la mayor parte de la madera de roble que se corta es la venta de leña, un destino que es necesario mantener para los descartes generados por otros usos. “Tenemos que mantener también el aprovechamiento para biocombustible. El producto estrella hoy en las frondosas es la leña, pero tenemos que generar una leña certificada, con un contenido de humedad determinado. No podemos seguir quemando leña verde, con una emisión de partículas enorme, para evitar los problemas que ya existen en otros países por estas emisiones”, indicó el investigador del CIS-Madeira.
Estamos viendo que va a ser muy difícil encontrar productos y mercados para madera de poca calidad y pequeño diámetro, por lo que vamos a estudiar la posibilidad de hacer péllets“Vamos a ver también la posibilidad de usar la madera de frondosas para la fabricación de péllets”, avanzó. “Tiene dos problemas, uno es la separación de la cáscara, que no es tan fácil como con el pino o el eucalipto, y también ciertos componentes que están prohibidos por la normativa”, explica. Otra oportunidad es el uso de roble como carbón vegetal. “Hasta ahora la competencia venía de Suramérica, pero los fletes ahora están disparados”, razona. Concurso de ideas Una de las partes del Proyecto para la Valorización Sostenible de la Madera de Frondosas Caducifolias de Galicia consistirá en la apertura de un proceso participativo que incluirá un concurso de ideas para buscar nuevos usos a la madera de frondosas.
Usos como artesanía aportan un gran valor y estamos buscando nuevas oportunidades en otros sectores que buscan en la madera una señal de distinción“Hasta ahora estamos buscando mercados ya existentes, pero queremos impulsar utilidades no convencionales, nuevos aprovechamientos y nuevas oportunidades en otros sectores que buscan en la madera elementos diferenciales para salir al mercado”, avanzan desde el CIS-Madeira “En este momento estamos empujando estas frondosas hacia el mercado, pero nos interesa que el mercado tire de ellas. Queremos que en el futuro estas maderas se posicionen en el mercado de manera competitiva por ellas mismas, no en base a subvenciones permanentes”, dicen.
“A diferencia de lo que ocurre en Europa, en España apenas se ha desarrollado selvicultura de frondosas”: Froilán Sevilla, ingeniero de montes“A diferencia de lo que ocurre en Europa, en España apenas se ha desarrollado selvicultura de frondosas. Navarra es la comunidad más avanzada en este sentido, con un porcentaje de corta del 15% sobre el crecimiento de las frondosas”, explica. En los bosques de la Sección Territorial IV de Burgos que gestiona, Sevilla apuesta por un modelo de gestión de mínima intervención, centrado en dirigir los procesos espontáneos con el mínimo gastos, a través de aprovechamientos. “Es fundamental comprender al máximo los cambios en el ecosistema, al fin y al cabo la selvicultura es una aplicación de la ecología forestal”, valora.
En función de la calidad de pieza, un roble puede pasar de pagarse a 20 euros euros el metro cúbico a alcanzar los 400 eurosSobre todo en especies como el roble o el rebollo, lograr madera de calidad permite incrementar el precio considerablemente. “La diferencia de precio por unidad de volumen en el roble es del orden de 20 veces: 20 euros por metro cúbico para leña, los ejemplares de menor calidad, y de 400 euros metro cúbico para el roble que sirve para chapa”, detalla Sevilla. Al margen de la calidad, una de las claves para lograr oportunidades para la comercialización de frondosas autóctonas es contar con un mercado transparente que ofrezca información sobre los precios que se pagan por la madera. “Todos los actores deben conocer lo que se compra y vende, sus calidades y precios”, apunta. Para Sevilla también es fundamental evitar los oligopolios. En el caso de las frondosas el mayor peligro es la escasez de compradores.
Las masas con alta densidad de árboles espontáneos es una opción viable para lograr madera de calidadEn los montes de Burgos que gestiona Sevilla están apostando por altas densidades. “Para conseguir madera de calidad en frondosas es fundamental partir de una elevada densidad inicial, de varios miles de pies por hectárea, para que los troncos tiendan a crecer en vertical, las ramas sean finas y exista una amplia base sobre la que seleccionar”, detalla el ingeniero de montes. En este sentido, Sevilla recomienda centrar esfuerzos en una selección adecuada con un marcado correcto y lograr el mejor precio por ejemplar, más allá de gastar tiempo y dinero en averiguar el volumen por hectárea.
“El producto que se ofrece en Galicia es de muy baja calidad y con un volumen mínimo, lo que en absoluto se corresponde con su importancia en extensión”Según los datos del Observatorio Forestal de la Xunta de Galicia, la corta anual de frondosas caducifolias en Galicia se sitúa en los 250.000 metros cúbicos, casi todos en montes de gestión privada. “El producto que se ofrece en Galicia es de muy baja calidad y con un volumen mínimo, lo que en absoluto se corresponde con su importancia en extensión”, reivindica Sevilla. Una de las claves para mejorar las oportunidades para las frondosas autóctonas en Galicia pasa por disponer de unidades de gestión de suficiente tamaño, tal y como indica Sevilla, dado el minifundio que caracteriza el monte gallego. “Sería mejor contar con propiedades de más de 50 hectáreas, pero también sirven 20 hectáreas y asociaciones para la gestión”, apunta. Pese a la baja tasa de extracción de madera de frondosas, Sevilla pone más el foco en mejorar a la hora de cómo se corta y no tanto en el volumen que se logra, para comenzar a valorizar la producción de madera de calidad. Otro de los aspectos en los que incide Sevilla para mejorar el aprovechamiento de las frondosas en Galicia es en la necesidad de proporcionar una mayor formación sobre las oportunidades y la gestión que se precisa para el aprovechamiento de los bosques autóctonos. “Es importante contar con una red de bosques demostrativos que ayuden a comprobar de manera directa las pautas a aplicar y ver los resultados”, apunta.
Buena parte de la madera de frondosas gallegas como el roble, el castaño o el nogal terminan usándose para leña o biomasa, una opción con una valorización económica mínima para los propietarios. Pero, ¿hay otras alternativas para este tipo de madera? Empresas vinculadas al sector forestal y que emplean este tipo de maderas en su día a día tienen claro que en Galicia se puede producir madera de calidad y, por lo tanto, que pueda proporcionar una mayor rentabilidad. Aunque para usos minoritarios por el momento, hay demanda de estas maderas.
Así lo ponían de manifiesto hace unos días expertos y empresas del sector en un encuentro sobre la valorización de las frondosas autóctonas organizado por el Distrito Forestal IX Lugo-Sarria y celebrado en la Escuela Politécnica de Lugo. En la jornada, se apuntó a la calidad y la cantidad como los dos principales factores que están condicionando la comercialización de las frondosas hoy en día en Galicia.
«Estamos en un territorio de frondosas y nos vemos obligados a traer madera de fuera. Más del 80% que serramos no es de Galicia»: Gabriel Fernández, Maderbar
«Estamos en un territorio de frondosas y nos vemos obligados a traer madera de fuera. Más del 80% que serramos no es de Galicia», indica Gabriel Fernández, uno de los responsables de la firma lucense Maderbar, situada en Baralla, aserradero especializado en maderas de frondosas. Buena parte de la madera que procesan en su centro se destina para elaborar duelas para toneles y barriles. Trabajan con firmas tan prestigiosas como la destilería irlandesa Irish Distillers, a la que le proporcionan duelas para sus barricas de wiski.
Así, la madera de roble sigue a tener en las destilerías y bodegas un nicho de mercado. «La madera de roble del sur de Europa tiene mucha demanda para licores por los taninos que le proporciona», ratifica Froilán Sevilla, jefe de Sección Territorial en la Junta de Castilla y León.
«Toda la madera de roble que puedo la compro en Galicia, ya que sé que toda duela hecha con madera del país la tenemos vendida ya antes de comprar la madera», concreta Fernández. Además de la madera de roble también están especializados en madera de castaño. «El castaño puede ser una línea de negocio importante en Galicia, ya que en zonas como la de Lugo tenemos madera de gran calidad», apunta.
Hay bodegas que están probando a emplear la madera de castaño para sus barricas por las propiedades de esta madera, semejantes a las del roble
De hecho, en Maderbar están llevando a cabo una investigación en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela (USC) para potenciar el empleo de madera tanto de roble gallego como también de castaño para toneles. «Con la madera de castaño obtuvimos valores muy semejantes a los logrados con la madera de roble en cuanto a las propiedades que ofrecen. Existe potencial para utilizar la madera de castaño y ya hay bodegas que están probando a emplearla», explica Adriana Conde, investigadora de la USC que está desarrollando el estudio.
Por el momento, la falta de madera de frondosas en cantidad y de calidad -árboles sometidos a cuidados silvícolas como podas- obliga al aserradero Maderbar a comprar en otras zonas de Europa. Gabriel Fernández reconoce que pasa largas temporadas en Francia adquiriendo madera en los principales mercados del país galo, especializado en maderas de frondosas. «En algunos de los mejores bosques de la zona centro de Francia se está pagando la 1.200 euros el metro cúbico de madera en pie. Con estos precios nadie baraja plantar pino o eucalipto», apunta el maderero.
La construcción es otro de los ámbitos donde se están dando esfuerzos por recuperar la utilización de la madera de frondosas autóctonas como se hacía tradicionalmente. Sin embargo, también hay ciertas dificultades para lograr la madera precisa en las condiciones idóneas, como reconocen desde Domohomo Arquitectura, un estudio compostelano de arquitectura y diseño que está haciendo una decidida apuesta por el uso de madera de frondosas en sus obras y rehabilitaciones. La dificultad para encontrar madera de castaño con el marcado CE obligatorio ha sido una de las trabas que encontraron para poder llevar a cabo un encargo donde el cliente buscaba que toda la madera empleada en la rehabilitación de su vivienda fuera de castaño.
«Precisamos que el uso de madera de frondosas sea de fácil montaje, como ocurre con competidores directos tales como el abeto laminado muy en auge en construcción», apunta Julio Turnes, arquitecto de Domohomo. Pese a las oportunidades que ven en las maderas de frondosas autóctonas señalan también la necesidad de popularizar el empleo de estas maderas, para generar una mayor demanda de productos de ellas en la sociedad, tal y como sucede en países como Austria o Alemania, donde la madera tiene un gran importancia en la construcción. «El 20% de las viviendas en Alemania están construidas con madera, mientras que en Galicia no llega al 5%», apunta el arquitecto.
En Domohomo se toparon de lleno con este desconocimiento de la madera de castaño con un proyecto de diseño de sillas fabricadas en esta madera. «Precisamos incrementar la capacidad de aportar valor añadido a la madera de las frondosas autóctonas», indica Turnes.
«En un territorio tan vinculado a la música tradicional como es Galicia, con cerca de 100 talleres artesanales de fabricación de instrumentos, esta puede ser también una oportunidad para el aprovechamiento de maderas de frondosas autóctonas», reconoce Xoan Manuel Tubío Fernández, propietario de Xaneco Obradoiro, un taller artesanal de fabricación de instrumentos musicales situado en el ayuntamiento lucense de Outerio de Rei.
Hijo de carpintero y músico, cuando Tubío comenzó con la fabricación de instrumentos musicales como las panderetas o las zanfonas gallegas, echó mano, al igual que muchos artesanos, de las maderas tropicales suministradas por una firma valenciana especializada en este ámbito, ante la imposibilidad de contar con otras alternativas. «En Galicia, durante muchos años los artesanos empleaban el boj para fabricar gaitas, al igual que los clarinetes del siglo XIX en Europa eran fabricados con esta madera. Los largos turnos de tala, la poca madera requerida y la dificultad para conseguir esta madera hacen que se opte por otras alternativas como las maderas tropicales», explica.
«Decidí comenzar a procurar mis maderas porque en el país teníamos madera de calidad para la elaboración de los instrumentos» : Xoan Manuel Tubía, Xaneco Obradoiro
En el taller Xaneco enseguida decidieron cambiar la importación de las maderas por el uso de maderas autóctonas y de proximidad. «Decidí comenzar a procurar mis maderas porque en el país teníamos madera de calidad para la elaboración de los instrumentos y que proporciona las mismas calidades al instrumento», señala. «Si la madera que tenemos en Galicia fuésemos quién de procesarla no sólo se vendería para los artesanos gallegos, sino para el resto del mundo por la calidad que tiene», explica.
Tubío recuerda como algunas maderas como el nogal negro de calidad que empleaba para fabricar zanfonas gallegas podían alcanzar precios de 3.500 euros el metro cúbico antes de la crisis económica de 2008. «Es cierto que en la fabricación de instrumentos no requerimos de grandes cantidades, pero también puede ser una oportunidad para maderas de calidad de frondosas gallegas. En Galicia tenemos la materia prima pero no llegamos a generar el valor añadido», valora el artesano.