Las cuentas no cuadran para las queserías gallegas

Las queserías llevan meses trabajando a pérdidas, ahogadas por las subidas de los costes de producción y las restricciones que le pone la distribución para trasladar el incremento al precio del queso. Las ventas también se resienten en el mercado nacional. Las industrias procuran vías para evitar el cierre mientras siga la inestabilidad

Las cuentas no cuadran para las queserías gallegas

Los últimos meses están siendo críticos para la mayoría de las queserías gallegas y algunas de ellas incluso comienzan tener dudas sobre la viabilidad de su actividad si la inestabilidad de los mercados se mantiene durante mucho más tiempo. Reconocen que están afrontando una ‘tormenta perfecta’ que provoca un notable incremento de los costes de producción. Mientras, tienen dificultades para trasladar ese aumento del precio a la distribución y las ventas también se comienzan a resentir.

La situación se está volviendo crítica para muchas pequeñas queserías que han agotado ya su liquidez al vender a pérdidas, en muchos casos desde finales del año pasado. Procuran alternativas que les permitan seguir manteniendo la producción, pero muchas reconocen que la situación es muy crítica.

El incremento de los costes de producción

Uno de los principales factores que está poniendo a las queserías contra las cuerdas es el incremento de los costes de la energía. Los precios ‘desorbitados’ que sigue alcanzando la energía eléctrica hizo multiplicar las facturas de la luz de las queserías a cifras que nunca antes habían registrado. Así, industrias que tenían un gasto medio de unos 7.000 euros en luz pasaron a desembolsar alrededor de 30.000 euros al mes.

También el precio del gas natural, que se vuelve imprescindible para la transformación de la leche en muchas queserías, ha experimentado una importante subida, llegando a triplicarse, segundo reconocen las industrias. El anuncio de Argelia, uno de los principales países productores de gas, de la ruptura de las relaciones con España hecho esta misma semana trae aún más incertidumbre para los queseros, que temen una nueva subida del precio del gas o incluso las dificultades de abastecimiento.

La subida de los precios de energías como la electricidad o el gas, así como los embalajes supone un notable incremento de los costes de producción para las queserías

Al margen de las energías, también se han disparado los precios de los embalajes. En concreto, en el caso del cartón algunas industrias experimentaron en los últimos meses subidas de un 35%. Este aumento de los costes sorprendió a las queserías, dada la apuesta que están haciendo muchas por evitar los envases de plásticos y buscar soluciones más sostenibles medioambientalmente como el cartón.

Escasez de leche

A estos costes se suma el notable incremento del precio de la leche registrada en estos meses, situándose de media en un precio base alrededor de los 42 céntimos por litro, mientras que hay cosa de un año se encontraba en poco más de 30 céntimos. Las subidas que reclamaban los ganaderos para no producir por debajo de los costes de producción están repercutiendo directamente en las queserías, aunque comprenden que los ganaderos precisen también ese aumento del valor para afrontar el incremento de los costes de producción, en especial de la energía y de los cereales, pero también de los fertilizantes y otros insumos de la ganadería.

Las queserías están perdiendo proveedores de leche que encuentran en otras industrias transformadoras precios más competitivos por la alta demanda de productos como la mantequilla

La subida del precio de la leche se está produciendo en un momento de fuerte demanda de productos como la mantequilla o la leche en polvo, lo que está provocando mismo que las queserías estén teniendo menos disponibilidad de leche. Así, se encuentran con proveedores que dejan de proporcionarle la leche al conseguir en otras industrias transformadoras mejores precios, con los que aseguran no ser capaces de competir.

Desde las queserías también apuntan a que esta fuerte demanda de otras industrias, motivada por diversos factores de los mercados internacionales, puede desaparecer y volver a provocar situaciones como las vividas en otros momentos de crisis en los que el precio de la leche después de grandes subidas finalizó volviendo a bajar drásticamente hasta vivirse situaciones donde los proveedores ofrecían la leche en la puerta de la quesería a precios muy bajos ante la falta de compradores, una situación que apuntan ‘no es favorable ni para los ganaderos ni para las queserías’.

Trasladar la subida del precio

Mientras los costes de producción se dispararon en los últimos meses, en especial desde el verano del año pasado, las queserías aseguran no poder trasladar este incremento del mismo modo. Por una parte, temen que la subida proporcional que tengan que aplicar en el valor del queso haga bajar al mínimo las ventas de quesos. Es preciso tener presente que algunas queserías llevaban casi una década sin subir el precio del queso, entre otros motivos porque el precio de la leche se mantenía también estable.

De hecho, muchas queserías ya están notando una importante reducción de las ventas y cambios de consumo. Así, se está incrementando la venta de porciones de queso, en vez de piezas enteras. “La gente antes llevaba un queso de kilo y ahora prefiere que le corten un trozo”, coinciden en señalar los queseros. Se trata de una tendencia que se aprecia no solo en las ventas del día a día sino también en las ferias, donde cada vez más piden el queso al corte, cuando hace unos meses todas las ventas eran de quesos enteros.

Al igual que se están reduciendo las ventas de queso entero, también se han incrementado en los últimos meses las ventas de queso en lonchas, una tendencia que comenzó con la pandemia y que se mantiene.

Las queserías acusan a la distribución de hacer de freno para trasladar los incrementos de los costes de producción y obligarlos a continuar a pérdidas

Junto con el temor a la bajada de las ventas, las queserías se están encontrando de lleno con las dificultades puestas por la distribución para subir los precios. Mientras las pequeñas tiendas están trasladando estas subidas, las grandes superficies se mantienen reticentes en un tira y afloja en el que también existen las amenazas a dejar de comprarle el queso y rechazar directamente cualquier propuesta de subida que le propongan las queserías.

En estos meses, hubo industrias que han hecho ya hasta tres subidas progresivas de los quesos y otras que no consiguieron trasladar más que una y tuvieron que aguantar echando mano de su liquidez. Además, mientras que otras subidas, como la de la energía se traslada de manera inmediata en la siguiente factura, las queserías se encuentran con más dificultades, ya que las subidas tardan más tiempo en hacerse efectivas o incluso en valorarse. “Aunque a nosotros nos estén subiendo cada mes los costes, nosotros no podemos trasladar esos incremento de esa manera. Hay clientes con los que has firmado contratos de 6 meses y en los que no cabe una subida del precio, porque dejan de recogerte los quesos”, apuntan.

Estrategias para afrontar la crisis

Ante esta situación, las queserías están barajando distintas alternativas para afrontar esta crisis. Una de las medidas más recurridas es reducir al mínimo todos los gastos previstos, suprimiendo cualquier inversión de mejora de las instalaciones que tuvieran previstas para los próximos años. Algunas de ellas están ya procurando liquidez mediante préstamos, para avalar así su actividad y poder intentar resistir las ventas a pérdidas mientras el mercado siga en esta situación de inestabilidad.

También hay queserías que están encontrando en la exportación una tabla de salvación para sus quesos, aunque ese es un mercado al que muchas de las queserías gallegas tienen dificultades para entrar por las propias características de los quesos que elaboran, pensados para un consumo en fresco o con una forma determinada, como los quesos de la Denominación de Origen Arzúa-Ulloa, que dificulta su comercialización internacional. Con todo, algunas queserías, incluso están consiguiendo un importante incremento de las ventas en países como Francia, que también afrontan una crisis de escasez de leche lo que facilita estas ventas.

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