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Stéphane Bellon es uno de los referentes en Europa en agricultura ecológica. Investigador del Institut National de Recherche Agronomique (INRA) francés desde el año 1991 y desde el 1999 es responsable del programa de Agricultura Ecológica de este instituto de investigación pública. Experto en investigación en agroecología y en agricultura ecológica, y en concreto en los procesos de conversión y de transición, así como en sistemas agrícolas complejos en los que se mezcla fruticultura con horticultura. Es también el presidente de “Agroecología Europa”, asociación europea creada en enero de este año con la participación de 19 miembros fundadores procedentes de 10 países.
La pasada semana Stéphane Bellon participó en Lugo en el XII Congreso de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica/Agroecología (Seae), celebrada bajo el lema «Las leguminosas : clave en la gestión de los agrosistemas y en la alimentación ecológica».
¿Que es la agricultura ecológica y que es la agroecología para ti?
Creo que la agricultura ecológica está bien definida a nivel internacional con las normativas de la Unión Europea o de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica (IFOAM). Sería un modo de producción de alimentos que preserva el medioambiente y presta atención al bienestar animal….etc. Lo que más define la producción ecológica es que no solo es un producto con una etiqueta sino también un proceso de producción. La agricultura ecológica para mi sirve además como campo de experimentación e innovación para los otros tipos de agricultura. Y es un modelo vivo, que evoluciona día a día.
En cuanto a la agroecología, surgió en los años 30, y ha tenido especial incidencia en países latinoamericanos como Brasil, Chile o Colombia. Se trata de producir con bases ecológicas sin necesariamente estar el producto identificado como ecológico. Es decir, contribuye a lo que se llama en Europa la ecologización de la agricultura. La agroecología fomenta interacciones entre los actores en ciencias, prácticas y movimientos sociales, facilitando el intercambio de conocimiento y de experiencias. También está un elemento de políticas públicas, especialmente en Francia.
La agronomía en las últimas décadas se centró en exclusiva en el campo como un espacio controlado y en el que lo único que importa es lo que produce, pero sin prestar suficiente atención a la conservación de los alimentos, a su valor nutricional o al transporte. Sin embargo, para mi la agroecología permite reconectar agricultura, alimentación y el medioambiente. Es decir, no concibe la agricultura como un proceso aislado, sino integrado en un conjunto y prestando atención especial a cuestiones como la fertilidad del suelo, las interacciones de las plantas con los microorganismos y con los insectos….etc.
“Las producciones en agricultura ecológica tienen menos oscilaciones que en convencional”
Además, la agroecología permite una interrelación entre naturaleza, ciencia y sociedad. En este sentido, la asociación Agroecología Europa se marca como objetivo mapear como es la agroecología en cada región. Se exploró la relación entre la agricultura ecológica y la agroecología, que son compañeras de camino, durante el XII congreso de la SEAE en Lugo.
Una de las críticas que se le hace a la agricultura ecológica es que sus productos no son accesibles para todos los consumidores y que, sobre todo, no garantiza producciones regulares y en cantidad como para alimentar a una población mundial en aumento y con una superficie agrícola que disminuye. ¿Que respondería a estas críticas?
Sobre la variabilidad de la producción entre ecológico y convencional tengo dudas, porque está comprobado científicamente que tiene más regularidad la producción de la agricultura ecológica, al menos a escala de fincas diversificadas. Del mismo modo, se ha demostrado que muchos sistemas agroecológicos son muy resistentes al cambio climático y a otras incertidumbres.
En convencional no hemos solucionado el problema de la variabilidad de las cosechas: si se miran la evolución de los rendimientos, por ejemplo, en los cultivos de trigo en los últimos 50 años se puede observar un incremento medio de las cosechas, pero la variabilidad permanece. Por ejemplo, en un año como este en Francia hay un 30% menos de rendimiento en trigo, en agricultura convencional.
Además, lo que se espera de la agricultura no es solo rendimiento, porque de lo que nos alimentamos es de comida, no de rendimiento. Es decir, tenemos que considerar que se espera de la agricultura en todas las dimensiones. En este sentido, la agricultura ecológica si que es multifuncional: no solamente produce alimentos certificados para un mercado, sino que también contribuye al bienestar animal, a la conservación del medioambiente, al desarrollo rural…etc.
Hay también tensiones entre cantidad y calidad, entre producción y medioambiente. Por ejemplo, la ley de rendimientos decrecientes establece claramente que el máximo de producción no coincide con el óptimo económico, porque hay que gastar más insumos. Pero si el referente es la calidad o la sostenibilidad medioambiental, la producción óptima puede ser otra. Es decir, si solamente consideramos la cantidad como único referente, nos estaremos equivocando.
“Es positivo que los grandes supermercados e industrias alimentarias entren en la agricultura ecológica”
Es cierto que la agricultura ecológica no alcanza los máximos de producción pero logra un gran equilibrio entre alimentos producidos, calidad, rentabilidad y preservación del medioambiente.
El problema del hambre en el mundo no es un problema de cantidad de alimentos producidos, sino también de distribución y de pobreza. El sistema agroalimentario que se construyó en Occidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial fue eficiente para atender al aumento de la población, pero con mucha dependencia de los agroquímicos y con una alta fragilidad.
La entrada de la gran industria agroalimentaria en la agricultura ecológica ¿Va a resultar positiva?
En los años 2000 grandes supermercados y grandes marcas, que concentran la industria alimentaria a nivel mundial, entraron en el mercado la agricultura ecológica. El resultado ha sido que hay más presencia de los productos orgánicos en los supermercados y grandes superficies, y considero que eso puede ser positivo para que otros consumidores puedan acceder a estos productos.
El hecho de que empresas como Lactalis o más recientemente Danone hayan entrado en la leche ecológica, puede ser positivo para ganar más economía de escala o de gama y mejor precio para los consumidores, pero siempre que haya un contrato justo con los ganaderos. También es importante destacar que hay importantes cooperativas que están muy activas para transformar la leche y carne ecológicas en productos de valor añadido.
¿Como esta la reforma de la legislación europea que regula la agricultura ecológica?
La reforma de la legislación de la producción ecológica en Europa está en marcha. Es el resultado de una evaluación de la regulación anterior y de una negociación tripartita. En 2015, y debido a las crisis de precios de la carne y de la leche, hubo muchas demandas de conversión a agricultura y ganadería ecológicas. Ahora mismo estamos en un proceso de simplificación de la legislación europea y de adaptación para una perspectiva de cambio de escala y de adaptación a la dinámica del sector.
“El Orgánico 3.0 es una propuesta para sacar a la agricultura ecológica de su nicho”
Es decir, se plantea el desafío de mantener los valores de la agricultura ecológica al tiempo que incrementamos la producción y la escala para que estos productos lleguen a más consumidores. Sin relajar las reglas, pero simplificando los trámites burocráticos.
¿Cuales son las perspectivas de la agricultura ecológica en Europa?
Hay un crecimiento general en todos los países tanto en número de hectáreas como de productores, pero el desafío es ver si a nivel social hay un reparto justo e incide en una mejor alimentación de la población de cada país.
Pero el desarrollo de la agricultura ecológica no se limita a los datos de crecimiento. Aunque la investigación tiene un papel que desempeñar, sobre todo en la innovación y resolución de problemas, la construcción del futuro también se hace con los actores. En este sentido, durante jornadas de formación con cooperativas agrícolas, pude ver cómo los socios eran capaces de entrar en varios escenarios, analizando las consecuencias de cada escenario para su propia empresa y para su organización.
Hay también una propuesta de IFOAM para un “Orgánico 3.0”, para sacar el orgánico de su nicho a la corriente principal y posicionar los sistemas ecológicos como parte de las múltiples soluciones necesarias para resolver los enormes desafíos que enfrenta nuestro planeta y nuestras especies. Me parece que la agroecología es una posibilidad real para pensar y acompañar estas perspectivas,
