Las explotaciones de leche gallegas son sobre todo deficitarias en proteína. La hierba es muchas veces difícil de recoger en condiciones idóneas, por lo que la calidad del silo baja y muchas ganaderías se ven obligadas a corregir estos déficits con la introducción de alfalfa en la ración.
Pero este año se prevén dificultades de suministro y precios muy elevados. En este momento una alpaca grande de alfalfa puesta en una granja gallega se aproxima a los 400 euros.
“El precio está disparado”, reconoce José Antonio González, nutrólogo de CLUN en Ribadeo, que lleva a cabo asesoramiento a explotaciones y es el responsable de la formulación de la ración húmeda que se elabora en el CAVI de Irmandiños y que se sirve diariamente a 68 ganaderías y 3.500 vacas de A Mariña, A Pastoriza y el occidente de Asturias.
La alpaca grande de alfalfa deshidratada, que equivaldría a una tonelada, supera en origen los 350€, a lo que habría que añadir unos 30€ de portes
El precio en origen se sitúa alrededor de los 350€ y a eso habría que añadir los portes, de unos 30€ a causa de la subida del gasóleo, lo que sitúa el precio final en una explotación gallega en unos 380 o 390 euros. “El año pasado puesta en la ración, ya con porte, estaba a 240€, un 60% menos”, compara José Antonio.
Menor producción y mayor demanda este año
La alfalfa que llega a Galicia procede sobre todo de Castilla y León y Aragón, donde la cotización en las lonjas de León, Salamanca o Binéfar está marcando una clara tendencia alcista en las últimas semanas.
La razón de la subida de precios es doble: por un lado una menor cosecha y por otro lado un incremento de la demanda exterior, sobre todo de países como China o Emiratos Árabes, que son los que están marcando los precios. “El 75% de la producción española de alfalfa se exporta. Están saliendo contenedores llenos, lo que ejerce una gran presión sobre el mercado”, asegura José Antonio.
Están saliendo contenedores hacia China y Emiratos Árabes, que son los que están marcando los precios
La disponibilidad también se ha reducido con respecto a otros años y el técnico de Clun augura escasez en los próximos meses. «Las ganaderías que no la hayan comprado ya, porque prefirieron esperar a ver cómo resultaba la campaña de maíz, cuando la vayan a pedir ya no la va a haber, porque en los próximos meses no creo que haya acceso a ella”, vaticina.
La sequía sufrida este año provocó una reducción muy importante en la cantidad de alfalfa recogida. En secano, el rendimiento fue la mitad del habitual, unos 1.500 kilos por hectárea y en el mejor de los casos se dieron dos cortes.
En los próximos meses va a escasear, la disponibilidad va a ser muy poca y no va a haber acceso a ella
En regadío, concentrado en lugares como el valle del Ebro, la producción fue similar a otros años, pero a mayor coste, puesto que se encareció el riego a causa del precio del agua y sobre todo de la electricidad. Además, en la última campaña se redujo la superficie dedicada a alfalfa, unas 250.000 hectáreas en el conjunto de España, por la competencia del trigo, la cebada o la colza debido a los buenos precios.
Uso de alfalfa en años de mala cosecha de maíz o hierba
El uso de alfalfa en las raciones de las vacas de leche ha ido a menos en los últimos años. “Hace años, cuando la alfalfa estaba a 180€, había ganaderías en Galicia que no usaban silo de hierba, echaban 3 kilos de alfalfa y con eso, silo de maíz y pienso cubrían, pero a los precios que está hoy tanto el concentrado como la alfalfa no es viable”, dice el técnico de Clun.
Hoy en día la mayoría de las ganaderías intentan ser autosuficientes en los forrajes, pero cuando la producción de hierba o maíz escasea o la calidad de los ensilados es deficiente a los nutrólogos no les queda más remedio que recurrir a ella.
En el CAVI estamos echando solo 1kg de alfalfa para secar un poco la ración
“Hay algunas granjas donde aún se usa”, admite. Este sería un año proclive, teniendo en cuenta la mala cosecha de maíz en amplias zonas de Galicia. En otras ocasiones el uso de la alfalfa sirve para compensar el exceso de humedad del primer corte de silo de hierba. Es la función que le dan, por ejemplo, en el CAVI de Irmandiños, donde están usando 1 kg de alfalfa por vaca y día.
“Me duele tener que comprar forrajes fuera pudiendo producirlos aquí, donde tenemos las cunetas llenas de hierba”
En las ganaderías en extensivo que practican el pastoreo con el ganado, salvo en zonas como el norte de la provincia de Lugo, este no ha sido tampoco un buen año. La falta de precipitaciones en verano y las olas de calor acabaron por secar anticipadamente los pastos.
“Los prados están muy secos y buena parte de los ganaderos ya no llevan las vacas al pasto y las alimentan a base de alfalfa y otros forrajes, lo que está suponiendo un nuevo gasto extra para las ganaderías”, explica Rocío Corral, presidenta de la cooperativa Coafor, de Forcarei.
La sequía está acentuando la falta de pasto, obligando a las ganaderías de leche que hacen pastoreo a recurrir a la alfalfa
En las ganaderías de carne la falta de pasto está obligando a consumir el silo y la hierba seca del invierno. En las de leche, la mala cosecha de maíz en muchas zonas tampoco augura un año sin tener que comprar insumos.
“Sinceramente, a mí me duele la cabeza tener que ir a comprar forrajes a Aragón o a Castilla y León pudiendo producirlas aquí, donde tenemos las cunetas llenas de hierba. Hay pocos lugares con un clima tan benigno como el nuestro para producir forrajes, por eso es un desperdicio dejar tierras vacías”, afirma José Antonio. Haciendo bien las cuentas, dice, el silo de hierba puesto en la ración sale entre 50 y 60 euros la tonelada, un coste ocho veces menor que el de la alfalfa actualmente.
La paja sube 25€
Otro forraje que ha experimentado una subida importante este año es la paja. A causa de la sequía, la producción de trigo o cebada en Castilla fue menor este verano (el Ministerio de Agricultura la calcula en un 23% menos), lo que sumado a la mayor demanda por parte de la ganadería extensiva, debido a la reducción de los pastos, está elevando el precio.
Con los precios actuales, un camión de alfalfa ronda los 9.000 euros y uno de paja los 2.500
La paja empleada en Galicia, bien en las camas del ganado, bien en la alimentación, por ejemplo de las vacas secas en las explotaciones de leche o de los terneros de engorde en las de carne, se ha encarecido este año una media de 25€. En función de la calidad e incluyendo los portes, la alpaca grande de paja puesta en una explotación gallega ronda en estos momentos los 90€ si la paja es entera y los 110€ si es picada.