La mayoría de granjas gallegas comerán el turrón sin sufrir bajadas importantes en el precio de la leche. A pesar de las amenazas iniciales a los productores de un nuevo descenso de entre 2 y 3 céntimos (sería el tercero este año tras los sufridos en marzo y agosto), parece que en muchos casos esta bajada en el precio de la leche en origen no se va a llegar a producir de momento o será mínima.
Empresas con un importante volumen de recogida en Galicia, como Lactalis, Grupo Lence y Naturleite, dan marcha atrás de su intención inicial (explicitada hace un mes en la presentación de las ofertas de renovación enviadas a las explotaciones) y mantendrán los contratos hasta final de año.
Celta y Río renovaron contratos el 1 de noviembre y Lactalis, Larsa, Entrepinares, Naturleite o Reny Picot lo harán el mes que viene
El precio para noviembre y diciembre resiste de este modo en el entorno de los 48 céntimos, lo que hace que la media de todo el año sea superior a la del 2022, cuando la leche en el campo llegó a los 60 céntimos únicamente en el último trimestre pero alcanzó precios sensiblemente inferiores en el primer tramo de la campaña.
Empresas a las que les sobra leche
La actual espiral inflacionaria y de subida de tipos de interés está provocando cambios en los hábitos de consumo de las familias, que disponen de un menor poder adquisitivo y se están moviendo hacia productos de marca blanca y menor precio.
Esto está afectando negativamente a empresas como Pascual o Nestlé que se han visto obligadas a reducir su volumen de recogida en Galicia por la caída en la demanda de productos de gama alta.
Pascual ha dejado dos rutas y Nestlé otras dos. Las ganaderías perjudicadas excedían el volumen de entregas por estar creciendo
En el caso de Pascual, la empresa con sede en Aranda de Duero (Burgos) ha dejado dos rutas en Galicia, con un volumen próximo a los 30.000 litros diarios, mientras que la multinacional suiza Nestlé comunicó a distintas explotaciones su intención de abandonar a partir del 1 de enero otras dos rutas en Galicia (unos 25.000 litros diarios).
Se trataría de una nueva pérdida de materia prima por parte de la planta de Pontecesures, que dejó de recoger esta primavera otros 25.000 litros diarios a la cooperativa de Ordes y que fueron a parar a Río y Lactalis.
Las ganaderías afectadas serían sobre todo granjas que están creciendo mucho en volumen, en algunos casos por contar con relevo generacional y estar haciendo inversiones en ampliar sus instalaciones.
Lactalis y Naturleite mantienen precios
En el otro lado de la balanza están empresas como Naturleite, que envasa para la cadena Mercadona y que se está viendo beneficiada por el incremento de consumo de leche de marca blanca. De hecho, la planta de Meira ya ha cogido a tres de las granjas que ha dejado de recoger Pascual.
La cooperativa andaluza COVAP, propietaria de Naturleite, es una de las industrias que está pagando más la leche fuera de Galicia, en concreto en Castilla y León a través de Lactiber, al igual que hace CAPSA con Central Lechera Asturiana y Larsa. Esta diferencia, que acostumbraba ser de 2-3 céntimos, ha crecido hasta los 4-5 céntimos, lo que ha llevado a la Xunta a dar un toque de atención a las empresas lácteas que operan en la comunidad. Algunas de ellas, como la propia Naturleite, se han comprometido a reducir ese diferencial y la primera decisión de la planta de Meira en este sentido ha sido la de mantener el precio de la leche en Galicia para diciembre y enero en 48 céntimos.
Naturleite aguanta el precio base para diciembre y enero en 48 céntimos
Lactalis también está buscando leche (esta primavera perdió un volumen importante en Andalucía) y ha visitado a todas las granjas que dejó Pascual y Nestlé en Galicia haciéndoles propuestas de captación. La compañía propiedad de la familia Besnier, con plantas en Nadela y Vilalba, ofrece un precio base de 44 céntimos, más 2,5 céntimos de prima de volumen a las explotaciones más grandes y 1 céntimo de doble AA y otro de certificación de bienestar animal (1,2 en el caso de nivel excelente). Es decir, una granja que entregue a Lactalis cobraría un precio final de 48,5 céntimos en el mejor de los casos.
Lactalis ofrece 4 meses, hasta el 31 de marzo, al mismo precio que el actual contrato
Las marcas de fabricante han perdido mucho mercado este año. Por el contrario, la marca blanca sigue manteniendo un buen precio en el supermercado, lo que está impulsando al Grupo Lence, que está centrando su estrategia en este segmento, logrando nuevos clientes a los que envasar leche, lo que le ha hecho ganar volumen de recogida y ser hoy, tras Lactalis, la segunda industria que más leche compra en Galicia.
El Grupo Lence recula tras firmar bajadas de 2 y 3 céntimos
La propietaria de Leche Río y Leyma firmó contratos de renovación para sus 300 granjas con fecha 1 de noviembre, ofreciendo tan sólo dos meses a 43,70 céntimos de precio base, con la pretensión de bajar dos céntimos a la mayoría de explotaciones (3 en el caso de las más grandes), aunque ha dado marcha atrás posteriormente una vez que Lactalis y Naturleite han anunciado el mantenimiento de precios en sus contratos, llamando esta semana a las ganaderías que ya tenían firmada la rebaja para anunciarles que no será efectiva.
La gran diferencia de precios entre unas granjas y otras es una de las losas que está pesando en la empresa lucense, que ha reducido de 3 a 2 los tramos en su prima por volumen (1 céntimo para producciones entre 40.000 y 60.000 litros al mes y 2 para las explotaciones de más de 60.000).
A pesar del discurso oficial de defender a las pequeñas granjas, Leche Río les paga la leche hasta 5 céntimos menos
El resto de incentivos del Grupo Lence son de inferior cuantía, pues la prima de doble A equivale solo a 1 euro la tonelada (0,001 céntimos por litro) y la certificación Welfare Quality otro tanto. En cuanto a los sólidos, la empresa paga la décima de proteína por encima de 3,2% a 3 euros la tonelada, al igual que la grasa por encima de 3,7%, con la salvedad de que Río no penaliza la grasa al mismo nivel (no lo tiene en cuenta hasta que baja de 3,5%).
A mayores, el Grupo Lence cuenta con una prima de fidelización fuera de contrato, que puede llegar hasta los 4 céntimos, de reparto discrecional y con la que se está fomentando cierta especulación entre sus granjas proveedoras (las de más volumen aguantan hasta el último momento para firmar, presionando de este modo a la empresa en la negociación).
Descenso de 1,5 céntimos en Celta
Al igual que el Grupo Lence, Leche Celta también ha sido de las primeras en firmar las renovaciones, al finalizar sus contratos el 31 de octubre. El nuevo contrato es de dos meses, para noviembre y diciembre, en el que la planta de Pontedeume, perteneciente a la cooperativa portuguesa Lactogal, baja 1 céntimo y medio, 1 en la base y 0,5 en la prima por volumen, dejando el precio final, dependiendo de la granja, entre los 44 y los 47 céntimos en el mejor de los casos, cuando venían de precios de 48,5 en el anterior contrato.
Desde el sindicato UUAA se pide a Celta que mantenga los precios, igual que se comprometieron a hacer Lactalis, Naturleite y Lence
El resto de industrias tienen aún todo este mes para firmar las renovaciones, al finalizar contratos el 30 de noviembre. Es el caso de Reny Picot, que tiene renovación escalonada, pero la mayor parte ahora. Al igual que en el Grupo Lence, la disparidad de precios también es notable en la empresa asturiana, que suele retrasar lo máximo posible la firma, hasta el punto de llevar ya la oferta y el contrato juntos.
También Larsa mantiene el sigilo en su propuesta a los ganaderos, que se espera siga vinculada en un 30% al valor de mercado de los derivados lácteos (mantequilla y leche desnatada en polvo), pagando según el precio del Observatorio europeo del mes en curso.
Inleit, en horas bajas
Al igual que les está sucediendo a Pascual o a Nestlé, no es un buen momento para empresas como Entrepinares o Inleit. La actual coyuntura en Europa, con precios en el campo más bajos, y la situación del mercado internacional, con las cotizaciones de los productos lácteos industriales que no acaban de remontar, castiga a las empresas que elaboran productos de mayor valor añadido.
En el caso de Inleit, la planta de Teixeiro tiene firmados contratos hasta marzo, ya que fue de las pocas industrias que en la pasada primavera cerró compras con sus ganaderos por un año, apostando por contratos a más largo plazo pero indexando el precio de compra de la leche al índice A3 publicado por la Inlac, que acumula en este momento una caída interanual del 17,7%.
Inleit ha prometido a las explotaciones corregir a final de año en forma de atrasos el diferencial negativo que pueda existir con respecto al precio medio del Observatorio
El contrato arrancaba en 48 céntimos de precio base más 1 céntimo por doble AA higiénico-sanitaria y prima por volumen (1€ por cada 10.000 litros producidos hasta un máximo de 3 céntimos/litro), pero debido a los fuertes vaivenes de los productos industriales y a la caída del precio de la leche en los 5 países europeos de referencia, el precio actual resultante de aplicar el índice A3 estaría por debajo de los 42 céntimos.
La compañía de capital español y americano ha optado hasta ahora por no trasladar esa bajada en su totalidad a las explotaciones que la suministran, a pesar de permitírselo el contrato que ha firmado con ellas, pero ha hecho una corrección en la leche de agosto y septiembre de 2,5 céntimos, dejando el precio base en 45,5.
Entrepinares, castigada por la entrada de queso barato
Entrepinares, competencia directa de Inleit en Galicia en la búsqueda de leche con altos porcentajes de sólidos, hizo llegar el mes pasado a sus granjas una oferta de renovación por un año (de 1 de diciembre de 2023 a 1 de diciembre del 2024) en la que también vincula el precio al índice A3, con un precio base de 45 céntimos, frente a los 49 de los contratos actuales.
En la mayor parte de los casos los ganaderos reciben estas ofertas pero no las aceptan, esperando un mejor precio en un contrato con un horizonte más corto. En el caso de la quesería de Vilalba serían contratos por 4 meses, hasta marzo y, una vez conocido el precio fijado por Naturleite, también proveedora de Mercadona, no se espera que el nuevo contrato esté por debajo de los 48 céntimos de precio base.
El índice A3, que había subido en 2022 un 30%, lleva una caída acumulada del 18% este año
La coyuntura actual de mercado no está siendo de todo favorable para Entrepinares. Al igual que la caída de las ventas de derivados lácteos de proteína a China castigó en los últimos meses a Inleit, la entrada masiva de queso barato procedente de países europeos como Alemania, Dinamarca o Holanda está perjudicando la producción de la planta de Vilalba, que se encuentra inmersa en un nuevo proceso de ampliación para incrementar su capacidad prudutiva de queso mezcla.
Entrepinares se mueve en una gama media de precios para su queso de formatos de 1 kg y cuñas, destinado a supermercado, por lo que podría beneficiarse de la caída de consumo de quesos de gama alta, como ya sucedió el año pasado, en el que sus ventas crecieron un 25%, pero, sin embargo, no es capaz de competir en este momento en la fabricación de queso industrial.
Países como Holanda, Alemania o Dinamarca están regulando sus excedentes a través de la exportación de queso barato
La fábrica de Vilalba tiene una parte que está especializada en la fabricación de queso en bloques y cuenta también con una torre de secado del suero resultante del proceso de fabricación del queso, pero ninguno de estos productos, que se usan para regular los excedentes, es rentable en este momento, ya que el precio del suero en polvo sigue hundido y los precios pagados por la leche no permiten competir en la fabricación de queso barato con los países del centro y norte de Europa.
Europa sigue produciendo más leche que consume (con un incremento de producción de un 2% en Alemania y de un 3% en Holanda), mientras la economía China no acaba de arrancar, lastrando las importaciones.
Tanto es así que la neozelandesa Fonterra, una de las principales exportadoras al país asiático, tuvo que refugiarse este verano en el norte de África, con ventas de leche en polvo a bajo precio a Argelia, para cubrir el hueco dejado por China, que está al mismo tiempo aumentando su producción, hasta alcanzar en la actualidad un nivel de autoabastecemento superior al 75%.