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Empieza una nueva era para la fertilización orgánica con VIZURA® de BASF

Debido al desarrollo del sector ganadero en los últimos años, en España actualmente se genera un volumen considerable de purines y deyecciones. Gracias a su importante contenido en nitrógeno, mayoritariamente amoniacal, el purín representa un recurso importante a disposición del agricultor a la hora de abonar.

Sin embargo, la aplicación de purín en suelos agrarios en 2020 ha generado el 28% de las emisiones nacionales (principalmente de amoníaco) derivadas de las actividades agrarias.

Resulta lógico entonces, que la fertilización y el buen estado agronómico de los suelos se tengan en consideración en las estrategias relacionadas con el Pacto Verde europeo, así como en las directrices marcadas por los gobiernos nacionales. España acaba de publicar el Real Decreto, 1051/2022, cuyo objetivo es regular el uso sostenible de la fertilización de cultivos, y concretamente, el uso de purín para reducir de forma contundente su impacto ambiental y maximizar su potencial fertilizante. El decreto autoriza el uso de productos inhibidores de la nitrificación, como Vizura® de BASF.

Con Vizura® el agricultor tiene a su disposición una herramienta que le permite mejorar la eficiencia del nitrógeno del purín, obteniendo incrementos medios de cosecha del 7% de materia seca producida de cultivo (media calculada entre más de 400 ensayos) respecto a un purín convencional, mientras reduce considerablemente las emisiones ligadas a su aplicación.

El uso de Vizura® en el purín como fertilizante supone un ahorro considerable de insumos para el agricultor y mucha más flexibilidad a la hora de organizar el trabajo de campo. Vizura® retiene en el suelo el nitrógeno aportado con el purín en el abonado de fondo durante más semanas, permitiendo que el cultivo lo vaya aprovechando a medida que se desarrolla.

Nitrificación, proceso clave del nitrógeno en el suelo

Hasta el 50% del nitrógeno aportado en el abonado (mineral u orgánico) puede perderse sin que las plantas lo aprovechen. El nitrógeno del purín se transforma en nitrato que, por acción del agua de riego o lluvia, acaba disuelto con el riesgo de alcanzar por lixiviación las aguas subterráneas. Además, cuando llega a determinada profundidad, ya no puede ser aprovechado por las raíces del cultivo.

Pero los problemas del nitrógeno no acaban aquí: este nitrato puede ser transformado en óxido nitroso (N2O) y desprenderse en la atmósfera por su volatilidad.

Esta pérdida del nitrógeno por lavado o emisión a la atmósfera provoca pérdidas económicas, ya que reduce la eficacia del nitrógeno aportado, el potencial productivo y la rentabilidad del cultivo. También hay perjuicios de índole ambiental y social debido a que el lavado y acumulación de nitratos en las aguas subterráneas puede llegar a limitar o impedir el uso de agua de recursos freáticos y la emisión de gases con efecto invernadero tiene un impacto a largo plazo en el cambio climático.

Gracias a Vizura® la reducción de estas pérdidas es importante y varía mucho en función del suelo, pudiendo incluso superar el 65%. Por otro lado, de un purín mezclado con Vizura® también se reducen las emisiones de gases nitrogenados hasta un 45%.

Empieza una nueva era para la fertilización orgánica, donde el purín se puede utilizar como fertilizante de una manera más eficiente y rentable para el agricultor y más respetuosa con el medioambiente.

«Un 40% de los suelos agrícolas que analizamos en Galicia tienen contenidos altos o muy altos en fósforo»

Esperanza Álvarez, delante de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus de Lugo Esperanza Álvarez es catedrática del departamento de Edafología y Química Agrícola de la USC en el Campus Terra de Lugo y conoce bien los suelos gallegos, de los que destaca sus aptitudes para la producción con un manejo racional. Ella ha llevado a cabo estudios sobre su degradación y recuperación, sobre la contaminación por metales pesados y antibióticos, sobre la toxicidad del aluminio, la fertilidad en suelos agrícolas y forestales y la dinámica de macro y micronutrientes, así como sobre la utilización de materiales bioadsorbentes para la descontaminación tanto de los suelos como del agua. En los laboratorios de la Escuela Politécnica se realizan análisis para empresas, cooperativas agroganaderas y particulares que ayudan a conocer el estado del suelo para poder corregir de este modo sus carencias y adaptar las dosis de abonado a las necesidades reales de nutrientes de los cultivos.
En los laboratorios de la Escuela Politécnica se realizan análisis de suelos para empresas, cooperativas agroganaderas y particulares
A las puertas de la temporada de abonado de primavera, hablamos con Esperanza para conocer problemas habituales de fertilización de los suelos gallegos y algunos consejos para elevar la productividad de las tierras sin perjudicar el entorno. – ¿Qué características tienen los suelos agrícolas gallegos? – Nosotros tenemos suelos ácidos, todos tienen pH bajo, incluso los que están sobre rocas básicas, puesto que tenemos un clima con una precipitación abundante y con mucho lavado. Por eso llegamos a tener sobre rocas básicas suelos ácidos también. Esa es una característica común y generalizada, aunque en los suelos sobre rocas ácidas (granitos, esquistos de la serie de Vilalba, losas, cuarcitas) el pH es más bajo que los que están sobre rocas básicas (gabros, anfibolitas) o esquistos de la serie de Ordes. En cualquier caso, la mayoría de nuestros suelos necesitan un encalado previo a la fertilización. – ¿Qué efectos produce esta acidez a nivel agronómico? – Como dije, todos los suelos gallegos, por naturaleza, son ácidos, pero los de cultivo, dependiendo del tratamiento histórico previo que hayan recibido y de su manejo, unos los tenemos en mejores condiciones que otros. Tenemos un problema de acidez y en estas condiciones el aluminio puede llegar a ser tóxico. En los suelos de Galicia no ocurre tanto eso porque tenemos mucha materia orgánica y podemos decir que atrapa al aluminio. Por eso en muchos casos este elemento no tiene una toxicidad directa, pero sí que está ocupando sitios en la despensa de suelo formado por la materia orgánica coloidal y las arcillas, donde debería haber nutrientes como calcio, magnesio o potasio y que en el lugar de ellos se sitúa el aluminio, por lo que cuando la planta quiere ir a esa despensa a buscar un nutriente concreto no lo tiene, lo que encuentra es el aluminio.
En muchos suelos donde debería haber nutrientes, hay un elemento tóxico, que es el aluminio
Es decir, en muchos suelos donde debería haber nutrientes, hay un elemento tóxico. Como tenemos mucha materia orgánica y aniones como flúor o sulfato, compleja en este elemento, no solemos tener un problema de toxicidad por absorción de aluminio por las plantas, pero está ocupando el sitio de otros nutrientes. Por lo tanto, el aluminio se considera el principal limitante de la fertilidad de los suelos ácidos. Pero también a pH ácido, la despensa del suelo (conocida como capacidad de intercambio catiónico) es más pequeña, es decir, algunos coloides tienen poca carga negativa e incluso la pueden tener positiva. En este medio también hay una baja disponibilidad de macronutrientes como N, P, S, a parte de la señalada de Ca, Mg y K, y de un micronutriente como es el molibdeno.
El aluminio se considera el principal limitante de la fertilidad de los suelos ácidos
El fósforo, azufre y el molibdeno quedan retenidos sobre esas cargas positivas que presentan los coloides del suelo a pH ácido, o pueden precipitar con el aluminio. En el caso del nitrógeno, la acidez limita las reacciones de mineralización de la materia orgánica y la nitrificación, responsables de que tengamos un nitrógeno en la forma en que la planta lo puede tomar. Por el contrario algunos micronutrientes, que la planta toma en muy pequeñas cantidades, como Mn, Cu o Zn, pueden estar en concentraciones más elevadas que las que necesita la planta. Además de las propiedades químicas, la acidez también afecta a las propiedades físicas como a la porosidad del suelo, y a las biológicas, principalmente a la actividad microbiana que es responsable, entre otras, de la mineralización de la materia orgánica y de la nitrificación. – ¿Cuál es la acidez media que os estáis encontrando en los suelos y cuál la que debería haber? – En los análisis que hacemos en los suelos de cultivo normalmente ya viene corregida por encalados anteriores, pero aun así nos encontramos casi un 50% de los suelos que analizamos con pH por debajo de 5,5. Hablo de ese nivel porque por arriba de él el aluminio precipita, y así eliminamos el principal problema de los suelos ácidos; por lo tanto se debe encalar para precipitar el aluminio. Un 5,8 de pH ya puede ser adecuado, porque tienes el aluminio precipitado y los nutrientes disponibles. Si tú quieres lograr una mayor disponibilidad de nutrientes puedes llegar a un valor de pH de 6, pero no es necesario pasar de ahí, porque por arriba lo que haces también es perjudicar la absorción de los micronutrientes, que la mayoría de ellos, excepto el molibdeno, están disponibles a pH ácido y, aunque los cultivos los necesitan en pequeñas cantidades, son también necesarios. Evidentemente, va a depender también de las exigencias de los cultivos.
Un valor de pH que esté entre 5,8 y 6 sería el más recomendable
Si ti te pasas mucho del valor de 6 en el pH y lo llevas hasta 7 o algo más, por ejemplo, que pasa a veces, algunos micronutrientes como el hierro, que es super necesario, no lo puede absorber la planta, porque baja totalmente su solubilidad, y con el manganeso pasa lo mismo. Pero puede pasar además si elevamos el pH por encima de 7 que el fósforo precipite con el calcio y el aluminio puede solubilizarse de nuevo, por lo que lo que conseguimos en estos casos son efectos perjudiciales y contrarios a lo que nosotros pretendemos con el encalado. Es decir, hay que tener mucho cuidado con no pasarte también por arriba porque se pueden provocar efectos no deseados: una clorosis férrica que es muy visible en las plantas.
Si ti te pasas del valor de 7 en el pH podemos provocar efectos perjudiciales en la absorción de hierro o fósforo
En resumen, un valor de pH que esté entre 5,8 y 6 sería el más recomendable, porque por un lado estaríamos precipitando el aluminio, que es lo que nos estorba, para sacarlo de la despensa y hacer que no sea soluble y que la planta no lo tome y, al mismo tiempo, lograr que todos los nutrientes estén disponibles, tanto los macronutrientes como los micronutrientes, para que la planta los pueda coger cuando los necesite. Ese pH también es muy adecuado para que los microorganismos del suelo realicen sus funciones y para que haya muchas cargas negativas en el suelo, es decir, para que haya una buena despensa. – ¿Y qué dosis sería necesaria para lograr ese nivel de 5,8-6 de pH? – La dosis es muy variable, porque los suelos tienen una historia previa y una respuesta diferente dependiendo de su capacidad tampón, y además depende del valor neutralizante y del tamaño de partícula del encalante que se use. Cuando se transformaron montes en praderas allá por los años 80, se hicieron ensayos en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo con distintas dosis de caliza (0,75;1; 1,5;3, 4, 5 y 6 t ha-1) y concluyeron que 3 toneladas por hectárea era una dosis suficiente para situar al aluminio en valores por debajo del crítico para las praderas (<10% en la despensa del suelo) y el efecto del encalado permanecía 7 años después. Pero ahora en la mayoría de los casos esas dosis no van a ser necesarias porque normalmente hay un encalado previo y ya no partimos de pHs tan ácidos. Aunque hay mucha gente que fertiliza y no encala, hay muchos otros suelos que ya vienen con un pH de entre un 5 y un 5,2 y en esos casos la dosis es mucho menor. Nosotros no la calculamos en función del pH, sino en función del aluminio que haya y el que queremos que quede después de encalar. Hay que corregir la acidez si quieres plantar especies exigentes o sino buscar cultivos que toleren esa acidez del suelo. Si tú echas centeno te tolera una acidez, si siembras trigo otra y en el caso del maíz una diferente. Dependiendo de los cultivos, los requerimientos de encalado también son unos u otros. – ¿Cuál sería el mejor momento del año para hacer ese encalado y con qué productos? – Quizás el mejor momento sea antes de las primeras lluvias del otoño, que en el caso de Galicia coincide con la siembra de las praderas. Encalar un tiempo antes de echar la pradera sería un momento adecuado para hacer un encalado de fondo, que después podrías corregir más tarde si fuese necesario con uno de cobertera, pero el encalado de fondo es el mejor, porque incorporas el producto al suelo mediante el laboreo. Después habría que dejar un tiempo antes de fertilizar para que no haya pérdida de nutrientes, sobre todo de nitrógeno, porque cuando tu inmediatamente después de encalar echas nitrógeno se crean puntualmente condiciones microalcalinas y con el agua puede dar lugar a que el nitrógeno se volatilice. Debería de pasar mínimo dos semanas entre el encalado y el abonado, pero depende también del encalante que se use, si es de reacción más rápida (óxido de calcio) o más lenta (carbonato cálcico o carbonato cálcico magnésico). Lo que pasa es que muchas veces se echa todo junto para no tener que llevar a cabo dos operaciones, pero se corre el riesgo de perder el nitrógeno del fertilizante. Esto mismo ocurre cuando se añade purín o estiércol al mismo tiempo que el encalado.
Deberían pasar mínimo dos semanas entre el encalado y el abonado
Y en cuanto el producto a utilizar, el encalado en Galicia debería hacerse, por lo general, con caliza magnesiana, porque nosotros tenemos suelos pobres en calcio y en magnesio, aunque por ejemplo en la zona de Melide, que tiene mucho magnesio, ahí no se puede echar caliza magnesiana; de nuevo hay que saber dónde estás y lo que echas. También hay subprodutos de la industria alimentaria que funcionan muy bien, como por ejemplo la concha de mejillón, siempre y cuando le des un tamaño adecuado, con una granulometría semejante a la de la propia caliza. Con una concha de mejillón triturada y echada con el mismo tamaño de grano que la caliza los resultados obtenidos son muy similares, porque la concha es carbonato cálcico y puede tener también pequeñas cantidades de magnesio. Era algo que ya se hacía tradicionalmente en las zonas costeras de Galicia. – El Real Decreto de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios obliga hacer analíticas. ¿Qué te parece? – Cuando abonamos o encalamos lo que no se puede hacer es echar por echar y hacerlo al tun tun porque eso conlleva problemas ambientales importantes pero también un gasto absurdo, desperdiciando fertilizante y provocando o acentuando desequilibrios en el suelo, lo que se traduce en que no haya una mejora en la producción sino todo lo contrario. Muchas veces la gente fertiliza echando NPK por simple rutina. Es lo que se suele echar en Galicia, pero muchas veces no se ha encalado previamente. Cuando se hace eso estás perdiendo eficiencia en la fertilización, porque el fósforo se retiene fuertemente sobre los componentes de carga positiva que hay en el suelo y que tienen esa carga positiva cuando el pH es ácido, o precipita con el aluminio. Pero si tú encalas cambias el valor del pH y el fósforo estaría disponible para las plantas. Por lo tanto, es muy necesario primero encalar y después corregir las carencias con lo que haga falta, por eso es tan necesaria la analítica.
La gente fertiliza con NPK por simple rutina y nos estamos encontrando suelos con una concentración muy elevada en fósforo
Es como si tú vas al médico y quieres que te recete sin saber antes lo que tienes. Primero hay que hacer un análisis de sangre y las pruebas oportunas; diagnosticar y después medicar. Pues con el suelo pasa lo mismo. E incluso para pacientes con la misma dolencia el tratamiento puede ser diferente. Igual en el suelo, dos suelos ácidos pueden necesitar una dosis de encalado y abonado diferente dependiendo de otras propiedades del propio suelo y del cultivo que vaya a llevar. A partir de las analíticas es cuando nosotros podemos recomendar. Lo general casi siempre es que hay que encalar, pero no en todos los casos. Hay zonas de agricultura muy intensiva donde ya encalan desde hace tiempo y en las que no es necesario encalar todos los años, porque siempre hay un efecto residual de la cal e igual llega con encalar cada dos o tres años; eso hay que verlo en cada caso concreto.
A lo mejor no tienes que fertilizar todos los años. La sobrefertilización es contraproducente porque provoca desequilibrios en el suelo
Lo mismo pasa con la fertilización. A lo mejor no tienes que echar fertilizantes todos los años. Nos están llegando aquí al laboratorio suelos con una concentración de fósforo muy elevada. Recuerdo algunos trabajos hechos hace unos años en la zona de Ordes, por ejemplo. En algunos sitios hay una sobrefertilización increíble y eso no es bueno, ya no solo por el gasto económico innecesario que supone abonar con fósforo cuando no lo necesitamos, sino que es incluso contraproducente para el propio suelo porque después ese fósforo, dependiendo del pH, te precipita el calcio y tú tienes que tener un equilibrio. Cuando tienes déficit de algún nutriente o un desequilibrio en el suelo, la calidad de esa cosecha y su valor nutricional no es bueno, porque lo que hiciste fue bloquear la absorción de algún nutriente. Hablando de forrajes, por ejemplo, pudiste tener una cosecha abundante, pero la calidad igual no es la idónea y aunque lo puedas corregir después a nivel de ración para el ganado, mediante la suplementación, supone un gasto que podías haber ahorrado.
Podemos tener forrajes que crecen mucho pero que a lo mejor no tienen magnesio
Podemos tener forrajes que crecen mucho pero que a lo mejor no tienen magnesio, y eso derivar en problemas de tetania en el ganado, que es un desorden metabólico en rumiantes provocado por la falta de magnesio y que se da muchas veces en sistemas de pastoreo. En ocasiones se dan problemas en las explotaciones que no tienen que ver solo con la cantidad que produces, sino con la calidad de lo que produces y que vienen derivados de la nutrición del suelo. Una manera de producir sano y saludable es saber manejar el suelo, porque cuando tú tienes una relación desequilibrada entre calcio y magnesio, porque encalaste con calcio y no echaste magnesio, por ejemplo, igual no se está absorbiendo este último y provocas esa hipomagnesemia o tetania. Muchos agricultores y ganaderos a veces por inercia echan NPK, no miran la necesidad que hay. Y de lo que se trata es de ajustar cada vez más las dosis de abonado a los requerimientos del suelo y el cultivo, porque se trata de satisfacer la demanda de la planta pero sin dañar al medio ambiente. – ¿Hay problemas de exceso de nitrógeno en los suelos en Galicia en algunas zonas? – Nosotros detectamos más problemas de exceso de fósforo. El nitrógeno se suele añadir como nitrato amónico o como una sal amónica o con los purines, pero tiene que pasar a nitrato para que la planta lo pueda absorber. Es decir, tiene que haber una nitrificación (en el caso de los purines primero una mineralización) si las condiciones son adecuadas a nivel de pH, pasando de un amonio a un nitrato, que es como lo toma la planta. Pero el nitrato es muy móvil, por lo que muchas veces no se encuentra en el suelo, sino que el exceso está ya en el agua. Por lo tanto, no es frecuente encontrar en las analíticas un exceso de nitrógeno en el suelo, pero ese riesgo de contaminación por nitratos sí que existe, muchas veces porque se echa mucho purín y después se abona igual con NPK.
Muchas veces se está fertilizando de más, porque cuando se echa mucho purín a veces no sería necesario después fertilizar con nitrógeno
En el caso del purín o del estiércol, esa materia orgánica se mineraliza y ese amonio pasa a nitrato, que puede ir a muchos sitios: puede ir a la planta, puede ser retenido por los microorganismos del suelo, pero al tratarse de un anión muy móvil, parte se va a las aguas, que es lo que hace que haya problemas en algunas cuencas donde se echa mucho purín. Porque muchas veces se está fertilizando de más, ya que con el purín no sería necesario después fertilizar con nitrógeno y se sigue echando igual. De nuevo, esto va a depender de las exigencias del cultivo, porque es cierto que hay cultivos que demandan mucho nitrógeno y no es suficiente lo que aportan los purines.
Un 40% de los suelos que analizamos tienen contenidos altos o muy altos en fósforo
En el caso del fósforo, sobre un 40% de los suelos que analizamos tienen contenidos altos o muy altos. El exceso que encontramos muchas veces viene de atrás, de adiciones anteriores y no tanto de los purines, que generalmente son pobres en fósforo, pero sí por echar siempre abono mineral con fósforo. El NPK es muy recurrido en Galicia, pero yo siempre digo para qué quieres echar fósforo o nitrógeno si ya lo tienes en el suelo; mira primero lo que tienes y fertiliza solo si es necesario. Hay veces que solo necesitas potasio y otras veces incluso que en esa campaña no necesitas nada. Echando solo lo necesario habría un ahorro económico y los mismos resultados productivos. Teniendo en cuenta, eso sí, que no son los mismos requerimientos para todos los cultivos: hay especies muy demandantes de fósforo y otras más de nitrógeno. El abonado tiene que ser algo racional, sostenible y adaptado a las necesidades de la planta; lo que no puede ser es echar por echar.

“Hay un problema serio en España con la contaminación por nitratos y debemos actuar”

La nueva normativa establece condiciones para apilar y aplicar estiércoles El nitrógeno es uno de los nutrientes esenciales en agricultura. Su presencia es fundamental para el crecimiento y desarrollo de las plantas y para lograr un rendimiento óptimo de los cultivos. Pero su uso en exceso tiene consecuencias negativas para el medio ambiente y el bolsillo de los productores. Lograr un uso eficiente de los fertilizantes nitrógenados es el objetivo de la Red Ruena, que conecta a empresas, Universidades y centros de investigación. En su última jornada online, distintos responsables de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica desgranaron algunos de los aspectos relevantes de las nuevas normativas que afectan a la producción agrícola en España. En una parte de esa nueva legislación, el Gobierno español va más allá de lo que exige Bruselas, algo que Ignacio Atance, subdirector general de Planificación de Políticas Agrarias del MAPA, justifica: “Somos un país netamente exportador y con un destino principal de esas exportaciones en la propia UE. Eso hace que desde el Ministerio pensemos que debemos ir por delante en la búsqueda de soluciones”, argumenta. El Ministerio de Agricultura también supera lo solicitado por la Comisión Europea a los distintos Estados miembros en la vinculación de la nueva normativa aprobada como condición para el cobro de ayudas de la PAC en el actual período. El palo y la zanahoria Ignacio explica que el Gobierno ha optado por acompañar los 32.549 millones de euros de los fondos de la Política Agrícola Común para el período 2023-2027 con un “paquete legislativo” que incluye tres Reales Decretos sobre el uso de tres insumos básicos en la producción agroganadera (fertilizantes, fitosanitarios y antibióticos) con el objetivo de “lograr una evolución profunda del sistema productivo”.
El paquete legislativo de acompañamiento de la PAC incluye tres Reales Decretos sobre el uso de fertilizantes, fitosanitarios y antibióticos
“El enfoque estratégico que se persigue es el de combinar medidas regulatorias (sancionadoras) con medidas incentivadoras para ayudar a que la agricultura española alcance los objetivos de desarrollo sostenible”, indica. Datos individualizados de cada explotación El Cuaderno Digital de Explotación (CUE), que entrará en vigor en septiembre de 2024 para las explotaciones de más de 30 hectáreas de cultivo y un año más tarde para las demás, pretende “disponer de datos individuales” en relación al uso de estos insumos con respecto a niveles de referencia de otras granjas, de la comunidad autónoma o a la media española.
El Cuaderno Digital va a permitir disponer de datos comparativos de cada granja
“En el momento en el que exista un mandato de reducción obligatoria por parte de un Reglamento comunitario el disponer de datos individualizados por explotaciones nos permitirá saber qué explotaciones tendrán la obligación de reducir, frente a otras que ya han hecho este esfuerzo con anterioridad”, avanza Ignacio. “Tuvimos propuestas de hacer un enfoque incentivador por parte de los ecorregímenes primando a aquellas explotaciones que hiciesen un menor uso de fertilizantes o fitosanitarios; el problema es que sin datos históricos eso no se puede llevar a cabo”, aclara. Pero en futuras reformas de la PAC ése podría ser el camino. “Las pérdidas de nutrientes son pérdidas económicas para el agricultor” María Luisa Ballesteros, de la Subdirección General de Medios de Producción Agrícola del MAPA es una de las responsables de la redacción del Real Decreto 1051/2022 de Nutrición Sostenible de Suelos Agrarios y defiende la necesidad de una norma que persigue ajustar las dosis de fertilizante a las necesidades reales de los cultivos. “Al suelo solamente le hay que aportar aquello que supone un beneficio para el binomio suelo-cultivo, no es un vertedero al que se le pueda echar cualquier cosa. Y todo lo que no suponga un beneficio para el suelo es nocivo para él”, asegura, porque “todo lo que exceda las dosis que necesita el cultivo se va a perder en forma de emisiones a la atmósfera y en forma de lixiviación y contaminación de las aguas”.
De media en España hay un exceso de 39 kg de nitrógeno y 8 de fósforo por hectárea
Además, evidencia, “las pérdidas de nutrientes son pérdidas económicas”. “La fertilización es uno de los principales gastos para un agricultor, por lo que si conseguimos ajustar las dosis sin que se resienta la producción supondrá mejorar los beneficios para el agricultor”, argumenta. “De media en España hay un exceso de 39 kg de nitrógeno y 8 de fósforo por hectárea. Eso supone perder 35€ por hectárea en estos momentos, pero con los precios de los fertilizantes del verano de 2022 eran más de 100€”, calcula Marisa. Recomendaciones de abonado Esta responsable del Ministerio reconoce que “la Administración necesita disponer de datos fiables de las explotaciones” pero asegura que “la función principal del Cuaderno Digital no es informar a la Administración, sino al propio agricultor, porque lo que no se apunta no se controla”, insiste. Para suplir la contratación de un asesor externo por parte de las explotaciones para la realización de los Planes de Abonado es necesario disponer de un programa informático de recomendaciones de abonado, que puede estar integrado o no en el Cuaderno Digital y debe ser aceptado por la comunidad autónoma.
El programa de cálculo de nutrientes del SIEX empezará a funcionar con el nitrógeno y después se pasará al fósforo
El Ministerio empezará por controlar el uso del nitrógeno antes de pasar al fósforo. “Los balances de fósforo no son tan sencillos como los de nitrógeno. Por eso, el programa de cálculo de nutrientes del SIEX empezará con el nitrógeno y después se pasará al fósforo, pero no tenemos fechas para cuándo estará disponible todavía”, avanza. Producir más sin molestar al medio ambiente La responsable ministerial pone el foco en los problemas de carácter ambiental de un exceso de fertilización y en las posibles sanciones que ello puede acarrear. “La Comisión Europea ha puesto una demanda contra España por el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua. En materia de contaminación de las aguas los agricultores no seremos los únicos responsables, pero si somos culpables en parte”, asegura. Del mismo modo, recuerda, “hemos estado rondando tener un apercibimiento como país por parte de la Comisión Europea por estar superando los niveles y objetivos fijados para las emisiones de amoníaco”.
Es necesario mejorar la imagen que tiene la agricultura y la fertilización de cara a la sociedad
La agricultura y ganadería en España son responsables del 96,4% de las emisiones de amoniaco a la atmósfera y contribuye al 11% de los Gases de Efecto Invernadero, según el Sistema Español de Inventarios del año 2022. Pero reducir la producción de alimentos no es una fórmula válida para disminuir las emisiones en un contexto mundial de incremento de habitantes y desaparición de superficie cultivable. Según la FAO, la tierra arable pasará de 0,28 ha/persona en 1998 a 0,22 en 2030. “La población mundial aumenta, pero el suelo disminuye, bien por degradación o porque se usa para otras cosas, por lo que tenemos que ser capaces de producir más por hectárea, pero sin molestar al medio ambiente”, defiende Marisa.

Las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos deberán estar declaradas en mayo de 2025

Javier Álvarez Rodríguez, jefe de área en la Subdirección General de Planificación Hidrológica del Ministerio de Transición Ecológica, está encargado de la gestión de Real Decreto Contaminación de Aguas por Nitratos (Real Decreto 47/2022 de 18 de enero). Se trata de un Real Decreto de transposición de una Directiva comunitaria del año 1991 cuyo objetivo es la designación de las aguas, tanto superficiales como subterráneas, afectadas por contenidos en nitratos no aceptables; delimitación de zonas vulnerables que se ven afectadas por escorrentía; establecimiento de programas de actuación, elementos de corrección y medidas reforzadas; así como elaboración de informes cuatrienales de estado de las distintas cuencas. El objetivo general de esta nueva normativa es establecer las medidas necesarias para reducir la contaminación de las aguas superficiales, de transición, costeras y subterráneas, causada por los nitratos procedentes de fuentes agrarias y actuar preventivamente contra nuevas contaminaciones.
La designación de zonas vulnerables ha sido uno de las deficiencias del cumplimiento de la normativa que ha indicado la Comisión Europea
“Hay un problema serio en España con la contaminación por nitratos”, reconoce el responsable del Ministerio, lo que obliga a actuar de manera decidida para reducir esos niveles. La UE presiona en ese sentido, asegura. Entre las medidas a adoptar estaría la limitación de las dosis de abonado y de los períodos de aplicación permitidos, que ya se han establecido en comunidades como Cataluña. En Galicia, sin embargo, no se ha puesto en marcha todavía ninguna de estas medidas, al no haber sido designada aún ningún área agrícola como vulnerable, si bien en A Limia esa delimitación se tendrá que ejecutar en los próximos meses. Retraso en la declaración de zonas vulnerables En los últimos años se han dado pequeños pasos, aunque los retrasos acumulados han derivado en la presentación, por parte de la Comisión Europea, de una demanda contra España por deficiencias en la aplicación de la normativa comunitaria en materia de control de aguas contaminadas por nitratos. El último informe cuatrienal (2016-2019) se hizo público en diciembre de 2021 con los resultados de la red de puntos de control y en mayo de 2022 se publicó el mapa de identificación de las aguas que no cumplen con los niveles aceptables de nitratos. En 2024 habrá un nuevo informe cuatrienal dentro del procedimiento periódico de evaluación y seguimiento de la eficacia de las medidas adoptadas. Este trabajo de revisión incluirá datos de los muestreos, modificación o ampliación de las zonas vulnerables así como nuevas designaciones respecto al informe de situación, mapas de aguas afectadas por nitratos y eutrofización, planes de actuación para estas zonas, con medidas obligatorias y preventivas y códigos de buenas prácticas para las explotaciones.  
En 2024 se hará público un nuevo informe cuatrienal con los resultados actualizados de la red de puntos de control
“Ahora mismo nos encontramos en el Estudio de Presiones e Impactos (EPI), que daría paso a la Declaración de Zonas Vulnerables, que deberían estar definidas y publicadas en mayo de 2025”, avanza Javier. Algunas comunidades autónomas, como la valenciana, ampliaron sus zonas vulnerables como consecuencia de la demanda en curso de la UE. Recuperación de áreas contaminadas Una vez que una zona deja de ser vulnerable, porque vuelve a niveles aceptables, será sometida a un control y seguimiento especial y se le aplicarán niveles más estrictos. “Declaramos zona vulnerable con carácter general por encima de 25 mg/l en aguas superficiales y 37,5 mg/l en aguas subterráneas, pero para salir de la Red Operativa y volver a la Red de Vigilancia esas zonas deberán estar por debajo de 17,5 mg/l en aguas superficiales y de 25 mg/l en aguas subterráneas”, explica Javier.
Se considera eutrofización en aguas continentales cuando hay niveles de fósforo total superiores a 35 mg/m3 y clorofila A superior a 8 mg/m3
El Ministerio está trabajando en este momento en un estudio de presiones agropecuarias, urbanas y otras que puedan considerarse significativas sobre los impactos registrados en las aguas dirigido a determinar la contribución de cada sector de actividad a la contaminación de las aguas en las zonas sensibles y vulnerables. Este Estudio de Presiones e Impactos será realizado cuatrienalmente por la Dirección General de Agua del Ministerio de Transición Ecológica en coordinación con las comunidades autónomas. “Tenemos un complejo administrativo importante para  la aplicación del Real Decreto, en el que entran las comunidades autónomas, y no conocemos realmente dónde vamos a encontrarnos las dificultades de aplicación. Es un Real Decreto especialmente complejo, tanto por el contenido como por el contexto en el que se mueve”, admite Javier.

Rotación con leguminosas en las granjas: ventajas y claves para su cultivo

La rotación con leguminosas es una práctica realizada en Galicia por algunas ganaderías y que ofrece múltiples ventajas, al poder obtener un forraje de calidad para el ganado, así como por los beneficios que pueden proporcionar estas especies para otras cosechas o incluso para la salud de los suelos. El aporte de nitrógeno es una de las principales ventajas que asegura escoger leguminosas como cultivos forrajeros, como apuntó el ingeniero agrónomo y ganadero Miguel Fernández Labrada durante su participación en unas jornadas realizadas en la Granja Gayoso, dependiente de la Diputación de Lugo, y en las que se abordaron alternativas forrajeras para las ganaderías de vacuno de leche. Una de las maneras en las que proporcionar un aporte de nitrógeno a los suelos es emplear las leguminosas como abono verde, es decir, enterrarlas una vez que alcanza su ciclo. “Cultivar una leguminosa para enterrarla va aportar mucho nitrógeno al siguiente cultivo. Por ejemplo el altramuz, así como la alubia pueden fijar 100 o 150 kilos de nitrógeno en el suelo en el período de invierno, de octubre a abril”, explica el ingeniero. Al margen de las leguminosas, como abonos verdes también se suelen emplear crucíferas como los nabos, por su acción bactericida; así como gramíneas que permiten enriquecer los suelos con materia orgánica.
Optar por las leguminosas permite enriquecer los suelos por el aporte de nitrógeno que proporciona y deja disponibles nutrientes para otros cultivos
Por otra parte, la simbiosis que logran las leguminosas con las bacterias rhizobium, que están naturalmente en el suelo, permiten un mayor aprovechamiento del nitrógeno. Como recordaba Fernández Labrada, el nitrógeno es uno de los nutrientes más importantes para el crecimiento de las plantas, más necesario para lograr una buena producción que otros nutrientes como puede ser el potasio o el fósforo, presentes ambos en los fertilizantes complejos más empleados. Nitrógeno fijado en el suelo y disponible en función de los cultivos empleados. Al margen del aporte de nitrógeno que proporcionan, otra de las ventajas del uso de leguminosas es que son especies con raíces profundas, que adquieren nutrientes de las capas más hondas y los acercan a la superficie, de manera que enriquecen la capa superficial para otros cultivos. Además, las leguminosas protegen de la erosión hídrica y compiten con otras semillas adventicias y consiguen mejorar la actividad biológica del suelo. “Las leguminosas también permiten un aporte de nitrógeno y de otros nutrientes de una manera más paulatina que cuándo se emplean fertilizantes químicos”, destaca.

Recomendaciones para el cultivo de las leguminosas

Algunas de las leguminosas más empleadas por las ganaderías gallegas suelen ser los tréboles (blanco, violeta, encarnado), a veza, alfalfa, así como los guisantes o las alubias, entre otras. Una de las primeras claves a tener en cuenta para el cultivo de estas especies es proporcionar una fertilización adecuada. “El aporte de nitrógeno no está recomendado para las leguminosas, excepto cuando no pueda obtenerlo del aire, es decir en los primeros días después de la siembra o tras una siega”, especifica Fernández Labrada. En estos casos, el ingeniero agrónomo recomienda una aplicación de 30 kilos por hectárea. También hace falta tener presente que las leguminosas extraen más minerales de los suelos que el raigrás, especialmente Calcio, Magnesio y Fósforo. Una manera de proporcionar estos minerales es empleando purín de vacuno de leche. Sin embargo, debe aportarse antes de la siembra, evitando proporcionar purín en cobertera, ya que el pisado que se precisa para abonar resulta contraproducente para muchas leguminosas, que luego tienen dificultades para continuar creciendo. Además la aplicación directa del purín sobre las leguminosas tampoco es recomendable, por las características de estas especies. “El propio purín se pega más a las hojas, impidiendo la fotosíntesis y si hace calor y viento puede llegar a crearse un ambiente muy ácido en la hoja y llegar a quemarla”, concreta. Así, de querer aplicar purín a las leguminosas es recomendable hacerlo con llovizna o previsión de lluvias débiles para que el agua lo arrastre hasta el suelo y no quede en la planta. Recomendaciones de fertilización de leguminosas. A la hora de sembrar las leguminosas, se debe hacer de manera semejante a los procedimientos seguidos con otras especies, aunque se recomienda enterrar más aquellas especies que tengan una semilla más grande. Debe enterrarse siempre 1,5 veces el diámetro de la semilla. En la siega, hay maquinaria que cuenta ya con rodillos pensados para las leguminosas, puesto que los acondicionadores de púas en V, pensados para romper los tallos de las gramíneas como el raigrás, resultan poco adecuados para las leguminosas. “Usando estas V de hierro podemos llegar a perder casi el 7% de la biomasa de alfalfa. Por eso, so sembramos leguminosas puras es aconsejable no apretar casi el acondicionador o segar sin él”, explica.

Obtener silos de leguminosas de calidad

Para conseguir ensilados de calidad con leguminosas es preciso tener en cuenta la capacidad tampón de estas especies, que suele ser alta, por lo que tiende a ser complejo lograr buenos ensilados. La capacidad tampón viene determinada por el contenido de azúcares, por lo que a más azúcares mayor cantidad de ácidos se producirán. También influye la alta cantidad de proteína que tienen las leguminosas, así como de Calcio y Potasio. “Para mejorar el ensilado se pueden realizar mezclas con gramíneas y aportar ácidos, con conservantes químicos”, recomienda el ingeniero agrónomo. Otro de los aspectos a tener en cuenta para lograr silo de leguminosas de calidad es el riesgo de proliferación de clostridios, procedentes de la contaminación por tierra. Los clostridios consumen el ácido láctico y las proteínas del silo, pero que además de empeorar la calidad del ensilado suponen una amenaza para la salud de los animales. “El clostridium crece en forrajes muy húmedos y con pH mayores de 4.2, por lo que una acidificación buena es básica”, concreta Fernández Labrada. Al ser la presencia de tierra uno de los contaminantes del clostridios, hace falta trabajar con aperos altos, a más de 6 centímetro del suelo, y contar con prados bien nivelados. También es importante tener las entradas a los silos sin tierra.

La rentabilidad económica de los silos de leguminosas

El impacto económico y en la alimentación de las vacas que proporcionan los silos de hierba es uno de los factores que determina que sean una alternativa por la que apostar en las granjas. Para evaluarlo es preciso prestar atención a cuestiones como la proteína y la energía que proporcionan a los animales y el coste que tiene el cultivo. La estimación de la ingesta de proteína y energía se calcula con la capacidad de ingestión (FND), de manera que a valores más alto, la vaca se siente saciada antes e ingiere menos kilos de silo al día, con lo que la ingesta de nutrientes es menor. Por otra parte, si el forraje es muy digestible se consigue una mayor cantidad de nutrientes por cada kilo. Otro dato que será importante tener en cuenta es la fracción de la fibra que la vaca no consigue digerir (FAD), que debe ser lo más baja posible. “Con silos con trébol podemos conseguir muy buenas calidades y en especial con menor cantidad de fibra, de manera que se pueden aportar más kilos en la ración”, apunta el ingeniero agrónomo. Comparativa entre los silos de raigrás y leguminosas como el trébol anual o la veza. Se compara la proteína (PF), energía (UFL), capacidad de ingestión (FND) y digestibilidad (FAD). Además de en el aporte nutricional en la ración, los costes de siembra, fertilización y producción marcan la diferencia entre los silos con leguminosas o solo con raigrás. Uno de los gastos más elevados en los silos de leguminosas es la semilla, mientras que se reduce de manera notable el gasto en fertilizantes químicos. También hay que tener presente que con los silos de leguminosas se consigue una menor producción de materia fresca. “De elegir raigrás a trébol tenemos una diferencia de 3.9 toneladas de materia fresca menos. Esto implica que cada tonelada producida cuesta 16 euros más”, estima el experto. Así, en una ración media en la que se proporcionen 12 kilos de silo de hierba, hacerlo con un silo de leguminosas supondrá 19 céntimos más por vaca y día. Con la diferencia de calidad que proporcionan las leguminosas el objetivo sería conseguir un ahorro de 435 gramos de pienso, es decir unos 17 euros por tonelada en la fórmula o que la vaca proporcione 0.2 litros más, según los cálculos del ingeniero agrónomo. “En mi opinión, es bastante fácil conseguir esos objetivos. Si la FND es menor y la vaca puede comer más silos, tanto de hierba como de maíz, y depender menos del pienso. A mayores se mejora la digestibilidad y calidad, por lo que también puede conseguirse el aumento en la producción de leche”, valora Fernández Labrada. Comparativa entre los costes de producir silos de raigrás o trébol anual.

Las leguminosas en la nueva PAC

La nueva PAC también tendrá en cuenta a las leguminosas, de manera que en el ecorégimen P3, en el que se aborda la rotación de cultivos con especies mejorantes, se contempla el pago de hasta 85 euros por hectárea por hacer rotación de cultivos en la mitad de la superficie, incluir un 10% de especies mejorantes del cual, por lo menos el 5% deben ser leguminosas. Además de esto, el barbecho no puede suponer más del 20%. Tampoco será obligatorio recoger las leguminosas, ya que el uso para abono verde también está aceptado. La nueva PAC también contempla ayudas para cultivos protéicos (como la alfalfa, veza, avena o altramuz...). En este caso el pago es de 60 euros por hectárea, pero no se permite emplearlo como abono verde.

Claves para una correcta fertilización del viñedo

Para lograr una fertilización adecuada del viñedo, el control de los nutrientes presentes en los suelos sigue siendo prioritario. “Puede parecer muy básico, pero sigue siendo imprescindible prestar atención a los nutrientes esenciales, tanto a los macronutrientes como a los micronutrientes, y a veces no se hace”, apuntaba el viticultor e ingeniero agrónomo Julián Palacios, durante unas jornadas sobre prácticas sostenibles celebradas recientemente en Ribadavia (Ourense) y organizadas por la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega). Así, es preciso tener controlados los nutrientes esenciales para un normal crecimiento y desarrollo del viñedo. Por un lado, los macronutrientes (Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Magnesio, Calcio y Azufre) y por otro los micronutrientes (Hierro, Manganeso, Cobre, Zinc, Molibdeno, Boro). A la hora de evaluar la presencia de estos nutrientes en los suelos hay factores que afectan directamente a la disponibilidad. La cantidad de materia orgánica presente en el suelo, los nutrientes aportados, la capacidad de retención de los mismos, la cantidad de lluvia, el lavado, la lixiviación y la infiltración son determinantes para contar con estos nutrientes. “Se necesita saber en qué medida están acumulados en el suelo estos nutrientes, cómo se mueven por el suelo y si están disponibles o no para la planta”, explica Palacios, promotor de la empresa de asesoría agrónoma Viticultura Viva.
La presencia de nutrientes en el suelo, la disponibilidad de agua y la distribución del sistema radicular de la planta son condicionantes a tener en cuenta para cubrir las necesidades nutricionales del viñedo
Aún estando presente los nutrientes necesarios en los suelos, también hay que tener en cuenta que dicha capacidad de absorción está ligada al agua. “La planta es capaz de absorber nutrientes en función de la disponibilidad de agua”, apunta. Otro de los condicionantes a la hora de aplicar fertilizante a las viñas es el sistema radicular de la propia planta, de manera que si sus raíces se encuentran a mayor profundidad o en la superficie será preciso escoger diferentes métodos para la fertilización. “A todos nos gustaría tener plantas con las raíces muy profundas, ya que eso permite que tengan una mayor resistencia a la sequía en verano, pero no siempre es así, por eso es importante tenerlo presente”, indica.

Diagnóstico previo a la fertilización

A la hora de fertilizar el viñedo, la ingeniera agrónoma Bárbara Sebastián, integrante también del equipo técnico de Viticultura Viva, recoge varios métodos a tener en cuenta para realizar un diagnóstico previo del estado del viñedo para después proporcionar una fertilización adecuada y ajustada a sus necesidades. -Diagnóstico visual. Es importante prestar atención a distintos aspectos del viñedo que pueden ser indicativos de las carencias de nutrientes o excesos que presentan los suelos y la planta. • desarrollo vegetativo • vigor • producción • número de racimos por pámpano • tamaño de los racimos • nivel de cuajado • síntomas de carencias o toxicidad -Análisis de suelo. Las analíticas resultan herramientas básicas para mejorar la fertilización al proporcionar información sobre la presencia de nutrientes. Las variaciones que puede haber de suelo en base a la profundidad o en una misma parcela son claves a la hora de toma de decisiones no solo de fertilización sino también para escoger el portainjerto a emplear. Conocer parámetros como el pH del suelo es determinante para la disponibilidad de nutrientes en el suelo. Así, una mayor acidez reduce la presencia de Nitrógeno, Fósforo, Potasio, Azufre, Calcio y Magnesio. “Es fundamental no subir el pH del suelo muy de golpe, ha de hacerse de forma gradual”, recomienda Sebastián. -Análisis foliar. Muestran lo que realmente toma la planta. Proporcionan valores de referencia en momentos concretos y claves para el desarrollo de la viña, como el cuajado o envero. “Es recomendable realizarlo siempre sobre las mismas plantas, sin mezclar diferentes sitios para poder tener un histórico y ver la evolución”, explica la ingeniera agrónoma Bárbara Sebastián.

Respuestas de fertilización a síntomas del viñedo

Tal y como recogía en su presentación Sebastián, la fertilización del viñedo permite solucionar problemas de bajo rendimiento y cualitativos. Al mismo tiempo, proporcionar una adecuada fertilización también ayuda a asegurar una nutrición correcta y equilibrada de la planta. El aporte de nutrientes contribuye a compensar las pérdidas del viñedo derivadas de las extracciones, como la recogida de uva o la poda. “De media, un viñedo extrae al año 30 unidades fertilizantes de Nitrógeno, 15 de Fósforo y 45 de Potasio”, señalan desde Viticultura Viva. En función del grosor de los brotes anuales, Sebastián propone diferentes estrategias de manejo del suelo y fertilización en un modelo de viticultura sostenible atendiendo a algunos indicadores que se pueden encontrar en el propio viñedo: -Si en el momento de la poda, predominan los sarmientos muy finos será necesario proporcionar un aporte de materia orgánica al viñedo. También debe controlarse el pH de los suelos y la relación de Calcio y Magnesio. Sería recomendable realizar un laboreo de la tierra para reducir la competencia en la cubierta y mineralizar la materia orgánica. “Hay que tener en cuenta que en la Cornisa Cantábrica predominan los sarmientos más finos que en el Mediterráneo o la zona centro de España, debido a las condiciones climáticas”, apunta Palacios. -El desarrollo de sarmientos largos y de un grosor en su base superior a 1,2 centímetros indica que el viñedo tiene un gran vigor por lo que no será necesario aportar materia orgánica. En la fertilización deberán incluirse nutrientes específicos si se detecta carencia de ellos en las analíticas. También es recomendable realizar un control del pH y supervisar la relación del Calcio y el Magnesio. “Puede resultar interesante disponer de una cubierta vegetal para fomentar la competencia, es decir no labrar la tierra para favorecer la humificación”, detalla Sebastián en su presentación. -Si aparecen síntomas de carencias en hojas y el comportamiento del viñedo no es correcto, los expertos recomiendan realizar un análisis foliar para concretar de qué nutriente se trata además de controlar el pH del suelo, así como el nivel de materia orgánica y los niveles de Calcio y Magnesio. -También puede darse que el viñedo quede sin racimos y el pH del suelo sea adecuado, en este caso habrá que prestar atención a los niveles de macronutrientes en hoja, como el Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio. En concreto, el Potasio puede ser determinante para esto. -Detectar problemas en el cuajado es un indicativo de que los niveles de micronutrientes en hoja no son los adecuados. En este caso habrá que prestar atención al Zinc, Molibdeno y Boro. “En la Garnacha, que es muy sensible a problemas de corrimiento, por lo que hacemos siempre aplicaciones dos semanas antes de floración de micronutrientes, para fomentar que haya un buen nivel de ellos y que cuaje lo mejor posible”, detalla Palacios.

NergeticC DZ+, la nutrición nitrogenada rápida, potente y duradera gracias a las tecnologías C-PRO y Zimactiv

Durante el mes de abril y mayo Fertiberia Tech ha presentado en Valladolid y Zaragoza su nuevo producto Nergetic DZ+, una solución de nutrición vegetal nitrogenada de última generación que incorpora tanto la tecnología C-PRO, para la protección de nutrientes, como la tecnología Zimactiv para activarlos. Gracias a esta combinación se optimiza la capacidad de entrega de los nutrientes de manera rápida, potente y duradera a los cultivos.

En todas las presentaciones Antonio Santana Fernandes, responsable comercial de Fertiberia Tech, ha destacado el papel clave de la Innovación en el crecimiento de Fertiberia Tech, que engloba las soluciones y productos más tecnológicos del Grupo Fertiberia. Desde 2016, Fertiberia Tech ha crecido un 60% gracias a su fuerte inversión en I+D, que ha supuesto el poder renovar casi por completo el catálogo de Fertiberia Tech en los últimos años.

Así, se han ido presentando en estos últimos años una nueva línea de productos con nutrientes potenciados como es Plusmaster; se ha entrado en el segmento de fertirrigación con la nueva línea de abonos líquidos de alta tecnología Nutrifluid Impulse; se ha mejorado la línea de nutrientes protegidos Nergetic Dynamic con la tecnología DUO PRO, que protege aún más el nitrógeno para minimizar sus posibles pérdidas en el suelo; y se ha entrado en el negocio de productos biotecnológicos con la línea Neoforce y con la nueva gama Tecnifol AntiOx.

Ahora se presenta Nergetic DZ+, con el que Fertiberia Tech sigue dando pasos para ofrecer el catálogo de soluciones de nutrición vegetal más avanzado del mercado, fruto de su compromiso con la innovación y la sostenibilidad.

Nergetic DZ+, rápido, potente y duradero

Para presentar esta novedosa solución, Javier G. Paloma, director de Innovación Agronómica del Grupo Fertiberia, ha destacado que las tecnologías que aporta DZ+ se enmarcan en un nuevo concepto denominado “Powerful”, como resultado de conjugar las más avanzadas innovaciones en eficiencia fertilizante. Presenta nutrientes protegidos por la tecnología C-PRO y nutrientes activados por la tecnología Zimactiv. Estas tecnologías complementan su robusta composición química al optimizar la capacidad para entregar todos sus nutrientes de manera rápida, potente y duradera.

Así, la tecnología C-PRO protege a los nutrientes del fertilizante de posibles pérdidas, mejorando su disponibilidad, mientras que con Zimactiv se estimula las funcionalidades del nitrógeno dentro de las plantas, actuando como activador enzimático de los ciclos del carbono y del nitrógeno en el suelo.

Nergetic DZ+ se convierte así en el fertilizante nitrogenado más potente de Grupo Fertiberia. Es un nuevo producto con el que Fertiberia Tech sigue marcando el rumbo de los fertilizantes más eficientes y sostenibles del mercado, asegurando una mayor rentabilidad y unas mejores cosechas a nivel cuantificativo y cualitativo.

“Fertiberia Tech lanza Nergetic DZ+, la solución de nutrición vegetal nitrogenada de última generación que incorpora las tecnologías C-Pro y Zimactiv”

Como resultado de las innovaciones tecnológicas más avanzadas y eficientes, el nuevo DZ+ de Fertiberia presenta nutrientes protegidos por la tecnología C-Pro y nutrientes activados por la tecnología Zimactiv. Para conocer mejor este producto, las mejoras que ofrece a los cultivos y los beneficios para el agricultor, entrevistamos a Javier G. Paloma, director de Innovación Agronómica del Grupo Fertiberia que nos explica cómo DZ+ optimiza la capacidad de entrega de los nutrientes de manera rápida, potente y duradera a los cultivos.

-¿Qué importancia tiene el nitrógeno en las plantas y cultivos?
– Como todos los seres vivos, las plantas necesitan nutrirse para su correcto desarrollo, siendo necesarios algunos elementos en mayor cantidad y otros en pequeñas concentraciones. El Nitrógeno es lo que se conoce en fertilización como un “macroelemento”, es decir, pertenece al grupo de los que se necesitan en mayor cantidad.

El nitrógeno es un factor de crecimiento y desarrollo para los cultivos, su presencia favorece la multiplicación celular estimulando el crecimiento, además es componente fundamental en enzimas, aminoácidos, proteínas y clorofila, jugando un papel importante en el proceso de la fotosíntesis.

Para hacernos una idea de la importancia del nitrógeno en la fertilización de cultivos, según las estadísticas de consumo de elementos fertilizantes en España (Acefer), el nitrógeno se comercializa 2,5 veces más que los otros macroelementos de interés que son el fósforo y el potasio.

«Nergetic DZ+ conjuga los mayores avances en eficiencia fertilizante en un solo producto»

-¿Qué solución propone Fertiberia Tech?
-Es conocido que el “Core business” del Grupo Fertiberia es la fabricación de nitrogenados; y representando Fertiberia Tech la línea más tecnológica, en sus productos se reúne todo el conocimiento adquirido a través de la investigación. Grupo Fertiberia comercializa ureas, nitratos de diferentes composiciones y soluciones líquidas nitrogenadas, pero ninguno como este nuevo nitrogenado que ahora lanzamos al mercado con el nombre de Nergetic DZ+, donde se conjugan los mayores avances en eficiencia fertilizante en un solo producto, incorporándose por primera vez dos tecnologías muy compatibles, una que protege a los nutrientes de posibles pérdidas y otra que potencia la acción fertilizante del producto.

-¿Qué investigación fue necesaria hacer para llegar al DZ+?
-Nergetic DZ+ es el resultado de una patente de fabricación propia de nitrogenados implementando en el producto final dos tecnologías ya desarrolladas por los equipos de investigación, C-Pro y Zimactiv. Industrialmente no ha sido fácil conseguir incorporar estas tecnologías, y para ello se ha tenido que realizar pruebas de fabricación que han supuesto varios días de funcionamiento de la planta durante 24 horas.

Una vez que el resultado físico fue optimo, realizamos los ensayos de eficiencia de este nuevo producto, verificando su eficacia y colocándolo en la parte más alta del catálogo de la compañía, como la solución de nutrición vegetal nitrogenada más evolucionada, rápida, potente y duradera.

-¿Qué sinergias tienen las tecnologías C-Pro y Zimactiv?
-Nergetic DZ+ es un nitrogenado y estas dos tecnologías tienen una incidencia directa sobre la eficiencia del nitrógeno en suelo y en los cultivos. Por un lado, C-Pro protege a los nutrientes del fertilizante de posibles pérdidas, mejorando su disponibilidad, y por otro Zimactiv estimula las funcionalidades del nitrógeno dentro de las plantas y actúa como catalizador enzimático de los ciclos del carbono y del nitrógeno en el suelo. Son dos tecnologías totalmente sinérgicas que dirigen su acción hacia la mejora de la eficiencia del nitrógeno que como consecuencia mejoran los rendimientos de los cultivos.

-Vemos que el DZ+ tiene un porcentaje elevado de azufre, ¿qué mejoras aporta al producto?
-Este es un factor diferencial que lo distingue del resto de productos nitrogenados del mercado. Cuando hablamos de azufre en los fertilizantes, no debemos quedarnos solo en la cantidad, la disponibilidad del elemento y la forma química en que se aporta es el aspecto más importante para predecir su funcionamiento.

El azufre de Nergetic DZ + es 100% soluble y por tanto 100% disponible para los cultivos, pero es la estructura química que se forma en la fabricación del nitrato lo que le confiere las bondades fertilizantes que tiene este producto. Así el nitrógeno y el azufre están unidos en esta estructura cristalina de tal manera que cuando el grano de fertilizante se solubiliza, siempre se genera una solución de N+S en el suelo que queda a disposición de las plantas, asegurando la fertilización conjunta de estos dos elementos.

-¿Cuáles son los principales beneficios del DZ+?
-Nergetic DZ+ es la solución de nutrición vegetal nitrogenada más potente de Grupo Fertiberia y por su estructura química, su composición y por las tecnologías que lo acompañan, el que presenta las unidades nitrogenadas más eficientes. Conseguimos:
• Aumentar la sostenibilidad de los entornos agrícolas por controlar la lixiviación del N.

• Proporciona una fertilización de cobertera más completa (N+S+Mn+Zn+B+Mo).

• Al aumentar el tiempo de residencia del N en el suelo, aumentamos su eficiencia y por tanto las posibilidades de ser absorbidos por los cultivos.

• Mejores cosechas en cantidad y en calidad.

• Aumentamos la rentabilidad de los cultivos que son fertilizados con Nergetic DZ+.

-¿En qué cultivos y en que épocas sería apropiado?
-Nergetic DZ+ es un nitrogenado adecuado para la cobertera de todos los cultivos, adaptándose por su funcionamiento en el suelo y por su contenido en nitrógeno nítrico tanto a coberteras tempranas como a coberteras tardías.

-¿Se puede utilizar en zonas vulnerables?
-En la actualidad hay muchos planes de actuación definidos para zonas vulnerables en toda la península y está aumentando la superficie control año tras año, en este sentidoNergetic DZ+ es un nitrogenado ideal y muy recomendable para su uso en zonas vulnerables, por el control de la lixiviación del nitrógeno que la tecnología C-Pro mantiene activa sobre el grano de Nergetic DZ+. Si la reducción de las pérdidas de nitrógeno nítrico en el suelo, que luego van a parar a los acuíferos, es lo que se pretende con los planes de actuación en las zonas vulnerables de una comarca agrícola, Nergetic DZ+ es un gran aliado.

Claves para hacer un correcto balance de nitrógeno en las tierras y praderas

El responsable de experimentación y proyectos en el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA), Luis Orcaray, expuso en una reciente jornada organizada por la Red RUENA (Red de Uso Eficiente del Nitrógeno en Agricultura), una serie de recomendaciones para realizar una estimación adecuada de las necesidades nutricionales de un determinado cultivo. Este investigador evidencia en primer lugar que son pocos los agricultores que a día de hoy elaboran planes de abonado, tal como exigirá el nuevo Real Decreto de Nutrición Sostenible de suelos agrícolas. “Los agricultores se basan normalmente en su propia experiencia o en recomendaciones de otro agricultor, técnico o distribuidor. Son muy pocos los que hacen un balance de nitrógeno”, asegura. 
El Real Decreto de Nutrición Sostenible de suelos agrícolas exige un balance que tenga en cuenta las entradas y salidas de nitrógeno de cada parcela
Ajuste de nitrógeno de cada parcela, elección del tipo de abono y dosis en función del cultivo, cómo y cuándo aplicarlo o qué medidas de mitigación de riesgo de contaminación incluir son cuestiones que van a pasar de ser algo anecdótico o poco frecuente a día de hoy a algo habitual en los próximos años por exigencia legal.
El cálculo se hace muchas veces a ojo, son muy pocos los agricultores que realizan balances de nitrógeno y planes de abonado
“El Real Decreto exige un Balance de Nitrógeno que tendría en cuenta las entradas y salidas de nitrógeno de cada parcela. Pero en los modelos existentes hay que meter datos y a los agricultores les cuesta meter datos, por eso muchas veces los balances son simplificados y el cálculo a ojo”, dice. ¿Carga burocrática o utilidad? Potenciar la formación y el asesoramiento para que los agricultores aprendan a hacer balances correctos y reducir la carga administrativa y burocrática “para que se tomen el Real Decreto como una oportunidad para mejorar su eficiencia y reducir costes y no como un cuaderno más a cubrir”, es una de las recomendaciones que este investigador dirige al Ministerio.
En muchos de los casos no hay una estimación real del aporte de nutrientes de los abonos orgánicos
“En muchos de los casos no hay una estimación real del aporte de nutrientes de los abonos orgánicos”, admite. "El Real Decreto exige un análisis del estiércol para conocer su composición y un análisis de suelo para cuantificar el nitrógeno inicial existente, pero esto puede desincentivar su utilización por parte de muchos agricultores e iría en contra de la valorización de estos abonos orgánicos en una filosofía de economía circular”, advierte Luis. Grado de mineralización y dispoñibilidad para los cultivos de los estiércoles según su procedencia Dependiendo del tipo de abono orgánico y su velocidad de mineralización éste estaría disponible más rápido o más lentamente para el cultivo, lo que se denomina coeficiente de equivalencia. En el caso del purín de porcino o la gallinaza, por ejemplo, se trata de un abono orgánico que se descompone rápidamente. “Tiene mucho nitrógeno amoniacal y sería casi equivalente a un abono químico”, compara el investigador del INTIA. Por contra, el purín de vacuno estaría disponible a corto y medio plazo y el estiércol durante varios años. 
Para hacer un balance de nitrógeno correcto hay que tener en cuenta los cultivos anteriores (leguminosas, restos de paja), ya que los cultivos precedentes pueden aportar o descontar nitrógeno
Para hacer un balance de nitrógeno correcto es necesario basarse en un análisis de nitrógeno mineral del suelo (nitrato y amonio) y también tener en cuenta los cultivos anteriores. “El cultivo precedente puede aportar o descontar nitrógeno, por eso debe valorarse si han quedado restos de paja o si se ha tratado de un cultivo de leguminosas que contribuye a fijar nitrógeno ambiental en el suelo”, ejemplifica. Para ajustar las dosis a utilizar a las necesidades del cultivo, es necesario conocer la composición del abono orgánico a usar, bien mediante una analítica individualizada del material resultante en la explotación ganadera, bien teniendo como referencia una tabla genérica que refleje la composición media en nitrógeno, fósforo y potasio de cada tipo de purín o estiércol, teniendo en cuenta el nivel de humedad y materia seca concreto a la hora de hacer la aplicación en campo.  También recomienda hacer los cálculos de las necesidades nutricionales y de abonado en función del rendimiento medio de la parcela y no del rendimiento potencial de la parcela. “Solo con este cambio de criterio se lograría reducir las dosis empleadas”, asegura Luis Orcaray.

Herramientas y aplicaciones disponibles para el cálculo de las dosis de fertilizante

La nueva PAC, al igual que las normativas europeas y estatales, avanzan hacia un uso más eficiente de los productos fertilizantes. Para facilitar la labor de los agricultores en este ámbito, se están desarrollando una serie de aplicaciones informáticas que ayudan a realizar una estimación de las dosis de abonos a aplicar. Conocemos algunas de ellas de la mano de sus creadores:

FaST

Isidro Campos es funcionario de la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea y uno de los responsables de FaST (Farm Advisory Tool for Nutrients), la herramienta para la gestión sostenible de fertilizantes en la nueva PAC. Las Estrategias De la Granja a la Mesa y de Biodiversidad establecen un objetivo muy concreto de reducción de la pérdida de nutrientes en los suelos de un 50% en 2030, lo que implicaría una reducción en el uso de fertilizantes en al menos un 20%. “En la actualidad se estima que la eficiencia en el uso del nitrógeno en la media de la UE está en un 60% y se pretende ir optimizando en los próximos años estos niveles para reducir la pérdida de nutrientes y los posibles riesgos de contaminación”, detalla Isidro.
En la actualidad se estima que la eficiencia en el uso del nitrógeno en la media de la UE está en un 60%
Del mismo modo, entre los 9 objetivos que recoge el acuerdo político de la nueva PAC, cerrado en verano por los Estados miembros de la UE, se encuentran el cuidado del medio ambiente, la preservación de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático. En este sentido, desde la Comisión Europea se harán recomendaciones a los distintos países para que orienten sus Planes Estratégicos nacionales a los objetivos del Pacto Verde Europeo y de cara a la transformación del sistema de estadísticas agrarias para que tenga un enfoque más ambiental. El tratamiento de cada Estado miembro será individualizado. “La Comisión Europea es consciente de la diversidad de situaciones en el uso de nitrógeno y en el riesgo potencial de contaminación por nitrógeno dentro de la UE, donde existen una serie de puntos calientes a los que se debe prestar mucha atención”, reconoce Isidro.
Al igual que la aplicación de los ecoesquemas, la utilización de FaST también tiene carácter voluntario para los agricultores
Dentro de la nueva PAC se propone que debe ofrecerse a los agricultores por parte de los Estados miembros una herramienta digital con el objetivo de ayudarles en las tareas agronómicas con el cálculo de las necesidades de nutrientes de los cultivos y el manejo de fertilizantes. Al igual que la aplicación de los ecoesquemas (pagos adicionales por implementación de buenas prácticas), la utilización de FaST (la herramienta para la gestión del nitrógeno de la explotación) también tiene carácter voluntario para los agricultores. Los elementos principales que incluye la nueva herramienta son un balance completo de nutrientes de cada parcela y los límites y requerimientos legales de nutrientes establecidos para esa zona concreta, teniendo en cuenta si se trata o no de una zona vulnerable. Esta herramienta digital está ya disponible como proyecto piloto para los agricultores de Bulgaria, Grecia, Rumanía, Eslovaquia y la región belga de Valonia. En España, dos comunidades autónomas, Andalucía y Castilla y León, han participado también en el proyecto inicial para el desarrollo de FaST. La app ya se puede descargar a modo prueba en el siguiente enlace
En la nueva PAC se pretende proveer de asesoramiento a los agricultores y ayudarles en la estimación de las necesidades de fertilización de sus cultivos
Para dar una recomendación de fertilización concreta para cada parcela la herramienta solicita una serie de datos a los agricultores, como tipo de cultivo y expectativa de producción, y les facilita una recomendación en cuanto a los niveles de nitrógeno, fósforo y potasio a utilizar. En relación al uso de la urea en los cultivos, Isidro reconoce que “es necesario dotar a estos algoritmos de herramientas de decisión que hagan una propuesta al agricultor sobre cuando utilizar este tipo de fertilizantes y cuando no para optimizar su uso y minimizar sus posibles efectos negativos”. Desde la Comisión Europea no se pretende establecer una herramienta para todos los Estados miembros, sino que cada país implemente la suya adaptada a sus características. En el caso de España, el algoritmo usado para el cálculo de la fertilización es FertiliCalc, desarrollada en la Universidad de Córdoba por el profesor Francisco Villalobos.

FertiliCalc

Francisco Villalobos es catedrático de la Universidad de Córdoba e investigador del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC y ha sido uno de los creadores de FerliliCalc, una herramienta gratuita para la gestión de los balances de nitrógeno. FerliliCalc funciona como un sistema de apoyo al agricultor en el cálculo de la fertilización de sus parcelas. La herramienta no tiene ánimo de lucro y no requiere registro por parte del usuario y puede descargarse desde la página web de la Universidad de Córdoba, estando disponible en distintos idiomas, incluido el gallego. Esta app dispone de una amplia lista de 149 cultivos en los que permite calcular las cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio necesarios y evalúa los balances de calcio, magnesio y azufre, además de calcular la acidificación y las pérdidas de nitrógeno y elegir la mejor estrategia de fertilización para fósforo y potasio, que puede ir desde una estrategia de suficiencia, en la que se aplica el mínimo fertilizante y únicamente cuando las analíticas de suelo están por debajo de un determinado umbral, o una estrategia general de acumulación y mantenimiento que eleva los niveles de fertilidad del suelo y restituye las exportaciones de nutrientes, buscando máximo rendimiento con abono reducido.
Las estrategias de mantenimiento retornan al suelo los nutrientes exportados, mientras que las de acumulación elevan los niveles de fertilidad del suelo
Los cálculos que realiza la aplicación son bastante simplificados en cuanto al balance de nutrientes y el programa incluye además un manual de usuario para facilitar su utilización. El agricultor comienza eligiendo el cultivo o cultivos de su rotación y fija el rendimiento esperado y tipo de suelo, teniendo la posibilidad de introducir datos reales de análisis de suelo, como concentración de fósforo, potasio, materia orgánica o PH. El usuario elige a continuación el producto fertilizante que desea emplear y el programa devuelve las dosis a aplicar, además del riesgo de pérdida de nitrógeno por volatilización, desnitrificación y livixiación y de acidificación del suelo, expresada en kilos de carbonato cálcico equivalentes que se necesitarían para neutralizar esa acidificación, además del balance para fósforo y potasio y para calcio, magnesio y azufre. Para simplificar la aplicación de abonados en fondo, la nueva versión FertiliCalc 4.0, que se encuentra en fase de desarrollo, ordena los abonos complejos disponibles en el mercado en una lista, optimizando los más recomendables teniendo en cuenta el tipo de suelo y cultivo.

Sativum

David Nafría es jefe de la unidad de información geográfica del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL), que ha desarrollado la aplicación Sativum, que permite gestionar sus fincas a los agricultores de la comunidad en base a datos de suelo, clima y cultivos y que incorpora registros de sensores, satélites y distintas bases de datos. Sativum usa una extensa red de estaciones meteorológicas automáticas formada por la unión entre las redes de AEMET e ITACyL (en total se exportan los datos de unas 200 estaciones) para de esta forma aportar los datos de temperatura y precipitación más representativos de cada parcela. La aplicación, además, muestra datos de lluvia acumulados durante la campaña y calcula anomalías entre las precipitaciones producidas en el año en curso y las esperadas, basándose en la media de los últimos 30 años. En el ITACYL llevan 10 años recopilando datos para esta aplicación, como un sistema de información vinculado a la PAC con 30.000 muestras de suelo georeferenciadas que dan una primera aproximación de las características de los suelos, sobre todo aquellos aspectos que no varían fácilmente, como la textura o la materia orgánica, y sugiere automáticamente unos objetivos de producción acordes a la zona y sistema de cultivo (secano o regadío) con un cálculo de necesidades nutricionales de nitrógeno, fósforo y potasio para alcanzarlos.
La aplicación muestra datos de lluvia acumulados durante la campaña y calcula las anomalías entre las precipitaciones producidas en el año en curso y la media de los últimos 30 años
“Lo más oportuno es que la parcela para la que se quiera realizar un balance de nutrientes disponga de su propio análisis de suelo, pero para aquellas parcelas que no tienen un análisis propio se pueden utilizar las estimaciones obtenidas por técnicas geoestadísticas”, defiende David. Sativum tiene también en cuenta los aportes de fertilizantes orgánicos, el tipo de abono y el año de aplicación con un cálculo de la mineralización alcanzada. Con todo ese compendio de información la herramienta informática hace una sugerencia automática del mejor compuesto químico para completar el equilibrio de nutrientes necesario con las dosis de aplicación, generando de esta forma un plan de nutrientes para esa parcela concreta, con la posibilidad también de agrupar todas las parcelas que tengan sembrado un mismo cultivo y generar de esta forma un plan de nutrientes homogéneo para todas ellas que facilite su aplicación conjunta. David es partidario de que las aplicaciones que se faciliten a los agricultores para el cálculo de nutrientes en sus parcelas sean sencillas y fáciles de utilizar. “Partimos de una situación en la que la mayoría de los agricultores no realiza balances de nutrientes, por lo que el hecho de empezar a hacerlos de forma masiva, aunque sean balances simples, ya es un cambio radical en la gestión de los fertilizantes en España”, defiende.

Cambios que se avecinan en el abonado con el Real Decreto sobre Nutrición Sostenible de suelos agrícolas

La Red RUENA (Red de Uso Eficiente del Nitrógeno en Agricultura) viene de celebrar una jornada para analizar las novedades e implicaciones de la aprobación del nuevo Real Decreto de Nutrición Sostenible. Esta Jornada puso en común la perspectiva del Ministerio de Agricultura, de las empresas de fertilizantes y de los propios agricultores, así como la presentación de distintas herramientas de gestión de nutrientes y cultivos disponibles para los agricultores en la actualidad, como FaST (desarrollada por la Comisión Europea), FertiliCalc (por la Universidad de Córdoba) o Sativum (por la Junta de Castilla y León). En el transcurso de esta jornada online, cuyos vídeos de las ponencias están ya disponibles en el siguiente enlace, María Luisa Ballesteros, responsable desde el año 2011 del área de Fertilizantes de la Subdirección de Medios de Producción Agrícola del MAPA, que es la persona que ha estado trabajando más directamente en el nuevo Real Decreto, ha detallado algunos de los cambios que se avecinan en la gestión de abonos y fertilizantes.
La nueva filosofía es echar sólo lo necesario en el momento necesario
El nuevo Real Decreto afectará tanto a la agricultura como a la actividad forestal. “Se tienen en cuenta la producción primaria agrícola y también las plantaciones forestales de crecimiento rápido, por ejemplo de chopos o eucaliptos destinados a las papeleras, porque en cierta medida, aunque los ciclos de cultivo son distintos, se utilizan criterios de fertilización similares a los que podrían aplicarse en un cultivo de maíz”, justifica María Luisa. Aspectos atascados La nueva normativa regula tanto la aplicación de abonos orgánicos (como purines, estiércoles o lodos de depuradora) como de fertilizantes químicos (utilización de urea, por ejemplo). Se establecerán además periodos de prohibición de abonado y se fijarán zonas vulnerables en las distintas comunidades autónomas, en las que las condiciones de fertilización y aplicación serán más estrictas. Estas prohibiciones irán en consonancia con el Real Decreto 818/2018 sobre medidas para la reducción de las emisiones nacionales de determinados contaminantes atmosféricos, impulsado desde el Ministerio para la Transición Ecológica. 
El Real Decreto está teniendo una tramitación larga porque es un documento complicado y hay muchos flecos aún pendientes que esperemos que puedan desatascarse en las próximas semanas
 “El Real Decreto está teniendo una tramitación larga porque es un documento complicado, y hay muchos flecos que esperemos que puedan desatascarse en las próximas semanas. Estamos terminando de ponernos de acuerdo con otros Ministerios y nos gustaría que fuese cuanto antes", reconoce. “Hay muchos aspectos que están aún en discusión y hay que esperar a ver si se van perfilando, pero la filosofía fundamental es que cualquier material que aportemos al suelo debe tener una justificación y producir un beneficio agronómico al suelo y al cultivo. En resumen, la nueva filosofía es echar sólo lo necesario en el momento necesario”, concluye. En cuanto al calendario de aplicación, se estima que la nueva normativa quede aprobada en la segunda mitad de 2022 y a partir de ahí empezaría a implantarse paulatinamente en paralelo a la nueva PAC y a la fijación de los ecoesquemas. Con el foco puesto en el nitrógeno Mapa de riesgo sobre el uso de nitrógeno en la UE “Es necesario reflexionar sobre los nutrientes en el suelo, especialmente sobre los aportes de nitrógeno, que es donde se están poniendo muchos focos”, avanza María Luisa Ballesteros. En este sentido, el Real Decreto define periodos en los que no se puede realizar un abonado de nitrógeno porque existe riesgo de pérdida. La representante del Ministerio defendió la necesidad de considerar todos los nutrientes de forma conjunta, teniendo en cuenta lo que aporta cada fuente y las necesidades del cultivo, es decir, planificar los aportes de nutrientes en función de la rotación de cultivos prevista.
Cualquier material que aportemos al suelo debe tener una justificación y producir un beneficio agronómico al suelo y al cultivo
“Todo esto necesita una planificación y un cierto planteamiento a futuro. Por ejemplo, incorporas paja al suelo porque aporta materia orgánica, pero no estás considerando que también te aporta nitrógeno, fósforo y potasio, y eso hay que tenerlo en cuenta en los planes de fertilización posteriores”, ejemplifica. ¿Dejar de fertilizar? El Real Decreto de Nutrición Sostenible se engloba dentro de la visión de la Comisión Europea plasmada en el marco del Pacto Verde Europeo, que busca transformar la UE en una economía eficiente en el uso de los recursos. “Hay toda una estrategia para hacernos, en el conjunto de la UE, menos dependientes del exterior y conseguir un sistema de producción de alimentos que sea sostenible y para eso va a ser fundamental la gestión de los suelos agrícolas y los nutrientes”, justifica María Luisa.
Si tenemos un problema de emisión de gases de efecto invernadero por culpa de la fertilización la solución no es dejar de fertilizar
 “Tenemos que pensar que los suelos que se pueden dedicar a la producción agraria no van a aumentar, al contrario, muy posiblemente vayan a disminuir, mientras que la población mundial está creciendo y suelos que son muy válidos para la agricultura están perdidos por la urbanización y los asentamientos de población, que se han producido históricamente en los suelos más fértiles”, argumenta. “Dentro del Pacto Verde Europeo se busca dejar de producir emisiones netas de gases de efecto invernadero y amoniaco en 2050 y hay que conseguir que toda la UE avance al mismo tiempo, sin que haya sectores que se queden atrás”, insiste.  “Si tenemos un problema de emisión de gases de efecto invernadero por culpa de la fertilización la solución no es dejar de fertilizar, porque tenemos que asegurar la seguridad alimentaria con alimentos suficientes y asequibles a toda la población”, razona.
La nueva PAC va a estar muy ligada a como el agricultor maneje los nutrientes y en eso va a ser muy importante controlar la lixiviación de nutrientes hacia las aguas
 “Pero si como agricultor logras reducir la utilización de fertilizantes sin bajar la productividad de la tierra a través de un manejo más eficiente, lograrás también reducir tus costes, porque ese es uno de los gastos más importantes. Con esta mejora de la competitividad haremos también más interesante para las nuevas generaciones el medio rural”, argumenta la representante del Ministerio. “La nueva PAC intenta abordar este tema, entrando de lleno en el manejo de nutrientes, aunque los ecoesquemas estén aún sin acabar de concretarse y definirse. Pero las ayudas van a estar muy ligadas a como el agricultor maneje los nutrientes y en eso va a ser muy importante controlar la lixiviación y la posible contaminación hacia los acuíferos”, indica. Estiércoles y purines Los objetivos del Real Decreto son el mantenimiento o incremento de la materia orgánica de los suelos agrarios, la reducción de emisión de los gases de efecto invernadero y amoniaco y la prevención de la contaminación de las aguas por nitratos.
El Real Decreto define periodos en los que no se puede realizar un abonado de nitrógeno porque exista riesgo de pérdida
“Tenemos que manejar muy bien los nutrientes, especialmente el nitrógeno. No es fácil, porque a veces las medidas que tomamos para reducir los gases de efecto invernadero hacen que tengamos más riesgo de contaminación por nitratos. Las enmiendas orgánicas son uno de los grandes agujeros negros que tenemos a la hora de hacer una planificación de fertilización. Necesitamos saber cuáles son los contenidos en nutrientes de estos productos y materiales, por lo que a partir de la entrada en vigor del nuevo Real Decreto el productor de purines y estiércoles debe disponer de un balance de masas a través de una analítica para facilitar al agricultor que vaya a usar esas enmiendas", avanza María Luísa.
Se propone que se entierren los estiércoles antes de las cuatro horas y la prohibición de esparcir purines en abanico
Se permitirá el empleo de estiércoles y purines para aportar nutrientes con un periodo mínimo de dos meses entre la aplicación y la cosecha y se propone que, en el caso de los estiércoles, estos sean enterrados antes de las cuatro horas, así como la prohibición de esparcir purines en abanico, aunque se da margen a las comunidades autónomas para poner requisitos específicos, sobre todo en zonas vulnerables. Van a ser, por ejemplo, las comunidades, las que definan en qué periodos se prohíbe hacer una fertilización con nitrógeno en función de sus características climáticas, o las que establezcan límites más estrictos a los fijados por la normativa actual. 
La cantidad máxima de estiércol aplicada al terreno en las zonas vulnerables será la que contenga 170 kg/ha de nitrógeno
La restricción básica de 170 unidades fertilizantes de nitrógeno de procedencia de estiércoles animales parte de una directiva de la UE que regula la contaminación por nitratos procedente de fuentes difusas que el nuevo Real Decreto no va a cambiar. De esta forma, la cantidad máxima de estiércol aplicada al terreno en las zonas vulnerables seguirá siendo la que contenga 170 kg/ha de nitrógeno, según las obligaciones recogidas en la Directiva 91/676/CEE, de protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos, la misma cifra que está incluida dentro de los requisitos legales de gestión de la condicionalidad de la PAC actual. Límites al uso de urea El Real Decreto dice que siempre que sea posible se priorizará el uso de fertilizantes orgánicos en los suelos, al mismo tiempo que limita la utilización de fertilizantes ureicos. En el último borrador del texto hecho público se dice que sólo el 25% de las necesidades de nitrógeno de un cultivo podrá aportarse mediante fertilizantes ureicos, aunque no se aclara si ese porcentaje es exclusivamente el que proviene de urea y soluciones nitrogenadas o también incluye el nitrógeno ureico que forma parte, por ejemplo, de los fertilizantes compuestos NPK. "Es uno de los puntos que está en discusión", reconoce, aunque es clara: "Tenemos un problema muy grave con las emisiones de amoniaco que tenemos que atajar".
El Real Decreto prioriza la fertilización del suelo con abonos orgánicos y se limita el uso de urea al 25% de las necesidades de nitrógeno de un cultivo
De esta forma, se limita el uso de la urea aunque no se prohíbe totalmente. “Es un fertilizante barato que si se emplea correctamente puede venir muy bien”, reconoce la representante del Ministerio. Se permite su uso con medidas de mitigación, como por ejemplo aportarla mediante fertirrigación o mezclada con inhibidores de la ureasa. Lodos de depuradora Uno de los objetivos del Real Decreto es el mantenimiento de la salud de los suelos, con un control de contaminantes en el suelo agrario, para evitar su degradación. Entre otros aspectos concretos, se limita la cantidad de metales pesados que los suelos pueden recibir anualmente. “Cuesta mucho hacer un suelo agrario productivo, pero éste se puede degradar muy rápidamente con cierta facilidad”, argumenta María Luisa.
Para preservar la salud de los suelos se limita la cantidad de metales pesados que pueden recibir anualmente
Para ello, insiste, “una parte muy importante es mejorar las propiedades biológicas de los suelos agrarios, porque esa microbiota va a hacer que con menos fertilización logremos mejores resultados”.
El uso de lodos de depuradora requerirá de un informe técnico previo que justifique su necesidad
Se establecen también condiciones para el uso de lodos de depuradora, que “tienen un valor agronómico importante pero su utilización genera riesgos de aumento de metales pesados en el suelo”, reconoce María Luisa. Planes de Abonado Otra de las herramientas fundamentales en el nuevo Real Decreto son los Planes de Abonado, considerados esenciales para racionalizar el uso de fertilizantes. El Plan de Abonado se deberá incorporar al Cuaderno de Explotación, en el que se registre cada parcela (fechas, dosis, medidas de mitigación empleadas, etc). “Se busca que el agricultor sea más consciente de cómo está haciendo los aportes, con una evaluación agronómica y económica, que es bueno tenerla”, razona. No se pide específicamente, pero el agricultor debería hacer un seguimiento del cultivo y una evaluación final con un cálculo de costes de abonado. “Muchos agricultores se llevarían una sorpresa, ya que aportando menos en el momento preciso se puede lograr un mayor rendimiento con un menor coste. Es un balance necesario en cualquier empresa”, justifica la representante del Ministerio.
El Real Decreto de Nutrición Sostenible obligará a los agricultores a elaborar un Plan de Abonado con carácter plurianual (3 años en cultivos de secano y 2 en regadío) a partir de 2026
El Plan de Abonado deberá tener carácter plurianual (3 años en cultivos de secano y 2 en regadío) y será obligatorio a partir de 2026, aunque circunstancias como cambios en la planificación de cultivos o las condiciones meteorológicas podrían obligar al agricultor a variar su Plan de Abonado plurianual.  Faltan por definir en la redacción final del Real Decreto determinados aspectos en relación al Plan de Abonado, aunque María Luisa Ballesteros avanza que "el Cuaderno de Explotación va a ser obligatorio para casi todos los agricultores, aunque puede que haya una excepción para las pequeñas explotaciones de carácter familiar".  Guías de Buenas Prácticas Para concretar los distintos aspectos normativos, se elaborarán Guías de Buenas Prácticas en fertilización de suelos agrarios y nutrición sostenible de cultivos por parte del Ministerio y las comunidades autónomas y en caso de discrepancia entre ambas el MAPA dirigirá recomendaciones a las comunidades. Estas guías incluirán medidas como la gestión del nitrógeno, para evitar la contaminación de acuíferos por nitratos o la reducción de las emisiones de amoniaco por el uso de fertilizantes minerales.
Será necesario un asesoramiento técnico o la utilización de un programa en el que a través de un algoritmo ayude al agricultor a tomar decisiones de abonado
En la redacción definitiva de la nueva normativa hay un apartado específico para las abonadoras, que deben estar en buen estado y “en la medida de lo posible” calibradas. “Pero este es uno de los puntos del Real Decreto que hay que definir más, porque este aspecto de las abonadoras es fundamental para un esparcido uniforme y un control de las dosis aplicadas”, razona María Luisa. Será necesario también un asesoramiento técnico o la utilización de un programa en el que a través de un algoritmo ayude al agricultor a tomar decisiones de abonado, con necesidad de informe técnico a mayores para utilización de ciertos materiales, como por ejemplo los lodos de depuradora.
El Cuaderno de Explotación va a ser obligatorio para casi todos los agricultores, solo puede que se haga una excepción para pequeñas explotaciones de carácter familiar
"Los asesores deberán estar inscritos en el REGFER y las comunidades autónomas podrán ofrecer un servicio público de asesoramiento. El asesor deberá tener conocimientos de cultivos, agronomía e impacto de los distintos materiales utilizados en el medio ambiente pero se está planteando que este asesoramiento pueda ser substituido por una serie de algoritmos y aplicaciones informáticas que faciliten el manejo de nutrientes al agricultor", detalla. 

Uso de fertilizantes minerales en España: 7 millones de toneladas anuales

El Real Decreto de Nutrición Sostenible incluye una obligación de cara a los fabricantes y operadores de fertilizantes, que deberán registrarse en un registro específico (REGFER) en cada comunidad autónoma en la que tengan instalaciones y declarar las ventas anuales de los distintos tipos de fertilizantes que fabriquen (minerales, orgánicos, organominerales y bioestimulantes). En España se consumen anualmente unos 7 millones de toneladas de fertilizantes minerales:  5 millones de toneladas anuales de fertilizantes y 2 millones de toneladas de macronutrientes (aproximadamente 1 millón de toneladas de N; 500.000 toneladas de P205 y 400.000 toneladas de K20).
Los fabricantes deberán declarar en cada comunidad autónoma en la que tengan instalaciones sus ventas de fertilizantes
Este aspecto de la normativa levanta recelos en el sector, ya que se piden datos de ventas que las empresas consideran confidenciales. La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE) agrupa a las principales empresas (está formada por 14 miembros), la mayoría de ellas con plantas de fabricación en España (en concreto, 19 centros de producción). Priorizar la utilización de abonos orgánicos A mayores de los fertilizantes químicos, en España se emplean anualmente con finalidad agrícola unos 111 millones de toneladas de estiércol y unos 48 millones de metros cúbicos de purines procedentes de los distintos tipos de explotaciones ganaderas.
En España se emplean anualmente unos 111 millones de toneladas de estiércol y 48 millones de metros cúbicos de purines
ANFFE acoge favorablemente la iniciativa del Ministerio de regular el aporte sostenible de nutrientes a los suelos agrarios y que no se tengan en cuenta sólo los fertilizantes, sino todas aquellas actividades que aporten nutrientes al suelo. “Nos felicitamos que haya una regulación sobre la mejora de la productividad de los suelos agrarios y la reducción de la contaminación, con directrices para la elaboración de un plan de abonado y sobre buenas prácticas agrícolas”, asegura Paloma Pérez, representante de ANFFE, que pide coherencia entre las medidas fijadas por el Ministerio y las comunidades autónomas, “porque el agricultor debe tener las cosas claras”, defienden los fabricantes. “Es importante destacar que en España el agricultor ya está haciendo las cosas bien, pero siempre se puede mejorar. La agricultura europea es de las más eficientes del mundo, pero si se reduce la productividad de los suelos en la UE y es necesario importar más alimentos eso será menos sostenible”, insisten los fabricantes de fertilizantes en relación a la intención de la Comisión Europea de avanzar en la producción ecológica y reducir el uso de abonos químicos. “Una fertilización mineral, si se realiza adecuadamente y con nutrientes fácilmente disponibles para las plantas, es menos contaminante que la fertilización orgánica, donde la mineralización es impredecible en el tiempo y depende de factores no controlables como la humedad y temperatura y puede aportar metales pesados”, argumentan las empresas integradas en ANFFE.