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Recogida del maíz este miércoles en la zona sur de la provincia de Lugo
El 2020 no será, por lo general, un buen año de maíz. Los primeros días de la campaña de ensilado de este año están sirviendo para constatar una menor producción, sobre todo en aquellos terrenos más secos donde el cultivo se vio más afectado por la sequía del mes de julio.
En zonas cuanto más al sur, donde más se notan los efectos del calor y donde los suelos son más arenosos, es donde más están sufriendo las mermas en el rendimiento por hectárea. En la zona de Chantada, por ejemplo, ya comenzaron a ensilar hace dos semanas las primeras fincas afectadas por la sequía.
Jorge Meiriño, de la cooperativa Aira, explica que tiveron que empezar a ensilar antes este año, a comienzos de septiembre, en fincas en las que el maíz no aguantó y se secó antes de completar su ciclo de crecimiento y en otras en las que se sembró temprano y en las que la cosecha vino con adelanto «porque al hacer mucho calor este año se adelantó el ciclo», explica.
«La cosecha será regular en esta zona, sobre un 30% menos en comparación con el año pasado, también porque el año pasado fue muy bueno porque le había llovido mucho al maíz y se habían sacado de promedio 40.000 toneladas. Aquí las fincas son muy heterogéneas, en un año normal las hay de 50.000 kilos pero también de 35.000», dice.
Hemos estado ya desbrozando fincas en las que se secó el maíz y no se pudo aprovechar nada porque ni siquiera llegó la espigar
«Las que el año pasado se comportaron bien porque llovió, este año van a tener malos resultados. Esto es mayoritariamente un suelo franco-arenoso y cuando baja la humedad a 50-60 centímetros de profundidad el maíz se muere, por lo que las fincas que dependen de la climatología este año se comportarán mal en cuanto a resultados. Hemos estado ya desbrozando fincas en las que se secó el maíz y no se pudo aprovechar nada porque ni siquiera llegó la espigar», añade.
Adelantar el ensilado del maíz que se secó
La cooperativa Aira, que tiene una planta en Sarria donde prepara la mezcla húmeda para la ración diaria que sirve a unas 40 ganaderías socias, comenzó este martes a ensilar para esta planta el maíz que se ha ido secando antes de tiempo.
«Esta semana empezamos a picar para llenar un silo pequeño en el que meter el maíz que se secó, con el resto empezaremos ya de sucesivo ahí por el 26, 27 o 28 de septiembre», cuenta el responsable de la planta, José Manuel López Pardo, que lleva también la producción forrajera.
Por lo que estamos viendo en campo prevemos entre un 15 y un 20% menos de producción con respecto al año pasado
En la zona de Sarria esperan también algo menos de producción que el año pasado. «El maíz seco que comenzamos a meter no sirve de referencia y no tenemos aún pesadas, pero por lo que estamos viendo en campo prevemos entre un 15 y un 20% menos de producción. Las fincas buenas pueden tener el mismo rendimiento, pero en las normales sí que se nota. En general con tanto calor el maíz quedó más bajo, porque el calor le hizo crecer muy rápido y ni el tronco ni la espiga han tenido el desarrollo que tenían que tener», asegura.
La diferencia de lo que sucede con otras plantas de forraje, como las de la cooperativa Os Irmandiños en Barreiros, Agropres en Castropol o Ganxabar en Mazaricos, Aira no gestiona directamente las tierras y los cultivos que ensila en su planta de Sarria, sino que se abastece, por un lado, de los forrajes que aportan los propios ganaderos usuarios del catering (que representan más o menos el 50% de los suministros) y de compras que la planta hace tanto a otros productores de la zona que no tienen vacas como del maíz que compran en otras zonas de Galicia.
Tenemos bastantes stocks aún del año pasado, porque había habido mucho maíz y habíamos aprovechado para ensilar algo más del que precisábamos. Nos ha venido bien para poder compensar este año
El año pasado la cooperativa ensiló en sus instalaciones de San Xulián da Veiga 17.000 toneladas de maíz, aunque este año han previsto meter algo menos. «Tenemos bastantes stocks aún del año pasado, porque había sido un año en el que había habido mucho maíz y mucha oferta y aprovechamos para ensilar algo más del que precisábamos y nos ha venido bien para poder compensar este año, en el que la cosecha es peor. Jugamos con esa ventaja de tener que meter menos. Vamos a ensilar unas 15.000 toneladas en 8 o 9 silos, pero aunque por aquí se sembró la misma superficie, en tierra igual tenemos que comprar más que el año pasado», explica José Manuel.
Lluvia salvadora
Esta semana se ha empezado también la campaña en el Deza. Kiko Mosquera, el responsable de maquinaria de la cooperativa Cobideza, espera que la producción se mantenga en la media de los últimos cuatro o cinco años. «Pienso que nin va a ser muy pobre ni tampoco excelente. La media de todos los ganaderos podría andar por los 30.000 kilos por hectárea, para pasar de un rendimiento de 35 toneladas en esta zona ya tiene que ser buena la finca», indica.
Este año en el Deza no ha ayudado la sequía del verano, pero tampoco otros factores como el frío de la primavera o plagas como el gusano. Y un problema recurrente, el del jabalí. Como en otras zonas de Galicia, ha habido importantes daños por culpa del jabalí. «Estamos viendo muchos destrozos en las fincas, en las que recogimos el martes el 20% estaba tumbado y en las que andamos el miércoles había estado en todas y puede haber una afectación del 10% tranquilamente», cuenta.
En Cobideza cuentan finalizar la campaña de ensilado por el Pilar y recogerán unas 400 hectáreas sembradas. «Si llueve algún día paramos pero al día siguiente ya podemos volver a ensilar, para recoger el maíz el mal tiempo no nos retrasa tanto como en la campaña de la hierba», explica. De todos maneras, asegura, «la lluvia de estos días atrás nos retrasó el comienzo de la campaña de ensilado del maíz una semana pero también ha sido su salvación».
Menores pérdidas en A Mariña
El CAVI de Irmandiños ha comenzado esta semana a llenar sus silos en Barreiros, los más grandes de Galicia
En la zona de la Mariña, una de las más madrugadoras de Galicia tanto a la hora de la siembra como de la recogida, se comenzó esta semana la campaña. La cooperativa Os Irmandiños, al igual que la empresa Comercial Agropres, que cuentan con las dos plantas de gestión de forrajes que operan en la zona, han empezado ya a llenar sus silos, de los que después suministran mezcla húmeda a explotaciones de la comarca, el occidente de Asturias y zonas como A Pastoriza en A Terra Chá.
El que fue labrado temprano, a finales de abril o principios de mayo, va a tener producciones altas. El que fue echado más tarde va a rendir menos, tanto por tamaño de planta como por espiga
Mauro Louzán, técnico de Irmandiños, una de las tres cooperativas que integran Clun, asegura que en la costa las pérdidas de rendimiento por la sequía van a ser menores que en zonas del interior. «En las fincas donde el maíz se labró temprano, a finales de abril y principios de mayo, va a haber buena producción, alrededor de unos 45.000 kilos por hectárea. El que fue labrado más tarde aún se está haciendo, pero en ese, aunque la sequía se notó menos que en el centro de Galicia, va a haber menos producción, tanto por tamaño de planta como por espiga. Yo le calculo unos 38.000 kilos. Así que al final va a compensar uno al otro, porque el primero que se sembró va a tener producciones altas», argumenta.
Dependiendo de como venga el tiempo, Mauro espera finalizar la campaña en los plazos habituales, en torno al 20-25 de octubre. El CAVI de Irmandiños, que sirve comida a 55 ganaderías de leche, es la mayor planta de gestión de forrajes de Galicia. «Este año sembramos alrededor de unas 380 hectáreas gestionadas directamente por nosotros para nuestra planta, unas 80 más que el año pasado, y a mayores las que echamos para otros ganaderos, con una superficie que en este caso fue semejante a la del año pasado», indica.
A Mariña fue otra de las zonas en las que el jabalí ha trabajado mucho este año, aunque está respetando la época de ensilado. «El jabalí afectó bastante en el momento de siembra, anduvo bastante en aquel momento, pero ahora hacia la recogida parece que no tanto, últimamente se han hecho batidas y parece que algo de efecto han cundido», considera Mauro.
Cosechadora de la empresa Comercial Agropres, que labra 900 hectáreas para su planta de forrajes
También ha comenzado a ensilar esta semana Comercial Agropres, la empresa asentada en el polígono de Barres, en Castropol, pero que trabaja tanto en el occidente de Asturias como en el lado gallego, en ayuntamientos como Ribadeo, Barreiros o Trabada. A diferencia de la de Irmandiños, la ración que sirve Agropres a sus clientes, unas 60 explotaciones de la zona, no lleva silo de hierba, por lo que el maíz es el protagonista.
Siembran unas 900 hectáreas para la planta de Barres y han comenzado recogiendo el primero en ser sembrado, en fincas a nivel del mar, según explica José Portela, técnico de cultivos de la empresa. «En principio va a ser una cosecha normal, no va a ser de los mejores años pero tampoco de los peores, calculamos entre 40 y 42.000 kilos por hectárea de promedio», indica.
«Llovió cuando tenía que llover, porque a finales de julio y en la primera semana de agosto el maíz estaba bastante apretado hídricamente, pero le dio la vida las tormentas que hubo en torno al 10 de agosto. Cambió por completo y fue recuperando con algo más que llovió después, si no hubiese sido por esa lluvia de mediados de agosto este año sería un mal año de maíz porque el mes de julio incluso aquí en la costa fue bastante duro en cuanto a sequía», dice.
Ganxabar comenzará en los próximos días
En otras zonas de Galicia los trabajos de ensilado del maíz comenzarán algo más tarde. Es el caso de Ganxabar, la cooperativa que gestiona en conjunto los forrajes y la recría de 8 ganaderos de Xallas y Barcala. Sus silos, ubicados en Mazaricos, son los terceros más grandes de Galicia, tras el CAVI de Irmandiños y la planta que Aira tiene en Sarria. Cuentan con 2.500 metros cúbicos de silos y gestionan 1.000 hectáreas para producción de forrajes, de las que este año han sembrado unas 600 a maíz. Comenzarán a ensilar la próxima semana si las previsiones meteorológicas, que dan lluvias, lo permiten.
Lo mismo sucede en otros ayuntamientos de la provincia de A Coruña, como Ponteceso, Ordes o Boimorto, donde el jabalí también se cebó este año, con importantes daños, aunque muchas veces hasta empezar a ensilar no se ven las consecuencias reales de sus incursiones, pues no se aprecia la verdadera dimensión de los destrozos hasta que pasa la maquinaria.
En Santa Comba o en A Pastoriza son las menos a día de hoy las ganaderías que han decidido empezar a ensilar y el fuerte de la campaña no arrancará hasta octubre
En Santa Comba son las menos a día de hoy las explotaciones que han decidido empezar a ensilar. En la comarca del Xallas se espera también una producción algo más baja que la del año pasado, con reducciones del 20 al 25%. En esta zona hay menores afectaciones por daños del jabalí porque la superficie está más aprovechada para el cultivo y hay menos monte.
Una situación semejante se da en A Pastoriza, donde la superficie agraria vacía tampoco abunda. En este ayuntamiento de A Terra Chá, al igual que en otras zonas del interior de la provincia de Lugo, como en Cospeito, Castro de Rei, Friol, Palas o Xermade, no se ha iniciado tampoco la campaña del maíz, ya que comienzan a cosechar las tierras habitualmente a principios de octubre.
«Hay una diferencia de 15 o 20.000 kilos entre las fincas de regadío y las de secano»
Diferencia entre el maíz labrado en fincas de regadío (arriba) y de secano (abajo) por la Ganadería Xuíz
El cultivo de maíz en sistema de regadío no es habitual en Galicia, pero en años de sequía como este es una salvaguarda para asegurar la cosecha. Ganadería Xuíz, ubicada en el ayuntamiento de Bóveda, echó este año 29 hectáreas de maíz, la mitad en regadío y la otra mitad en fincas sin riego.
En esta zona del sur de la provincia de Lugo el calor aprieta y la sequía se ha dejado notar de lleno este año. Si no fuese por las fincas que tienen alquiladas en Ribas y Probeiros, en la zona del regadío del Valle de Lemos, la cosecha de maíz no habría compensado los gastos de la semilla, la preparación de las tierras, el abonado, la siembra, los tratamientos y la recogida.
Este es un año complicado, contamos sacar un promedio de 33.000 kilos entre las de regadío y las otras. De no ser por el regadío no compensaría mucho echarlo
«Este año contamos sacar un promedio de 33.000 kilos entre todas las fincas, es un año complicado», reconoce Pablo Rodríguez, un joven de tan sólo 22 años que se encuentra al frente de esta explotación. Si comparas la producción de las fincas de regadío este año con la del año pasado puede haber una merma de 7.000 u 8.000 kilos, pero de una finca de regadío a una de secano puede haber tranquilamente de 15 a 20.000 kilos de diferencia. Si no fuese por el regadío en esta zona habría años que no compensaría mucho echarlo», admite.
Más información
– Vídeos de la campaña de maíz 2020 en Galicia.
