Propuestas de Gandeiros Galegos de Suprema para el cambio de reglamento de Ternera Gallega

La asociación pide que se iguale el sacrificio de los animales a los 10 meses, tanto de los procedentes de cebaderos, que ahora se pueden mantener hasta los 12 meses, como de los criados en granjas de vacas nodrizas

Ternera Gallega Suprema Rubia Galega

El Consejo Regulador de Ternera Gallega se reúne este jueves para analizar posibles cambios en el Reglamento de las IGP de vacuno de Galicia relativos a los estándares de crianza, sacrificio y comercialización de los animales amparados.

Sobre la mesa hay distintos asuntos, algunos de ellos polémicos, con posturas enfrentadas tanto entre los distintos eslabones de la cadena (productores, mataderos y comercializadores) como entre los propios ganaderos, lo que obligará a llegar a puntos de encuentro.

La asociación Gandeiros Galegos da Suprema, que reúne a unos 400 productores de toda Galicia y fue la candidatura más votada en las últimas elecciones celebradas, ha hecho públicas sus propuestas, que incluyen como uno de los puntos destacados la equiparación de la edad de sacrificio de Ternera Gallega y Ternera Gallega Suprema.

Argumenta su presidente, Santiago Rego, que la ampliación a los 12 meses de vida de la edad de sacrificio en Ternera Gallega fue utilizada por los cebaderos para incrementar los kilos de carne introducidos en el mercado, lo que ha ido en detrimento de los animales marcados con el sello de Suprema.

Diferenciación clara entre Suprema y Ternera Gallega

Uno de los principales caballos de batalla de los ganaderos de Suprema, que motivó la creación de la asociación y forma parte desde los inicios de sus reivindicaciones, es que haya una mayor diferenciación entre el sello de Suprema y el de Ternera Gallega convencional y “un uso adecuado de la imagen de las explotaciones de Suprema en las campañas publicitarias”.

No podemos permitir que se use nuestra imagen pero que a la hora de vender después tengamos exactamente el mismo precio

“No tenemos nada en contra de los cebaderos ni de la Ternera Gallega convencional, del sello azul, pero no podemos permitir lo que ha venido sucediendo hasta ahora, que se utilice la imagen de las explotaciones tradicionales de vacas nodrizas en extensivo, con los terneros mamando en las madres hasta los 7 meses, para promocionar la carne procedente de cebadero”, dicen.

Mejora de la trazabilidad a través de un código QR

“Nosotros no tenemos ninguna guerra contra el sello azul ni contra los cebaderos, todos somos necesarios y tenemos que ir de la mano, no hay otra manera, pero a cada cosa hay que llamarle por su nombre y cuando se promocione la Ternera Gallega convencional la imagen tiene que ser una diferente a cuando se promocione la carne de Suprema para no confundir al consumidor”, afirma Santiago Rego, que considera necesario mejorar también en la trazabilidad.

No tenemos nada en contra de los cebaderos, pero lo que tenemos es que potenciar el nombre y la marca de Suprema

“Tiene que mejorar el etiquetado de la IGP y la clasificación de la carne en los puntos de venta para poner freno a posibles fraudes, algo que está ocurriendo. Nosotros defendemos que el etiquetado tiene que ir un paso más allá, no puede ser una simple pegatina como es hoy, porque esa pegatina después acaba pasando de una canal a otra, sino que tiene que implantarse un sistema de código QR tanto en los mataderos como en los puntos de venta que permita una absoluta trazabilidad de ese animal desde la explotación de origen hasta el consumidor final y donde se sepa cuál fue su modo de crianza, alimentación, fecha de sacrificio, nivel de engrasamiento y todos los demás parámetros”, defiende Santiago Rego.

Mayor engrase y un acabado óptimo de las canales

Desde la asociación Gandeiros Galegos da Suprema se defiende que debe haber una regulación más estricta en lo relativo a los niveles de engrase y finalización de los animales amparados bajo el sello de Suprema.

“No se pueden marcar todos los animales que se venían marcando hasta ahora, porque eso lo que hace es devaluar la propia marca en sí, cuando lo que tenemos que hacer es potenciarla. Nosotros no decimos que tiene que haber un tipo de acabado concreto, sino que cada explotación, dependiendo de la zona en la que esté, puede hacer esa finalización de una manera o de otra, pero lo que tienen que ser son animales homogéneos, bien engrasados y bien acabados”, razona.

Homogenización de las presentaciones de las canales en los mataderos

Santiago Rego reclama también un mayor control en los mataderos en cuanto a lo que son las pesadas y rendimientos, así como la estandarización de la presentación de las canales bajo una misma clasificación (Tipo 3), lo que equivale a una canal poco limpia.

Hay mucha diferencia de peso de sacrificar un animal en un matadero o en otro

“No puede ser que cada matadero haga el tipo de presentación que quiera, porque eso lleva a que en este momento haya una gran diferencia en los rendimientos entre sacrificar un animal en un matadero a sacrificarlo en otro, incluso con pesadas mucho más altas en mataderos que no están dentro de Ternera Gallega”, explica Santiago Rego.

Abaratamiento en el precio del marcaje de los animales

Los productores de Suprema consideran “excesivo” el precio actual cobrado por la IGP por el marcaje de cada animal, establecido en 6 euros. Piden que se rebaje ese importe y que se devuelva a las ganaderías en caso de que ese animal no llegue finalmente a ser sacrificado y comercializado con el sello de la IGP, bien por quedar en la propia explotación como reposición o bien por haber causado baja debido a algún tipo de problema, accidente o ataque de lobo.

Ampliación a otras razas con actitud cárnica

Uno de los debates latentes desde hace tiempo dentro de la IGP es la posible ampliación de los cruces admitidos. La asociación Gandeiros Galegos da Suprema se muestra partidaria de “ampliar la marca Ternera Gallega a otras razas y cruces con actitud cárnica”. “Hay otras razas que están asentadas ya aquí en Galicia; es una realidad que está ahí y consideramos que hay que abrir el abanico a otros posibles cruces con otras razas”, defiende Santiago Rego.

Estacionalidad de los partos

La IGP está elaborando un manual de manejo y alimentación del ganado amparado bajo el sello de Ternera Gallega Suprema en el que se recogen distintos aspectos de la crianza de los animales. Desde el Consejo Regulador ponen el foco en la necesidad de desestacionalizar la producción, con una programación de partos a lo largo del año.

Sin embargo, desde el ámbito ganadero se ve poco realista lograr una distribución de las canales hacia épocas de mayor demanda, como puede ser el verano, algo que la Asociación Gandeiros Galegos da Suprema considera poco factible.

“Los animales son muy sabios y se ponen de parto en los meses de marzo y abril porque es cuando va a haber más disponibilidad de pasto para poder amamantar a sus crías. Lo que no se puede hacer es tratar de cambiar la naturaleza”, argumentan.

“Tiene que haber un retorno para las explotaciones de Suprema del valor añadido que creamos para la marca Ternera Gallega”

La Asociación Gaadeiros Galegos da Suprema arrancó de la Xunta, tras las últimas movilizaciones llevadas a cabo esta primavera, el compromiso de establecer dos líneas de ayudas que compensen el valor creado por las explotaciones de vacuno de carne en extensivo, mediante una prima por kilo de carne producida y otra vinculada a la labor medioambiental que realizan de cuidado del territorio y lucha contra los incendios.

“Si al final somos las ganaderías de Suprema las que estamos dando un valor a la IGP con nuestras explotaciones tradicionales, ese valor creado tiene que ser devuelto de alguna manera a las explotaciones que lo generamos”, justifica Santiago Rego.

Revalorización insuficiente del precio de la carne en origen

Hace un año, cuando los productores de Suprema bloquearon la salida de carne de los mataderos por los bajos precios cobrados en origen, estaban vendiendo los terneros a 4,80€/kilo canal. Hoy lo hacen a 5,70€, pero los costes de producción disparados se han comido por completo esa subida, que “ha ido a parar íntegramente a las fábricas de pienso”, dicen. “Antes pagábamos el concentrado para cebar a 270€ la tonelada y hoy estamos cerca de los 500€/tonelada”, explican.

«Se firmó a bombo y platillo en su momento un protocolo auspiciado por la Xunta en el que todos los eslabones de la cadena se comprometían a pagar a las explotaciones a 6,20€, pero a día de hoy nadie ha conseguido vender aún a ese precio», se queja el presidente de Gandeiros Galegos da Suprema.

Ternera Gallega aborda posibles cambios de reglamento

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