Las propuestas de las industrias para la renovación de contratos lácteos: bajada entre 2 y 5 céntimos y duración de 3 a 4 meses

Nueva caída del precio de la leche en origen en las ganaderías gallegas, que se queda en el entorno de los 45 céntimos. El crecimiento primaveral de la producción y los excedentes de las queserías castigan el mercado

OS LOUREIROS SL (Vimianzo) sala muxido1

La llegada estos días a las explotaciones de los contratos de compra de la leche a partir de abril pone fin a la calma tensa que se vivía en el sector. La intención explicitada por todas las industrias en sus ofertas era la de bajar el precio, una tendencia que se está confirmando ya con las primeras renovaciones, que incluyen correcciones a la baja de entre 2 y 5 céntimos, quedando el litro de leche en origen en Galicia en el entorno de los 45 céntimos.

El sector esperaba una ligera corrección, pero no tanto. Después de haber caído unos 15 céntimos desde hace un año y haber desaparecido por completo el diferencial positivo que durante todo el 2023 se mantuvo en el precio de la leche en España a respecto del resto de países europeos, el precio para los próximos meses comienza a ajustar la rentabilidad de las explotaciones, sobre todo de aquellas más intensivas y más dependientes de la compra de insumos, y también de las que han acometido inversiones en los últimos años y aún las están pagando.

Una bajada de más de 2 céntimos no es asumible por parte de muchas explotaciones, sobre todo de las más intensivas, con los costes de producción actuales

Es cierto que algunos costes de producción en las granjas han bajado con respecto a los máximos alcanzados a finales de 2022 y comienzos de 2023, como por ejemplo la electricidad o las materias primas. El maíz está a 200€ la tonelada en el puerto y la soja a 430€, pero los futuros apuntan a nuevas bajadas debido a una buena producción mundial, aunque su traslado a los piensos que reciben las explotaciones haya sido hasta el momento más limitado. Por el contrario, otros gastos, como los costes salariales o los precios de la maquinaria y los equipamientos, que subieron a causa de la inflación, siguen altos y no se van a mover.

Empieza a sobrar leche

El aumento de la producción en Galicia en el último año (+1%), que se mantiene también en este comienzo de 2024 (+1,37%), y que podría incluso verse acrecentado en los meses de la primavera a medida que aumenten las horas de luz, coincide con un momento de bajada en la producción de queso (-3%) y de caída en el consumo de yogures (-3,1%) y batidos (-2,5%) que no es capaz de compensar el leve incremento en la leche bebida en los hogares (+0,16%).

El año pasado, muchas queserías optaron por comprar la leche directamente en las explotaciones después del desabastecimiento sufrido en 2022, pero en este momento las que tienen recogida propia están ofreciendo sus cisternas sobrantes de leche a otras industrias a precios de oportunidad que llegan incluso a los 40 céntimos, lo que está impulsando la caída de precios en el mercado. “En este momento hay leche a disposición barata a 41 céntimos”, reconocen en algunas industrias.

Los excedentes de materia prima de las queserías están tirando de los precios hacia abajo. En este momento hay leche a disposición barata a 41 céntimos

Con este escenario, la mayoría de empresas vuelven a apostar por contratos de compra de leche a corto plazo, de 4 a 6 meses de duración, que les garantice el mantenimiento de los proveedores a la espera de ver lo que sucede tras el verano, ya que la enfermedad de la EHE y sus efectos en zonas productoras como Galicia podrían cambiar la situación de suministro en los próximos meses.

Pocos movimientos entre industrias

Los últimos meses se están caracterizando por los escasos cambios de industria dentro de la recogida de la leche en Galicia. La estabilidad en los precios, el estancamiento de la demanda y el leve incremento en la producción limita los movimientos.

Los pocos que se han dado se han producido como consecuencia de la decisión de algunas empresas de reducir sus volúmenes de leche, lo que ha obligado a algunas explotaciones a buscar nuevo comprador. Es el caso de los socios de la cooperativa Codeira de Portomarín, que vendían a García Baquero, la quesería castellano-manchega con planta de fabricación en Palas de Rei.

En este momento no hay mucho para donde ir; todas las empresas están cubiertas

El consumo de queso de vaca barato procedente de la importación se ha incrementado en el último año a costa de los quesos tradicionales y de los hechos con mezcla de leche de vaca y oveja, de mayor precio. Ante esto, algunas queserías españolas tomaron la decisión de dejar de hacer recogidas regulares, optando por comprar cisternas spot puntuales para producir más barato. Es lo que explica la reducción en el número de primeros compradores, que ha pasado de 325 en el conjunto del Estado en enero del 2023 a 309 a comienzos de este año.

García Baquero dejó de recoger a socios de la cooperativa Codeira, que se han repartido entre Celta, Lactalis e Inleit

Aunque la intención inicial de Codeira era encontrar un único comprador para la leche de las granjas que suministraban a García Baquero, finalmente unas explotaciones las cogió Celta (las que estaban en pastoreo), otras Lactalis (las que cumplían con la certificación de bienestar animal) y otras pasaron a entregar a Inleit, que también asumió parte de la leche que Larsa dejó de recoger a Aira y a la cooperativa de Frades.

Las explotaciones más pequeñas, en la cuerda floja

Las explotaciones de mayor tamaño siguen teniendo a donde ir, pero las ganaderías pequeñas están encontrándose con menos opciones para la recogida. Empresas como Lactalis están dejando por ejemplo a las explotaciones trabadas, algo que ya hizo también Leche Río hace cuatro años, cuando adoptó la certificación en todas sus granjas

Las industrias esgrimen la normativa de bienestar (muchas veces son las propias empresas las que realizan las auditorías para la certificación) para no renovarles el contrato, aunque la legislación no exige por el momento la desaparición de este tipo de ganaderías, pues establece un plazo que va del año 2026 al 2030 para su adaptación.

Lactalis está dejando a las explotaciones trabadas esgrimiendo la normativa de bienestar animal

Este es además uno de los aspectos de la normativa que las organizaciones agrarias exigen que sea modificado y formaba parte de sus reivindicaciones en las recientes protestas llevadas a cabo por el sector agroganadero. Son muchas veces además granjas que hacen pastoreo, por lo que los animales solo están trabados parte del tiempo, cuando vuelven al establo.

A raíz de las exigencias de las cadenas de distribución, la mayoría de las industrias han adoptado en los últimos años el estándar Welfair y algunas empresas incluso han optado por lucir el logo en su brick, como Lactalis, Pascual o el Grupo Lence.

Pero esta certificación no solo está poniendo contra las cuerdas a las explotaciones pequeñas, sino que va a exigir cambios importantes en el sistema de manejo y también en las instalaciones de la mayoría de granjas. Por ejemplo, los emparrillados no van a estar permitidos en Welfair a partir del año que viene y la superficie de los boxes de los terneros tiene que ser de 2 metros cuadrados para 1 animal, cuando en muchas ganaderías a día de hoy son de menores dimensiones, siendo habituales los de 1,5 metros cuadrados.

Firma al unísono en toda España

Excepto Entrepinares, que va un mes descolgado en Castilla y León (tiene contrato firmado hasta el 30 de abril), en esta ocasión la renovación en Galicia coincide también con la del resto de comunidades, que antes firmaban normalmente un mes más tarde y tomaban como referencia lo sucedido en Galicia.

Larsa y Entrepinares mantienen en este momento los precios más altos, mientras Inleit y Reny Picot firman las mayores bajadas

Los ganaderos gallegos siguen manteniendo un margen de precios negativo de 4,7 céntimos en el caso de Asturias, 3,5 céntimos en el caso de Castilla y León o 3 en el caso de Cataluña, según muestran los últimos datos del FEGA, correspondientes al mes de enero.

En el mes de julio tocará volver a renovar contratos, ya que todas las empresas han apostado por firmar a 4 meses (salvo Naturleite, que ha firmado por 3). Estos contratos a corto plazo permiten a las industrias ajustar mejor sus compras de materia prima a la evolución del mercado en cuanto a precios, oferta y demanda. 

¿Ha tocado fondo la bajada en el precio de la leche en origen?

A día de hoy todas las empresas han salido ya con sus contratos. Se espera que la semana que viene se firmen la mayoría de ellos, toda vez que la última semana de marzo coincide con Semana Santa. Con todo, muchas de las empresas apurarán una vez más los plazos, pues la informatización del proceso de firma permite acortar los tiempos.

Los últimos contratos muchas empresas optaron por mandarlos a sus explotaciones por la aplicación (salvo Entrepinares el resto del sector ha apostado por Docuten, que una vez firmado por el ganadero sube directamente el contrato a la AICA).

Repasamos a continuación algunos de los contratos que se han presentado hasta el momento:

Tres céntimos menos en Lactalis

A pesar de que las industrias que trabajan para Mercadona en Galicia (Naturleite, Entrepinares y ahora también Larsa) tienen cada vez más que decir a la hora de marcar precios y tendencias, el contrato de Lactalis sigue siendo uno de los referentes para el resto de empresas.

La multinacional francesa envió el pasado viernes su contrato a las más de 1.100 granjas a las que compra la leche en Galicia (unos 450 millones de litros anuales). La empresa de la familia Besnier propone un contrato de 4 meses de duración (abril, mayo, junio y julio) con un precio base de 41 céntimos, tres menos que en el actual contrato. Sumando la prima de volumen (que puede ir hasta los 3 céntimos), y las de doble AA (1 céntimo) y bienestar (1 céntimo), el precio final en el mejor de los casos se situaría en los 46 céntimos, aunque la mayoría de granjas gallegas se moverían entre los 45 y los 45,5 céntimos.

La mayoría de las más de 1.100 granjas gallegas de la multinacional francesa pasarían a cobrar entre 45 y 45,5 céntimos

Habitualmente, para cubrirse las espaldas, las empresas suelen presentar ofertas iniciales bajas, que después matizan en los contratos, pero en esta ocasión se da la circunstancia de que el contrato que ofrece Lactalis es incluso más bajo que la propuesta inicial remitida a las explotaciones hace un mes en forma de oferta a un año, (que caduca automáticamente a los 15 días si el ganadero no contesta afirmativamente, pues se da de esta forma por rechazada tras la última reforma del Paquete Lácteo). En este caso, el precio base era de 41,5 céntimos y la duración de 12 meses, mientras que ahora en el contrato ofrece solo 4 meses y reduce el precio en medio céntimo, aunque muchas de las explotaciones que entregan a Lactalis, sobre todo las de mayor volumen, han optado por no firmar de momento este contrato. 

Contrato puente de un mes en Reny Picot

La empresa Reny Picot renovó a principios de mes una parte de sus contratos, que caducaban el día 29 de febrero, marcando el camino de las bajadas para el resto de industrias y consolidando una caída de hasta 5 céntimos en los contratos a partir del 1 de abril. 

La compañía asturiana de la familia Rodríguez propuso inicialmente hace un mes a sus granjas gallegas una bajada de 6 céntimos de golpe, llegando a dejar el precio base en algunos casos por debajo de los 40 céntimos. Pero las explotaciones protestaron y la solución final adoptada fue hacer un contrato tan sólo de un mes (marzo) bajando 2 céntimos en algunos casos y manteniendo el precio en otros.

“Fueron solo unos pocos contratos, con una renovación por un mes para igualarlos con los que finalizan el 31 de marzo, que son la mayoría”, aclaran, pero avanzan que “a partir del 1 de abril saldremos con precios nuevos que, por supuesto, apuntan bajada”, avanzan desde ILAS.

Reny Picot, que recoge en Galicia 250 millones de litros al año en casi 500 ganaderías, sigue siendo una de las empresas con mayor disparidad de precios

El precio base para el próximo contrato pasa a ser de 40 céntimos y, a pesar de la disparidad de contratos que sigue manteniendo Reny Picot, el precio final, en el mejor de los casos y para las ganaderías más grandes, se situaría en este momento por debajo de los 45 céntimos, de los que 3 céntimos se corresponderían con la prima por cantidad (después de haber eliminado la empresa asturiana la prima por volumen super especial que tenía), mientras que la prima por doble AA sería de 0,6 céntimos y la décima de sólidos se pagaría a 0,3 céntimos a partir de 3,7% de grasa y 3,2% de proteína. Como en el caso de Lactalis, tampoco las ganaderías de mayor volumen de Reny Picot han aceptado por ahora el contrato propuesto. 

Los 490 ganaderos a los que recoge Reny Picot en Galicia suman unos 700.000 litros diarios, contando a la cooperativa Cobideza, el principal proveedor de ILAS en la comunidad, que no cuenta por el momento con fábrica de transformación en Galicia. Hace un año adquirió las antiguas instalaciones de Leche Pascual en Outeiro de Rei con la intención de desarrollar un proyecto industrial que parece estar parado en estos momentos.

El proyecto para Outeiro de Rei sigue adelante pero va más lento de lol que nos gustaría

“El proyecto sigue adelante pero va más lento de lo que nos gustaría. La situación concursal de la anterior propietaria de la planta y el desmantelamiento de las instalaciones está retrasando el proceso”, admiten en la empresa. Mientras tanto, la industria asturiana está apostando por la factoría de Navia, trasladando desde Galicia la leche para su transformación.

La planta de Outeiro de Rei estaría destinada a la fabricación de distintos tipos de queso, pero la situación de mercado en este momento no es tampoco propicia, con estancamiento en el consumo y entrada masiva de queso barato desde Centroeuropa, según constatan los datos oficiales de importaciones.

Regularizaciones fuera de contrato en Inleit

La estrategia de Inleit el año pasado fue distinta al del resto de empresas del sector. Mientras que la mayoría de industrias fueron cerrando contratos de precio fijo a corto plazo, la planta de Teixeiro firmó con sus ganaderos a un año, vinculando el precio al índice A3 de la Inlac.

La evolución de este referencial en 2023, en buena parte al estar vinculado al precio en Europa, acabó por dejar el contrato de Inleit muy por debajo del resto del mercado en Galicia, pero la compañía de capital español y estadounidense optó por ir regularizando trimestralmente a sus ganaderos el diferencial existente con el precio medio mensual fijado por el Obsevatorio Lácteo para Galicia por tramos de tipos de granjas según volúmenes, un indicador que se elabora con los datos que aportan todas las industrias teniendo en cuenta las calidades.

Inleit apostaba por esta misma estrategia para el 2024, con una oferta con el mismo precio base de 44 céntimos para abril referenciado en los 11 meses siguientes al índice A3 de la Inlac, con el compromiso de seguir corrigiendo el desfase de precio con la media gallega en el caso de existir. Pero esta política de pagos extracontractuales no está exenta de riesgos para las ganaderías, sobre todo si deciden cambiar de empresa, pues la industria tiene en sus manos pagar o no esa cantidad fuera de contrato correspondiente a los últimos meses.

Inleit ofrecía inicialmente 44 céntimos en abril para un 4,2% de grasa y un 3,4% de proteína, que estandarizado a un 3,70% de grasa y 3,20% de proteína, lo habitual en Galicia, se quedaría en 41,4 céntimos

La propuesta inicial de Inleit tenía además otra diferencia, junto con el hecho estar el precio referenciado a la Inlac, pues exigía unos niveles de sólidos muy por encima del estándar habitual en Galicia. El precio de 44 céntimos para abril era para un 4,2% de grasa y un 3,4% de proteína, cuando lo más frecuente en los contratos firmados en la comunidad es 3,7% y 3,2%. La planta de Teixeiro paga la décima de grasa a 0,4 céntimos y la de proteína a 0,3 céntimos, por lo que descontadas esas cantidades el precio base se situaría en 41,4 céntimos.

Sin embargo, en el contrato definitivo Inleit cambia la modalidad a precio fijo, con un precio base en los próximos cuatro meses de 40 céntimos para un 3,7% de grasa y un 3,2% de proteína, más primas por volumen a partir de 45.000 litros al mes de 0,1 céntimo por cada 10.000 litros más hasta un tope de 3 céntimos. La prima super AA por calidad higiénico-sanitaria (menos de 30.000 gérmenes y 200.000 células) supondría otro céntimo a mayores (medio céntimo en el caso de estar entre los 50.000 y los 30.000 gérmenes y entre las 250.000 y las 200.000 células), pero habría descuentos por muestra diaria que superara esos parámetros, al igual que hace Naturleite. La prima de certificación de bienestar animal es de 0,3 céntimos y la de «antigüedad, permanencia y fidelidad» de 0,05 céntimos por cada año completo en la empresa. El contrato de Inleit quedaría de este modo, en el mejor de los casos, para explotaciones de más de 300.000 litros en 44,35 céntimos y bajaría hasta los 42,35 céntimos en una granja de 200.000 litros. 

El Grupo Lence sigue ganando cuota de mercado

Si en el último año las queserías han perdido competitividad y las industrias que hacen yogures también han notado la caída acusada en el consumo, las empresas que se dedican a envasar leche líquida siguen manteniendo una posición más ventajosa, con mayor demanda y mejores márgenes.

El precio de la marca blanca en el supermercado, que ha ganado cuota de mercado gracias a la inflación, sigue en el entorno de los 90 céntimos en la mayoría de las cadenas de distribución, a pesar de alguna oferta puntual por debajo incluso de los 80 céntimos en leche de segundas marcas de fabricante como estrategia de las industrias de envasado para deshacerse de excedentes o lotes próximos a la fecha de caducidad.

Río consolida una bajada de 2 a 3 céntimos, por lo que el precio final quedaría entre los 43 y los 46 céntimos, en función del volumen de entregas de la explotación

El Grupo Lence (Río y Leyma) consolida en sus contratos para los próximos meses una bajada de entre 2 y 3 céntimos, en función del tamaño de la granja, de manera que las ganaderías de mayor volumen se quedarían, en el mejor de los casos, en los 45 céntimos, mientras que las más pequeñas bajarían hasta los 43.

El precio base del nuevo contrato es de 42 céntimos, a los que habría que sumar primas de volumen (de 40.000 a 60.000 litros 1 céntimo y más de 60.000, 2 céntimos), las primas por calidades (0,3 céntimos la décima de grasa y proteína), certificación de bienestar (0,01 céntimos) y bacteriología (la super A de Lence se sitúa en menos de 30.000 gérmenes y menos de 250.000 células y se paga a 0,01 céntimos).

A mayores, el Grupo Lence utiliza su «prima de fidelidad» para subir a ciertas ganaderías, sobre todo a las más grandes, que llegarían de este modo a los 46 céntimos, al igual que ocurre en las granjas de mayor volumen que entregan a Leche Celta. La planta de Pontedeume perteneciente a la cooperativa portuguesa Lactogal ha fijado el precio para los próximos meses en 42 céntimos más primas. 

Larsa se pasa a precio fijo

En el caso de Larsa, que se ha pasado la marca blanca tras el acuerdo alcanzado por CAPSA con Mercadona, estaba por ver se existía concertación de precios con otros proveedores de la cadena de supermercados, como es el caso de Naturleite, que en las ofertas de renovación presentadas hace mes y medio incluía las mayores bajadas, de 8 céntimos en el precio base.

En el contrato final la cooperativa cordobesa propietaria de la planta de Meira matiza esta bajada, que se queda en 2 céntimos, pasando el precio final de 48 a 46 céntimos, en los que ya se incluirían los 2 céntimos de primas de bienestar y doble AA. El contrato de Naturleite es el de menor duración, sólo tres meses, por lo que será la primera industria en Galicia que tendrá que volver a renovar, ya a mediados de junio, con vistas al 1 de julio. 

Una de las incógnitas de la actual renovación de contratos era ver si Covap y Capsa unificaban su estrategia de precios

Larsa había mantenido siempre hasta ahora un contrato con dos precios, un 70% a precio fijo y un 30% vinculado al precio de la mantequilla. Esta indexación jugó a favor del precio final de Capsa en Galicia en el actual contrato, con explotaciones, las de mayor volumen, que están picando en este momento los 50 céntimos, de los más altos que se están pagando en la comunidad.

Los productos lácteos industriales están subiendo en los últimos meses, después de haber tocado fondo a finales del verano pasado. Lo que más se ha revalorizado ha sido precisamente la mantequilla, pasando de 430€ a 561€/100kg, un incremento del 30% en su valor, un incremento que se trasladaba hasta ahora a los contratos de compra en campo. 

Pero en el contrato para los próximos meses Capsa cambia de estrategia y se pasa al precio fijo, con un precio base de 42 céntimos, a los que habría que sumar su prima de cantidad (hasta 4,5 céntimos en el caso de las ganaderías de mayor volumen), la prima por calidad higiénico-sanitaria (la super A de Larsa es exigente, de menos de 25.000 gérmenes y 190.000 células y se paga a 1,5 céntimos) y la prima de pastoreo (1,5 céntimos) en el caso de granjas en extensivo. Aunque va desescalando en función del tamaño de la granja, el de Larsa sigue siendo en estos momentos uno de los mejores contratos, con precios que llegan a los 48 céntimos en el mejor de los casos. 

Entrepinares espera por la nueva planta en Vilalba

En horas más bajas está el queso, lo que ha restado competitividad al contrato de Entrepinares, que había liderado las subidas en 2022. La empresa de Valladolid está recogiendo en este momento unos 580.000 litros diarios en Galicia en unas 165 explotaciones, a las que ofrece un contrato de 4 meses de duración con un precio base de 47 céntimos en abril y mayo (uno menos que en el actual contrato) y 46 céntimos (2 menos que el precio de marzo) en junio y julio, por lo que la bajada media en el conjunto de los 4 meses sería de 1,5 céntimos, quedando el precio base medio en 46,5. 

En Castilla y León la empresa de la familia Martín ha firmado contrato para abril a 48 céntimos de precio base, después de haber bajado 1 céntimo de manera escalonada en febrero (48,5) y marzo (48 céntimos). El precio final del contrato en Castilla y León en este momento, en el mejor de los casos, es de 50,5 céntimos, sumando la prima de volumen (que en Galicia no tiene) y la doble AA, mientras su competencia directa en la comunidad, Lactiber y Pascual, se sitúan en los 51,5 céntimos el litro.

El contrato de Entrepinares es por 4 meses: abril y mayo a 47 céntimos y junio y julio a 46

En Galicia, Entrepinares no está cogiendo nuevas granjas, aunque la empresa prevé poner en funcionamiento en los próximos meses la nueva línea de queso de mezcla en la planta de Vilalba, pero la estrategia de la compañía pasa por cubrir las necesidades de materia prima que pueda generar con el crecimiento orgánico de las explotaciones actuales, que habrían incrementado su producción un 7% en los últimos dos meses.

“Se está empezando a ver el resultado de la inversión que muchas ganaderías han hecho el año pasado. Animadas por los buenos precios, quien más quien menos hizo alguna mejora en la explotación y metió más vacas”, explican desde el equipo de campo de la empresa.

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